El 17 de marzo de 1992, un ataque terrorista a la Embajada de la República de Israel en Argentina, causó la muerte de 29 personas y varias decenas de heridos y destruyó completamente la sede de la embajada y del Consulado. A las 14.45 de la tarde, un furgón conducido por un terrorista suicida fue cargado con explosivos y estrellado contra el frente del edificio.
La investigación del caso correspondió a la Corte Suprema debido a que los artículos 116 y 117 de la Constitución Argentina establecen la «competencia originaria» de ese tribunal cuando se trata de asuntos relacionados a embajadores, ministros y cónsules extranjeros.
Actualmente, el sitio en el que se encontraba la embajada de Israel ha sido preservado como un sitio para la memoria. Allí se ha conservado una parte del muro original de la embajada; los nombres de los fallecidos han sido colocados en una placa y se plantaron árboles de Tilo, cada uno de ellos como un homenaje a las víctimas fallecidas.
Hasta la fecha, los familiares de las víctimas siguen solicitando el esclarecimiento del atentado y clamando por verdad y justicia.
W. Owen Mac Donald
Colaborador de la Red Historia de las Relaciones Internacionales
Departamento de Historia