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Democracia en movimiento: elecciones en India

El día 19 de abril India ha comenzado a transitar un extenso cronograma electoral; como la primera democracia del mundo por cantidad de votantes, la periódica concurrencia de cientos de millones de indios a las urnas, refuerza su imagen internacional ante regímenes autoritarios, e incrementa su poder simbólico como vital democracia. La participación ciudadana en el contexto de una economía en dinámico crecimiento, la competencia entre distintas fuerzas políticas, la puesta a prueba de preferencias electorales que relegitimen el ejercicio de gobierno por parte del Premier Modi y la puesta en funcionamiento de una sofisticada ingeniería logística para posibilitar la más amplia participación ciudadana, caracterizan el proceso electoral indio que, en esta ocasión, incorporará millones de nuevos votantes jóvenes.

En boletas diferenciadas por sus tradicionales símbolos, diferentes coaliciones pujan por obtener el poder.[1] Este año, más de 2.700 partidos pugnarán por ganar bancas en la Lok Sabha (Cámara Baja), entre otros, seis partidos nacionales y más de setenta estaduales. Las elecciones se llevarán a cabo en siete fases (Ver Anexo) comenzando el 19 de abril poniendo en juego 102 escaños en 21 estados, y culminarán el día 1 de junio en 8 estados que elegirán 57 representantes para la Cámara. El recuento de votos, según la Comisión Nacional Electoral, (CNE) se llevará a cabo el 4 de junio y los resultados definitivos serían dados a conocer el 6 de junio, diez días antes que finalice el mandato de la actual Lok Sabha.[2] Sus miembros son elegidos por un período de cinco años y del total de escaños, 131 están reservados para diputados de las denominadas «castas incluidas» y «tribus incluidas». De acuerdo al régimen nacional electoral vigente, un partido o coalición individual necesita al menos 272 escaños sobre un total de 543 bancas para formar una mayoría y formar gobierno.

Un número –estimado- en 968 millones de votantes habilitados (más que la población de Estados Unidos, la Unión Europea y Rusia juntas), participará en las elecciones en un amplio arco geográfico que comprende desde las remotas regiones del Himalaya hasta la zonas centrales, el lejano sur, aldeas en zonas rurales y grandes megalópolis.[3] Según la CNE, los votos se han de emitir electrónicamente en más de un millón de colegios electorales distribuidos por todo el territorio nacional; de acuerdo a la normativa vigente, aproximadamente 13 millones de ciudadanos indios que viven en el extranjero también podrán ejercer su derecho a sufragar.

  1. Una India, diferentes proyectos políticos en pugna.

Desde comienzos de siglo la política y competencia electoral en India gira alrededor de la competencia entre grandes fuerzas políticas, ambas resultado de sendas coaliciones entre históricos partidos de derecha como el BJP y centro-izquierda como el Congreso Nacional Indio (INC) con partidos estaduales y/o regionales entre los que ocupa un destacado lugar el Partido Comunista de la India (ICP). En esta nueva instancia, la puja sobre diferentes modelos de país ha quedado en evidencia a través de expresiones discursivas de sus respectivos candidatos. El premier Modi y sus adeptos han puesto énfasis en que, bajo su liderazgo, India se ha convertido en la quinta economía del mundo y una de las de más rápido crecimiento y, por tal motivo, confían en ganar los 400 escaños (obtuvo 303 escaños en las elecciones del 2019, contra 52 del INC) necesarios para reafirmar su liderazgo durante el próximo lustro.

En las encuestas pre electorales, la alianza que lidera el BJP cuenta aún con amplio apoyo popular; Modi, de 73 años, fue elegido primer ministro por primera vez en 2014 y refrendó su gestión en 2019, lo cual le permitió avanzar en la implementación de reformas económicas, afianzar la imagen internacional de la India como potencia emergente y lograr avances en materia de seguridad y defensa. No obstante, su gestión ha estado marcada por tensiones inter religiosas y manifestaciones contrarias al abandono de principios propios de una “república laica”, a favor de una “nación hindú”.

El rival principal del BJP es el histórico Congreso Nacional Indio (INC) que gobernó el país durante gran parte de la historia nacional post independiente pero que sufrió una dura derrota en las elecciones de 2019. Por tal motivo, y en razón de su progresiva pérdida de apoyo popular, el INC formó una alianza con líderes opositores de los cuales encabezan partidos regionales, denominada Alianza Nacional para el Desarrollo Inclusivo de la India (INDIA). De ella forman parte los hermanos Rahul y Priyanka Gandhi y, entre otros, el Partido Aam Aadmi (AAP) que gobierna Delhi y cuyo principal referente, Arvind Kejriwal, fue arrestado acusado de corrupción; asimismo, se han unido figuras tales como la líder de Bengala Occidental Mamata Banerjee, y el ministro principal de Tamil Nadu, un estado clave en que el premier Modi no ha logrado sortear dificultades para imponer su candidatura.

En sus discursos de campaña los referentes opositores han manifestado que el frente interno, el plan aliancista de gobierno incluiría asignar mayores fondos para asistencia social, la creación de tres millones de empleos atendiendo la necesidad de trabajo que presentan millones de jóvenes graduados, detener el «deslizamiento hacia la autocracia», mejorar la calidad de la educación en particular la universitaria y rechazar la discriminación y ataques dirigidos contra grupos minoritarios (minoría musulmana) a los que el BJP –según la oposición – considera ciudadanos de «segunda clase». Otras críticas opositoras han puesto el foco sobre cuestiones como la sofocación de manifestaciones populares y la afectación de intereses de trabajadores rurales mediante leyes que lesionaron sus intereses en un país donde aún la economía rural representa el 19% del PBI.

No obstante, la unicidad crítica de la alianza INDIA ante políticas consideradas autoritarias y el fundamentalismo religioso del BJP, ésta se ha visto sumida en disidencias internas, enfrentado el abandono de fuerzas políticas que cambiaron su lealtad incorporándose a la alianza liderada por el BJP y, acorde a medios de comunicación de alcance nacional, no presenta un candidato lo suficientemente carismático capaz de opacar la imagen del premier Modi. Desafiada en su cohesión interna, según sus principales referentes, también ha enfrentado el hostigamiento del gobierno mediante la detención de algunos de sus principales líderes e investigaciones llevadas a cabo por agencias estatales sobre el origen de los fondos partidarios del INC.

Los cruces discursivos entre los principales referentes políticos de ambas coaliciones, también han fijado posiciones respecto de algunos de los principales puntos de interés en la agenda externa del país como, por ejemplo, las relaciones “equidistantes” con Rusia y Estados Unidos, el compromiso del país en la estabilidad del Indo Pacífico, la posición ante la amenazante China, el ejercicio de una diplomacia de alto perfil internacional y la adhesión al multilateralismo activo., que ha pasado de sus valores laicos fundacionales a los de una nación en la que prima el hinduismo. Por lo tanto, otro mandato del BJP empujará a la India aún más por este camino.

Conclusiones.

Para sus críticos, tras una década de gobierno del BJP, Modi ha estrechado el cerco sobre las instituciones democráticas intentando silenciar las críticas.[4] Pero en lo factual, el ascenso al poder del BJP encabezado por el premier Modi ha supuesto un cambio radical y los logros gubernamentales son incuestionables. La economía se expande rápidamente, un alto perfil internacional ha consolidado la imagen del país como una potencia mundial (tecnológica y militar), en consecuencia, expectativas sobre un presente -y futuro bienestar- en particular entre los jóvenes, augura un nuevo triunfo electoral del BJP.

Para la oposición política, aunque la economía india está en alza el país no ha logrado generar suficientes puestos de trabajo para millones de jóvenes (el desempleo entre los jóvenes de 20 a 24 años era del 44,4% a finales de 2023) y las heridas sociales causadas por el radicalismo religioso, el hostigamiento político, la eliminación de cobertura social para sectores carenciados y población rural, entre otros puntos, han minado la confianza en el actual gobierno.

El perfil de los votantes, indica que en estas elecciones generales el voto joven en una India demográficamente “joven”, incidirá en el resultado final. Según la CNE, el 52% del electorado tiene entre 18 y 40 años, y el número de votantes que participarán por primera vez en un rango etario entre 18 y 19 años, asciende -estimativamente- a 23 millones el 2,8% del electorado nacional. De ellos, el 41,4% (9,59 millones) son mujeres y el 58,6% (13,56 millones) hombres.

De verificarse una nueva victoria del BJP, el Premier Modi consolidará su posición como uno de los líderes más importantes de la India post independiente. Y, sea cual sea el resultado final, las elecciones serán un paso más en el diseño de la presente y futura India que aspira a convertirse en un país desarrollado en 2047.

Sergio Cesarin
Coordinador
Cátedra Libre de la India
Departamento de Asia y Pacífico

Referencias

[1] El símbolo del partido gobernante, el BJP, es un loto, mientras que el del Partido del Congreso es una mano alzada con las palmas abiertas y el del Partido Aam Aadmi de Kejriwal (o Partido del Hombre Común) es una escoba, que representa sus orígenes en un movimiento callejero contra la corrupción.

[2]La segunda fase de votación se llevará a cabo el 26 de abril y cubrirá 89 escaños en 13 estados, la tercera fase el 7 de mayo en 94 escaños en 12 estados, la cuarta fase el 13 de mayo en 96 escaños en 10 estados, la quinta fase el 20 de mayo en 49 escaños en 8 Estados y la sexta fase el 25 de mayo en 57 escaños en 7 Estados.

[3]A 4.650 metros de altitud, Tashigang, un pueblo situado en el extremo norte del estado de Himachal Pradesh, en la frontera con China, fue el colegio electoral más alto del mundo cuando sus habitantes votaron en las elecciones al gobierno estatal de 2022.

[4]En la Clasificación Mundial anual de la Libertad de Prensa, India cayó del puesto 140 en 2014 (el año en que Modi llegó al poder) al 161 de 180 naciones en 2023.

ANEXO
India, elecciones generales, 2024.

Fuente: https://www.thehindubusinessline.com/news/elections/general-elections-2024-voting-to-begin-from-april-19-in-7-phases-results-on-june-4/article67957943.ece