“Los países que, con la excusa de la no intromisión en los asuntos internos de Sudáfrica, se niegan a condenar el apartheid ayudan a nuestros verdugos y olvidan que, privar a las personas de sus derechos humanos, es poner en tela de juicio su propia humanidad” Nelson Mandela
«La lucha por los Derechos Humanos, es en esencia, una lucha por la dignidad humana» Kerry Kennedy
“La injusticia, en cualquier parte, es una amenaza a la justicia en todas partes” Martin Luther King
Un día como hoy, hace 75 años, se produjo un hito que marcaría la historia de un consenso sustantivo en la comunidad internacional: el 10 de diciembre de 1948, por medio de la Resolución 217 AGNU[1], se aprobó la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Con 48 votos a favor, ninguno en contra, 8 abstenciones[2] y 2 ausencias, los Estados delinearon el plan de acción que evitaría volver a vivir los horrores de la Segunda Guerra Mundial.
“Percibí con claridad que estaba participando en un evento histórico verdaderamente significativo, donde se había alcanzado un consenso con respecto al valor supremo de la persona humana, un valor que no se originó en la decisión de un poder temporal, sino en el hecho mismo de existir – lo que dio origen al derecho inalienable de vivir sin privaciones ni opresión, y a desarrollar completamente la propia personalidad.” Hernán Santa Cruz, de Chile, miembro de la Subcomisión de redacción[3].
Dos años antes, la Asamblea General había encargado al Consejo Económico y Social el análisis de un proyecto de Declaración y encargándole a la Comisión de Derechos Humanos la formulación del proyecto final para ser tratado en el seno de la AGNU. Por aquel entonces, la presidencia de la Comisión de Derechos Humanos estaba a cargo de Eleanor Roosevelt, persona fundamental para la redacción de la Declaración. Su prestigio fue la principal herramienta a la hora de entablar las comunicaciones necesarias entre los bloques enfrentados en el mundo bipolar de la época.
Es importante destacar que la participación de mujeres (incluida Roosevelt) en el Comité de Redacción de la DUDH fue esencial. Hansa Mehta (India) fue quien cambió la frase de “Todos los hombres nacen libres e iguales” por “Todos los seres humanos nacen libres e iguales” en el artículo 1. Por su parte, Minerva Bernardino (República Dominicana) logró la incorporación de la “igualdad de derechos de hombres y mujeres” en el Preámbulo[4].
Bajo el reconocimiento de libertad, igualdad y justicia para todos, los 30 artículos de la Declaración son una enumeración de los derechos que tienen todas las personas, en todas partes del mundo y en todo momento.
A lo largo de estos 75 años han pasado diversas personalidades que han defendido, incluso hasta con su vida o su libertad, los Derechos Humanos. Un claro ejemplo de ello es Nelson Mandela, quien fuera encarcelado por defender los derechos y las libertades de la población negra de Sudáfrica que sufría la política racista y segregacionista del apartheid.
Hoy en día el mundo se encuentra atravesado por diversos conflictos de un carácter violento no visto en décadas, la irrupción de fuertes discursos de odio y discriminación en espacios de poder y toma de decisiones y, pese a los discursos negacionistas, una emergencia climática que pone en jaque la vida tal como la conocemos para nuestra generación y las futuras.
Nada de todo esto marcha de la mano de la hoja de ruta que los redactores de hace 75 años habían planificado. Los conflictos armados, los gobiernos dictatoriales, las crisis humanitarias, el hambre, la pobreza, son hechos que vulneran descaradamente la dignidad humana.
La primera piedra colocada en 1949 para la construcción del edificio de la ONU en Nueva York encierra una caja con una copia de la Carta de las Naciones Unidas y de la DUDH. La Declaración Universal de los Derechos Humanos no es letra muerta asentada en un papel hace más de siete décadas sino la piedra angular de la Organización de las Naciones Unidas[5]. Está viva, respira, crece y sobrevuela cada conflicto que atraviesa a la comunidad internacional.
Noeli Scarpelli
Secretaria
Departamento de Derechos Humanos
IRI-UNLP
Referencias
[1] Fuente: https://documents-dds-ny.un.org/doc/RESOLUTION/GEN/NR0/046/82/PDF/NR004682.pdf?OpenElement
[2] Arabia Saudí, Bielorrusia, Checoslovaquia, Polonia, Unión Sudafricana, Unión de las Repúblicas Socialistas Soviéticas, Ucrania, Yugoslavia. Los dos ausentes fueron Honduras y Yemen.
[3] Fuente: https://www.un.org/es/about-us/udhr/history-of-the-declaration
[4] Cabe destacar como otras mujeres fundamentales en lo que a la Declaración respecta a Begum Shaista Ikramullah (Pakistán), Bodil Begtrup (Dinamarca), Marie-Hélène Lefaucheux (Francia), Evdokia Uralova (República Socialista Soviética de Bielorrusia), Lakshmi Menon (India). Fuente: https://www.un.org/es/observances/human-rights-day/women-who-shaped-the-universal-declaration