Departamento de África
Artículos
La legitimidad democrática en Sudáfrica y su impacto en las elecciones del año 2024
Camila Salami[1]
Introducción
La crisis actual en Sudáfrica es el punto culminante de un proceso socioeconómico y político crítico que se extendió durante dos décadas. Los resultados del proceso electoral y la actual escena política sudafricana debe entenderse a la luz de las desigualdades que prevalecen, donde la diversidad de clases sociales, divisiones étnicas y el género se entrecruzan en una relación compleja, creando así un profundo desequilibrio en las relaciones de poder. La Sudáfrica actual se encuentra afrontando en un clima de delincuencia, pobreza, desigualdad, carencias de servicios básicos como electricidad y agua, una tasa de desempleo que supera el 32% y, por si fuera poco, escándalos de corrupción. Dichos problemas socioeconómicos tuvieron un gran impacto en las elecciones sudafricanas llevadas a cabo el día 29 de mayo de 2024.
Para hacer un breve racconto histórico, las primeras elecciones democráticas, celebradas en abril de 1994, constituyeron una victoria de la lucha de liberación nacional sobre el régimen del apartheid. El Congreso Nacional Africano (ANC, por sus siglas en inglés), liderado por Nelson Mandela, triunfó en los comicios con un amplio apoyo de un 62% del total de votantes, asumiendo el mandato de conducir al pueblo a la ”tierra prometida” de una Sudáfrica verdaderamente liberada, bajo la promesa electoral de “una vida mejor para todos”. Además de este desafío nacional que supuso reencaminar la nación hacia otro modelo social y económico, el ANC fue percibido por parte de la población africana como el partido que representaba la lucha por la liberación nacional de la mayoría negra, ya que otras organizaciones que combatieron el apartheid quedaron fuertemente debilitadas en el proceso de la resistencia. Millones de personas carecían de acceso a derechos económicos y sociales básicos, sumado a una alta suba del precio de los alimentos y una gran inseguridad alimentaria. Esta situación de malestar socioeconómico y la alta representación social del partido generaron un marco que permitió al Congreso Nacional Africano sostenerse como el principal actor político indiscutible durante muchos años. (INFOBAE, 2024)
Desde la década de 1980 hasta principios de 1990, el CNA consiguió insertarse y aliarse con los principales movimientos de masas del bloque histórico antiapartheid, organizados en torno al Frente Democrático Unido, que incluía a decenas de movimientos de resistencia y de la sociedad civil, dentro de los cuales podemos mencionar a los movimientos juveniles, estudiantiles, cívicos, sindicales, de mujeres, etc. Durante 15 o 20 años, el CNA gozó de un gran apoyo, derivado de la legitimidad obtenida de la lucha en contra de la discriminacion. Como consecuencia de un gran rendimiento electoral sostenido durante varios procesos electorales, se generó un clima político donde no se configuraban reales alternativas políticas a la figura partidaria del Congreso Nacional Africano. (INFOBAE, 2024)
Durante los primeros años de gobierno, el partido supo responder a las necesidades de la población, y por sobre todas las cosas se reafirmó a la democracia como un pilar fundamental de la identidad sudafricana. Sin embargo, el declive del partido comienza en febrero de 2018, cuando el ex presidente Jacob Zuma protagonizó la primera crisis institucional grave de la era democrática del ANC, renunciando a causa de protestas masivas por casos de corrupción[2] (WRIGHT, 2021). Entre presiones de la sociedad civil y la negativa de Zuma a someterse a la justicia, terminó condenado a 15 años de prisión, bajo cargos de corrupción en la administración pública. Consecuentemente, el acontecimiento generó reacciones de apoyo y una represión que dejó 354 muertos en 2021, uno de los episodios más violentos desde el fin del apartheid. Zuma terminó ingresando en la cárcel en 2023, pero aún así obtuvo la liberación con rapidez[3] (Embajada abierta, 2024). Dichos acontecimientos marcaron la vinculación entre el Congreso Nacional Africano y su relación con la sociedad, cuyos miembros comenzaron a buscar distintas alternativas políticas a la fuerza que supo ser hegemónica en el escenario político-electoral
En función de lo expuesto anteriormente, el objetivo del presente trabajo es identificar algunas problemáticas del orden económico, social y político con impacto directo en las elecciones sudafricanas del año 2024, donde se observó una fuerte pérdida de legitimidad electoral por parte del Congreso Nacional Africano
Entre las turbulencias económicas y la crisis energética
Según el profesor Raymond Parsons, de la Escuela de Negocios de la Universidad de la provincia de North West, las perspectivas económicas de Sudáfrica son difíciles y desafiantes para el 2024. El Banco Mundial expresó que, si bien es una de las economías más grandes del continente con un PIB de aproximadamente 406 mil millones de dólares (BM, 2022), lo cierto es que hoy atraviesa una desaceleración de su crecimiento e inestabilidad de indicadores socioeconómicos. De hecho, el Fondo Monetario Internacional (FMI) revisó en enero su proyección de crecimiento económico para Sudáfrica en el 2024, reduciendo su estimación de crecimiento del PBI del 1,8 % al 1%. Si bien no podemos verificar aún cómo finalizará el respectivo año la economía Sudafricana, sí podemos mencionar que el producto interior bruto de Sudáfrica en el primer trimestre de 2024 ha caído un -0,1% respecto al cuarto trimestre de 2023 de acuerdo al Ministerio de Comercio, Industria y Competencia. (VASQUEZ, 2024)
Aunque Sudáfrica experimenta grandes desafíos económicos, varios acontecimientos han llevado a pensar posibles soluciones a largo plazo, situando a la región como una de las principales fuentes de recursos naturales. A nivel regional, a inicios de este 2024, Sudáfrica comenzó a conformar parte de la Zona de Libre Comercio Continental Africana (Afcfta). El principal mensaje que se envía a África y al resto del mundo es mostrar que las empresas nacionales pueden comerciar bajo los procedimientos del AfCFTA para expandir sus mercados dentro de un marco legalmente vinculante con productos “Orgullosamente Sudafricanos”. De esta manera Sudáfrica se constituyó como el primero de los cinco países de la Unión Aduanera del África Meridional (SACU), Botswana, Eswatini, Lesotho, Namibia y Sudáfrica, en implementar prácticamente el acuerdo AfCFTA. Según el Ministerio de Comercio, Industria y Competencia, ello constituye una herramienta fundamental para generar un comercio significativo en el continente africano a través del comercio de bienes fabricados en Sudáfrica. Se espera que el funcionamiento exitoso de esa zona de libre comercio continental conduzca a la diversificación de las exportaciones, una mayor capacidad productiva de los países miembros, una aceleración del crecimiento regional, mayor inversión, y superiores oportunidades de empleo e ingresos. (VASQUEZ, 2024)
La cuestión económica en el país africano es un factor a tener en cuenta para analizar las últimas elecciones. Según la entidad estadística nacional, Stats SA, la tasa de inflación promedio para el 2023 fue del 6,0%, inferior al 6,9% registrado en 2022, pero superior al 5,2% promedio de los últimos 10 años (Stats SA, 2023). Sin embargo, este indicador que preocupa a la sociedad por la alza de los costes de subsistencia en el país, se ve complejizado por un elevado índice de desempleo, el cual, a pesar de los esfuerzos que realiza el CNA en disminuirlo, permanece como uno de los más altos del mundo. De acuerdo con un reporte del pasado 14 de noviembre proveniente de Stats SA, la tasa oficial de desempleo en Sudáfrica era del 31,9 por ciento a fines del tercer trimestre de 2023. Según la fuente, ello implica que en Sudáfrica hay aproximadamente 7,8 millones de desempleados. La sumatoria de estos dos aspectos impactó negativamente en la movilidad social ascendente, generando descontentos importantes de los sectores medios de la sociedad. (VASQUÉZ, 2024)
El estancamiento económico también agrava la crisis política. De 1990 a 2018, el número de personas que viven en la pobreza extrema en el África subsahariana aumentó de 284 a 433 millones, ya que el crecimiento de la población a menudo superó al de la economía. La región ha perdido otra década: el PIB real por persona era menor en 2022 que diez años antes (VASQUEZ, 2024), lo que subraya la pérdida de legitimidad democrática del ANC. En una región donde los alimentos representan el 40% del consumo, la inflación de los precios de los alimentos es de dos dígitos en el 80% de los países. Alrededor del 17% de los ingresos públicos se destinarán este año al servicio de la deuda externa, la proporción más alta desde 1999. (FRANCE 24, 2024) Sin embargo, la fe de los africanos en lo que pasa por democracia está cayendo en picada no sólo por la inseguridad y la pobreza que ofrecen sus gobiernos sino, también, por la propia naturaleza de la política. En las décadas de 1990 y 2000, la mayoría de los países africanos abandonaron los sistemas de partido único y adoptaron las elecciones multipartidistas.
Muchos de los 62 millones de sudafricanos dejaron de confiar en el CNA, el cual en sus inicios prometía educación, agua, techo y derecho de voto para todos. De alguna manera, las denuncias por promesas que no se concretaron, generó una falta de expectativas importantes, en conjunto con la alta tasa de desempleo en Sudáfrica alcanzó el 32,4% en 2023. (VASQUEZ, 2024)
A todas estos aspectos críticos se suma una variable más a tener en cuenta para pensar los resultados de las actuales elecciones: desde hace 16 años Sudáfrica viene lidiando con una grave crisis energética, caracterizada por apagones escalonados que a veces duran 15 horas por día. Sin embargo, en el presente reciente esta problemática se agudizó fuertemente, generando que el l presidente Cyril Ramaphosa declare en febrero de 2023 el estado de desastre nacional y anunció el rescate de la empresa eléctrica estatal, Eskom (VASQUEZ, 2024) pero la incapacidad del gobierno para brindar electricidad en forma estable ya tuvo un impacto profundamente negativo en el día a día de los sudafricanos, especialmente para las mujeres y niñas.
La actual crisis eléctrica puso de relieve que a menos que el gobierno adopte una estrategia más equitativa para ahorrar electricidad, seguirá afectando de manera desproporcionada el bienestar de las mujeres, lo que deja cada vez más al descubierto la lógica discriminatoria y misógina por la que se rigen los inadecuados servicios públicos del país. La crisis eléctrica no solo impide que las mujeres sudafricanas accedan a infraestructura esencial, ha afectado además su seguridad. Aunque las autoridades policiales sudafricanas afirman que no se registraron aumentos de las llamadas de auxilio, una gran cantidad de informes de violencia sexual contra mujeres y niños cuentan una historia diferente. Los apagones traen consigo un triple efecto. Primeramente afecta a la vida cotidiana de la población, ya que no tienen acceso a la electricidad, una de las condiciones básicas para satisfacer sus necesidades. También afecta a la economía sudafricana, debido a que muchas empresas se ven obligadas a frenar sus esquemas productivos haciendo frente a esta situación energética. Y cabe mencionar que en materia de seguridad también genera un impacto, se proclama un clima de violencia donde al no haber energía eléctrica es difícil tener un sistema de seguridad acorde..
El presidente de la nación tomó el tema en sus principales apariciones públicas entendiendo que la situación atraviesa la vida de millones de personas y es una de las principales críticas al gobierno. En torno a ello, pronunció que …“El Centro Nacional de Gestión de Desastres ha clasificado la crisis energética y su impacto como un desastre. Por lo tanto, hemos declarado el estado de desastre nacional”… afirmó Ramaphosa en su discurso sobre el estado de la nación ante una sesión conjunta del Parlamento en Ciudad del Cabo. A estas palabras agregó, posteriormente, que “(…) La crisis ha evolucionado progresivamente hasta afectar a todos los ámbitos de la sociedad. Debemos actuar para aminorar el impacto de la crisis en los agricultores, en las pequeñas empresas, en nuestras infraestructuras hídricas y en nuestra red de transportes (…)”. La declaración del estado de catástrofe se produce en un momento en que los cortes de electricidad duran hasta ocho horas al día y afectan a hogares, fábricas y empresas de la nación con 60 millones de habitantes. La medida no es nueva: el «estado de catástrofe» fue implementado anteriormente para hacer frente a la pandemia de Covid-19 en 2020 y a las mortales inundaciones que el año pasado causaron la muerte de más de 400 personas. (HURTADO, 2023)
Como medida de emergencia en el mes de octubre de 2023 el Banco Mundial aprobó un préstamo de 1.000 millones de dólares destinados a apoyar los esfuerzos de Sudáfrica para atajar la grave crisis energética que atraviesa este país, donde los cortes de electricidad son constantes desde 2022 debido al mal estado de sus infraestructuras, los cortes duraron un promedio de ocho horas diarias, lo que costó a la economía entre el 2 % y el 3 % de su PBI, añadió el comunicado. De esta manera el organismo internacional indicó que la crisis energética sudafricana ha tenido un marcado impacto negativo en la productividad y la seguridad del país. (EFE, 2023)
Este escenario confluyen con algunas de las apreciaciones económicas realizadas en este artículo, sumándose a los motivos de rechazo al gobierno del ANC. La aparición de la inflación, el aumento del desempleo y las crisis energéticas son vistas como tres variables que no reflejan los avances de aquella “Sudáfrica emergente” de la que tanto se debatía por comienzos del siglo XXI. La actual crisis emerge en un contexto de rechazo social, sumado a las variables económicas mencionadas previamente, lo que gesta un clima de incertidumbre que viene dado por cierta incapacidad por parte del ANC en generar respuestas que satisfagan a la población. La juventud también es un factor clave, es quien particularmente se siente decepcionada y poco representada, no ven mejoría de sus situaciones y tampoco visualizan una canalización efectiva de sus demandas. Otra cuestión es que no son generaciones que hayan vivido en carne propia el Apartheid, por lo que los discursos del ANC como abanderado de ese proceso dejan de cobrar significancia
La crisis democrática
Las condiciones democráticas en el continente se fueron deteriorando rápidamente en estos últimos años, fruto de los gobiernos democráticos que devienen en vertientes autocráticas, así como también por golpes de estado que acontecen en regiones como el Sahel y pueden extenderse hacia el Sur del continente. Sudáfrica no se encuentra aislada de su entorno, pero tampoco atraviesa la misma crisis abrupta que otros estados del continente. Durante décadas Sudáfrica cumplió el rol de representante de la democracia más consolidada de la región, pero hoy afronta la aparición de un fuerte acompañamiento electoral de la población a candidatos de la extrema derecha que ponen foco en discursos de odio, intolerancia y descalificadores en la escena pública.
En el pr es oceso de campaña la oposición de la Alianza Democrática liderada por John Henry Steenhuisen lanzó un polémico spot de campaña mostrando una bandera sudafricana incendiándose invocando que esa era la situación del país bajo la administración del CNA, que se reconstituye bajo la promesa de que Sudáfrica se ordenaría con la Alianza Democrática a la cabeza. Dicho spot fue denominado «exitoso» por parte de la principal oposición al oficialismo, dadas las visualizaciones que tuvo, alcanzando a millones de habitantes que pronto iban a acudir a las urnas (INFOBAE, 2024). Por otra parte, más allá de esta campaña ofensiva hacia el CNA, también se constituyó como una propuesta blanca, a diferencia de la mayoría de los demás partidos políticos. Esto llamó la atención de muchos dirigentes y representantes de la sociedad civil, que indicaron en ello un espíritu discriminatorio y segregacionista que rememoraba tiempos duros de la historia sudafricana.
La crisis democrática demuestra la falta de apoyo hacia los gobiernos nacionales, ya que el sistema de partidos actual no satisface las necesidades de la población, no responde a sus demandas sociales y económicas, por lo que consecuentemente se genera un “crisis de representación”. El respaldo a posibles hombres fuertes o el profundo descontento con la democracia fueron comunes en todo el cinturón golpista, pero también en lugares relativamente estables, como es el caso de Botsuana y Sudáfrica. El afro populismo, a falta de una expresión mejor, es una fuerza cada vez más potente. Entonces, ¿cuál es la razón de la desconfianza democrática?
Los africanos están desilusionados de la “democracia”. Esto es causa de la falta de seguridad y prosperidad como mencionamos anteriormente en el informe. Muchos africanos consideran que van en dirección equivocada. La tasa de asesinatos de Sudáfrica, es una de las más altas del mundo, aumentando nuevamente, la situación de incertidumbre e inestabilidad genera el apoyo a personalidades fuertes con discursos polarizantes a nivel social. Alrededor del 72% de los sudafricanos cambiarían un gobierno electo por un hombre fuerte que luche contra el crimen según estadísticas internacionales. Esto afecta profundamente la perspectiva de los Derechos humanos, ya que todo ciudadano debería tener el derecho a poder expresarse libremente, sea a favor o en contra del gobierno de turno. En muchos países como Sudáfrica gobiernan los mismos que hace 20 años, y eso empeora el sistema político, provocando una caída en materia económica y social, y una crisis de representación. (Embajada abierta, 2024)
Resultados electorales y reflexiones finales
El 29 de mayo tuvieron lugar las séptima elecciones tras el Apartheid en Sudáfrica, generando un importante cambio en la escena nacional por la caída del rendimiento electoral del histórico ANC. No obstante, como mencionamos anteriormente, entró en jaque hace años, principalmente por varios factores como mencionamos anteriormente, la crisis energética, crisis macroeconómica y la falta y pérdida de legitimación. Las razones detrás del declive del partido pueden atribuirse a denuncias de corrupción que en ocasiones se resolvieron, pero algunas incluyen el arresto del ex presidente del Partido del Congreso, Jacob Zuma. Su condena en 2018 confirmó las percepciones de tiranía en la gestión económica y gubernamental del país, lo cual impactó negativamente en la imagen del ANC. (INFOBAE, 2024)
Los resultados de las elecciones ubican al ANC en el peor lugar de la historia desde 1994. Según la comisión electoral en las elecciones del 2024 se estimó una participación del 70% por encima del 66% de la votación anterior en 2019, en las que el ANC había obtenido el 57,5% de los votos en esos comicios. En esta ocasión de acuerdo a la Comisión Nacional Electoral sudafricana del total de los votos válidos emitidos, el ANC obtuvo tan solo el 40,18% de los votos, seguido del partido Alianza Democrática con el 21,81% y en tercer lugar el MK con el 14,58% de los votos. Esto implicó para el ANC, la pérdida de su histórica mayoría parlamentaria. (INFOBAE, 2024)
Este escenario generó la necesidad de formar un gobierno de coalición con uno o más partidos para obtener aquella mayoría simple parlamentaria necesaria. Al quedar por debajo del 50% de los votos por primera vez, probablemente necesite una coalición para mantenerse en el gobierno y un acuerdo con los demás para reelegir al presidente, Cyril Ramaphosa. El ANC nunca ha necesitado una coalición para gobernar (INFOBAE, 2024). En el plano doméstico, inicia un proceso de autocrítica importante al interior del partido para avanzar en un recambio generacional que interpele a los más jóvenes. Además, obliga al ANC a resolver su imagen partidaria y sus prácticas en lo que a la corrupción respecta.
En el plano internacional esto tendrá sus correlatos ya que Sudáfrica es el Faro de la Democracia y la Libertad en el continente. Aunque este país no representa un modelo perfecto, representa un liderazgo con sus responsabilidades para África Subsahariana, y para el continente en general, el cual se encuentra enfrentando fuertes retrocesos en el marco de una ola de recesión democrática.
Tras 30 años de gobierno del ANC, ocurrió un cambio radical en la política sudafricana. El 14 de junio de 2024, la Alianza Democrática (DA) proempresarial (con una base de población mayoritariamente blanca) y el ANC acordaron trabajar juntos para un nuevo Gobierno de unidad nacional en Sudáfrica. Lo anterior fue indispensable para que Cyril Ramaphosa, actual presidente sudafricano, fuera reelegido. El acuerdo entre estos dos partidos, históricamente antagónicos, marca un precedente para la política sudafricana, un cambio trascendental desde que Nelson Mandela llevó al ANC a la victoria en las elecciones de 1994, que pusieron fin al Apartheid. (INFOBAE, 2024)
John Steenhuisen, líder de la DA, se pronunció ante lo ocurrido «Hoy, Sudáfrica es un país mejor que ayer. Por primera vez desde 1994, nos hemos embarcado en una transferencia de poder pacífica y democrática a un nuevo gobierno, que será diferente del anterior». Steenhuisen también señaló que «a partir de hoy, la DA cogobernará la República de Sudáfrica con un espíritu de unidad y colaboración», asegurando que este nuevo Gobierno multipartidista es la «nueva normalidad». Por primera vez, el ANC perdió su mayoría en las elecciones del pasado 29 de mayo y tuvieron que pasar dos semanas de conversaciones para conocer la decisión del nuevo Parlamento. (FRANCE 24, 2024)
Sudáfrica es una región estratégica, alta en recursos naturales. Sin embargo, las consecuencias económicas y sociales han llevado a pensar que no puede progresar, pero a raíz de los últimos resultados democráticos ¿Podrá la nueva alianza democrática llevar al progreso del país?
La cuestión democrática es un gran problema en todo el continente, por lo que podemos decir que es la base del progreso del país. Si los gobernantes solucionan la crisis económica y la cuestión social, Sudáfrica podría progresar a niveles altísimos, ya que posee una gran cantidad de recursos naturales. Ahora bien, la legitimidad democrática y la confianza no son fáciles de ganar. Se requiere de mucho compromiso por parte de los gobernantes, cada vez aparecen más formas de pensar y eso vuelve aún más difícil la convivencia democrática. Esto nos lleva a preguntarnos ¿Es posible recuperar la confianza democrática?
Bibliografía
Agencia EFE SA (2023). “Banco Mundial presta a Sudáfrica mil millones de dólares para atajar su crisis energética”. Fecha de acceso: 28 de julio de 2024. Disponible en:
https://www.swissinfo.ch/spa/banco-mundial-presta-a-sud%C3%A1frica-mil-millones-de-d%C3%B3lares-para-atajar-su-crisis-energ%C3%A9tica/48927406
Embajada abierta (2024) “Sudáfrica, 30 años de libertad y muchas deudas”. Fecha de acceso: 26 de julio de 2024. Disponible en:
https://www.embajadaabierta.org/post/sudafrica-libertad-y-muchas-deudas
France 24 (2024) “Sudáfrica: Ramaphosa es reelegido presidente tras pacto histórico de unidad nacional” Fecha de acceso: 24 de julio de 2024. Disponible en:
https://www.france24.com/es/%C3%A1frica/20240615-sud%C3%A1frica-ramaphosa-es-reelegido-presidente-tras-pacto-hist%C3%B3rico-sobre-gobierno-de-unidad-nacional
Hurtado, Jorge (2023) Sudáfrica declara “estado de desastre” en busca de resolver su crisis energética” Fecha de acceso: 28 de julio de 2024. Disponible en:
https://www.france24.com/es/programas/econom%C3%ADa/20230210-sud%C3%A1frica-declara-estado-de-desastre-en-busca-de-resolver-su-crisis-energ%C3%A9tica
Infobae (2024) “Elecciones en Sudáfrica: el partido de Mandela perdió la mayoría histórica y ahora deberá buscar alianzas” . Fecha de acceso: 24 de julio de 2024. Disponible en:
https://www.infobae.com/america/mundo/2024/06/01/elecciones-en-sudafrica-el-partido-de-mandela-perdio-la-mayoria-historica-y-ahora-debera-buscar-alianzas/
Infobae (2024) “Elecciones en Sudáfrica: el partido de Mandela lidera el recuento de votos pero no le alcanzaría para lograr una mayoría” . Fecha de acceso: 10 de junio de 2024. Disponible en:
https://www.infobae.com/america/mundo/2024/05/30/elecciones-en-sudafrica-el-partido-de-mandela-lidera-el-recuento-de-votos-pero-no-le-alcanzaria-para-lograr-una-mayoria/
Vasquéz, Manuel (2024) “Sudáfrica ante grandes retos para reactivar su economía”. Fecha de acceso: 26 de julio de 2024. Disponible en:
https://publica.prensa-latina.cu/pub/escaner-sudafrica-ante-grandes-retos-para-reactivar-su-economia-audio-fotos-info
Wright, Robin (2021)” Mandela’s Dream for South Africa Is in Ruins”.Fecha de acceso: 23 de julio de 2024. Disponible en:
https://www.newyorker.com/news/daily-comment/mandelas-dream-for-south-africa-is-in-ruins
[1] Integrante del Departamento de África (IRI-UNLP).
[2] Si bien esta es una de las causas más importantes que atravesó el ANC, no es la única. Luego del año 2010 ya se comienzan a registrar denuncias de corrupción, sumado a una creciente crisis económica y social
[3] El expresidente se vio favorecido con una política del Gobierno que busca reducir el hacinamiento que se vive en las prisiones sudafricanas. El propósito original de las protestas en su apoyo se desdibujó entre los complejos problemas socioeconómicos del país. Dos meses después de haber ingresado a la cárcel, el comisionado de servicios penitenciarios Arthur Fraser concedió al expresidente la libertad condicional por razones médicas, cuyos detalles no fueron nunca explicados.