Luego de que los dos primeros tuvieran lugar en Kazajistán en 2017 y en Indonesia en 2019 esta semana se realizó en la capital china el 3º Foro de la Franja y la Ruta para la Cooperación Internacional bajo el lema Cooperación de alta calidad de la Franja y la Ruta: juntos por el desarrollo y la prosperidad comunes.
“Juntos hemos llevado a cabo miles de proyectos de cooperación con fructíferos resultados tangibles. Juntos hemos escrito un magnífico capítulo para promover un mundo conectado y construir un camino para que todos prosperen individual y colectivamente” manifestó Xi Jinping en la inauguración del Foro.
Xi a menudo cita un dicho popular chino que privilegia “primero carreteras, luego la prosperidad” para fundamentar con conocimiento de causa cómo la construcción de infraestructura puede estimular el desarrollo: en 40 años de apertura hacia Occidente, China ha logrado transformar la difícil geografía de su país y terminar con la pobreza de sus 1500 millones de habitantes.
La participación en el Foro de 130 países representados mayoritariamente por sus máximas autoridades constituye un nivel de acreditación infrecuente para una actividad de este tipo realizada por fuera de los organismos multilaterales.
El presidente chino anunció en el cierre del 3º Foro ocho acciones principales que China promoverá para apoyar la construcción conjunta de la Ruta de la Seda de alta calidad.
- Construcción de una Red multidimensional de conectividad. Construcción del Tren Expreso China-Europa. Participación en la construcción del corredor de transporte internacional trans-Caspio. Construcción del Nuevo Corredor Internacional de Comercio Terrestre-Marítimo y la Ruta de la Seda Aérea.
- Apoyo a una economía mundial abierta para que, entre 2024 y 2028, el volumen total del comercio de bienes supere los 32 billones de dólares y el de servicios los 5 billones de dólares.
- El Banco de Desarrollo de China y el Banco de Exportación e Importación de China van a establecer respectivamente una ventana de financiamiento de 350.000 millones de yuanes (48.750 millones de dólares), mientras que unos 80.000 millones de yuanes adicionales serán inyectados en el Fondo de la Ruta de la Seda.
- China seguirá promoviendo el desarrollo verde, continuará profundizando la cooperación en áreas como infraestructura verde, energía verde y transporte verde. Aumentará el apoyo a la Coalición Internacional del Desarrollo Verde. Proporcionará 100.000 oportunidades de capacitación para los países socios antes de 2030.
- El país seguirá fomentando la innovación científico-tecnológica. Continuará implementando el Plan de Acción de Cooperación en Ciencia, Tecnología e Innovación de la Ruta de la Seda, y celebrará la primera Conferencia de Intercambio sobre Ciencia y Tecnología de la Ruta de la Seda. Además impulsará la Iniciativa para la Gobernanza Global de la Inteligencia Artificial.
- China apoyará los intercambios pueblo a pueblo y va a profundizar el diálogo de civilizaciones con los países socios de la Ruta de la Seda.
- Promoverá una cooperación de la Ruta de la Seda basada en integridad, transparencia y anticorrupción. Establecerá el Sistema de Evaluación de Integridad y Cumplimiento para las Empresas Involucradas en la Cooperación de la Ruta de la Seda.
- El país va a trabajar con los socios de la Ruta de la Seda para reforzar la construcción de plataformas de cooperación multilaterales en materia de energía, impuestos, finanzas, desarrollo verde, mitigación de desastres, anticorrupción, laboratorios de ideas, medios de comunicación y cultura.
La Ruta de la Seda (BRI, Bound and Road Iniciative) protagoniza una vez más la escena internacional. ¿Es el Plan Marshall del siglo XXI?
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Animado en 2013 por el gobierno de la República Popular China (RPCh), el programa es una estrategia dirigida a países de todos los continentes para invertir en el desarrollo de infraestructura de conectividad.
El BRI es conocido internamente como la “Franja y la Ruta” (onebelt, oneroad, OBOR) y afuera como “Nueva Ruta de la Seda”, una marca instalada desde hace siglos pero que a la fecha se traduce de distintas maneras con evidente pérdida de impacto comunicacional.
Los países se unen a la Iniciativa a través de un memorando de entendimiento sobre su participación. Hasta agosto de 2023, la Universidad Fudan de Shanghái informa que como firmantes de la BRI figuran 155 países que comprenden casi el 75% de la población y representan más de la mitad del PIB mundial.
En su concepción actual la Ruta de la Seda está compuesta de seis corredores principales con diferentes grados de desarrollo:
- China-Pakistán. Su objetivo principal es conectar la ciudad de Kashgar, en Xinjiang, situada a unos 4.000 kilómetros de la costa, con el puerto de aguas profundas de Gwadar en Pakistán, y acceder de esa manera a la Ruta Marítima del Mar de Arabia.
- Nuevo Puente Terrestre Euroasiático. Nace en la costa este de China y se extiende por el continente euroasiático, llegando a Europa Oriental y Central a través del noroeste de China, con una extensión de 10.000 kilómetros.
- China-Asia Central-Asia Occidental. Se solapa en algunos tramos con el Nuevo Puente Terrestre Euroasiático. Comienza en Xinjiang, una de las regiones más importantes en la antigua Ruta de la Seda, para atravesar Kazajistán, Uzbekistán, Irán, Irak y Turquía hasta llegar al Mediterráneo.
- China-Mongolia-Rusia. Está formado por la unión del Ferrocarril Transiberiano con el Programa de Mongolia Ruta de la Pradera que incluye proyectos de autopistas, trenes y tuberías de gas natural y petróleo.
- China-Península de Indochina. Cuenta con proyectos de construcción de puertos y trenes de alta velocidad, cuyo objetivo es unir la ciudad china de Kunming con Singapur.
Bangladesh-China-India-Myanmar (BCIM). Este corredor es el único multimodal, contemplando tramos terrestres y marítimos.
Los datos precisos sobre la performance del BRI son esquivos, tal vez debido al proverbial hermetismo chino o al hecho de que su dinamismo va tornando obsoletos los registros a medida de su obtención.
Una nota del Diario del Pueblo, órgano oficial del Comité Central del PCCh, informa que están en marcha o han sido concluidos más de 3.000 proyectos cooperativos con inversiones de un billón (millón de millones) de dólares estadounidenses.
El Instituto Bruegel es un laboratorio de ideas con sede en Bruselas que extrajo información sobre el BRI de los principales medios de comunicación en casi 150 países. Sobre esta base llevó a cabo un análisis cuantitativo de la atención y la orientación emocional de la opinión pública mundial obteniendo una visión muy positiva sobre la Iniciativa china.
Paralelamente van cobrando importancia dos corredores que se conectan con el BRI, uno en sentido vertical a través del Asia Central, y el otro marítimo por el Ártico que se hace navegable debido al mayor deshielo producido por el cambio climático.
El Corredor internacional de Transporte Norte-Sur (INSTC), que promueven Rusia, Irán y la India para conectar el Mar Báltico con el Océano Indico, involucra a países de la UE y ribereños del Mar Caspio.
El INSTC es una red de transporte multimodal de 7.200 km que facilita el comercio internacional de mercancías entre varios puertos y ciudades tanto de Europa como de Asia ofreciendo una alternativa más económica y rápida que las actuales.
Para la India el costo de enviar mercancías por la ruta del INSTC es un 30% más barato y un 40% más corto que por el canal de Suez. Por añadidura es un proyecto de valor estratégico para enfrentar la creciente influencia china a través del BRI.
Son miembros del corredor: Irán, Rusia, India, Azerbaiyán, Armenia, Kazajistán, Kirguistán, Tayikistán, Ucrania, Bielorrusia, Omán y Siria.
La importancia que adquiere el cruce del BRI con el INSTC por el Asia Central confirma las predicciones del geógrafo inglés Halford Mackinder sobre el valor estratégico de esa región mediterránea.
En el mismo sentido, el “Gran Juego” es una expresión popularizada por el escritor Rudyard Kipling, en su novela “Kim” publicada en 1901, para describir la rivalidad entre el Imperio ruso y el Imperio británico en su lucha por el control de Asia Central y el Cáucaso durante el siglo XIX.
Entre los distintos recorridos proyectados para navegar por el Ártico se destacan tres: el Paso del Noroeste (NWP) que bordea Norteamérica y Canadá, la Ruta Marítima del Norte o Paso del Noreste (NEP) aledaño a territorio ruso y costas de Noruega, y la Ruta Marítima Transpolar que transcurre por aguas internacionales.
La de mayor uso e infraestructura de apoyo es la NEP. La incorporación progresiva de las tres alternativas depende del derretimiento de los hielos y de la dotación de rompehielos atómicos asignados. En esta etapa Rusia lleva la delantera en medio de una creciente puja geopolítica. En cualquier caso el futuro irá decidiendo cuál de las opciones operativas es la más conveniente.
En el año 2013 un carguero perteneciente a la Compañía de Navegación Oceánica de China (COSCO), utilizó la nueva ruta de navegación para recorrer 5.400 kilómetros uniendo satisfactoriamente el puerto de Dalian (provincia de Liaoning) con el puerto de Rotterdam (Países Bajos). La travesía le permitió reducir hasta en un 40% la duración del viaje entre Asia y Europa [ver: China: una nueva estrategia geopolítica global. La iniciativa la Franja y la Ruta. (IRI/UNLP)].
Pensado como alternativa a la Nueva Ruta de la Seda, el presidente Biden presentó el programa Build Back BetterWorld (B3W) en la reunión del G7 de CarbisBay (UK) en junio de 2021. Al año, en la siguiente Cumbre de Líderes del G7 en Alemania, se lanzó formalmente la Asociación para la Infraestructura y la Inversión Globales (PGII)
El objetivo de los programas es catalizar el financiamiento de infraestructura de calidad por parte del sector privado y alentar inversiones que apoyen la conectividad, el clima, la seguridad sanitaria, la tecnología digital y la equidad e igualdad de género.
En paralelo, Global Gateway es una estrategia de la UE para impulsar vínculos inteligentes, limpios y seguros en los sectores digital, energético y del transporte, así como para potenciar los sistemas de salud, educación e investigación en todo el mundo. El programa tiene previsto hasta 2027 movilizar € 300 000 millones en inversiones.
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En el mundo se establecen en forma creciente corredores y opciones para proyectos de infraestructura de conectividad. Consciente de la problemática y de su enorme importancia geopolítica y comercial el G20 ha tomado distintas medidas.
El mismo año en que Xi Jinping hace la presentación oficial del BRI en Astaná (Nur Sultán) y Yakarta, en San Petersburgo el G20 incorpora a su agenda la temática de la infraestructura de conectividad.
Cuatro años después, en la declaración de líderes de la Cumbre de China 2016, se lee que “la conectividad de la infraestructura es fundamental para alcanzar el desarrollo sostenible y la prosperidad compartida”.
Para el seguimiento de la situación existente y de los proyectos posibles, el G20 puso en marcha una iniciativa denominada Alianza de Conectividad de Infraestructura Global (GICA) que funciona en el ámbito del Grupo Banco Mundial (GBM). Por su parte, el Hub de Infraestructura Global (GIH) con sede en Australia se encarga del financiamiento de los proyectos y la participación público-privada en los mismos.
GICA tiene como objetivo mejorar la cooperación y las sinergias de la infraestructura global existente y futura con los programas de facilitación del comercio que buscan mejorar la conectividad dentro y entre los países.
La Alianza ha desarrollado su plan de trabajo anual y se espera que las principales actividades incluyan el mapeo de iniciativas de conectividad en todo el mundo, la evaluación del desempeño, el desarrollo de una descripción general de las megatendencias en el tema y el intercambio de buenas prácticas.
El GIH fue establecido por el G20 para ayudar a desbloquear billones de dólares en inversión con el fin de financiar la muy necesaria infraestructura pública. Existe un entendimiento entre GICA y GIH para el trabajo conjunto.
Alberto Ford
IRI-UNLP