Un año de guerra
Cerca de 300.000 bajas militares y unos 30.000 civiles fallecidos[1]; 8 millones refugiados en más de 40 países y cerca de 5 millones de desplazados internos[2]. La invasión y las sanciones adoptadas por más de 40 países (que representan más del 50% del PBI mundial) han impactado fuertemente en el mercado de commodities energéticos y alimenticios, llevando el promedio de inflación global al 8.75%)[3]. Son algunos de los números resultantes de la “Operación Militar Especial”[4] (eufemismo para invasión) lanzada por Rusia contra su vecino del oeste, Ucrania. Números que son testimonio de millones de vidas desgarradas por la guerra, una de las (posiblemente) peores experiencias que la humanidad puede experimentar.
La comunidad internacional ha actuado de manera dispar: cerca de 30 países asisten militantemente con armamento a Ucrania (mayoritariamente miembros de la OTAN) por un total cercano a los 63.000 millones de dólares[5], a la vez que sostiene las baterías de sanciones contra Rusia a las que hacíamos referencia más arriba.Básicamente, Occidente ha mostrado unidad en su decisión de apoyar a Ucrania en el esfuerzo bélico frente a Rusia[6].
Por otro lado, diversas iniciativas para “desescalar” el conflicto, protagonizadas por Turquía, tuvieron ningún o pocos resultados. Otras iniciativas no terminaron de materializarse (por ejemplo, los buenos oficios de la Santa Sede[7]).
Por estos días, tras la Conferencia de Seguridad de Munich que tuviera lugar este mes de febrero, la República Popular de China ha hecho saber cuáles son los lineamientos de un posible plan de paz, que quizás consiga la reunión cumbre que no pudo lograrse durante este año[8]. Hemos sido muy críticos del rol que Beijing ha jugado en este conflicto, en una posición que calificamos de “prescindencia estratégica”[9], ya que (después de todo) es el único miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU que no se encuentra directa o indirectamente involucrada en el conflicto, y con la suficiente estatura como para hacer sentar a las partes en la Mesa de negociaciones. En su propuesta señalada (acertadamente, desde nuestro punto de vista) la única senda que debe transitarse (“Cese el fuego y deje de luchar, evite que la crisis de Ucrania se agrave aún más o incluso se salga de control”, “Promover gradualmente la desescalada y el alivio de la situación y finalmente alcanzar un alto el fuego integral” y “El diálogo y la negociación son la única forma viable de resolver la crisis de Ucrania”), así como la irresponsabilidad de Occidente (“La seguridad regional no puede garantizarse fortaleciendo o incluso ampliando los bloques militares” y “Oponerse a cualquier sanción unilateral no autorizada por el consejo de seguridad de la ONU”), como la imprudencia de Ucrania (“La seguridad de un país no puede ser a expensas de la seguridad de otros países”) y la anacrónico verborragia de Moscú (“Las armas nucleares no se pueden usar y la guerra nuclear no se puede librar” y “prevenir la proliferación nuclear, evitar cualquier crisis nuclear”). Tal vez haya llegado el día en el cual China se ha puesto los pantalones largos y se decide a ocupar el rol que la historia le tiene preparado. Las próximas semanas nos dirán si esta agenda es factible o no.
Por su parte, la Asamblea General de la ONU exigió a Rusia a retirarse de Ucrania, en la resolución “Principios para una paz general, justa y duradera en Ucrania” presentada por 60 miembros de la ONU y la Unión Europea, y votada favorablemente por 142 de los integrantes, 7 en contra (Bielorrusia, Corea del Norte, Eritrea, Mali, Nicaragua, Siria y por supuesto Rusia) y 32 abstenciones (entre ellos, China, India, Pakistán, Angola, Etiopía, Argelia, Sudáfrica, Zimbabue, Bolivia, Cuba, El Salvador y otros)[10]. Más allá de lo categórico del lenguaje utilizado en la resolución adoptada, su efecto vinculante es entre nulo y escaso, no porque no haya fundamentos legales para exigir lo exigido en la misma, sino porque la AGNU no tiene competencias (a priori) para generar efectos obligatorios para un Estado miembro a través de una resolución. Podemos reiterar, como lo decíamos recientemente, que Naciones Unidas ha demostrado, una vez más, estar atada de pies y manos cuando son dos de sus miembros permanentes los que, directa o indirectamente, se encuentran frente a frente en un conflicto armado.[11] Sin embargo, esta no es la primera ni la última vez que ello sucede. Huelga recordar la ausencia de herramientas al alcance de la ONU cuando se produjo la intervención americana en Vietnam (1964), las intervenciones soviéticas en Hungría (1956) y Checoslovaquia (en 1968, tras la Primavera de Praga) y la invasión soviética a Afganistán (1979), la invasión y posterior ocupación americana a Afganistán (2001) e Irak (2001), entre numerosos ejemplos. Cuando la ONU fue creada, fue ideada para no poder tomar acción alguna contra las principales potencias de aquel entonces (1945), a la sazón, los miembros permanentes del Consejo de Seguridad.
Cuando hacíamos un primer balance tras 90 días de transcurrida la guerra[12], nos preguntábamos cuál sería un final aceptable para este conflicto: que Ucrania aceptara alguna cesión de su territorio, así como de su soberanía, aquella que le permitiera guiar su política exterior basada en sus intereses y decidir a qué organizaciones pertenecer (ya sea la Unión Europea, la OTAN, o cualquiera otra); ir por una victoria militar definitiva sobre Moscú, de tal manera que se produjera una “derrota estratégica” rusa, que imposibilitara a Putin reeditar una aventura similar en el futuro, que debilitara a la Federación, fortaleciera a la OTAN, y enviara un fuerte mensaje a Beijing, pero qué (por otro lado), radicalizaría a Rusia al aislarla del sistema internacional, convirtiéndola en un “Estado Paria” – riesgo sobre el cual llama la atención nuevamente Europa, que tiene que convivir son su vecino al Oriente[13]; o alguna solución intermedia, difícil de imaginar ahora mismo, que deje “relativamente” satisfechos a la mayoría, y de la cual nadie salga 100% victorioso ni 100% derrotado.
Tal como lo dijimos hace cerca de nueve meses, una vez más somos testigos de cómo el Derecho Internacional se muestra impotente ante las decisiones unilaterales de las Potencias revisionistas[14]. Sus más básicos principios (igualdad soberana, buena fe, prohibición del ejercicio de la fuerza) son vulnerados una y otra vez ante los ojos de la Sociedad Internacional, y Naciones Unidas, la herramienta que dicha Sociedad se dio para evitar que esto pasara, no puede más que contemplar y condenar, sin resultados prácticos, dichas violaciones.
Pero no por eso debemos resignarnos y acostumbrarnos. Las condenas y las sanciones refrendan el hecho de que las demostraciones de fuerza no son compatibles con el siglo XXI y con el mundo en el cual deseamos vivir. Por más que ésto pase, y siga pasando.
Todo ello era cierto cuando esta invasión se inició, y seguirá siéndolo hasta el día que alcancemos la tan ansiada paz, tanto en Ucrania como en todos los rincones del planeta donde la humanidad no pueda gozar de uno de los Derechos Humanos más elementales: el derecho a la Paz.
Juan Alberto Rial
Secretario
IRI – UNLP
Coordinador
Departamento de Seguridad Internacional y Defensa
IRI – UNLP
Referencias:
[1]Ver La Guerra en Ucrania habría dejado 280.000 soldados muertos o heridos y 30.000 civiles fallecidos (telam.com.ar)
[2]Ver El mapa de los refugiados de la guerra de Ucrania (rtve.es)
[3]Ver Cómo Putin ha desatado la guerra más global desde 1945 | Internacional | EL PAÍS (elpais.com)
[4]Ver Guerra Ucrania hoy: Rusia lanza un ataque por tierra, mar y aire contra Ucrania y se acerca a la capital | Internacional | EL PAÍS (elpais.com)
[5]Ver Cómo Putin ha desatado la guerra más global desde 1945 | Internacional | EL PAÍS (elpais.com)
[6]Ver Apuntes sobre la última Cumbre de Seguridad de Munich | Instituto de Relaciones Internacionales (iri.edu.ar)
[7]Ver Las contradicciones de Francisco frente a la guerra de Ucrania – LA NACION y Ucrania rechazó la mediación del Vaticano en la guerra con Rusia (telam.com.ar)
[8]Ver Cuál es el «plan de paz» que propuso China para terminar la guerra entre Rusia y Ucrania – LA NACION
[9]Ver Apuntes sobre la última Cumbre de Seguridad de Munich | Instituto de Relaciones Internacionales (iri.edu.ar)
[10]Ver Ucrania: La Asamblea General “recalca la necesidad de alcanzar una paz general, justa y duradera” | Noticias ONU
[11]Ver https://www.iri.edu.ar/index.php/2023/02/22/apuntes-sobre-la-ultima-cumbre-de-seguridad-de-munich/
[12]Ver A2022 Seguridad Artículo Rial Ucrania | Instituto de Relaciones Internacionales (iri.edu.ar)
[13]Ver https://www.clarin.com/new-york-times-international-weekly/-termina-surgen-fisuras-constituye-victoria-ucrania_0_z7n0cfh34a.html
[14]Ver Ver EEUU cataloga a Rusia y China como ‘potencias revisionistas’ – 18.12.2017, Sputnik Mundo (sputniknews.com) y Estados Unidos, una potencia revisionista – LA NACION