El fuerte impacto de la guerra de Ucrania en el sector alimentario, tiene su razón en la relevancia que tienen Rusia y Ucrania en este mercado. Según datos del 2020: Rusia y Ucrania en conjunto, representaron:

28% exportaciones mundiales de trigo

15% exportaciones mundiales de maíz

60% exportaciones mundiales de aceite de girasol

En 2021, la Federación de Rusia representó el 1,7%  del PIB mundial, y Ucrania el 0,2% del PBI mundial, en cuanto a las exportaciones mundiales , Rusia representó el 2,2% y Ucrania el 0,3%, destacándose entre los principales  productos, petróleo crudo y refinado, gas, oro, trigo, carbón y fertilizantes en el caso de la Federación de Rusia; y acero, carbón, petróleo, productos químicos y granos desde Ucrania. (CEPAL)

Fuente: (Baffes & Nagle, 2022)

Los problemas logísticos colaboraron al incremento en los precios, el bloqueo de los puertos del Mar Negro obligaron a usar mas transporte ferroviario. Y aunque las mayores distancias para el transporte encarecen el desvío, existen inconvenientes adicionales, por ejemplo, los trenes se enfrentan a problemas con las trochas, que no son las mismas en Ucrania o Moldavia: 1,52 metros frente a 1,435 metros por norma en la Unión Europea. Otro encarecimiento del transporte se da porque la utilización de carbón en reemplazo de gas, trae el problema de ser más voluminoso y caro de transportar. (Gill & Kose, 2022)

El fuerte incremento de precios de los alimentos, provoca inflación en todo el mundo, siendo las regiones más afectadas de manera inmediata Medio Oriente y países de África que dependen de sus compras a Ucrania y Rusia, pues importan alrededor de un 85% los alimentos que consumen, y un tercio proviene de Rusia o Ucrania (FMI, 2022).

El aumento del precio de los alimentos trae consigo un gran peligro: la exacerbación de tensiones sociales.

De todos modos, el repunte de los precios, viene a profundizar una situación que se viene observando desde la pandemia. En los primeros meses de la pandemia de COVID 19, los precios cayeron por la disminución en la demanda, pero hubo un fuerte repunte en Octubre del 2021, superando el récord mundial de precios observado en el año 2010. Cabe señalar que en ese momento, se hicieron sentir fuertes consecuencias sociales en algunos países del Medio Oriente, grandes importadores de productos alimenticios, que incrementaron el descontento preexistente, dando origen a las revueltas árabes).

Todo esto nos lleva a pensar en la cuestión de la Seguridad Alimentaria (OMC, 2022). En concepto de “Inseguridad Alimentaria”, es  un  término técnico que se utiliza para caracterizar las “deficiencias en la ingesta de nutrientes que ponen en peligro inmediato la vida o el sustento de una persona”. Según la Cepal:

Siguiendo esa preocupación, la FAO, presenta el siguiente mapa denominado “El mapa del hambre“, donde se puede observar la prevalencia de la subalimentación 2019-2021 (FAO, 2022):

En cuanto a América Latina, la suba de precios de los alimentos puede beneficiar a los exportadores, pero influye negativamente en los países importadores, empujando el IPC de cada país. Los datos de la CEPAL así lo demuestran (CEPAL, 2022, pág. 16):

En las últimas semanas, se han desarrollado conversaciones en Turquía, con el objetivo de facilitar la salida de alimentos a través de los puertos ucranianos, lo que despierta la esperanza de amortiguar las consecuencias negativas a nivel del precio de los alimentos. Sin embargo, la situación de inseguridad alimentaria requerirá soluciones estables, contínuas y de largo plazo.