Durante los días 18 y 19 de febrero de 2023, se llevó a cabo en Addis Abeba (capital de Etiopía, donde se halla la sede de la Unión Africana-UA), la XXXVI Cumbre del bloque que agrupa a los 55 países del continente.

Entre las novedades, es dable destacar la elección por sus pares de Azali Assoumani (primer mandatario de Comores), como presidente del organismo por el período de un año.

El área de libre comercio

Durante su desarrollo, los jefes de Estado y de Gobierno africanos llamaron a “duplicar el espíritu del panafricanismo, la solidaridad y la hermandad” con el fin de acelerar la operacionalización del Área de Libre Comercio de África Continental (AfCFTA, por sus siglas en inglés), cuya idea surgió en la Cumbre de la UA de 2012. En 2015 comenzaron las negociaciones para ponerlo en marcha y, tras algunas negativas a firmarlo (como los “gigantes económicos” Nigeria y Sudáfrica”), finalmente entró en vigor el primer día de 2021.

Si bien sus defensores indican que favorecerá las inversiones extranjeras y el desarrollo continental, sus críticos sostienen que es un “afroliberalismo” que pretende presentarse como panafricanismo y que obedece a los mandatos de entidades como el Banco Mundial, la OMC y la Unión Europea.

Sin embargo, la firma del tratado por parte tanto de Sudáfrica como de Nigeria, parece haber zanjado las discusiones, abriendo las puertas a intensificar las relaciones comerciales no solamente con diversos organismos internacionales sino también con otras grandes economías del orbe, como China e India[1].

Las disputas por la Vicepresidencia Primera de la UA

En otro orden, los desencuentros políticos también tuvieron su lugar en esta Cumbre. Aunque hubo gran consenso en la elección del presidente para 2023, la histórica rivalidad entre Marruecos, que ingresó al bloque en 2017 -por un lado- y la República Árabe Saharaui Democrática y Argelia -por otro- dejó su huella a la hora de nombrar al resto de las autoridades, sin obviar que estos últimos son Estados miembros fundadores de la UA.

En este marco, los tres países mencionados se presentaron como candidatos a la Vicepresidencia Primera, teniendo siempre como telón de fondo el reclamo marroquí del territorio del Sáhara Occidental como propio lo cual, a la vez, no se condice con la Carta de la UA que Marruecos suscribió al ingresar y que insta a respetar las fronteras preexistentes de los miembros del bloque.

Así, la Vicepresidencia Primera (correspondiente a la región norte) ha quedado vacante, hasta que la Conferencia de Jefes de Estado y de Gobierno decida por consenso qué país ocupará ese cargo. En cuanto al resto de las autoridades, cabe agregar que la Vicepresidencia Segunda corresponde a Botswana (región sur), la Tercera a Burundi (región central) y la Relatoría es responsabilidad de Senegal, como representante de la región occidental del continente.

Argentina y la cuestión Malvinas

En representación de nuestro país, participó como observador Guillermo Carmona, secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur de la Cancillería argentina, acompañado por el embajador argentino ante Etiopía y la Unión Africana, Gustavo Grippo.

Según informa oficialmente el Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto en una nota de prensa, ambos funcionarios llevaron a cabo reuniones bilaterales con representantes de países africanos.

En un comunicado de prensa, se indica que se “abordaron temas relacionados con la Cuestión Malvinas y Chagos y la próxima cumbre de la Zona de Paz y Cooperación del Atlántico Sur (ZPCAS)” a realizarse en abril próximo, en Cabo Verde.Se destaca asimismo que “durante el encuentro, se hizo hincapié en el apoyo de estas naciones en lo que respecta al tratamiento de la Cuestión Malvinas en el ámbito de las Naciones Unidas y su Comité Especial de Descolonización”[2], donde también se halla la cuestión del Sáhara Occidental.

Cada Cumbre de la UA deja expectativas

La afirmación que encabeza este apartado posee múltiples aristas, algunas de las cuales pueden plasmarse en forma de preguntas: ¿Podrá África, aun siendo un continente con abundantes riquezas naturales, poner fin al empobrecimiento al que está sometido tanto por factores extrínsecos como intrínsecos? ¿Será realmente el AfCTA ese “afroliberalismo” que se denuncia o, por el contrario, contribuirá a fortalecer las economías nacionales del bloque? ¿Se logrará -como se dijo en el discurso de apertura de la 36ª Cumbre- “completar con tenacidad y fervor el trabajo iniciado por los padres fundadores”de la OUA en los años ’60 del siglo XX? ¿Cumplirá la UA con el rol fundamental, activo y de peso que debe tener en la descolonización del Sáhara Occidental? Muchos son los posibles interrogantes. Solo el tiempo tiene las respuestas.