30 días.
Durante ese lapso se extendió la sublevación de la comunidad judía nucleada en el guetto de Varsovia en respuesta al inicio de la segunda deportación masiva hacia los campos de concentración.
Desde la invasión de Alemania a Polonia, el ataque a la población judía se convirtió en moneda corriente. Tres millones de ciudadanos judíos polacos fueron concentrados en pequeños sectores de las ciudades, denominados guettos. El de Varsovia era el más grande: alrededor de 380 mil judíos (30% de la población) estaba aglomerada en lo que equivalía al 2,4% del suelo polaco. Esas condiciones de hacinamiento provocaron su muerte en masa debido a las epidemias y al hambre. De las 300.000 personas aglutinadas en el guetto de Varsovia, sólo sobrevivieron 60.000 tras la propagación de las epidemias y el hambre por las condiciones de hacinamiento en que vivían.
En principio, se desconocía que los judíos eran trasladados a los campos de concentración de Treblinka o de Auschwitz. No obstante, la noticia del traslado de la población a las cámaras de gas, no tardó en llegar a los oídos de los insurgentes.
En junio de 1942, sociedades clandestinas conformaron una unidad de autodefensa conocida como la Organización Judía de Combate (Zydowska Organizacja Bojowa o ZOB) y, en octubre, el partido revisionista conocido como la derecha sionista o Betarcreó la Unión Militar Judía (Zydowski Zwiazek Wojskowy también conocida por sus siglas ZZW).
Tres meses después, las deportaciones se reanudaron bajo directiva del jefe de la SS (fuerza paramilitar), Heinrich Himmler. La resistencia de la comunidad judía a las órdenes nazis, también.
A las nueve de la noche del 19 de abril, durante la celebración de la pascua judía (Pesaj), en el momento el que el pan sin levadura (Matzá) se partía en las mesas, dio inicio el levantamiento. Bombas molotov y granadas retumbaron en la ciudad. A la cabeza de la resistencia judía, Mordecjai Anielewicz, por medio de mensajeros, alertó al resto de los activistas a través de las cloacas y los desagües.
Los rebeldes contaban con armas caseras, más algunos fusiles y pistolas que el Ejército Territorial Polaco (ArmiaKrajowa) les había entregado. El contraataque alemán comenzó y las tropas alemanas avanzaron en dirección al guetto. Los soldados nazis incendiaron los edificios de la ciudad mientras los sobrevivientes judíos se escondían bajo tierra en las cloacas y en los refugios que habían construido a principios de año, cuando el ZOB y la ZZW habían tomado temporalmente el control del guetto de Varsovia. Allí vivían junto a los cuerpos de sus compañeros caídos, devorados por las ratas. Algunos fueron capturados; otros, se suicidaron. El general Jürgen Stroop, enviado por Adolf Hitler para controlar el levantamiento, relató en su diario: “familias enteras se arrojan por las ventanas de los edificios incendiados”.
El 16 de mayo de 1943, Stroop declaró que el enfrentamiento había finalizado y, como símbolo del “fin” de la existencia judía en el territorio polaco, la sinagoga de la calle Tlomacka fue destruida. Luego, la persecución de los supervivientes de la sublevación del guetto de Varsovia comenzó en manos de los colaboracionistas judíos. Un pequeño número pudo escapar y vivieron escondidos hasta el retiro de las
tropas alemanas en 1944.
Tres días atrás, el comandante Stroop había escrito en su libro: “180 judíos, bandidos y subhumanos han sido aniquilados. El sector judío de Varsovia ya no existe. Las operaciones a gran escala finalizaron a las 20:15 horas al hacer explotar la sinagoga de Varsovia. El número total de judíos fue de 56 065, incluyendo judíos capturados y judíos cuya exterminación puede ser probada”. Sobre las ruinas, se edificó el campo de concentración de Varsovia (Konzentrationslager Warschau) que funcionó también como campo de fusilamiento.
Unos 7.000 judíos murieron en combate. Otros 6.000, asfixiados bajo los escombros. Y cerca de 40.000 fueron enviados a Treblinka.
El 19 de abril de 1943 se recuerda como una de las fechas más emblemáticas de la resistencia judía frente a la opresión nazi.
María Sol Aldonate
Colaboradora de la Red Federal de Historia de las Relaciones
Internacionales
Departamento de Historia
IRI – UNLP