Ucrania, desde sus inicios, tuvo diversas dificultades para crear un Estado soberano. Dichas dificultades están íntimamente relacionadas al contexto de Europa durante la primera mitad del siglo XX: la I Guerra Mundial y la revolución de Octubre en Rusia, fueron dos de los acontecimientos más importantes.
Una buena parte del territorio ucraniano formaba parte del Imperio Ruso (el sector oriental) y otra, del Imperio Austro Húngaro (sector occidental).
Cuando finalizó la “Gran Guerra”, Kiev decidió formar una cámara legislativa (Rada Central) con el objetivo de iniciar su emancipación de la Rusia zarista. Formada por grupos socialistas, la Rada Central sancionó una serie de proclamaciones tendientes a asegurar su autonomía dentro del territorio ruso. Específicamente, en 1917, la Rada Central había proclamado la creación de la República Popular de Ucrania que no desvinculaba al país de Rusia, pero le permitió controlar la mayoría de las regiones ucranianas. En el mes de diciembre de ese año, el gobierno bolchevique de Moscú tomó contacto con la Cámara ucraniana para intentar implantar en ella una mayoría comunista. Ante los primeros obstáculos, Lenin decidió crear la República Popular Ucraniana de los Soviets – en la región oriental de Jarkóv –y la integró a la Rusia Soviética. Esta anexión dividió el territorio del país pues, la República Popular de Ucrania (creada por los ucranianos en el mes de Noviembre del 1917) quedó limitada al sector occidental del territorio. Más adelante, los hechos ocurridos en Rusia, alteraron los planes ucranianos; específicamente, la guerra civil, que dividió a sus habitantes en dos bandos enfrentados durante 4 años en una contienda encarnizada.
El 22 de enero de 1918, los diputados de Kiev decidieron romper relaciones con Rusia, condenando su accionar como “agresivo”. Así fue como la Rada Central comenzó a movilizar sus tropas e inició las correspondientes negociaciones de paz con Alemania.
Desafortunadamente para Kiev, las fuerzas de Jarkóv fueron superiores militarmente y tomaron varias ciudades del territorio ucraniano popular.
En estas circunstancias, tanto Alemania como Austria-Hungría, salieron en defensa de Kiev, la cual fue recuperada en Marzo de ese mismo año. Cuando se firmó el tratado de paz entre Alemania y Rusia, se incluyó un acuerdo que garantizaba el cese de las hostilidades en la región, dejando a Ucrania bajo el mando de Alemania. Sin embargo, tiempo después, la derrota alemana provocó la caducidad de dicho acuerdo.
El 22 de enero de 1919, Lenin decidió invadir nuevamente Ucrania y lograr un acuerdo definitivo, llamado de la Unión, que restableció la relación entre ambas “Ucranias”; un acuerdo que tampoco duró mucho tiempo debido a que ambas regiones – que sólo compartían el idioma y algunas tradiciones – no tenían ideales ni proyectos en común. Esta situación desencadenó otro conflicto que finalizó en 1922, cuando Moscú anexó definitivamente a Ucrania a la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.
Este país, se independizó definitivamente de la URSS cuando la Unión se desintegró en 1991.
Nicolás Eduardo Carabajal
Colaborador de la Red Federal de Historia de las Relaciones Internacionales
Departamento de Historia
IRI – UNLP