El lunes 17 de diciembre, en el marco de la 53º Cumbre de los Jefes de Estados del MERCOSUR y Estados Asociados celebrada en Montevideo, se ha firmado un Memorándum de Cooperación Económica y Comercial entre el MERCOSUR y la Unión Económica Euroasiática (UEE).
Este proyecto de integración está conformado por Armenia, Bielorrusia, Kazajistán, Kirguistán y Rusia. Desde su establecimiento, en 2014, ya se había sugerido el interés de avanzar en algún tipo de acuerdo con el MERCOSUR debido a las grandes potencialidades existentes para aumentar y diversificar el comercio entre ambas organizaciones.
Ha sido precisamente durante el semestre de la presidencia de Uruguay que las negociaciones han avanzado como para firmar este documento que establece un mecanismo de diálogo MERCOSUR – UEE tendiente a facilitar y profundizar los vínculos comerciales.
A pesar de lo limitado del alcance del documento es una buena noticia en momentos en los que el acuerdo MERCOSUR-Unión Europea no ha logrado concretarse (como tampoco las negociaciones del MERCOSUR con Canadá, Turquía o Singapur) y cuando existen dudas acerca de si la nueva administración de Brasil priorizará o no este ámbito de integración.
Desde este punto de vista, el memorándum constituye una buena noticia ya que demuestra que aún hay fuerzas en el seno del MERCOSUR interesadas trabajar y avanzar a pesar de todos los problemas.
Sin embargo, y sin dejar de tener en cuenta que las relaciones económicas también son una herramienta de política exterior, debemos reconocer que también se trata de una buena noticia para el gobierno ruso.
Rusia, el estado más importante de la UEE y la fuerza detrás del mismo, con este memorándum logra abrir un vínculo, institucionalmente hablando, con los países más importantes de América del Sur. No debe dejarse de lado ese punto de vista en momentos en los que el gobierno de Moscú ha dejado ver que estaría interesado en establecer una base aérea en La Orchila, una isla perteneciente a otro miembro del MERCOSUR, Venezuela, que se encuentra suspendido del mismo desde 2016.
Los países de América Latina deben considerar seriamente el actual escenario internacional de competencia entre las grandes potencias. De ahí la importancia por analizar y estudiar la región euroasiática, algo que nuestro departamento hace, de manera pionera, desde 2011.
Paulo Botta
Departamento de Eurasia