“Los mitos nacionales constituyen otro problema en el que hay que saber distinguir entre lo que llega desde abajo y lo que se impone desde arriba…” Eric Hobsbawm.
El 24 de Octubre fueron exhumados los restos de Francisco Franco y trasladados a una cripta familiar en el cementerio madrileño de El Pardo-Mingorrubio. Pero más allá de la trascendencia política e histórica del acontecimiento, un nuevo debate se abre en torno al lugar que deja su ausencia en el Valle de los Caídos.
Pues aquella obra monumental, construida durante el franquismo por prisioneros políticos, entre otros, vuelve a rodearse de un manto de disponibilidad simbólica y la lucha por envolverlo nuevamente de un acervo hegemónico encabeza las prioridades de quienes se encuentran desahuciados ante la tragedia del líder deshonrado, y reivindicaneste sitiocomo un emblema de la España totalitaria y católica del pasado, lugar que tantas veces acogió actos en conmemoración de los aniversarios póstumos del Caudillo y de Primo de Riviera; y entre quienes se regocijan en lo que creen es la víspera de un cambio en la rivalidad histórica de la nación, levantando la bandera del antifranquismio, tan activo y tan obsoleto a la vez, para hacer del lugar el corolario de su victoria política.
Asistimos nuevamente a la batalla por la significación simbólica y otra vez será la política en turno quien tome la pluma para reemplazar un mito por otro, sin que la rueda deje de girar un instante para pensar si no es momento de frenar, desgajar y reconstruir. Entonces la batalla por las ideas se escinde del campo popular y académico, para ser el arma que dispare las balas que mañana serán devueltas, por quienes reciban hoy las heridas del ostracismo político temporal.
El Valle de los Caídos, aquella entidad subjetiva. Abadía, monumento y sepulcro a la vez. Oscila entre su identidad política, religiosa e histórica. Pues quizá sea el momento de hacer del lugar la síntesis de todo aquello y pasarle la posta a la ciencia, que tan fructífera ha madurado gracias al aporte de los historiadores españoles. Y así, desacralizarlo de su pasado reivindicatorio y despojarlo de su potencial político oportuno, para convertirlo en un sitio de investigación que siente las bases de la construcción de la Memoria Histórica de la Nación, sin olvidar a quienes dieron la vida por ella.
Facundo Manuel Gómez
Adscripto a la Cátedra de Historia General VI (Contemporánea) de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación
Invitado por el coordinador del CeRPI (IRI – UNLP), Alejandro Simonoff.