El 3 de agosto pasado falleció John Hume, quien batalló incansablemente para alcanzar la paz en Irlanda del Norte, siendo uno de los principales artífices de los Acuerdos de Paz de Viernes Santo del año 1998 que pusieron fin a un conflicto que llevaba más tres décadas y que se había cobrado más de 3.500 vidas.
John Hume nació en Londonderry (también llamada Derry), la segunda ciudad más poblada de Irlanda del Norte. Siendo joven ingresó a un seminario católico pero luego abandonó la idea de tomar los hábitos y optó por trabajar como docente. También fue un activo miembro del movimiento por los derechos civiles, en especial reclamando la igualdad de derechos y de oportunidades entre católicos y protestantes. Intentó, sin éxito, que el 30 de enero de 1972 no se realizara en su ciudad natal una protesta que luego derivó en el tristemente conocido “Bloody Sunday” (Domingo sangriento) en el que perdieron la vida catorce manifestantes.
Incursionó en la arena política, siendo cofundador del Partido Socialdemócrata y Laborista (SDLP), de orientación católica, nacionalista y moderada. En su extensa carrera política fue varias veces electo como diputado, habiéndose desempeñado como tal en diferentes épocas en el Parlamento de Irlanda del Norte, en el Parlamento del Reino Unido y en el Parlamento Europeo.
A fines de la década de los años ´70 buscó ayuda en los Estados Unidos de América para lograr pacificar su tierra, contando con la colaboración de la gran comunidad estadounidense de origen irlandés, siendo ello clave para obtener el apoyo del Presidente Jimmy Carter en el año 1977. Posteriormente en la década de los años 90 obtuvo el gran sostén del Presidente Bill Clinton, quien desempeñó un rol muy activo en los Acuerdos de Paz de Viernes Santo de 1998.
Con inquebrantable voluntad y determinación siempre creyó que la paz en Irlanda del Norte era posible, y así logró convencer al Ejército Republicano Irlandés (IRA) de que abandonara las armas, y al gobierno británico de que acepte negociar con Gerry Adams y Martin McGuinness, líderes del Partido Sinn Féin (brazo político del IRA).
Como consecuencia de ello, el 10 de abril de 1998, firmaron en Belfast los Acuerdos de Paz de Viernes Santo, el gobierno británico, el gobierno irlandés, la parte protestante unionista y la parte católica republicana de Irlanda del Norte. Posteriormente lo acordado fue aprobado por la vía del referéndum por el pueblo de Irlanda del Norte y el de la República de Irlanda.
Por sus esfuerzos en encontrar una solución pacífica al conflicto irlandés John Hume y David Trimble, líder del Partido Unionista del Ulster (UUP), recibieron conjuntamente en el año 1998 el Premio Nobel de la Paz.
Su fallecimiento ha generado expresiones de reconocimiento en todo el mundo por parte de diferentes personalidades. El Papa Francisco manifestó que la fe cristiana de Hume inspiró sus incansables esfuerzos para promover el diálogo, la reconciliación y la paz en Irlanda del Norte. En tanto que el Dalai Lama destacó la profunda convicción de Hume en el poder del diálogo y la negociación para resolver los conflictos de manera no violenta. Bono, el cantante irlandés de U2, señaló que en los años más oscuros la ciudadanía buscaba un gran líder y lo que encontraron fue un gran sirviente que les hizo las vidas más grandes.
Tony Blair, el ex Primer Ministro británico, quien participó con Hume de los Acuerdos de Paz de Viernes Santo, destacó su figura diciendo que era un titán político, un visionario que se negó a aceptar que el futuro tenía que ser igual que el pasado. Por su parte Bill Clinton, también protagonista de dicho histórico suceso, y quien ya en otra ocasión lo había caracterizado como el Martin Luther King de Irlanda, expresó que Hume tenía un compromiso inquebrantable con la paz.
Nos ha dejado John Hume… nuestro respetuoso y cálido recuerdo a un hombre que luchó sin claudicar contra la violencia y que siempre apostó al diálogo y al consenso para lograr la paz.
Juan Carlos Pérsico
Coordinador
Departamento de Europa
IRI – UNLP