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Comunicado del CeGRI sobre las denuncias de violencia sexual contra el periodista Pedro Brieger

Desde el Centro de Estudios en Género(s) y Relaciones Internacionales queremos expresar nuestra más sincera solidaridad con todas las mujeres que, de forma valiente y colectiva, han denunciado públicamente diversas circunstancias de acoso sexual por parte del periodista Pedro Brieger, en contextos profesionales y académicos, y en un marco temporal extenso.

Como ha salido a la luz ayer en la conferencia de prensa organizada por Periodistas Argentinas, una de las denunciantes fue estudiante de la Maestría de nuestra institución. Por ello, nos parece importante enfatizar que hace más de dos décadas que Brieger se encuentra absolutamente desvinculado del IRI-UNLP, por motivos de otra índole. Cabe destacar, en este sentido, que desde el Instituto en Relaciones Internacionales se desconocía absolutamente esta violencia que el entonces profesor ejercía contra –al menos– una de las estudiantes; beneficiándose de su posición de poder como docente, y siendo su deplorable actitud el disparador de la deserción de la alumna al posgrado.

Aunque es innegable que algunos imaginarios, políticas y estereotipos de género han cambiado en los últimos años, la cultura patriarcal –siempre en sintonía con la complicidad canalla de algunos cuantos; muchos de los cuales se disfrazan de interlocutores progresistas– nos obliga a recordar que las víctimas de acoso y otras formas de violencia machista, denunciamos cuando podemos y eso no debería ser juzgable. Lo que debería juzgarse, en todo caso, es al victimario y a una sociedad enferma de misoginia.

El plural es porque me incluyo, ya que también he sido sobreviviente a esta forma de vulneración en la universidad pública, tal como lo he denunciado en artículos y exposiciones.

La academia no puede ni debe mirar hacia otro lado en ningún caso de agresión, incluido por supuesto el que nos afecta directamente a las mujeres e identidades feminizadas. Que podamos experimentar una vida libre de violencia es un tema de derechos humanos, que nos involucra a todxs. El “no meterse” ante estas perversidades que nos ubican en lugares de sometimiento, es complicidad patriarcal.

Que quede claro: ¡Ya nunca más contarán con el privilegio de nuestro silencio!

Dulce Daniela Chaves
Coordinadora
Centro de Estudios en Género(s) y Relaciones Internacionales
IRI-UNLP