Centro de Reflexión en Política Internacional (CeRPI)
Artículos
Presentación de los Informes Anuales de Política Exterior del gobierno argentino: ¿el cenit de la gestión? (marzo 2022 – marzo 2023)
Alejandro Simonoff[1]
Los discursos de Alberto Fernández son una fuente relevante para evaluar la política externa, tanto en términos generales como para el período anual que nos toca en esta oportunidad.
En esta relatoría trataremos varios apartados fundamentales en este período: los cambios en el gabinete, la estrategia internacional, cómo fueron llevados adelante los principios invocados y las cuestiones regionales y la de Malvinas. Hemos excluido -debido a que ya lo hemos tratado en el semestral correspondiente a septiembre de 2022 hasta marzo de 2023-, la conceptualización de su estrategia internacional a la que es afecto el Presidente Fernández y que realizó en esa fase (Simonoff, 2023).
La llegada de Sergio Massa: la tercera pata de la coalición
En el mes de junio el gabinete comenzó a sufrir cambios por el alejamiento de Matías Kulfas del Ministerio de la Producción y su reemplazo por embajador argentino en Brasil, Daniel Scioli, producto de las tensiones internas existentes dentro de la coalición gobernante. Pero esos movimientos no se detuvieron allí, ya que la presión fue sobre el ministro de Economía, Martín Guzmán, lo llevó finalmente a renunciar el 2 de julio -iniciando un proceso de gran desestabilización-, cuando fue reemplazado cinco días después por Silvina Batakis -cercana al ex gobernador bonaerense-, quien no estuvo en su cargo más de tres semanas, siendo a su vez desplazada por Sergio Massa, cuyo nombre ya había circulado como reemplazo del discípulo de Joseph Stiglitz.
Aunque estos cambios en principio no parecerían indicar un cambio sustancial en la orientación económica, ya que todos abrevarían en aguas del neokeynesianismo, pero el recientemente designado ministro posee un sesgo diferente, tiene peso político propio y cuenta con innumerables contactos internos y también en Washington y Nueva York.
La llegada del tigrense significó cambios en la estructura de poder, ya que el presidente debió resignar nombres propios a favor de los del nuevo ministro, constituyendo firmemente en una tercera pata junto al kirchnerismo y al presidente. Hacemos notar las salidas de Daniel Scioli, quien retornó a Brasilia, Silvina Batakis que fue al Banco Nación, el ministro de Agricultura Jorge Domínguez y el Secretario de Asuntos Estratégicos Gustavo Beliz.[2]
Desde su designación ha desplegado una intensa agenda internacional que fue desde reuniones con los embajadores del G7 en la Argentina, varios viajes a Estados Unidos donde se entrevistó con autoridades del Banco Mundial (BM), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la titular de Hacienda del gobierno de Biden, Janet Yellen.
Desde esos momentos se ha hecho perceptible cierto giro desde una perspectiva más autonómica hacia una tendencia más globalista asimétrica, o del proclamado No Alineamiento Activo, una pregunta que debemos hacernos es si ello obedece a los propios cambios en la administración frentista, o si es producto de la incidencia del acuerdo con revisiones trimestrales con el FMI, o ambas a la vez.
La estrategia de inserción internacional
Dado el carácter de este discurso en el parlamento argentino el Primer Mandatario evaluó que gracias al accionar internacional de su gobierno: “Nuestro país se encuentra encaminado a integrarse, en esta nueva reconfiguración internacional, que abre una gran ventana de oportunidades, a la Argentina, que no debemos desaprovechar.” (Fernández, 1 de marzo de 2023) Las claves para ello las encuentra en los siguientes hechos:
Argentina ha vuelto a ocupar un lugar en el concierto de las naciones. Lo hicimos a partir de nuestra identidad y defendiendo nuestros intereses; alzamos nuestra voz en la CELAC, en el Mercosur, en la Cumbre de las Américas, en el G20 y en el G7. También aspiramos a ser parte de los BRICS; dialogamos con los líderes de todo el mundo buscando contribuir a la paz mundial y a la unidad latinoamericana (Fernández, 1 de marzo de 2023).
Una activa participación regional y global defendiendo lo que entiende son los intereses nacionales han sido un rasgo permanente en este diseño de vinculación externa.
A continuación abordaremos esas intervenciones en la Cumbre de las Américas, el G7, los BRICS y en la CELAC.
Ante la decisión del gobierno de Joseph Biden de excluir a los gobiernos de Cuba, Nicaragua y Venezuela por no respetar la carta democrática de la OEA de la Novena Cumbre de las Américas que se realizó en Los Ángeles en junio de 2022, tuvo como consecuencia la ausencia del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, Luis Arce de Bolivia y otros colegas de América Central y el Caribe al convite.[3]
Esta situación le permitió al gobierno argentino, haciendo uso de la presidencia de la CELAC, asumir en cierto modo la representación de los países excluidos:[4]
Definitivamente hubiésemos querido otra Cumbre de las Américas, pues el silencio de los ausentes nos interpela. Para que esto no vuelva a suceder – quisiera dejar sentado para el futuro – que el hecho de ser país anfitrión de la Cumbre no otorga la capacidad de imponer un “derecho de admisión” sobre los países miembros del continente. El diálogo en la diversidad es el mejor instrumento para promover la democracia, la modernización y la lucha contra la desigualdad (Fernández, 9 de junio de 2022).
Por ese motivo, los organismos panamericanos como la OEA y el BID fueron cuestionados por seguir los intereses norteamericanos más que los del conjunto, por ello ser reclamó una restructuración “removiendo, de inmediato, a quienes la conducen” y “un proceso de capitalización para tener más y mejores medios de financiamiento” para el segundo (Fernández, 9 de junio de 2022).
Las invitaciones al gobierno argentino para las cumbres del G7 y los BRICS fue una muestra de la eficacia de la estrategia de inserción externa desarrollada por la administración de Alberto Fernández que como el punto anterior observamos una convergencia entre una mirada de tipo autonomista y la del no alineamiento activo.[5]
Producto de su gira realizada a principios de mayo y criticada internamente[6], el Presidente Fernández logró llamar la atención del Canciller alemán Olaf Scholz, quien encabezaba el G 7 al señalar “miren, nosotros [se refiere a la CELAC] tenemos que estar en la mesa de las soluciones, porque este problema este problema no es de ustedes, es nuestro, somos las principales víctimas”(Fernández, Alberto. 20 de septiembre de 2022a).
Nuestro país fue invitado junto a India, Indonesia, Sudáfrica y Senegal a la Cumbre del G 7 en Scholoss Elmau en Baviera en ella Alberto Fernández criticó “a las finanzas internacionales, el rol de las economías centrales con relación a los emergentes y un pedido al Fondo Monetario Internacional (FMI) para que replantee las sobretasas que penalizan a países deudores” (Renou, 28 de junio de 2022).
El 20 de mayo Fernández había sido invitado a la cumbre de los BRICS por el presidente Chino Xi Jinping, a formar parte de su Nuevo Banco de Desarrollo. En esa instancia el mandatario argentino envió una carta a su par chino, y a cargo de la presidencia temporaria de los BRICS, solicitando el ingreso a esa instancia de coordinación política conformada además de Beijing por Brasil, Rusia, India y Sudáfrica, es una apuesta trascedente para nuestro relacionamiento externo.
Como ha reconocido Alberto Fernández:
“… la Argentina ha pedido formalmente su incorporación a los BRICS. Yo he tenido la oportunidad de hablarlo personalmente con el presidente Putin, con el presidente Xi Jinping, con el primer ministro Modi, de India, con el presidente Bolsonaro, solo me quedó hablar con el Gobierno de Sudáfrica. Y yo espero que rápidamente, que prontamente, nos dejen sumarnos a los BRICS porque vemos que allí hay una alternativa de desarrollo para Argentina que puede servirnos y mucho…” (Fernández, Alberto. 20 de septiembre de 2022a).
La voluntad del actual gobierno de integrarse a este club tiene un antecedente en 2014, cuando Cristina Fernández sondeó la posibilidad en la Cumbre BRICS-UNASUR en Brasilia -donde nuestra delegación asistió como parte del conglomerado sudamericano-, y en cierta medida da continuidad a ambas estrategias, aunque en contextos claramente distintos.
Está claro que este marco actual se caracteriza por la profundización de la desglobalización acelerada por la pandemia y la Guerra en Ucrania y por ese motivo los miembros del grupo decidieron ampliarlo a otros países.
Por su parte, los sectores globalistas, o no se expresaron sobre esta posibilidad, o han señalado la necesidad de diferir una respuesta (Guelar, 2022). Lo señalado es comprensible ya que el ingreso de nuestro país al grupo sería un corsé para sus pretensiones de subordinar nuestros intereses a los de los países de la Tríada.
Pero además existe un aspecto que no debemos dejar de señalar, y es el hecho que todos los miembros de este consorcio acompañan nuestro reclamo soberano sobre Malvinas.
Como vemos el ingreso de la Argentina a este grupo sería de una importancia sustancial para garantizar una brisa de aire fresco que acreciente nuestros márgenes de maniobras y a nuestra principal reivindicación territorial pendiente en el Atlántico Sur.
La Cumbre de CELAC en el verano porteño estuvo convocada por el presidente pro témpore Alberto Fernández bajo el lema “unidad en la diversidad” y estuvo marcada por dos cuestiones visibles, el retorno de Brasil al foro y la cuestión sobre la calidad democrática de la región, y una más solapada la disputa entre Estados Unidos y China. La asistencia de Lula Da Silva, tras el portazo que había pegado Bolsonaro, es auspicioso, pero puede entreverse cierta “incompatibilidad”, como apuntó Alejandro Frenkel, con la visión geopolítica de López Obrador –el gran promotor de este foro-. (Frenkel, enero de 2023)[7] La otra cuestión fue la cuestión democrática donde por un lado contamos con la situación de Venezuela, Cuba y Nicaragua donde algunos de los presidentes de los países como el de Uruguay, Luis Lacalle Pou y de Chile, Gabriel Boric, denunciaron que en ellos no se respetan los derechos humanos.[8]Y por otro lado, la situación que vive Perú donde no hubo acuerdos para emitir una declaración sobre el caso. Finalmente el enfrentamiento entre China y Estados Unidos se hizo presente, ya que por un lado es el único ámbito regional para discutir las cuestiones con Beijing hacia donde existieron “varios guiños favorables”, y por otro el intento de deslegitimación de Washington a través de Christopher Dodd (Asesor especial para las Américas de la Casa Blanca) quien reivindicó a la OEA como “principal foro multilateral en el hemisferio occidental” (Frenkel, enero de 2023, 7)[9].
El otro dato importante de este cónclave fue el encuentro bilateral entre Lula da Silvia y Alberto Fernández que marcó la reactivación del eje Argentina –Brasil, erosionado durante los tiempos de Bolsonaro (Sader, 27 de enero de 2023)
Los Principios en acción (Derechos Humanos, Democracia, Seguridad Internacional y la búsqueda de la Paz)
En el tema de Derechos Humanos el mandatario reafirmó su decisión de:
“… seguir fortaleciendo la tradición, de Argentina, basada en los principios del Derecho Internacional Humanitario, en el respeto irrestricto de la soberanía de los Estados, en la autodeterminación de los pueblos, en la perspectiva de género y en la cooperación” (Fernández, 20 de septiembre de 2022b).
Aunque en el caso de Nicaragua tratado en la OEA, se puede constatar que se ha abandonado varios ejes con los que había ido construyendo su posición regional en esta materia: las condenas en esta materia eran en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, se aducía el principio de no injerencia, la promoción del diálogo político y el eje con México (Lugones, 13 agosto 2022: 18)[10].
Por otro lado, criticó “la utilización de medidas unilaterales de coerción”, ya que ellas no son legítimas, las únicas válidas son “son aquellas impuestas por el Consejo de Seguridad”. Por ello “Argentina se suma al reclamo de los pueblos, de Cuba y Venezuela, para que se levanten los bloqueos, que esas naciones padecen” (Fernández, 20 de septiembre de 2022b).
Con respecto a la defensa de la Democracia esgrimió:
“Y fui yo, con mi moderación, el que se empeñó en que la democracia se expanda y respete en toda la región; el que estuvo al lado de Lula, cuando injustamente lo apresaron; el que estuvo al lado de Evo Morales, cuando un golpe de Estado le arrancó el poder que su pueblo mayoritariamente le había dado, el que está al lado de Cristina, cuando es perseguida injustamente y el que reclama y hace todo lo repúblicanamente posible, desde hace años, para que la Justicia argentina vuelva a abrazar al derecho y deje de servir a factores de poder persiguiendo a quienes representan el pensamiento popular” (Fernández, 1 de marzo de 2023).
De estos hechos el triunfo de Lula da Silva en Brasil y el desplazamiento de Bolsonaro resultan elementos centrales de su apuesta[11], aunque resultó extraño que no se mencionara la situación peruana.
Con motivo del golpe institucional que terminó con la caída y encarcelamiento de Pedro Castillo Terrones en Perú a principios de diciembre de 2022 el gobierno argentino inicialmente condenó el intento de éste por cerrar el parlamento peruano el cual había tratado de destituirlo en cuatro oportunidades cuestión que también buscaban evitar (Niebieskikwait, 8 de diciembre de 2022, p. 6). Sin embargo, el 12 de diciembre de 2022 junto a los gobiernos de Bolivia, Colombia y México se señaló que el destituido jefe del ejecutivo era “víctima de un antidemocrático hostigamiento, violatorio de la Convención Americana sobre Derechos Humanos”, se les pidió a los golpistas “que prioricen la voluntad ciudadana que se pronunció en las urnas” y además se les exhortó “a quienes integran las instituciones abstenerse de revertir la voluntad popular expresada con el sufragio libre.” (Página/12, 13 de diciembre de 2022, p. 24)
En materia de seguridad internacional continuó con el linkage de los atentados de los años noventa, en esta oportunidad volvió a exigir:
“… instamos a la República Islámica de Irán a que coopere con las autoridades judiciales argentinas para avanzar en la investigación del atentado contra la AMIA. También instamos a la comunidad internacional, a que nos acompañen en nuestra lucha evitando recibir o cobijar a cualquiera de los imputados, aun cuando gocen de inmunidad diplomática. Debemos recordar que sobre ellos pesan solicitudes de captura internacional y alertas rojas de Interpol. (Fernández, 20 de septiembre de 2022b)”.
Pero el tema que ocupó un lugar central en este material fue la cuestión del avión venezolano detenido en Argentina. El 6 de junio de 2022 un aparato venezolano de la empresa EMTRASUR (Empresa de Transporte de Aero-cargo del Sur) que traía repuestos para la empresa Volkswagen Argentina fue inmovilizado en el aeropuerto de Ezeiza, presuntamente en aplicación por sanciones impuestas por Estados Unidos, ya que la nave había sido propiedad de la iraní Mahan Air, y se les retuvo los pasaportes a los 17 tripulantes (12 venezolanos y 5 iraníes) (Perfil, 12 de junio de 2022: 15).
Luego de varios meses en donde se barajaron diversas hipótesis sobre la propiedad del avión o una trama de espionaje internacional, la justicia argentina que había pedido colaboración a diversos organismos de inteligencia internacionales para encuadrar algún delito, liberó a toda la dotación[12] aunque sobre la aeronave pesa un pedido de incautación por parte de la justicia norteamericana.
En este lapso intervinieron varios actores internacionales (Estados Unidos[13],Irán[14], Israel[15],Nicaragua[16], Venezuela[17], entre otros) y con una expectativa de develar una trama de espionaje internacional se ha ido deshilvanando, aunque sí con muchas consecuencias sobre nuestro relacionamiento externo.
En cuanto a la Guerra en Ucrania y ante el bloqueo del Consejo de Seguridad por parte de la Federación Rusa para tomar alguna resolución, la Asamblea General de la ONU se convirtió en el escenario de la discusión diplomática multilateral. En ella y a la luz del extendido consenso inicial que permitió la condena a Rusia, la Argentina votó a favor de la sanción (Lugones, 2 de marzo de 2022: 28) y también cuando se definió su suspensión del Comité de Derechos Humanos (La Red, 7 de abril de 2022)[18].
Si bien el voto de la Asamblea General sigue un lineamiento a favor de la integridad territorial y no uso de la fuerza, elementos de los cuales el país ha esgrimido por la Cuestión Malvinas, en el caso de la suspensión de Rusia en la Comisión, la administración de Fernández aceptó dogmáticamente la posición norteamericana[19], incluso alejándose de la alianza política con México, el cual se abstuvo también en esta oportunidad.
En la Organización de Estados Americanos (OEA), la Argentina se abstuvo de votar la suspensión de Rusia como observador permanente de la organización regional hasta el cese de las hostilidades, aunque la moción triunfó (Página/12, 22 de abril de 2022: 12).
Aunque inicialmente la administración de Fernández tuvo declaraciones cautelosas ante el inicio de las hostilidades, a poco de andar, Buenos Aires condenó la invasión, reclamó el apego a los principios del multilateralismo, el cese de hostilidades y exigió una “solución pacífica de las controversias y en el pleno respeto de los derechos humanos» (Página/12, 2 de julio de 2022, 8)
Las desavenencias con Brasil impactaron en la ya complicada LIX Reunión de Mercosur de Asunción, donde, como veremos se discutió el anuncio de un acuerdo de Uruguay con China, allí el mandatario ucraniano Volodimir Zelensky le había pedido una participación virtual a su par paraguayo, Mario Abdo Benítez, en su calidad de presidente pro tempore del Mercosur, cuestión que no logró consenso entre los miembros por la posición de ellos frente a la guerra (Rivas Molina, 20 de julio de 2022).
En la conversación telefónica que Alberto Fernández tuvo con Zelenski, este último le agradeció la ayuda humanitaria enviada por Argentina y “la condena a la agresión rusa y por la suspensión de Rusia como miembro del Consejo de Derechos Humanos” (Página/12, 2 de julio de 2022: 8).
En octubre la Argentina condenó la decisión de la Federación Rusa de anexarse “territorios ucranianos, rechazando también los referendos en las provincias ucranianas de Donetsk, Lugansk, Kherson y Zaporizhia” (Buenos Aires Times, 25 de febrero de 2023: 9).
No obstante existieron ciertos gestos en una dirección más autonómica -contraria a profundizar el aislamiento internacional de la Federación de Rusia buscado por Biden-, como el rechazo a su expulsión del G 20, o cuando el ministro de Economía Martín Guzmán no adhirió al boicot organizado por Washington contra los disertantes del gobierno de Putin en el recinto de este consorcio global, o la reunión del Embajador Villegas Beltrán, a cargo de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, con el representante de Moscú ante ese organismo, o la abstención en la expulsión como observador en OEA.
Si bien desde sectores vinculados al globalismo se ha señalo cierto carácter “fluctuante”, lo cierto es que la posición argentina no desentona de la del resto de los países de los países periféricos los cuales condenaron la invasión pero no se sumaron a las sanciones económicas por considerar que Rusia no es la única responsable y que “no está en juego el respeto del orden internacional” (Gresh, mayo de 2022: 23).
La preocupación de Alberto Fernández va más allá de la tragedia que produce la escalada militar, pone su acento en:
“… consecuencias inmediatas sobre la economía mundial, pues se alteraron los precios internacionales de la energía y los alimentos y nuestro país – parte de ese mundo globalizado – sufrió los impactos de situaciones ajenas a nuestro control. (Fernández, 1 de marzo de 2023)”.
Estas consecuencias han aportado recursos a nuestras élites exportadoras de alimentos que se benefician por la suba de estos valores, pero el encarecimiento de la energía ha generado la pérdida del superávit de la balanza comercial externa (Giordano, 2022), mientras que nuestros pueblos están sujetos a procesos inflacionarios que saquean sus bolsillos producto de esas secuelas.
Prioridad Regional: percibiendo un nuevo clima rotando el punto de apoyo principal[20]
En la conferencia sobre “Desafíos globales” de la New School de Nueva York hizo un diagnóstico sobre la situación de América Latina, la cual
“… está repensando su rumbo, vivió cuatro años horribles durante la administración de Trump, en esos años perdimos el BID, perdimos la OEA, terminamos en América Latina discutiendo temas que no eran de los latinoamericanos, se construyó el Grupo de Lima, se construyó el PROSUR, intentó destruirse el MERCOSUR, se hizo trizas el UNASUR. Llegó gracias a dios Andrés Manuel López Obrador a México y por primera vez en muchos años un mexicano en vez de mirar al norte empezó a mirar al sur, América Latina empezó a cambiar. En Bolivia estuvimos con Andrés Manuel que acoger a Evo Morales y a García Linera, que eran víctimas de los asaltantes del poder en Bolivia, avalado, patrocinado por la OEA, y avalado por el Gobierno de Trump. Salvamos la vida de Evo, y un año después Lucho Arce volvió a ser presidente de Bolivia, y Gabriel Boric ganó el Chile, y Gustavo Petro ganó en Colombia, y Lula está dando pelea en Brasil, dios quiera que le vaya bien y los brasileños lo acompañen (Fernández, Alberto. 20 de septiembre de 2022a)”.
El presidente argentino asistió a la asunción de Gabriel Boric y declaró que el chileno representa “no solo una esperanza para los chilenos sino también una expectativa para toda América Latina” (Kavanagh, 12 de marzo de 2022: 3). En el caso del colombiano Gustavo Petro cuando se produjo su triunfo electoral en junio conversó telefónicamente con él para saludarlo y le expresó que «su triunfo convalida la democracia y asegura el camino hacia una América Latina integrada, en este tiempo que nos exige la máxima solidaridad entre pueblos hermanos” (Ámbito, 19 de junio de 2022).
Con respecto a la segunda cuestión, desde hace varias décadas la política exterior argentina tuvo al Mercosur como su punto de apoyo para su proyección regional y global de su inserción internacional, lo que hemos observado en esta etapa hasta el retorno de Lula da Silva existieron fuertes tensiones en el eje con Brasil que impactaron seriamente a la asociación conosureña y obligaron al gobierno de Alberto Fernández a refugiarse en la CELAC.[21]
Pero luego de las elecciones con el triunfo de Lula Da Silva las “dificultades” por las que se encontraba la relación con el gobierno de Bolsonaro que Alberto Fernández no dudó de calificar de provocación para romper el Mercosur, comenzaron a superarse:
“…¿cómo no vamos a seguir por ese camino ahora que, en Brasil, gobierna una coalición, encabezada por uno de los grandes líderes de la historia que es, además, un inquebrantable amigo, de la Argentina, como el presidente Luíz Inácio Lula da Silva (Fernández, 1 de marzo de 2023)”
La revitalización del eje Argentina-Brasil es fundamental para el funcionamiento del Mercosur, incluso en una proyección que va más allá del Cono Sur, pero puede dificultar la agenda con otros actores del sistema internacional[22].
Por otra parte, y a pesar de los cambios de contexto, Uruguay reclamando la “modernización” o flexibilización del Tratado de Asunción[23], manifestando su intención de suscribir tratados de libre comercio con China, que tuvo cierto giño cómplice de la administración de Bolsonaro pero ahora Lula se encargó descalificarla al priorizar el tratamiento del Acuerdo con la Unión Europa[24].
La Cuestión Malvinas
Con respecto al reclamo de soberanía sobre nuestros archipiélagos australes, el Presidente en la Asamblea General reafirmó nuestros derechos, criticó la persistencia de Gran Bretaña a discutir la disputa territorial, agravada por “la explotación ilegal de los recursos natural renovables y no renovables”, por su “injustificada y desmedida presencia militar” y le reclamó al Secretario General de la ONU “que renueve sus esfuerzos en el cumplimiento de ese mandato, y que el Reino Unido se avenga a acatar el llamado de la comunidad internacional y ponga fin a esta anacrónica situación colonial” (Fernández, 20 de septiembre de 2022b).
Sin embargo, existieron dos hechos que queremos remarcar el planteo de discutir la cuestión de soberanía de Alberto Fernández a Boris Johnson en la cumbre del G 7 y los efectos de las condolencias por la muerte de Isabel II.
En el marco de un encuentro bilateral en el marco de la reunión de los países históricamente industrializados del planeta, el presidente argentino le planteó a Jonhson “que no existe posibilidad de avances en la relación entre ambos países mientras no haya una negociación por la soberanía de las Islas Malvinas, tal como lo recomendó otra vez recientemente el Comité de Descolonización de las Naciones Unidas” (Página/12, 28 de junio de 2022). Tuvo como respuesta del británico: “Es un tema saldado hace cuarenta años” (Carelli, 28 de junio de 2022: 1). Si bien el gobierno inglés se mantuvo en su posición desde el fin del conflicto, creemos que es de resaltar poner sobre la mesa la cuestión en un encuentro bilateral.
Con motivo de fallecimiento de la reina de Gran Bretaña y:
“… la catarata de mensajes halagadores sobre la figura de Isabel II por parte de diplomáticos y figuras políticas, los excombatientes recordaron que «el imperialismo británico con su monarquía continúa con la ocupación neocolonial militar en nuestras Islas Malvinas, Georgias, Sándwich del Sur y sus mares circundantes” (Página/12, 10 de septiembre de 2022).
Considerándola responsable, por ser la cabeza del estado británico, de la falta de diálogo sobre la cuestión de soberanía de las Islas Malvinas, como en otros asuntos que involucraron el desgajamiento del otrora imperio inglés y haciendo notar los casi nostálgicos mensajes de la oposición política local.
Conclusiones
En este punto la gestión llegó a su cenit sus desarrollos y potencialidades ya están sobre la mesa y claramente osciló entre un planteo autonomista y del no alineamiento activo -una forma lábil de globalismo-, pero desde una forma más ortodoxa de este último no se duda en calificar de errática (p.e. Amoroso, 2022, Letjman, 2023, entre otros). Como bien explica Stephen Walt los decisores de política exterior la construyen desde una multiplicidad de perspectivas y verlas bajo una sola de ellas redundaría en un análisis “pobre” (Walt, 1998).
En una disciplina, como dijera Raymond Aron en Paz y Guerra entre las naciones (1985), que se diferencia de la historia por la formación de enunciados generales, estos, y hablamos en plural, condicionan el análisis y la acción. Pensemos que los griegos denominaron planetas (πλανήτης) a unos cuerpos celestes que iban de un lado al otro sin tener un lugar fijo en el cielo, pero que vistos desde otra perspectiva esa condición desaparece. Si analizamos una política exterior desde una perspectiva globalista exclusivamente y en su ambición de ser la única construcción posible, todo lo que no se ajusta a su agenda es errático, confuso y como sostuvo Walt no solo tendremos un análisis pobre, sino un diagnóstico y ejecución poco certeros, ya que el auge de la globalización está en el pasado inmediato, y enterrar demasiado a la soberanía y autonomía estatal demasiado rápido, podemos recaer en un error grosero que un país periférico como el nuestro no puede darse.
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[1] IRI-UNLP, IdICHS.
[2] De todos estos casos Beliz fue el único que presentó la renuncia y se debió a que la designación del nuevo ministro de economía le hacía perder la función de gestionar y habilitar créditos antes el BM, el BID y la Corporación Andina de Fomento (CAF). (Clarín. 29 de julio de 2022: 10)
[3] Como sostuvo el columnista internacional del diario Clarín, Marcelo Cantelmi: “La tesis norteamericana de democracia versus autoritarismo, no resulta eficaz en este contexto, ya que encubre problemas más complejos. Además, Washington no utiliza esa lógica en otras áreas del mundo donde tiene como socios a otros regímenes iliberales (Singapur, Turquía o Vietnam), o monarquías antidemocráticas (Arabia Saudita). Incluso Heine recordó que en la cumbre EEUU ANSEAN se reunió con regímenes comunistas (Vietnam y Laos, p.e.).” (Cantelmi, 28 de mayo de 2022: 44) E incluso podemos agregar que la administración demócrata no dudó en recurrir a la propia Venezuela frente a la restricción petrolera autoimpuesta por la Guerra en Ucrania (Bertrand, 7 de marzo de 2022).
[4]El objetivo de la administración de Alberto Fernández para la CELAC, y compartida por otros líderes de la región, también influidos por el No Alineamiento Activo que plantea el fortalecimiento de las instancias regionales (Forte, Heine y Ominami, 2021, 378) es institucionalizarla para convertirla en un organismo regional que promueva la integración, luche contra los bloqueos a Cuba y Venezuela y desplace a la OEA como foro hemisférico para los países al sur de los Estados Unidos (Bazán Boyanovsky, 21 de agosto de 2022: 26).
[5]Si bien no es el objetivo central de esta presentación queremos dejar marcada nuevamente esta convergencia entre el autonomismo que sostiene rechazar una estrategia de inserción dependiente y prestar atención a la potencia alternativa para diversificar y construir autonomía (Dallanegra Pedraza, 2009: 152-154) y las versiones globalistas asimétricas del No Alineamiento Activo representadas en la diplomacia de la equidistancia de Juan Gabriel Tokatlián. (11 de febrero de 2021: 25). Este último concepto fue objeto de una discusión pública en el diario Clarín entre las diversas variantes locales de esa orientación.
[6]Véase Van der Kooy (18 de mayo de 2022: 48)
[7] Recordemos que mientras Brasil tuvo históricamente un enfoque sudamericano que excluye a México, la perspectiva Latinoamericana lo incorpora. (Frenkel, enero de 2023)
[8] Cabe señalar que si bien la CELAC cuenta con una Declaración especial sobre la defensa de la democracia que permite suspender a países miembros, como señaló Frenkel “dicha cláusula nunca fue invocada” (Frenkel, enero de 2023, 6) E incluso fue utilizada en clave doméstica por la oposición para denunciar judicialmente la llegada de “dictadores” a nuestro país, cuestión que carece de sustento jurídico. (Página12, 19 de enero de 2023, p. 13) Y en línea con la argumentación globalista de la Casa Blanca y la oposición desde varios medios se ha señalado la ambigüedad de la posición argentina como una crítica a su posición autonomista de respetar el principio de no intervención. (Véanse como ejemplo: Román Lejtman (25 de enero de 2023) y Vicente Palermo (30 de enero de 2023, p. 25)
[9] Señalemos que la tensión refleja diferentes perspectivas mientras la CELAC representa las aspiraciones latinoamericanas y caribeñas, la OEA al panamericanismo, donde Washington hizo siempre valer sus aspiraciones e intereses. Y que hace comprensibles los esfuerzos de la oposición conservadora para deslegitimar este foro regional que tuvo sus orígenes en los años ochenta con el Grupo Río.
[10] El voto lo hizo la número dos de la delegación, Cecilia Villagra, por la ausencia del embajador Carlos Raimundi vinculado al kirchnerismo y menos dispuesto a esos cambios. (Lugones, 13 de agosto de 2022: 18)
[11] Criticada por la prensa globalista (Amoroso, 2023)
[12] Incluso al piloto Gholamreza Ghasemi a quien se lo vinculaba a la Guardia Quds, aunque no poseía ninguna investigación abierta contra su persona (Perfil, 17 de septiembre de 2022: 24).
[13] El FBI informó a través de un documento de inteligencia -no apto como prueba judicial- las supuestas vinculaciones entre esa empresa de transporte iraní y la Guardia Quds, lo que motivó que el Juez de la Causa Federico Villena librara exhortos a Estados Unidos para que informe si Ghasemi es investigado en ese país y si pesa sobre el avión algún embargo. (Perfil, 25 de junio de 2022: 19) El 2 de agosto el Departamento de Justicia pidió la incautación del avión por violar las leyes de control de exportaciones norteamericanas. (Infobae, 2 de agosto de 2022) Aunque fuentes cercanas a los imputados declararon que el Tratado de Asistencia Jurídica Mutua en Asuntos Penales con Estados Unidos no regiría, ya que no hubo una cuestión penal de por medio (Kollmann, 18 de agosto de 2022).
[14] Irán envió una nota firmada por de su canciller Hossein Amir Abdollahian que fue entregada a “una funcionaria de menor rango de la embajada argentina en Teherán, Corina Anisko ”donde se pide al gobierno argentino “que cumpla con sus deberes y responsabilidades poniendo fin a las restricciones y facilitando la salida inmediata de los cinco miembros de la tripulación iraní» (Kollmann, 21 de julio de 2022). Esta misiva tuvo una rápida respuesta del Canciller Santiago Cafiero quien señaló “que la cuestión está en manos de la Justicia.”
[15] En un comunicado de la Embajada Israelí en Buenos Aires se señaló que existe “preocupación” por el accionar de las empresas aéreas iraníes Mahan Air y QeshmFars Air en Latinoamérica y destacó: “el accionar rápido, efectivo y firme de las fuerzas de seguridad argentinas que identificaron en tiempo real la amenaza potencial de la aeronave a la luz de las sanciones que le fueron impuestas” (Clarín, 16 de junio de 2022).
[16]En el marco del creciente endurecimiento argentino con respecto a la situación de los derechos humanos en Nicaragua, Daniel Ortega instó a Alberto Fernández a liberar «a los hermanos venezolanos que tiene presos en Argentina, como si Argentina fuese un distrito de Miami», y que regrese «el avión a sus verdaderos dueños» (Clarín, 17 de agosto de 2022: 9).
[17] Maduro señaló que el secuestro del avión realizado por Argentina “por mandato de un tribunal imperial” era una “vergüenza” (Agencias, 13 de agosto de 2022: 21).
[18] Como lo indicó acertadamente Atilio Borón en este último caso, “se suspendió temporalmente la participación de Rusia en el CDH a causa de “informes” que no fueron producidos por ningún organismo responsable del sistema de Naciones Unidas…” (Borón, 8 de abril de 2022).
[19] No exigió una verificación de los hechos a través de una comisión investigadora independiente como hubiese sido deseable antes de tomar una resolución, agenda que había impulsado en los comienzos del conflicto desde la presidencia de la Comisión de Derechos Humanos (Clarín. 4 de marzo de 2022).
[20] Como sabemos tanto para el autonomismo (Dallanegra, 2009), como para el No Alineamiento Activo (Forte, Heine y Onimani, 2021), la prioridad regional es un punto central, donde ambas influencias del gobierno de Alberto Fernández convergen.
[21]Como hemos visto en su rol de presidente de esta institución Fernández ha participado de reuniones como la del G 7
[22] La recomposición eje Argentina -Brasil por el triunfo de Lula puede influenciar en un alejamiento relativo del México gobernado por López Obrador e incluso cierta disposición de Washington hacia Buenos Aires, por la mejora de la relación de Lula con Biden, despejada en asuntos claves como la ambiental por ejemplo.
[23] Como acertadamente indició Alejandro Frenkel: “En términos normativos, habilitar que cada país pueda negocia de manera individual tratados de libre comercio significa violar el tratado fundacional de Mercosur, cuyo objetivo final es alcanzar un mercado común y terminar definitivamente con la unión aduanera… (Frenkel, Julio de 2022)
[24] El mandatario uruguayo incluso fue más allá al proponer también que su país ingrese al TTP11.
