Argentina ingresa al BRICS+
Por Maria Francesca Staiano y Sebastián Schulz[1]
El 24 de agosto fue un día histórico para América Latina en general y para Argentina en particular. El país sudamericano fue aceptado, junto con Egipto, Etiopía, Irán, Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos, como nuevo int egrante del grupo BRICS, que de esta manera se convierte en BRICS+. Si bien el ingreso de los seis países se hará efectivo el 1 de enero de 2024, los mismos comenzarán a participar progresivamente de los equipos técnicos y de las reuniones de segundo nivel del bloque.
La alianza de los países BRICS representa una alternativa viable para transformar, de manera evolutiva, el orden internacional que se ha caracterizado desde hace décadas por un «universalismo unilateral», basado en una estructura jerárquica de centros/periferias que ha generado una dinámica de dependencia permanente y oposición conflictiva entre países.
Esta estructura internacional dicotómica de centros desarrollados y periferias dependientes ha exacerbado la pobreza y la desigualdad, ha promovido (y justificado) inestabilidad, guerras, conflictos, así como la explotación y destrucción ambiental, principalmente en el “Sur global”. Actualmente, estas cuestiones representan desafíos globales y deben gestionarse a partir de un nuevo modelo de relaciones internacionales y de la cooperación de beneficio mutuo (win-win).
La ampliación de los países que forman parte del BRICS permite la inclusión de diferentes regiones del planeta, que representan, a partir de ahora, al 45% de la población mundial. Es importante señalar que sólo seis nuevos países fueron admitidos, mientras otros 35 habían solicitado el ingreso. Según la Declaración de Johannesburgo, la continuidad del proceso de ampliación quedará planteada para 2024, por lo que se espera que el BRICS+ continúe expandiéndose hacia nuevos países del “Sur global”.
Esto significa que muchos países quieren un cambio de perspectiva. En este sentido, China ha actuado como «fuerza impulsora» hacia la construcción de una nueva gobernanza global, que incluya también a los países del Sur Global. Como afirmó el presidente Xi Jinping “este es un nuevo punto de partida y representa un día histórico”.
La alianza BRICS no es la única estrategia que nos hace comprender que el mundo necesita nuevos equilibrios: si pensamos en la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI, por sus siglas en inglés), la Iniciativa de Desarrollo Global, la Iniciativa de Seguridad Global y la Iniciativa de Civilización Global, entendemos cómo la vocación global de las relaciones internacionales son inevitables. Tal como China viene afirmando desde hace al menos 10 años, es necesario generar relaciones internacionales de «nuevo tipo», que promuevan una democratización estructural de las instituciones internacionales. Además, el propio Jim O’Neil, el economista del banco de inversión Goldman Sachs que creó el acrónimo BRIC en 2001, escribió en 2016 que «los BRICS hoy, como en 2001, tienen un papel vital que desempeñar con respecto a los desafíos internacionales más urgentes»[2].
Todas estas iniciativas propuestas por China, y compartidas por la mayoría de los países emergentes y en desarrollo, son parte de la construcción de una Comunidad de futuro compartido para la humanidad, que este año cumple 10 años, al igual que la BRI. Teniendo en cuenta el sistema-mundo, desarrollar un multilateralismo abierto para resolver los problemas globales, a través de una «necesaria interdependencia» entre países, constituye la superación de la visión obsoleta de un orden «internacional», en el que los Estados han sido reducidos a promotores de micro intereses, en constante guerra entre ellos, en un sistema de unilateralismo o bipolarismo, caracterizado por alianzas y enemistades.
La construcción de una Comunidad de futuro compartido pone a la humanidad en el centro, no a los Estados, y la unión de muchos Estados distantes con diferentes culturas, historias e idiomas, nos da esperanzas de un diálogo intercultural que pueda conducir a un desarrollo global pacífico para todos los pueblos.
El ingreso de Argentina confirma varios factores de gran relevancia:
- En primer lugar, esta inclusión demuestra que la política exterior está funcionando de forma efectiva, ya que la diferenciación en las relaciones internacionales y económicas representa el síntoma de un país que quiere una política internacional abierta, como también ha subrayado el presidente Alberto Fernández, y que cree en la cooperación internacional como única forma de desarrollo pacífico global.
- Los países BRICS representan una nueva esperanza para los desafíos globales, que Argentina también enfrenta internamente: la erradicación de la pobreza extrema, la fuerte desigualdad social, el desempleo juvenil, el atraso infraestructural. Sin embargo, la gran riqueza en términos de recursos humanos y naturales son las bases para poder realizar el máximo potencial de Argentina.
- En los BRICS ya está presente Brasil, que es un socio político, económico y estratégico de Argentina, un “país hermano”. De hecho, el presidente Luis Inacio Lula Da Silva fue uno de los principales impulsores del ingreso de Argentina al bloque. Esta unión puede generar un eje virtuoso para la modernización de toda América Latina, contribuyendo a la autonomía y el desarrollo regional latinoamericano. El axis Argentina-Brasil ya fue prospectado por Juan Carlos Puig y Hélio Jaguaribe para generar una fuerza traccionante hacia la autonomía latinoamericana.
En conclusión, la ampliación de los países BRICS es un contexto de “guerra híbrida global” (Merino, 2022)[3] constituye la aspiración a construir nuevos modelos de relaciones internacionales, capaces de moldear la gobernanza global hacia nuevos paradigmas, menos bélicos-excluyentes y más incluyentes de las voces del Sur.
[1] Publicado en Opiniones IRI, el 28/08/2023. Obtenido de: https://www.iri.edu.ar/index.php/2023/08/28/argentina-ingresa-al-brics/
[2] Construyendo los BRICS por Jim O’Neill – Project Syndicate https://www.project-syndicate.org/commentary/enduring-importance-of-brics-by-jim-o-neill-2016-10
[3] Merino Gabriel, Bilmes Julián y Barrenengoa Amanda (2022). “Ascenso de China: contradicciones sistémicas y desarrollo de la Guerra Mundial Híbrida y Fragmentada”, en China en el (des)orden mundial. Cuaderno #03, disponible en https://thetricontinental.org/es/argentina/chinacuaderno3/ (último acceso Octubre 5, 2022).