El día 29 de Septiembre del corriente año, el Think Tank chileno, AthenaLab, presentó su estudio titulado “Chile y el Hemisferio Sur: ¿Antártica en transición?”. El lanzamiento, realizado por la plataforma Zoom, contó con la participación de miembros del instituto, los especialistas británicos James Rogers y Andrew Foxall y el experto en asuntos polares Jorge Guzmán.
La presentación giró en torno a cómo las transformaciones que están sucediendo en el mundo pueden afectar al continente antártico y al sistema político-diplomático que sustenta su actual escenario.
En primer lugar, Juan Pablo Toro, Director Ejecutivo de AthenaLab, hizo mención del contexto en el que se inscribe este estudio. Por un lado, señaló una serie de antecedentes como el Decreto N° 1747 de 1940 (el cual fija los límites del reclamo territorial antártico chileno) y, por otro, destacó ciertas tendencias, como el surgimiento de la nueva fuerza geopolítica en el Indo-Pacífico.
A continuación, tomaron la palabra James Rogers y Andrew Foxall, autores de la publicación. Con una breve introducción que aludió a la presencia de nuevos actores extraregionales en el continente (como la República Popular China, Corea del Sur, Turquía o India) y haciendo especial énfasis en el exponencial crecimiento de las actividades antárticas de China, ambos especialistas expusieron que el estudio tiene como línea de base el año 2020 y como eje las variaciones y altibajos que presenten dos “megatendencias”: por un lado, la creciente competencia geopolítica y, por otro, el acelerado cambio climático.
Por su parte, Andrew Foxall se encargó de presentar 4 posibles escenarios a futuro, aclarando que son multifacéticos y proponen estimular discusiones al respecto. Estos escenarios proyectados hacia el 2050 son:
1) “Glaciación”: en la cual el cambio climático se mantiene al mismo nivel de las proyecciones actuales (aproximadamente 1,5° Celsius) y asume que la competencia geopolítica también seguirá igual.
2) “Escaramuza”: supone que las proyecciones del cambio climático se mantendrán igual pero la competencia geopolítica aumentará por sobre los niveles del 2020 y esto tendrá un impacto en el hemisferio sur.
3) “Gaia”: asume que el cambio climático aumentará más allá de lo estimado actualmente pero la competencia geopolítica queda alejada de la Antártida y los niveles se mantienen estables como en el 2020.
4) “Infierno”: propone que el cambio climático aumentará más allá de lo estipulado y que la competencia geopolítica se intensifica sustancialmente en comparación con los niveles del 2020, con grandes consecuencias para el Hemisferio Sur.
A modo de reflexiones finales, James Rogers, sostuvo que se debe estudiar a la década del 2020 como una línea de base, considerando como situación estratégica que el cambio climático y la competencia geopolítica no van a mejorar, sino que es más bien probable que vayan a empeorar, lo cual impulsará cambios.
La Antártida se está posicionando en el centro de los asuntos globales y francamente está claro que se está convirtiendo en un punto focal de la geopolítica global. Por ello, será clave saber cómo los Estados se posicionan hacia la región. Por otro lado, no se debe tener una fe ciega en el Sistema del Tratado Antártico (STA), el cual tiene un aire de “caballeros anticuados”. Este sistema ha surgido en otro contexto y se mantiene por condiciones de antaño. Pero las tendencias están cambiando y es probable que afecten al sistema. Por lo cual, los Estados se tendrán que adaptar a ello.
Por último, el autor se centró en la relación estratégica entre Chile y el Reino Unido, sosteniendo que es vital que ambos países no empoderen directa o indirectamente a Estados revisionistas en la Antártida (allí debemos destacar que el único país así identificado ha sido la Argentina). Considera que deben trabajar en conjunto con países como Nueva Zelanda o Australia para promover leyes y reglas conectados a un sistema más amplio. En síntesis, empoderar el STA para que pueda adaptarse a los desafíos estratégicos de los años venideros.
Al cierre del encuentro, Jorge Guzmán, experto chileno en asuntos antárticos, destacó la importancia estratégica de este estudio como un punto de partida para un análisis más abarcador y sensible de la política antártica chilena, así como también como un valioso antecedente de colaboración científico-académico con el Reino Unido.
Martín Rafael López
Departamento del Atlántico Sur
IRI – UNLP