El emperador Hirohito nació en 1901 y a temprana edad fue separado de sus padres para dar comienzo a su educación, tal como indicaba la tradición imperial japonesa. Tras el fallecimiento de su padre, el emperador Yoshihito, su primogénito heredó el trono japonés en 1926, bajo el título de Shōwa, hasta su propia muerte en el año 1989.

Dos años antes de su asunción como emperador, contrajo matrimonio con la princesa Kuni Nagako y tuvieron 7 hijos. El más importante de ellos fue Akihito, quien se convertiría en el 125° emperador de Japón, hasta su abdicación en 2019.

En un principio, los emperadores eran considerados como tal por derecho divino. Con el paso del tiempo, esta creencia fue debilitándose y, hoy en día, hablamos de una monarquía hereditaria cuyo gobernante es Naruhito.

El emperador Hirohito, a pesar de ser bastante reservado, tuvo mucha implicancia al momento de decidir si Japón ingresaba a la II Guerra Mundial. Algunos de sus motivos se sustentaban, por ejemplo, en el hecho de que varios Estados occidentales relegaban a Japón de estos asuntos internacionales.

Ahora bien, la “Guerra Total” había comenzado oficialmente el 1ero de septiembre de 1939, pero Japón entraría recién en el año 1941 al iniciar el ataque aéreo a la base naval norteamericana de Pearl Harbor.

El Imperio japonés fue uno de los tres principales integrantes pertenecientes al grupo de las Potencias del Eje (junto a Alemania e Italia), enfrentados al grupo de los Aliados (entre los cuales se encontraba Estados Unidos).

Por otro lado, surge una nueva razón que justifica la ofensiva japonesa. Se sostiene que Japón decidió atacar Pearl Harbor porque Estados Unidos le había impuesto un embargo petrolero. Sin embargo, no se descarta la posibilidad de otro tipo de motivos, especialmente aquellos relacionados con el poderío político y militar de dicho Estado.

Este plan de atacar dicha base naval fue planeado por el militar Yamamoto y el almirante Chuichi Nagumo fue quien comandó aquella misión.

¿Cómo finalizó la guerra para Japón? Días después de que se llevaran a cabo los ataques aéreos a Hiroshima y Nagasaki en 1945, poniendo fin a la misma, el emperador Hirohito presentó la rendición del Imperio japonés.

Al finalizar la guerra, se llevó a cabo la firma del “Acta de Rendición Japonesa”, en la Bahía de Tokio el 2 de septiembre de 1945. La misma fue firmada por el Imperio Japonés, Estados Unidos, la República de China, el Reino Unido, la URSS, entre otros.