El próximo mes de mayo del corriente año (entre los días 23 y 26) se celebrarán en los Estados miembros de la Unión Europea, las elecciones para el próximo Parlamento Europeo (el noveno desde su establecimiento, y cuyo período finalizará en el año 2024).
Además de constituir el medio de elección directa de los miembros de dicho Parlamento (único en las instituciones de la Unión Europea), las próximas elecciones tendrán una notable gravitación en el futuro de la Unión Europea. Ello debido a que las mismas se desarrollarán en el marco de la actual crisis del Brexit, y sobre todo del continuo crecimiento de la extrema derecha y los movimientos euroescépticos en diversos países de Europa.
El primer punto mencionado (crisis del Brexit), además del desprestigio de la clase política en el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte y del profundo impacto social y económico que tendrá tanto en la Unión como en el Reino Unido, ha generado también cierta incertidumbre en la constitución del próximo Parlamento Europeo, modificando el panorama político e institucional también. Porque en caso de efectivizarse la salida del Reino Unido de la Unión Europea, el número de miembros del Parlamento debería ser de 705 (tal como ha sido aprobado en febrero de 2018) en lugar de los actuales 751. Modificándose de tal manera tanto el número de asientos necesarios para lograr la mayoría (sería de 353 en vez de los anteriores 376) como la distribución de asientos a los diversos países Miembros de la Unión a fin de cumplir con el principio de “proporcionalidad degresiva” entre los diversos países, de conformidad con el Tratado de Lisboa. Ahora bien, cabe aclarar que dicha reducción de asientos en el Parlamento se producirá únicamente si el Reino Unido efectiviza su salida de la Unión con anterioridad a que los nuevos miembros del Parlamento asuman sus bancas el próximo 1º de julio de 2019.
En cuanto al segundo punto, y previo a analizarlo brevemente, a continuación brindamos un breve listado de los grupos parlamentarios europeos y el resultado que obtuvieron en la anterior elección del año 2014:
Partido Popular Europeo (centro derecha)
221 asientos (44 menos que en la anterior elección), que los consiguió con casi 1.600.000 votos menos que los que obtuvo el grupo Socialdemócrata.
La base de sus votos los obtuvo en Alemania, España, Europa del Este (República Checa, Eslovaquia, Hungría, Croacia, Eslovenia y Bulgaria), y el oeste de Francia.
Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas (centro izquierda)
191 asientos (8 más que en la anterior elección), consiguió más votos que la centro derecha.
Fueron notoriamente fuertes en Italia, Portugal, Rumania y Suecia.
Conservadores y Reformistas Europeos
70 asientos (16 más que en la anterior elección).
Dinamarca, Polonia, la región de Flandes en Bélgica, Irlanda del Norte y zonas de Inglaterra fueron su nicho electoral.
Alianza de Liberales y Demócratas de Europa
67 asientos (16 menos que en la anterior elección), a pesar de haber obtenido 3.000.000 de votos más que los Conservadores.
Su electorado principal se encontró en los Países Bajos, Finlandia, Estonia y Lituania.
Izquierda Unida Europea
52 asientos (17 más que en la anterior elección), a pesar que consiguieron casi 1.000.000 de votos más que los Conservadores.
Grecia, Irlanda del Norte y la parte norte de la República de Irlanda fueron su base.
Alianza de los Verdes y Europa Libre
50 asientos (5 menos que en la anterior elección), a pesar que obtuvieron 500.000 votos más que los Liberales.
Fueron particularmente fuertes en Escocia, y regiones de Gales.
Europa de la Libertad y la Democracia Directa
48 asientos (16 más que en la anterior elección), a pesar que obtuvieron casi 2.000.000 de votos más que los Conservadores.
Inglaterra fue su nicho electoral.
Ahora bien, esta cuestión ha visto crecer su importancia y repercusión en las diversas elecciones realizadas en los últimos años en diversos países europeos, cabe mencionar, sin embargo, que aún no se vislumbra un panorama concreto de alianza amplia o trabajo en conjunto entre los nuevos partidos que han cosechado los votos de la extrema derecha en Europa.
En tal sentido puede mencionarse la alianza denominada “El Movimiento” e impulsada por Steve Bannon (ex estratega en jefe y asesor principal del Presidente estadounidense Donald Trump), que busca serlo de la totalidad partidos “populistas” de extrema derecha, y que ha reclutado a la Liga del Norte italiana, el Partido Popular de Bélgica y los Hermanos de Italia, pero que ha sido rechazada por notables exponentes actuales de dicha orientación política, como son Alternativa por Alemania, Partido por la Libertad de Austria, y el Partido UKIP (Reino Unido).
Por su parte los diversos movimientos euroescépticos y/o anti establishment europeos sí se han mostrado más unidos en su objetivo de plasmar en Europa sus logros locales, aunque es dable aclarar que ello no implica una cohesión férrea. Por ejemplo el Movimiento Cinco Estrellas italiano ha manifestado que se conformaría un grupo propio; el movimiento Ahora el Pueblo (que tiene como integrantes entre otros a Pablo Iglesias del Podemos español y Jean-Luc Mélenchon de La Francia Insumisa, entre otros) que se oponía al grupo europeo de la Izquierda Europea, pero que todo parece indicar que se mantendrá dentro de ésta; y la alianza Primavera Europea comandada por el ex ministro griego Yanis Varoufakis (ahora compitiendo electoralmente en Alemania) que ha sido apoyada entre otros por Noam Chomsky, Antonio Negri y James Galbraith, pero que también actuará en forma separada del resto de los grupos parlamentarios europeos.
Por último, resultará importante la decisión que tome el partido La República en Marcha del presidente francés Macron, ya que ha anunciado que formaría un grupo separado de liberales de centro pro-europeos, a fin de apoyar las ideas de Macron de reformar las instituciones europeas. Lo que de concretarse les quitaría miembros a otros grupos europeos consolidados (como el Partido Popular Europeo, los Socialdemócratas y la Alianza de Liberales), a pesar de la esperanza Liberal de que Macron se sume a su alianza.
Para concluir, resulta importante destacar que la mayoría de los analistas y encuestadores opinan que el Partido Popular Europeo continuaría siendo la fuerza dominante en el Parlamento Europeo, con un fortalecimiento de los movimientos populistas. Aunque debe prestarse mucha atención al resultado que puedan tener los euroescépticos en las próximas elecciones.
Ignacio Portela
Miembro
Departamento de Europa
IRI – UNLP