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El complejo escenario yemení y el involucramiento hutí en la guerra en Gaza

Departamento de Medio Oriente

Artículos

El complejo escenario yemení y el involucramiento hutí en la guerra en Gaza

Mariano G. Criscenti[1]

 Introducción

La guerra en Yemen, que comenzó como un levantamiento interno, ha dado paso a un escenario complejo que involucra múltiples aristas y actores. La toma de la capital, Saná, por parte de los hutíes, en 2014, marcó el inicio de una serie de eventos que han llevado al país al borde del colapso.

Tras más de nueve años de conflicto armado, ninguno de los principales grupos de poder ha logrado torcer la balanza a su favor. Las potencias regionales involucradas, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos (EAU), no consiguieron el éxito de la estrategia bélica emprendida en 2015. A pesar de contar con grandes capacidades económicas y militares, su intervención en el territorio sólo ha contribuido a la fragmentación del país y al empeoramiento de la crisis humanitaria.

Ahora bien, durante el último año, los hutíes aprovecharon el cese provisional de las hostilidades y el retiro progresivo de Riad para combatir a Israel frente a su disputa con Hamás en la Franja de Gaza. A través de ataques con drones y misiles, el grupo yemení ha intensificado su postura antisionista y antiimperialista en el escenario internacional, que constituyen principios fundacionales de la organización.

Nueve años de conflicto armado

En septiembre de 2014, tras años de protestas e inestabilidad política, los hutíes ejecutaron un golpe de Estado en Yemen, derrocando al gobierno internacionalmente reconocido del presidente Hadi. Este grupo armado chiíta, apoyado por Irán y el Hezbollah libanés, aprovechó las profundas divisiones internas y la debilidad del gobierno para consolidar su control sobre Saná, la capital del país.

A partir de entonces, la situación en el territorio se deterioró rápidamente. Para marzo de 2015, el presidente Hadi se vio obligado a abandonar el país y solicitar asilo en Arabia Saudita. La intensificación del conflicto y el avance de diversos grupos armados provocaron la intervención militar directa de una coalición de nueve naciones árabes encabezada por Arabia Saudita e integrada por los EAU. Esta alianza regional tenía como objetivos restaurar de manera rápida al gobierno exiliado, contrarrestar el avance de los hutíes, y preservar la seguridad regional.

Sin embargo, con el correr de los años, la esperanza de la coalición de lograr una victoria decisiva sobre los hutíes se convirtió en una quimera. Asimismo, la aparición de nuevos actores algunos con cuotas de poder equiparables más objetivos contrapuestos, como al Hirak, el Consejo de Transición del Sur (CTS), al Qaeda en la Península Arábiga (AQAP) o el Estado Islámico, complejizó aún más la situación.

La sobreestimación de capacidades y pérdidas millonarias por parte de las monarquías del golfo derivó en la decisión de comenzar el repliegue de sus fuerzas de Yemen. Quienes iniciaron este proceso, en primer lugar, fueron los EAU, retirándose de la coalición en 2020 y, más tarde, abandonando el territorio. En segundo lugar, Arabia Saudita comenzó a diseñar la salida del conflicto de forma definitiva. No obstante, ambos Estados sostienen su influencia política y apoyo financiero al gobierno internacionalmente reconocido (en el caso de Riad), y al CTS (en el caso de los EAU).

Para el año 2022, el presidente Hadi anunció por la televisión estatal su renuncia como jefe de Estado a favor del Consejo de Liderazgo Presidencial (CLP), conformado por ocho miembros, representantes de las principales facciones leales al gobierno y a Riad. La decisión de Hadi reflejó la ineptitud de la clase política para establecer un escenario favorable que permita recuperar el control de la soberanía en todo el territorio, como así también su incapacidad para liderar las negociaciones con los hutíes.

Desde entonces, aunque los niveles de conflictividad disminuyeron considerablemente, las diversas conversaciones de paz llevadas a cabo no han resultado en otra cosa que en manifestaciones optimistas. De hecho, la polarización es tan profunda que, aún en un contexto interno de crisis y estancamiento, las partes en el conflicto no han podido siquiera acordar un alto al fuego definitivo.

En otro orden, durante los primeros meses del año 2023, la República Popular China auspició una serie de reuniones para lograr la reanudación de las relaciones diplomáticas entre el Reino de Arabia Saudita y la República Islámica de Irán, tras más de siete años de tensiones. Este acercamiento fue visto como una oportunidad, ya que se juzgó que el restablecimiento de sus relaciones propiciaría un escenario de mayor estabilidad regional y, en consecuencia, renovaría la posibilidad de entendimiento entre las principales partes enfrentadas en Yemen (Salgado, 2023).

No obstante, en el segundo semestre de 2023, un acontecimiento a nivel regional obstaculizó cualquier intento de solución pacífica del conflicto: el ataque del grupo paramilitar sunita Hamás a Israel desde la Franja de Gaza. La reacción de la comunidad internacional, y especialmente de los actores regionales, fue inmediata. Los hutíes, aprovechando la disminución temporal de los combates internos, dirigieron sus esfuerzos a apoyar la causa palestina a través de ataques, no sólo a Israel, sino también a los buques mercantes que hacia allí se dirigían.

El accionar hutí en un contexto regional complejo

Desde su génesis en la década de los ‘90s, los hutíes se erigieron como una organización política-religiosa zaidí[2] (perteneciente a la rama del islam chiíta), en oposición a la corrupción interna y a la dominación extranjera. En este sentido, Ascencio Ayala, Cabrera Falla & Mejía Menjivar mencionan:

Se arropan con un discurso patriótico de regeneración nacional e intolerancia con la corrupción. Predican el rechazo al salafismo, el antisionismo y el antiimperialismo, por lo que consideran enemigos del mismo calibre al yihadismo sunní, al wahabismo saudí, a Israel y a Estados Unidos. (2019, p.7)

En este sentido, los hutíes han logrado adoptar y adaptar los principios zaidíes en su lucha contra sus enemigos a lo largo de las últimas décadas, según las particularidades del contexto. En el año 2004 se declararon en rebelión contra el gobierno y, desde entonces, se fortalecieron hasta transformarse en un grupo capaz de disputar el poder central.

Desde el año 2011, en el contexto de las protestas masivas de la Primavera Árabe hasta la toma de Saná en 2014, los hutíes consolidaron sus facciones militar y política, incrementando su influencia mediante la cooptación de tribus locales y estableciendo alianzas con gobiernos vecinos. Aunque durante esos años se creía que los únicos objetivos del grupo eran reivindicar las tradiciones zaidíes y reparar los agravios históricos sufridos por estos, el golpe de Estado perpetrado en septiembre de 2014 demostró que sus propósitos eran más ambiciosos. (Brehony, 2015; Criscenti, 2024)

Si bien desde 2015, el principal foco de atención de los hutíes ha sido la lucha contra la coalición internacional liderada por Riad, su postura anti-Israel y anti-Occidente ha sido una constante, reflejada en el eslogan que la organización promovió desde la toma de Saná: “¡Dios es grande! ¡Muerte a América! ¡Muerte a Israel! ¡Maldición sobre los judíos! ¡Victoria para el Islam!” (Bulos & McDonnell, 2015).

Para el segundo semestre de 2023, en un contexto interno marcado por la retirada progresiva de los remanentes de la coalición internacional y una notable disminución de los enfrentamientos armados entre los distintos grupos de poder yemeníes, los hutíes dirigieron su accionar en defensa del pueblo palestino y contra la agresión de Tel Aviv. Ello luego de que Hamás atacase diversas locaciones israelíes y secuestrase a decenas de civiles. Las represalias del gobierno de Netanyahu fueron contundentes, generando reacciones contrapuestas por parte de actores locales e internacionales.

Más específicamente, el involucramiento del grupo chiíta yemení se produjo de manera inmediata a través de dos vías: por un lado, a través del ataque ininterrumpido con misiles y drones a los territorios del sur de Israel y, por otro lado, por medio de la persecución y el secuestro de embarcaciones comerciales, en el Mar Rojo y el estrecho de Bab el-Mandeb, que según alegan, estaban vinculadas con el Estado hebreo. Así lo afirmaba el portavoz militar hutí Sarea Yahya en la cuenta oficial de X (2023):

(…) Las fuerzas armadas yemeníes renuevan su advertencia a todos los barcos que pertenecen al enemigo israelí o que tratan con él de que se convertirán en un objetivo legítimo para las fuerzas armadas. Las fuerzas armadas yemeníes confirman que continuarán llevando a cabo operaciones militares contra el enemigo israelí hasta que cese la agresión contra la Franja de Gaza y cesen los crímenes atroces que continúan hasta este momento contra nuestros hermanos palestinos en Gaza y Cisjordania (…).

Frente al gran número de incidentes en la ya referida ruta marítima internacional, en el mes de diciembre, los Estados Unidos propiciaron la creación de una coalición multinacional[3] para combatir a los hutíes y defender la libre navegabilidad del Mar Rojo. Desde entonces, el grupo yemení ha sido blanco de ataques por parte de las fuerzas armadas estadounidenses, inglesas, francesas e israelíes que dirigieron su accionar contra sus posiciones estratégicas en el territorio yemení, como puertos y bases militares (Gazeau, 2023; BBC News Mundo, 2024).

Mientras tanto, al menos dieciocho compañías navieras se vieron obligadas a suspender el tránsito de sus barcos por la ruta que une el Mar Mediterráneo con el Golfo de Adén, para proteger las vidas y la seguridad de sus marineros hasta que la ruta sea segura. A partir de enero del año 2024, el tráfico por el canal marítimo se redujo en un 25%, lo cual tuvo consecuencias drásticas para el comercio mundial y el precio de los traslados (Gritten, 2024).

Yemen, un escenario con pocos avances y algunas certezas

Como ya se señaló, tras más de nueve años de conflicto armado en Yemen, los avances han sido mínimos. Ninguno de los diversos grupos de poder en pugna ha logrado imponerse sobre los demás y generar una posición de supremacía. Por el contrario, prevaleció el estancamiento entre fuerzas equiparables pero antagónicas. Las desigualdades y diferencias entre estos actores son tan complejas que han impedido cualquier tipo de consenso en las diversas negociaciones de paz o alto al fuego. No obstante, se desprenden algunas certezas:

En primer lugar, las principales potencias regionales que intervinieron en 2015 (Riad y Abu Dhabi) sobreestimaron sus capacidades de tal forma que, no sólo fueron incapaces de realizar una intervención rápida y precisa en el territorio yemení, sino que tampoco lograron cumplir con ninguno de los objetivos delineados por la coalición internacional.

En segundo lugar, los hutíes han logrado persistir en su posición y defender sus intereses a lo largo de los últimos años, demostrando que ya no pueden ser subestimados, tanto por los actores internos, como por las potencias internacionales. Aunque no cuentan con las cuotas de poder necesarias para imponerse sobre las demás facciones en Yemen, su capacidad para mantenerse firmes a lo largo del tiempo refleja su habilidad para adaptarse y resistir los cambios internos y externos. Esto no quiere decir que la organización zaidí haya tenido que abandonar sus propósitos y principios, por el contrario, los ha utilizado de manera estratégica a sus intereses.

Así, reforzaron su posición antisionista y antiimperialista al tiempo que las hostilidades en su territorio se enfriaban y Arabia Saudita comenzaba su repliegue. De tal manera, se llevaron a cabo maniobras militares a favor del pueblo palestino y del grupo Hamás que, a pesar de ser sunita, se justificaron en la oposición compartida hacia Israel. Tal posicionamiento, ya había sido clarificado por parte de Mohammed al-Bukhaiti, miembro del grupo hutí, en 2014:

Lo que tenemos en común con Irán, Hezbolá, Hamás y la Jihad Islámica es que tenemos una postura común frente a Israel y Estados Unidos, y cooperaremos con cualquier actor político de la región que se oponga a los diseños regionales de los Estados Unidos (Al Jazeera, 2014).

A modo de cierre

Como hemos visto a lo largo de esta comunicación, tras más de nueve años de conflicto armado, ninguno de los principales grupos de poder en Yemen ha logrado torcer la balanza plenamente a su favor, logrando imponerse sobre el resto.

En este marco, tras el inicio de la guerra entre Hamas y el Estado de Israel los hutíes vislumbraron una oportunidad para obtener mayor apoyo interno y, al mismo tiempo, proyectar su poder a nivel internacional, a través de la reafirmación de sus principios fundacionales (Ebrahim, 2024).

En este contexto, se iniciaron los ataques contra el Estado de Israel, así como también contra buques cargueros, que hoy esperan capitalizar a su favor, aún pese a las consecuencias nocivas que estos han supuesto para la economía internacional.

Bibliografía

Al Jazeera. (2 de octubre, 2014). Q&A: What do the Houthis want?. Recuperado de: https://www.aljazeera.com/news/2014/10/2/qa-what-do-the-houthis-want

Ascencio Ayala, A. A., Cabrera Falla, A. F., Mejía Menjivar, G. C. (2019). Análisis de los intereses geopolíticos y geoestratégicos del Reino de Arabia Saudita y la República Islámica de Irán en la Península Arábiga. Caso de estudio: Conflicto civil en Yemen periodo 2015-2018 (Tesis de grado). Facultad de Jurisprudencia y Ciencias Sociales, Universidad de El Salvador.

BBC News Mundo. (11 de enero, 2024). Estados Unidos lanza un nuevo ataque militar contra los combatientes hutíes en Yemen en una expansión de la guerra en Medio Oriente. Recuperado de: https://www.bbc.com/mundo/articles/cv255j1xmgdo

BBC News Mundo. (12 de enero, 2024). Los riesgos militares y geopolíticos que enfrenta Occidente al atacar a los hutíes en Yemen por su campaña en el mar Rojo. Recuperado de: https://www.bbc.com/mundo/articles/c4nyyge8y7no

Brehony, N. (2015). Yemen and the Huthis: Genesis of the 2015 Crisis. The Royal Society of Asian Affairs. Londres, Reino Unido.

Bulos, N. & McDonnell, P. J. (20 de febrero, 2015). ‘Death to America! Death to Israel!’ say Houthis in Yemen. Los Angeles Times. Recuperado de: https://www.latimes.com/world/middleeast/la-fg-death-to-america-death-to-israel-say-houthis-in-yemen-20150220-story.html

Criscenti, M. (2024). El impacto de la crisis humanitaria en Yemen y los intereses en juego de los principales donantes regionales (2011-2022) (Tesis de grado). Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales, Universidad Nacional de Rosario.

Ebrahim, N. (1 de febrero, 2024). Why Yemen’s Houthi rebels welcome conflict with the US. CNN. Recuperado de: https://edition.cnn.com/2024/02/01/middleeast/houthi-reputation-red-sea-attacks-gaza-mime-intl/index.html

Gazeau, W. (15 de diciembre, 2023). Los ataques contra barcos por parte de rebeldes hutíes aumentan la tensión en el mar Rojo. France 24. Recuperado de: https://www.france24.com/es/medio-oriente/20231215-los-ataques-contra-barcos-por-parte-de-rebeldes-hut%C3%ADes-aumentan-la-tensi%C3%B3n-en-el-mar-rojo

Gritten, D. (5 de marzo, 2024). Crucial Red Sea data cables cut, telecoms firm says. BBC News. Recuperado de: https://www.bbc.com/news/world-middle-east-68478828

Lobo Calvillo, A. (19 de diciembre, 2023). Crisis en el Mar Rojo: ¿quiénes son los hutíes de Yemen y por qué amenazan el estrecho de Mandeb?. Onda Cero. Recuperado de: https://www.ondacero.es/noticias/mundo/crisis-mar-rojo-quienes-son-huties-yemen-que-amenazan-estrecho-mandeb_202312196581f76329f318000183a9f4.html

Peirano, N. (13 de noviembre, 2023). Los hutíes, el movimiento político-religioso detrás del ataque de Yemen a Israel. DEF. Recuperado de: https://defonline.com.ar/internacionales/los-huties-el-movimiento-politico-religioso-detras-del-ataque-de-yemen-a-israel/

Salgado, S. (7 de abril, 2023). Irán y Arabia Saudita sellan la reanudación de sus relaciones diplomáticas en China. France 24. Recuperado de: https://www.france24.com/es/medio-oriente/20230406-ir%C3%A1n-y-arabia-saudita-sellan-la-reanudaci%C3%B3n-de-sus-relaciones-diplom%C3%A1ticas-en-china

Sarea, Y. (19 de noviembre, 2023). X. Recuperado de: https://x.com/army21ye/status/1726277654544785788 Sarea, Y. (18 de diciembre, 2023). X. Recuperado de: https://x.com/Yahya_Saree/status/1736755772007002387


[1] Integrante del Departamento de Medio Oriente (IRI-UNLP)

[2]Esta corriente de pensamiento teológica se encuentra arraigada en la cultura yemení desde hace siglos y defiende, entre otras cosas, la restauración del imamato como sistema de gobierno legítimo (Peirano, 2023).

[3] Bajo el nombre de “Guardián de la Prosperidad”, la coalición está compuesta por Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Bahréin, Canadá, Italia, Países Bajos, Noruega, España y las islas Seychelles (Lobo Calvillo, 2023).