El uso de la Inteligencia Artificial en Defensa por Mariano Corbino

§  El uso de la Inteligencia Artificial en Defensa

Mariano Corbino[1]

Introducción:

En una era definida por la velocidad en los progresos tecnológicos, la utilización de la Inteligencia Artificial (IA) [2]ha surgido como una fuerza transformadora en varios dominios. Una de esas áreas es la defensa, donde la integración de las tecnologías de IA promete revolucionar la forma en que los Estados protegen sus intereses, activos y ciudadanos.

El abanico que nos presenta la IA abarca desde mejorar la conciencia situacional y los procesos de toma de decisiones hasta optimizar la asignación de recursos y el análisis predictivo, sin dudas la IA vino a colaborar con en todos los campos y sin dudas lo hará en el campo de la defensa.

Desarrollo:

En una era definida por la progresión incesante de la tecnología, la IA se ha convertido en una herramienta revolucionaria en un amplio espectro de industrias y hoy en día como herramienta de estrategia y seguridad para defensa de los Estados.

Sin dudas la IA revolucionará la forma en que los Estados abordan las estrategias y operaciones de defensa y transformará las industrias para hacerlas más accesibles y amigables para los seres humanos y por ende la IA es y será utilizada en el ámbito de la defensa.

Son tan diversos los temas respecto al impacto pluridisciplinario de la IA en la defensa, que deja al descubierto su potencial transformador en temas clave como por ejemplo la ciberseguridad y el contraterrorismo donde el ciberespacio es utilizado en operaciones ofensivas y defensivas, donde el uso de la AI es fundamental para identificar y neutralizar las ciberamenazas en tiempo real.

Cabe remarcar que el uso de la IA puede colaborar en la filtración de datos para detectar posibles actividades o planes de ataques, disuadir amenazas, responder a crisis emergentes y de esa manera intentar detenerlos antes de que se materialicen.

En todos los ámbitos es imprescindible la formación tanto teórica como práctica, y en temas vinculados a la defensa, la formación, desempeña sin duda un papel fundamental. La utilización de la IA en simulaciones proporcionan escenarios de entrenamiento realistas otorgando nuevas alternativas en  la práctica en espacios tácticos, creando estrategias y desarrollando habilidades críticas para la toma de decisiones en entornos controlados, preparándolos para situaciones de combate reales.

Otro de los usos de la IA, se está desarrollando con los vehículos aéreos no tripulados (UAV, o RPAS por sus siglas en inglés), comúnmente conocidos como drones, a su vez, los vehículos terrestres autónomos son capaces de ejecutar ataques dirigidos con una intervención humana mínima, reduciendo los riesgos, los daños colaterales y pudiendo salvar vidas dado que puede trasladarse por terrenos complejos, detectando y neutralizando amenazas.

Un tema no menor será el uso de las herramientas de traducción de idiomas impulsadas por IA[3] para ser utilizadas en operaciones multinacionales, siendo de gran ayuda para poder superar las barreras del idioma entre tropas de diferentes orígenes lingüísticos, algo que se viene desarrollando en otros campos como el comercio electrónico, litigios internacionales  etc.

Si bien todo lo dicho es un gran avance y puede proporcionar múltiples beneficios debido a que la IA está evolucionando la naturaleza de los sectores militar y de defensa en la guerra moderna por los motivos brevemente expuestos, no es un tema menor que también surjan preocupaciones éticas relacionadas con la delegación de la toma de decisiones letales a las máquinas y las consecuencias que esto podría significar.

Conclusión:

Si bien el uso de la IA para la defensa aún se encuentra en sus primeras etapas, está evolucionando rápidamente y a medida que la tecnología de IA continúa desarrollándose, es probable que tenga un gran impacto en el futuro de la guerra, como consecuencia, son varios los Estados que se encuentran investigando e invirtiendo dinero y tecnología, dado que, sin dudas la integración de la IA en la defensa representa un cambio de paradigma en la forma en que los Estados protegen sus intereses.

Si bien estos avances ofrecen oportunidades incomparables, también exigen una supervisión cuidadosa para aprovechar su potencial para el bien común y evitar consecuencias no deseadas.

[1] Magíster en Relaciones Internacionales. Miembro de Departamento de Seguridad Internacional y Defensa (IRI – UNLP). Secretario del Observatorio de Prevención de Lavado de Activos y Compliance (IRI – UNLP). Docente. Director de la consultora Mente Inter-Nazionale.

[2] Se remonta a la década del 50 del siglo pasado en general y su vinculación propiamente dicha a la seguridad en la década del 70.

[3] Inició en los años 60 del siglo pasado