por María Paula Coraglia
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La evolución del compliance, en Argentina y en la región, marca un cambio significativo que subraya su creciente importancia en el entorno empresarial, así como en iniciativas estatales nacionales. Hoy, las empresas, no desconocen la importancia del compliance, el valor agregado y la ventaja competitiva que les aporta tener un Programa de Integridad sólido frente a empresas que no lo tienen. Sin embargo, la implementación efectiva de sistemas o modelos de compliance específicos, enfrenta obstáculos notables, especialmente en términos de recursos y priorización en las pequeñas y medianas empresas.
Un elemento fundamental para la efectividad del compliance es el compromiso de la alta dirección, que va más allá de las declaraciones, manifestándose en acciones concretas como la asignación de recursos, la formación de equipos y la integración del compliance dentro de la estrategia corporativa global.
Las pequeñas y medianas empresas y emprendimientos a menudo enfrentan restricciones importantes, tanto en recursos económicos como en la comprensión técnica de los beneficios que ofrece el compliance. A pesar de la existencia de guías que facilitan la implementación de prácticas de compliance, la efectividad real del cumplimiento puede ser vista como una inversión no prioritaria en las fases iniciales del desarrollo empresarial. Esta perspectiva se agudiza especialmente en contextos donde la urgencia de generar ganancias y crecimiento a corto plazo predomina sobre la adopción de prácticas éticas y de cumplimiento a largo plazo.
Sin embargo, los riesgos legales, financieros y de reputación vinculados al incumplimiento de normativas, o las irregularidades, pueden ser devastadores, incluso para pequeñas y medianas empresas.
En un mundo cada vez más interconectado que va en busca de transparencia e integridad, se espera que las expectativas de los stakeholders (partes interesadas), respecto a la conducta ética y el cumplimiento de las empresas aumenten. Por lo tanto, incluso las pequeñas y medianas empresas se beneficiarían de adoptar principios de compliance ajustados a su tamaño y recursos, no solo para eludir sanciones sino también para establecer una base sólida hacia un crecimiento sostenible.
El desafío para las pequeñas y medianas empresas, puede estar en adaptar e implementar gradualmente prácticas de compliance, comenzando por las áreas de mayor riesgo, identificando, evaluando y entendiendo los mismos, o por la importancia. Aplicando para ello el Enfoque Basado en Riesgos (EBR) de la Recomendación N°1 del Grupo de Acción Financiera Internacional –GAFI- hoy incorporado en la nueva Ley N° 27.739 recientemente sancionada. Esto puede incluir la adopción de políticas básicas de ética conforme a los tres elementos mandatorios que establece la Ley N° 27.401 de Responsabilidad Penal de las Personas Jurídicas, como código de ética y/o conducta y cumplimiento; lineamientos de contrataciones con el Estado y políticas de proveedores externos; capacitaciones de cumplimiento e implementación de mecanismos sencillos de reporte (línea de denuncia ética) y supervisión para grupos críticos. La Difusión y el monitoreo son piezas claves a fin de armar la hoja de ruta del proceso de inducción al compliance, como de mejora continua, que con el crecimiento de la empresa, estas prácticas pueden expandirse y perfeccionarse.
El camino hacia un compliance efectivo y adecuado a la realidad de cada empresa implica desafíos, adaptarse a las necesidades del negocio sin perder el norte de los valores éticos, puesto que los beneficios de largo plazo de establecer una cultura de integridad y cumplimiento (hacerlo de manera gradual para que calen hondo y se incorporen naturalmente) superan ampliamente los costos iniciales.
Resulta crucial que empresas de todos los tamaños reconozcan el valor del compliance no solo como un requisito legal, sino como un pilar fundamental para la estrategia empresarial y la sostenibilidad a largo plazo. Para algunos expertos en la materia, hoy las empresas no se enfrentan al desafío de preguntarse si tener un Programa de Compliance es necesario, no hay dudas de que la respuesta es sí; debido a que en nuestro país a principios de 2018 entró en vigencia la Ley N° 27.401 de Responsabilidad Penal de las Personas Jurídicas, que impone a las empresas la necesidad de contar con Programas de Integridad adecuados para mitigar la imposición de penas y sanciones graves para casos de corrupción empresaria.
Según los Datos del Registro de Integridad y Transparencia para Empresas y Entidades RITE que funciona bajo la órbita de la Oficina Anticorrupción a través del informe elaborado por la Dirección de la Planificación de Políticas de Transparencia, se muestra que, se han incrementado la cantidad de instituciones registradas, llegando al mes de noviembre del año 2023 con más de 300 empresas y entidades registradas.
– El 88,65% pertenecen al sector privado.
– El 7,8% pertenecen a Organizaciones de la Sociedad Civil.
– El 3,55% pertenecen a Empresas con participación Estatal (ECPE), categorizando las mismas en función a los montos de sus ventas anuales o de cantidad de empleados (criterio determinado por la Subsecretaría de la Pequeña y Mediana Empresa).
Predominan registradas en el RITE micro/pequeñas empresas, de las cuales prevalecen las vinculadas a la actividad de servicios, seguidas por industria, minería, y comercio y en menor medida las vinculadas a la actividad agropecuaria. Esta plataforma gratuita y voluntaria adquirió un sentido federal, si bien la mayoría de las empresas se encuentran declaradas en Ciudad Autónoma de Buenos Aires, encontramos un gran número de registros en la provincia de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba y Mendoza.
Esta iniciativa del RITE facilitó a pequeñas empresas a comprender y apreciar la importancia del compliance en este segmento empresarial.
Bien sabido es que las pequeñas y medianas empresas constituyen una porción considerable de la economía global y juegan un papel crucial en la innovación, el empleo y el crecimiento económico.
Algunas de las estrategias que podrían contribuir a la adopción de prácticas de compliance en pequeñas y medianas empresas y emprendimientos son:
- El apoyo de los gobiernos, cámaras o asociaciones empresariales o sectoriales u organizaciones internacionales, que podrían ofrecer incentivos fiscales, asesoramiento y acompañamiento en los procesos, o apoyos financieros dirigidos a pequeñas y medianas empresas que invierten en modelos de compliance. Esto ayudaría a mitigar la barrera del costo inicial y alentaría a más empresas a tomar medidas hacia el compliance.
- El desarrollo de herramientas, recursos y guías de compliance accesibles, como por ejemplo la plataforma RITE, que estén específicamente diseñados para pequeñas empresas, que sean prácticos, fáciles de implementar y de bajo costo.
- Crear conciencia a través de la educación, en los propietarios de pequeñas y medianas empresas, y emprendedores, sobre los riesgos legales, financieros y de reputación asociados con el incumplimiento e irregularidades, así como sobre los beneficios a largo plazo del compliance.
- Promover historias de éxito de pequeñas empresas que han implementado prácticas de compliance de manera efectiva y han visto beneficios tangibles, puede servir como un poderoso motivador para otras empresas que aún están indecisas.
La implementación del compliance en pequeñas y medianas empresas es un desafío, que requiere un enfoque colaborativo entre gobiernos, el sector privado, organizaciones internacionales y las propias empresas. Es posible crear un entorno más propicio para que estas empresas adopten prácticas o modelos de compliance, reconociendo su valor no solo en la mitigación de riesgos, sino también como un pilar para el crecimiento y la sostenibilidad empresarial.
A modo de conclusión-reflexión les dejo una pregunta: Ustedes, desde sus lugares, ¿Cómo ven la implementación del compliance en este segmento empresarial?
Referencias
- Sitio web –Plataforma RITE https://www.rite.gob.ar/riteNumeros/informes
- Todo Compliance.com, entrevista- https://todocompliance.com/entrevista-a-karina-paula-kucyk/
- Carlos Rozen artículo “El incalculable valor de los valoreshttps://www.linkedin.com/pulse/el-incalculable-valor-de-los-valores-carlos-rozen-nwz1f/?trackingId=ECCIPsJCRgKtfPEXm9EiQA%3D%3D
- “Libro Blanco sobre la función de Compliance” Asociación Española de Compliance ASCOM 2017.
- Alejandro Montiel artículo “La Ley 27.739, un hito en la lucha contra el lavado de activos y el terrorismo” https://www.lanacion.com.ar/opinion/la-ley-27739-un-hito-en-la-lucha-contra-el-lavado-de-activos-y-el-terrorismo-nid26032024/
