Hoy 3 de enero de 2021, conmemoramos 188 años de la usurpación británica de nuestras Islas Malvinas.
Debemos recordar que a fines de 1831 un buque de guerra de los Estados Unidos de Norteamérica, arrasó Puerto Soledad en represalia por la captura de buques loberos de esa misma nacionalidad, los cuales habían sido hallados en infracción a la legislación de pesca establecida años antes por las autoridades argentinas establecidas en las islas, a cargo del gobernador Luis Vernet. El gobierno argentino inició de inmediato las gestiones para obtener reparación de los Estados Unidos enviando a la vez una goleta de la Armada para restablecer el orden en las islas, que había sido quebrado por la irrupción de la nave estadounidense.
En Puerto Soledad, el 3 de enero de 1833, con la presencia de una corbeta de la Marina Real británica, apoyada por otro buque de guerra que se encontraba en las cercanías, amenazó con el uso de fuerza superior y exigió la rendición y entrega de la plaza.
Tras la expulsión de las autoridades argentinas, el comandante de la nave británica dejó a uno de los pobladores de Puerto Soledad, de origen irlandés contratado por Vernet, a cargo del pabellón británico zarpando de regreso a su base.
Es de destacar que en el año 1834, el gobierno inglés asignaría a un oficial de la Armada para que permaneciera en las islas y recién en el año 1841 adoptaría la decisión de «colonizar» nuestras Islas Malvinas, nombrando un «gobernador».
El acto de fuerza de 1833, llevado a cabo en tiempo de paz, sin que mediara comunicación ni declaración previa alguna de parte de un gobierno amigo de la República Argentina –recordando el Tratado de Amistad de 1825- fue inmediatamente rechazado y protestado. El 16 de enero de 1833, al llegar a Buenos Aires las primeras noticias de lo ocurrido en las Islas Malvinas, el gobierno argentino pidió explicaciones al Encargado de Negocios británico, que no estaba al tanto de la acción de los buques de su país.
Es necesario identificar que, desde aquel fatídico día para nuestros derechos soberanos en el Atlántico Sur, ha sido un desafío complejo enfrentar a una potencia colonialista como es el Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte. También debemos deconstruir aquellos contextos de inicios de siglo XIX y posicionarnos ya en la tercer década del siglo XXI, donde los escenarios internacionales, caracterizados tanto por su complejidad como por su carácter dinámico y evolutivo, nos condicionan e impelen a realizar procesos de abordajes inteligentes y formulación de política públicas dotadas de herramientas y actores, que logren desestructurar el status quo británico en el Atlántico Sur, como asimismo aquellas miradas y reflexiones ortodoxas en el escenario doméstico sobre la cuestión, las cuales solo son funcionales al status referido.
Ante esta nueva conmemoración de la usurpación colonial de nuestras islas, por parte del Reino Unido en 1833, se da en un año, este el 2021, muy particular. Un año de conmemoraciones de años cero.
El 16 de diciembre del año 2020 conmemoramos los 55 años de la Resolución 2065 (XX) de la Asamblea General de las Naciones Unidas. Esta resolución se ha constituido con el paso de los años, en la herramienta más poderosa en el ámbito diplomático para la propagación de nuestro reclamo soberano. Las resoluciones propias de las Naciones Unidas posteriores la toman como base y se proyectan desde la misma.
Este año, el 1 de julio, conmemoraremos también los 50 años de la Declaración Conjunta argentino-británica de 1971, la cual se proyectó la vía desde donde la presencia argentina en las islas sería finalmente una realidad materializada. Aquel acontecimiento con la evacuación sanitaria del encargado del faro de las islas, por un hidroavión de la Fuerza Aérea Argentina, sumado a nuevos escenarios en los cuales la dependencia y necesidad de los habitantes de las islas con relación a la argentina continental, gestaron dicha Declaración Conjunta, basada en la Resolución 2065.
A partir de allí, el transitorio aéreo entre las islas y el continente y el continente y las islas, era una realidad, a través de la presencia de la Fuerza Aérea Argentina al inicio y luego de LADE junto a la conocida “Tarjeta Blanca o White Card”. Sumado a esto, YPF con su planta Antares, Gas del Estado, maestras de español, turistas, vínculos profundos de la sociedad civil continental e isleña y múltiples experiencias enriquecerían por casi once años, al mayor proceso histórico-político, diplomático y socio-cultural en relación a la Cuestión Malvinas, previo a 1982
Y nos acercamos a la tercera conmemoración referida al inicio del presente. Estamos a un año del cuarenta aniversario de la guerra de Malvinas de 1982. Aquí, debemos enfocar en aprender de lo vivido, para saber que el diálogo y la paz son los únicos caminos para lograr nuestro objetivo soberano. Objetivo que su consecución, será logrado mediante políticas públicas proyectadas sobre los dos escenarios referidos, el internacional y el doméstico, las cuales dotadas de herramientas inteligentes y con la integración e interacción de múltiples actores, políticos, diplomáticos e incluso la sociedad civil, en la cual el rol de las Universidad es estratégica, en pos no solo de dotar de nuevas miradas y reflexiones, generando de redes de vinculación, sino de constituir, formar y proyectar sobre la nueva generación de ciudadanos argentinos, cuales son nuestro derechos soberanos sobre el Atlántico Sur.
Desde aquel día de 1833 hasta el día de hoy, el convencimiento de nuestros derechos sobre aquellas tierras y sus aguas circundantes, nos incentiva como ciudadanos y como académicos a profundizar nuestros abordajes científicos en pos de fortalecer estos los mismos, divulgarlos en el escenario internacional en pos de acrecentar los respaldos y acompañamientos en nuestro reclamo soberano y por supuesto, el compromiso y la honestidad en desarrollar procesos intelectuales proyectadas sobre todas las aristas y dimensiones constitutivas hoy, de la Cuestión Malvinas.
Federico Martín Gomez
Secretario
Depto. del Atlántico Sur
IRI – UNLP
Secretario ReFEM 2065 CoFEI
Director del Laboratorio de Políticas Públicas hacia la Cuestión Malvinas Sec. Ext. JURSOC UNLP