Presentación
Coordinador: Juan Carlos Pérsico
Secretario: Federico Larsen
Integrantes: Guillermo Pomini
Franco Quinziano
Ignacio Portela
Piero Albanesi
Federico Rodríguez Erneta
María Paz Poggio
Celina Soledad Manso
Gabriel Chapunov
Federico Casaletti
Mariana Polizzi
Alberto Macía Martín
María Francesca Staiano
Daniel Ryf
Sara NÚÑEZ DE PRADO CLAVELL
Guillermo PÉREZ SÁNCHEZ
Ricardo DE LA GUARDIA
Carlos GIL GANDIA
David TROITIÑO
Europa: guerra y elecciones
La guerra en Ucrania, conflicto bélico entre el mencionado país y Rusia que ya lleva más de dos años, no se espera que pueda terminar pronto. Con grandes pérdidas de equipos militares, cientos de miles de bajas en ambos bandos, y un costo millonario, los dos contendientes no han acercado en ningún modo sus posiciones. El gobierno de Kiev reclama que se deben respetar sus fronteras internacionalmente reconocidas y retirarse todas las tropas de ocupación rusas, en tanto que Moscú insiste en no devolver Crimea, anexada a Rusia después de la realización de un referéndum a mediados de marzo del año 2014, ni los territorios de Donetsk y Lugansk, anexados a la Federación Rusa luego de celebrarse los respectivos referéndums a fines de septiembre del año 2022. En consecuencia, todas las iniciativas propuestas hasta ahora para alcanzar un acuerdo de paz que ponga fin a la guerra han fracasado.
Por su parte, en el campo de batalla continúan los feroces combates que han costado miles de vidas humanas de ucranianos y rusos. La línea del frente se extiende a lo largo de más de mil kilómetros en la región del Dombás, al este de Ucrania. Allí las tropas rusas se encuentran atrincheradas en poderosas fortificaciones e inclusive recuperaron ciudades que se encontraban en poder de las fuerzas ucranianas que debieron abandonarlas esgrimiendo que su equipamiento militar se estaba agotando y no podían defenderlas. Como contrapartida Ucrania ha atacado con drones el territorio ruso. Actualmente, aproximadamente el 18 % del territorio ucraniano permanece bajo la ocupación de las fuerzas militares rusas.
En el transcurso del conflicto armado, los principales aliados militares de Ucrania, que son los Estados Unidos, la Unión Europea y el Reino Unido, han enviado miles de millones de dólares, euros y libras destinados a ayuda militar, financiera y humanitaria. Los tanques, las defensas aéreas y la artillería de largo alcance suministrados por las potencias occidentales han posibilitado que Ucrania se mantuviera en pie frente a las tropas rusas. Pero dicho flujo de ayuda ha disminuido en los últimos meses, principalmente por las disputas políticas internas entre republicanos y demócratas en el Congreso estadounidense. Lo mismo ha ocurrido en la Unión Europea donde se aprobaron millonarios paquetes de ayuda a Ucrania después de muchas discusiones y negociaciones, especialmente con Hungría, cuyo Primer Ministro, Viktor Orban, mantiene una estrecha relación con Putin. Por su parte Rusia, cuenta claramente con el apoyo de Bielorrusia, cuyo territorio y espacio aéreo han sido utilizados para acceder a Ucrania. Otro país que apoya a Rusia es Irán, que le ha estado facilitando drones para que utilice en la guerra en Ucrania. Con respecto a las sanciones aplicadas a Rusia por los países occidentales, las mismas no han funcionado tan bien como lo esperaban quienes las aplicaron, y Moscú ha podido seguir vendiendo sus recursos hidrocarburíferos, especialmente a China y la India, y además pudo seguir obteniendo piezas y componentes destinados a su industria militar.
Indudablemente, ninguna de las dos partes de momento va a ceder en sus objetivos, Ucrania desea recuperar todos los territorios que le fueron arrebatados por Rusia, no aceptando partición alguna, y Moscú se niega a devolverlos ya que los considera parte integrante de la Federación Rusa. La situación bélica se encuentra empantanada, y se espera que la guerra sea prolongada y de desgaste, dependiendo Ucrania de que Occidente, principalmente los Estados Unidos, le sigan suministrando armamento para utilizar en el conflicto. El elemento de incertidumbre que se encuentra presente, es el impacto que puedan tener en el conflicto las elecciones presidenciales estadounidenses que se celebrarán a comienzos de noviembre de 2024 y si ellas terminarán con el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, lo que podría significar el fin del apoyo de la primera potencia militar mundial al esfuerzo bélico ucraniano. En dicho caso, la posición ucraniana se debilitaría mucho en el frente de combate y Ucrania se vería forzada a negociar un acuerdo de paz con Rusia, quien últimamente ha intensificado su industria de defensa produciendo equipamiento militar a una mayor escala.
El 17 y 18 de julio de 2023 se celebró en Bruselas la III Cumbre de la Unión Europea (UE) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) a la que asistieron los Jefes de Estado y de gobierno europeos, latinoamericanos y caribeños, el Presidente del Consejo Europeo y la Presidenta de la Comisión Europea. Su realización fue importante para retomar el diálogo al más alto nivel entre ambas partes porque la anterior Cumbre se había celebrado hace ocho años atrás, pero sus resultados no han mostrado avances contundentes en materia de la asociación birregional, y por el contrario han exhibido las disidencias entre ambos bloques sobre cuestiones internacionales relevantes como lo es la guerra en Ucrania.
En dicha Cumbre se mencionó repetidamente el potencial que tiene la relación entre ambas partes, basada en una riqueza histórica y cultural en común, sus valores e intereses compartidos, y sus fuertes lazos políticos, económicos y sociales. La Unión Europea prometió invertir en América Latina y el Caribe más de 45.000 millones de euros en los próximos cuatro años a través de su iniciativa Global Gateway para apoyar proyectos digitales, energéticos y de transporte en la región latinoamericana y caribeña. Por otra parte, lamentablemente en la ocasión no se pudo destrabar el muy postergado Acuerdo de Libre Comercio entre la Unión Europea y el MERCOSUR.
En la Declaración final de la Cumbre se abordaron ciertos temas como ser la necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto a Cuba remarcándose la oposición a disposiciones legales y reglamentarias con efecto extraterritorial; con relación a la cuestión de soberanía sobre las Islas Malvinas se señala que la Unión Europea ha tomado nota de la posición histórica de la CELAC basada en la importancia del diálogo y el respeto del Derecho Internacional en la solución pacífica de las controversias; con respecto a la guerra en Ucrania se detalla que ambas partes expresan su profunda preocupación por dicho conflicto armado que causa un inmenso sufrimiento humano, y a la vez debilita la economía mundial, limita el crecimiento, aumenta la inflación, perturba las cadenas de suministro, incrementa la inseguridad energética y alimentaria, e intensifica los riesgos de inestabilidad financiera, por lo que expresan su apoyo a que se logre una paz justa y duradera (esto supuso un fracaso para la Unión Europea que pretendía que el bloque latinoamericano y caribeño se sumara a su posición contra Rusia).
En el último punto de la aludida Declaración Final, ambas regiones reconocen su interés estratégico común para mantener una colaboración de alto nivel periódica por lo que acuerdan celebrar Cumbres cada dos años (la próxima tendrá lugar en la región de la CELAC en el año 2025) y reuniones ministeriales de Asuntos Exteriores para impulsar sus compromisos comunes. Además, se establece un órgano de coordinación consultivo entre la Unión Europea y la CELAC para velar por la continuidad y el seguimiento de las reuniones al más alto nivel y para preparar y organizar las mencionadas reuniones ministeriales.
El 23 de julio de 2023 tuvieron lugar las elecciones generales en España, las que habían sido convocadas anticipadamente por el Presidente Pedro Sánchez, tras la derrota que el socialismo había sufrido en las elecciones autonómicas y municipales. En dicha jornada se impuso el Partido Popular (PP) liderado por Alberto Núñez Feijoo que obtuvo 137 bancas, el segundo lugar correspondió al gobernante Partido Socialista Obrero Español (PSOE) que obtuvo 121 escaños, el tercer lugar correspondió al Partido de ultraderecha VOX, conducido por Santiago Abascal que cosechó 33 lugares, en tanto que en el cuarto lugar se ubicó Sumar, una coalición de 15 partidos de izquierda, comandada por Yolanda Díaz que logró 31 diputados. Fue una elección polarizada entre los dos partidos más grandes, el PP y el PSOE en la que ninguno de los dos pudo obtener la mayoría absoluta de 176 escaños de los 350 que se ponen en juego en cada comicio general. Por su parte, varios Partidos regionales también obtuvieron representantes en el Congreso de los Diputados, la Esquerra Republicana (ERC) 7, Junts per Catalunya (el Partido independentista de Carles Puigdemont) 7, Bildu (independentistas vascos) 6, el Partido Nacionalista Vasco (PNV) 5, el Bloque Nacionalista Gallego (BNG) 1, la Unión del Pueblo Navarro (UPN) 1, y la Coalición Canaria 1.
La situación para formar gobierno lucía complicada ya que el Partido Popular ni aliándose con VOX llegaba a las 176 bancas como tampoco lo podía lograr el PSOE si se aliaba con Sumar. Indudablemente, quienes tenían la llave para uno de los dos Partidos principales pueda formar gobierno eran los Partidos regionales que habían logrado representación parlamentaria, en particular los 14 de Cataluña y los 11 del País Vasco.
El Partido Popular, de centro-derecha, que había logrado el primer lugar en las elecciones generales fue el primero que intentó formar gobierno. Luego de dos intentos, el último el 29 de septiembre de 2023, su líder Alberto Núñez Feijoo no logró el apoyo necesario en el Congreso de los Diputados para obtener la Presidencia del gobierno, tuvo 173 votos a favor y 177 en contra.
La derrota de Núñez Feijoo, le dio la posibilidad al socialista Pedro Sánchez, cuyo Partido había logrado el segundo lugar en el acto eleccionario, de continuar en el Palacio de la Moncloa, ello si convencía a varios partidos regionales que lo respalden en su pretensión. Sánchez tenía tiempo para formar gobierno hasta el 27 de noviembre de 2023, caso contrario se iba a convocar a nuevas elecciones generales para el 14 de enero de 2024.
El 16 de noviembre de 2023, el socialista Pedro Sánchez, fue electo nuevamente Presidente del gobierno español tras recibir el apoyo de 179 diputados en su primera votación de investidura. Además de los 121 representantes con que contaba el PSOE, también votaron por Sánchez los 31 de Sumar, los 7 de ERC, los 7 de Junts, los 6 de Bildu, los 5 del PNV, el del BNG y el de la Coalición Canaria. Como contrapartida, recibió 171 votos en contra, los que correspondieron a los 137 diputados del PP, los 33 de VOX y el diputado de UPN.
Pedro Sánchez logró el apoyo de ocho grupos parlamentarios diferentes para obtener nuevamente la Presidencia del gobierno, cargo que ocupa desde principios de junio de 2018, pero para ello tuvo que acordar varias concesiones a los Partidos regionales, en especial a los de Cataluña, destacándose generosas rebajas de impuestos para la Generalitat de Catalunya y la ley de amnistía para los dirigentes catalanes que participaron en el intento de secesión de 2017, muchos de ellos encarcelados, y otros en el exterior como Carles Puigdemont, el líder de Junts, que se encuentra en Bélgica. La ley de amnistía enfureció a los partidarios del PP y VOX que realizaron multitudinarias manifestaciones de rechazo en la vía pública.
El 7 se marzo de 2024, luego de casi dos años de espera, finalmente Suecia pudo ingresar a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), convirtiéndose en el miembro número 32 de la misma. Ese día el Primer Ministro sueco, Ulf Kristersson, entregó al Secretario de Estado estadounidense, Anthony Blinken, el documento de ratificación de su país en una ceremonia oficial celebrada en Washington.
Suecia había solicitado ingresar en la alianza atlántica junto a Finlandia en el mes de mayo de 2022, como respuesta de ambos países a la invasión rusa de Ucrania. Finlandia pudo incorporarse a la OTAN en el mes de abril de 2023, en cambio Suecia tuvo que aguardar casi un año más, ya que un nuevo integrante de dicha organización militar debe ser admitido por todos los miembros de la misma.
La oposición de Turquía y Hungría hizo que se retrasara más de lo previsto el ingreso de Suecia a la OTAN. Turquía vetaba el ingreso del dicho país nórdico a la alianza atlántica argumentando que el gobierno sueco había concedido refugio a dirigentes kurdos y a sospechosos de haber participado en el fallido golpe de estado de 2016, y que además se negaba a extraditar a personas que Ankara considera vinculadas a organizaciones terroristas. Así también, el Presidente turco Recep Tayyip Erdogan le exigió a Suecia que tomara medidas contra unos manifestantes que amparándose en las leyes suecas sobre la libertad de expresión profanaran el libro sagrado del Islam. Para desbloquear la cuestión, los suecos entregaron varios refugiados kurdos a las autoridades turcas, en tanto que Estados Unidos aceptó venderle a Turquía aviones de combate F-16, lo que había rechazado anteriormente. Como contrapartida, el Parlamento turco aceptó que se incorporara Suecia a la OTAN en el mes de enero de 2024.
En cuanto a Hungría, el gobierno de Viktor Orban aducía que Estocolmo le faltaba el respeto y agraviaba a su país ya que cuestionaba a la democracia húngara y criticaba su estado de derecho. Para las autoridades húngaras, los suecos tenían una actitud hostil hacia ellos y se percibían moralmente superiores. Finalmente, el Parlamento húngaro (que es controlado por el Partido Fidesz de Orban) aprobó el ingreso de Suecia a la OTAN el 26 de Febrero de 2024 tras la visita a Budapest del Primer Ministro sueco Kristersson realizada para reconstruir la confianza entre ambos países, ocasión en la que también se realizó la compra de aviones de combate suecos por parte de Hungría. De este modo superó el último escollo que quedaba para que Suecia se sumará a la organización militar atlántica.
Suecia, decidió hacer un giro en su política exterior y romper con sus dos siglos de no alineamiento militar para estar bajo el paraguas de la OTAN, como lo están el resto de los países nórdicos, para protegerse de una futura y eventual agresión por parte de Rusia.
La entrada de Suecia a la organización militar atlántica la fortalece ya que le aporta 50.000 soldados más, una potente industria militar de alta tecnología (fabrica aviones de combate, corbetas y submarinos), la fuerza aérea más grande de todos los países nórdicos y una de las más potentes de Europa, y la isla de Gotland, la mayor de todo el mar Báltico y de gran valor estratégico. Con su ingreso se refuerza el control de la OTAN en la zona del Báltico afectando la capacidad de movimiento de la flota rusa estacionada en San Petersburgo y Kaliningrado.
El pasado 2 de mayo de 2024 tuvieron lugar las elecciones municipales en Inglaterra y Gales, y además hubo una elección especial para cubrir una banca en la Cámara de los Comunes del Reino Unido.
Los resultados favorecieron ampliamente al Partido Laborista, consolidando las expectativas de que regrese al poder luego de catorce años de ausencia (Gordon Brown fue el último Primer Ministro laborista dejando su cargo el 10 de mayo de 2010), y para el gobernante Partido Conservador fue una jornada humillante, en la que perdió cientos de concejales y numerosos alcaldes, realizando su peor elección de los últimos cuarenta años.
Los laboristas se quedaron con el control de una importante cantidad de ayuntamientos en Inglaterra que no gobernaban desde hacía décadas, y además se impusieron en las grandes ciudades como Londres, Manchester, Liverpool, Leeds, Sheffield, e incluso en la circunscripción electoral de North Yorkshire, que es a la que pertenecía el entonces Primer Ministro conservador Rishi Sunak.
En cuanto a las elección especial para cubrir un escaño del Parlamento en la circunscripción de Blackpool South (en el norte de Inglaterra), motivada por la dimisión del diputado conservador Scott Benson por presunto tráfico de influencias, se impuso holgadamente el laborista Chris Webb cosechando el 58,9 % de los votos frente al 17,5 % de los sufragios que obtuvo el candidato conservador, ubicándose en tercer lugar el postulante del Reform UK (partido nacionalista, populista y pro-Brexit fundado por Nigel Farage) que logró el 16,9 % de las preferencias.
Ante los contundentes resultados obtenidos, el líder del Partido Laborista, Keir Starmer, reclamó al Primer Ministro Rishi Sunak el adelanto de los comicios generales que se debían celebrar este año, argumentando que el mensaje de los votantes en las urnas fue muy claro, están expresando que se encuentran hartos de la situación actual, como así también del declive, caos y división que padece el Partido Conservador, y que desean fervientemente un cambio de gobierno.
En la ciudad de Londres, capital del país, fue reelecto para un histórico tercer mandato el alcalde laborista Sadiq Khan, quien derrotó por amplio margen a la candidata conservadora Susan Hall. Khan es hijo de inmigrantes paquistaníes, primer alcalde musulmán de Londres y detenta su cargo desde el año 2016.
En la elección del 2 de mayo el Partido Laborista logró el 43,8 % de los votos, el Partido Conservador el 32,7 %, el Partido Liberal demócrata el 6,1 %, el Partido Verde 5,8 % y el Partido Reform UK (pro-Brexit) el 3,5 %.
De acuerdo a las encuestas realizadas en los últimos meses, el 62 % del electorado británico considera que el Brexit fracasó y desean que el Reino Unido retorne a la Unión Europea. Incluso entre los que votaron a favor del Brexit en el referéndum de 2016, el 22% de ellos consideran que el proceso posterior ha resultado malo o muy malo. Entre los motivos que condujeron a este cambio de opinión mencionan, entre otros, al incremento de los precios (debido a los mayores controles fronterizos aduaneros y sanitarios que encarecieron en especial a los alimentos), a los perjuicios que sufrió la economía británica, y a la escasez de mano de obra para cubrir los puestos de trabajo. En definitiva, el Brexit ha deteriorado el nivel de vida de los británicos.
Además de los reclamos del gobierno escocés para que Londres lo autorice a celebrar un nuevo referéndum sobre la independencia de Escocia (posibilidad que hasta ahora se le ha denegado), el Brexit ha permitido que por primera vez en su historia una católica, nacionalista y republicana sea Ministra Principal del gobierno de Irlanda del Norte.
En efecto, Michelle O´Neill del Partido Sinn Féin asumió dicho cargo el 3 de febrero de 2024. Si bien dicho Partido había ganado las elecciones parlamentarias del año 2022, O´Neill no había podido asumir debido al bloqueo institucional (según los Acuerdos de paz de Viernes Santo de 1998 el poder debe ser compartido entre las dos principales comunidades de Irlanda del Norte) que casi por dos años había impuesto el Partido Unionista Democrático -DUP- (protestante y que desea que el territorio siga siendo parte del Reino Unido y que no se integre a la República de Irlanda). El DUP sostenía que el Acuerdo actual de Gran Bretaña con la Unión Europea socava el lugar que le corresponde a Irlanda del Norte dentro del Reino Unido al exigir controles aduaneros sobre algunas mercaderías procedentes del resto del país, y además los unionistas no deseaban participar en un gobierno dirigido por una Ministro Principal del Partido Sinn Féin. Finalmente los unionistas aceptaron retornar al gobierno (la viceMinistra Principal es Emma Little-Pengelly del DUP) y al Parlamento norirlandés, tras un acuerdo alcanzado en enero de 2024 con el gobierno británico, que se comprometió a consolidar por ley la posición de Irlanda del Norte dentro del Reino Unido, modificar la ley de mercado interior de Gran Bretaña para proteger la capacidad del territorio norirlandés para comerciar con el resto del país, y además asistir a Irlanda del Norte con un paquete financiero de 3.300 millones de libras esterlinas.
El gobierno de Gran Bretaña encabezado por Rishi Sunak había adoptado un enfoque más pragmático en sus relaciones con la Unión Europea abandonando una posición refractaria y anti europeísta, lo que posibilitó que mejorarán los vínculos entre ambas partes, como lo demuestran la reincorporación del Reino Unido al Programa Horizonte (de ciencia e investigación) de la UE, como así también el haber alcanzado el Acuerdo Marco de Windsor sobre Irlanda del Norte. No obstante ello, los ciudadanos británicos estaban en contra de las políticas de austeridad que aplicaba el gobierno conservador, y deseaban dejar atrás la crisis económica y social que los afectaba.
El líder del Partido Laborista en la actualidad, Keir Starmer, apoyó en el referéndum de 2016 la permanencia del Reino Unido en la Unión Europea. A pesar de ello, el reingreso de Gran Bretaña a la Unión Europea en los próximos años se presenta como una tarea muy ardua y dificultosa. La decisión sobre su posible reincorporación estará en manos de la Unión Europea, que le exigirá una mayor cooperación y especialmente un fuerte compromiso, no le otorgará ninguna excepción o beneficio, y hasta incluso le podría exigir el abandono de la libra esterlina y la adopción del euro para que pruebe su sincera determinación de integrarse estrechamente al resto de los países miembros de la Unión, y además para hacerle mucho más difícil que la abandone nuevamente. Por otra parte, querrá dar una advertencia a otros miembros de la UE que en el futuro desearan retirarse del bloque regional, por lo que seguramente adoptará en una eventual negociación para reingresar una posición dura e intransigente.
Entre el 6 al 9 de junio de 2024 tuvieron lugar en 27 países del viejo continente las elecciones para cubrir las 720 bancas con que cuenta el Parlamento Europeo. El contexto en que se dieron las mismas fue totalmente diferente al existente en el año 2019, ya que en la actualidad hay que tener en cuenta los efectos económicos y sociales producidos por la pandemia, el apoyo de la Unión Europea a Ucrania en su esfuerzo bélico contra Rusia, y un escenario internacional complejo y difícil en el que el bloque regional intenta posicionarse, estando principalmente enfocado en temas geopolíticos y de defensa.
El resultado de la elección mostró un avance de los partidos de extrema derecha, pero que no fue tan determinante como se temía, no habiéndose producido un cambio sustancial en la composición del Parlamento Europeo, por lo que el mismo seguirá siendo controlado por un conjunto de partidos políticos europeístas, tanto de centro derecha, como lo es el Partido Popular Europeo, como de centro izquierda, es decir los socialdemócratas, contando además estos dos grupos principales con el apoyo de otras fuerzas políticas como lo son los liberales y los verdes.
Por lo tanto, queda claro que la mayoría de los ciudadanos europeos optaron por la moderación y la continuidad, alejándose de posiciones extremas y evitando dar saltos al vacío, lo que no quiere decir que el acto electoral no produjera fuertes cimbronazos políticos en países de gran importancia, como los ocurridos en Alemania y en Francia, quienes justamente son los dos que mayor cantidad de eurodiputados aportan al Parlamento Europeo (96 y 81 respectivamente).
La arrolladora victoria de la extrema derecha francesa que le propinó una dura derrota a Emmanuel Macron, desencadenó una delicada crisis política, la que llevó al Presidente de Francia a disolver la Asamblea Nacional y convocar a elecciones legislativas anticipadas para que los ciudadanos franceses elijan a nuevos diputados el 30 de junio en primera vuelta y el 7 de julio en la segunda. El acto eleccionario arrojó la indiscutible victoria del partido ultraderechista Reunión Nacional de Marine Le Pen, que llevó como cabeza de lista al joven Jordan Bardella, y obtuvo el 31,7 % de los votos. Renacimiento, el partido de Macron, que era encabezado por la eurodiputada Valerie Hayer, logró el 14,4 % de los sufragios, es decir menos de la mitad de los votos que logró el partido triunfador. Los 30 eurodiputados que obtuvo el partido liderado por Le Pen pasarán a formar parte del Grupo del Parlamento Europeo que lleva por nombre “Patriotas por Europa”, en tanto que los 13 representantes que logró el partido del Presidente Macron se integrarán al grupo parlamentario europeo denominado “Europa Renovada”.
Por su parte, el canciller alemán Olaf Scholz sufrió una humillante derrota, ya que su partido, el socialdemócrata (SPD) se ubicó en la tercera posición. La oposición conservadora alemana (los demócratas cristianos de la CDU y su socio bávaro de la CSU) ganó las elecciones europeas cosechando el 30% de las preferencias. En segundo lugar se ubicó el partido de ultraderecha Alternativa para Alemania (AfD) con el 15,90 % de los votos, erigiéndose en la primera fuerza política en el este del país, es decir en lo que era la antigua República Democrática Alemana. La socialdemocracia tan solo obtuvo el 13,90 % de los sufragios ocupando el tercer lugar, siendo éste el peor resultado de su historia en comicios europeos. En tanto que en cuarto lugar se ubicaron los Verdes (principales socios del gobierno de Scholz) logrando el 11,90 % de las adhesiones del electorado. Los liberales, el tercer socio del gobierno del actual canciller de Alemania, sólo lograron el 5,1 % de los votos. Los demócratas cristianos alemanes enviarán 30 eurodiputados al Parlamento Europeo que se integrarán al grupo más grande que es el “Partido Popular Europeo”, los 13 representantes social-demócratas se sumarán al segundo grupo en tamaño que es la “Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas” y por su parte el partido de extrema derecha Alternativa para Alemania enviará 17 diputados al Parlamento Europeo que compondrán el grupo “Europa de las Naciones soberanas”.
Después de Alemania y Francia los dos países que más diputados aportan al Parlamento Europeo son Italia con 76 y España con 61. En Italia se impuso el partido de extrema derecha Hermanos de Italia, que lidera la Presidenta del Consejo de Ministros de la República italiana Giorgia Meloni, logró el 28,76 % de los votos, en tanto que en segundo lugar se ubicó el Partido Democrático (PD) liderado por Elly Shlein, que alcanzó el 24,11% de las preferencias. En cuanto a los aliados del gobierno de Meloni, el partido Forza Italia, liderado por Antonio Tajani luego del fallecimiento de Silvio Berlusconi, logró el 9,59 % de los sufragios, y el partido la Liga, cuyo líder es Matteo Salvini cosechó el 8,98 % de las adhesiones. El resultado electoral significó un doble triunfo para Giorgia Meloni porque no sólo se impuso a la oposición de centro izquierda sino que también a sus aliados en el gobierno, confirmando su liderazgo indiscutido dentro de la coalición gobernante. Los 24 diputados que obtuvo Meloni pasarán a integrar el grupo parlamentario europeo denominado “Conservadores y Reformistas Europeos”, los 21 que alcanzó el Partido Democrático se sumarán al grupo de la “Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas”, los 9 de Forza Italia al grupo del “Partido Popular Europeo” y los 8 de la Liga lo harán al grupo “Patriotas por Europa”. En cuanto a España, quien logró la victoria fue el Partido Popular (PP), de centro derecha, liderado por Alberto Núñez Feijoo, que obtuvo el 34,20 % de los votos, en segundo lugar se posicionó el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) del Presidente Pedro Sánchez que logró el 30,18 % de los sufragios, y en tercer lugar se ubicó el partido de ultraderecha Vox, liderado por Santiago Abascal, que alcanzó el 9,62 % de las preferencias. De este modo, el Partido Popular enviará 22 representantes a la Euro cámara que se integrarán al grupo de los populares, el PSOE mandará 20 eurodiputados que se sumarán a la bancada socialdemócrata, en tanto que los 6 correspondientes a Vox lo harán al grupo de los “Patriotas por Europa”.
Con relación a la participación de la ciudadanía en estas elecciones europeas (considerando que en la mayoría de los países de la Unión Europea el voto es voluntario), el promedio general ha sido del 51,08 % del padrón electoral. En Alemania la participación de los ciudadanos ha alcanzado el 64,78 %, en Francia el 51,50 %, en Italia el 48,31% y en España el 49,21%. Quienes más han participado en el acto eleccionario han sido los belgas habiendo sufragado 89,92 % del padrón y quienes menos lo han hecho fueron los croatas ya que sólo votaron el 21,35 % de los ciudadanos habilitados para hacerlo.
Los ciudadanos europeos han decidido en el acto eleccionario recientemente celebrado que el Parlamento Europeo para el período 2024-2029 (conforme lo establecido en su sesión constitutiva del 15 de julio de 2024) estará compuesto de la siguiente manera: el grupo político más numeroso seguirá siendo el “Partido Popular Europeo-Demócrata Cristianos” (PPE) que se compondrá con 188 eurodiputados, en segundo lugar se ubica la “Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas” (S&D) que tendrán 136 representantes, el tercer lugar corresponde a los “Patriotas por Europa” (PfE) que contarán con 84 diputados, el cuarto lugar le pertenece a los “Conservadores y Reformistas Europeos” (CRE) que poseerán 78 representantes, en la quinta posición se ubica “Europa Renovada” (liberales) que estará integrado por 77 diputados, en el sexto lugar se encuentran los “Verdes/Alianza Libre Europea” que tendrán 53 representantes, en la séptima posición se ubica la “Izquierda” con 46 parlamentarios, luego se encuentra el grupo “Europa de las Naciones soberanas” (ESN) con 25 representantes y finalmente los “No Inscriptos” son 33 eurodiputados. Con relación a la composición del Parlamento anterior, quienes más bancas han perdido son los liberales que contarán con 25 representantes menos y los verdes que han perdido 18 escaños.
En cuanto a los representantes de la extrema derecha en el Parlamento Europeo se encuentran divididos en tres grupos principales, el de los “Patriotas por Europa” (PfE) que tiene como principales referentes al Primer Ministro de Hungría Viktor Orban (líder del partido Fidesz), a la francesa Marine Le Pen (líder del partido Reunión Nacional), al español Santiago Abascal (líder de VOX) y al italiano Matteo Salvini (líder de La Liga); el de “Conservadores y Reformistas Europeos” (CRE) que cuentan con el apoyo de la Presidenta del Consejo de Ministros de Italia Giorgia Meloni (líder del partido Hermanos de Italia) y del ex Primer Ministro de Polonia Mateusz Morawiecki (líder del partido Ley y Justicia); y el de “Europa de las Naciones soberanas” (ESN) que está integrado principalmente por los eurodiputados del partido Alternativa para Alemania (AfD). Estas tres fuerzas de ultraderecha, nacionalistas y soberanistas cuentan en total con 187 representantes, pero a pesar de su elevado número no pueden ejercer un peso mayor porque no actúan conjuntamente, por el contrario tienen posiciones divergentes en importantes temas tales como el futuro de Europa o la guerra de Ucrania.
Por la composición de este nuevo Parlamento Europeo se espera que pierdan peso temas tales como el medio ambiente y las cuestiones de género, y ganen protagonismo otros, tales como las identidades nacionales y las políticas anti migratorias que impidan la llegada al territorio de la Unión Europea de inmigrantes provenientes del continente africano y de Medio Oriente.
Teniendo en cuenta los resultados de las elecciones parlamentarias europeas, el 27 de junio de 2024 el Consejo Europeo tomó una decisión sobre tres altos cargos para el próximo ciclo institucional de la Unión Europea, eligiendo al ex Primer Ministro de Portugal Antonio Costa para el cargo de Presidente del Consejo Europeo, proponiendo a la alemana Úrsula von der Leyen como candidata a Presidenta de la Comisión Europea, y además consideró que la ex Primer Ministra de Estonia Kaja Kallas es la candidata adecuada para ocupar el puesto de Alta Representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad.
El 15 de julio de 2024 el Parlamento Europeo reeligió a Roberta Metsola del Partido Popular Europeo como su presidenta. La mencionada diputada maltesa obtuvo 562 votos a favor frente a los 61 que cosechó la candidata del grupo de izquierda, la española Irene Montero, habiéndo asimismo registrado 76 abstenciones.
El 18 de julio de 2024 la Eurocámara por amplia mayoría reeligió a la alemana Úrsula von der Leyen como Presidenta de la Comisión Europea por cinco años más. La referida candidata del Partido Popular Europeo cosechó 401 votos a favor, 284 en contra y a la vez se registraron 22 votos nulos o en blanco. La dirigente alemana para lograr su segundo mandato recibió el apoyo de los populares, los socialistas, los liberales pero también votaron a favor de ella una gran parte del grupo de los verdes y de los conservadores reformistas europeos. Luego, la Presidenta de la Comisión tendrá que diseñar un equipo de gobierno que la acompañe (son 27 comisarios en total, uno por cada socio comunitario, y que tendrán cada uno de ellos una cartera a su cargo) y deberá presentarlo al Parlamento Europeo para que reciba su aprobación en bloque.
Como ya se ha mencionado, la dura derrota sufrida por el partido del Presidente Emmanuel Macron en las elecciones para el Parlamento Europeo, desencadenó una crisis política que hizo que el Presidente de Francia disuelva la Asamblea Nacional y convoque a elecciones legislativas anticipadas para que los ciudadanos franceses elijan nuevos diputados, estableciéndose el día 30 de junio para la realización de la primera vuelta, y el 7 de julio para la segunda.
Quien se impuso en la primera vuelta fue el partido de ultraderecha populista Reunión Nacional de Marine Le Pen que obtuvo el 33,1 % de los votos. El segundo lugar fue para el Nuevo Frente Popular, que reunió a partidos de izquierda (socialistas, comunistas, ecologistas), comandado por Jean Luc Melenchon, líder del partido de ultraizquierda Francia Insumisa, que logró el 27,99 % de los sufragios. En tanto que Ensemble, el partido de Macron se ubicó en tercer lugar cosechando el 20,4 % de las preferencias. La cuarta posición fue para los Republicanos, partido de derecha conservadora, que obtuvieron el 6,56 % de los sufragios. La participación de la ciudadanía en el acto eleccionario marcó un récord ya que llegó al 66,71 % (la mayor desde el año 1981), es decir casi 33 millones de votantes.
Sin embargo el resultado obtenido por el partido Reunión Nacional, no fue suficiente para alcanzar la mayoría parlamentaria absoluta de 289 diputados que le posibilite formar gobierno, y el candidato Jordan Bardella se convierta en el Primer Ministro de Francia. En ese caso, la cohabitación con el Presidente sería prácticamente imposible, siendo el objetivo de Marine Le Pen forzar la renuncia de Macron, y conseguir elecciones presidenciales anticipadas.
La grave situación económica y social en Francia, y los temas de la inmigración (en especial la islámica) y la inseguridad fueron determinantes para que la mayoría de los ciudadanos vote en contra del gobierno. Dos años de alta inflación y bajos salarios han dejado a muchos franceses con grandes dificultades para poder acceder a productos básicos como lo son los alimentos, la energía y el combustible. También en las zonas rurales del país había un gran descontento con el actual gobierno. A ello se suma el alto endeudamiento que registra el Estado francés.
Ante el resultado de la primera vuelta, tanto el Presidente Macron, como el líder izquierdista radical Jean Luc Melenchon, hicieron un llamamiento para conformar en la segunda vuelta un amplio frente democrático para impedir el triunfo de la extrema derecha, el tradicional “cordón republicano” se había vuelto a erigir ante la inminencia del peligro.
El 7 de julio se realizó la segunda vuelta de las elecciones legislativas francesas. El primer lugar le correspondió al Nuevo Frente Popular (que nuclea a varios partidos de izquierda) liderado por Jean Luc Melenchon que logró 181 bancas en la Asamblea Nacional. En segunda posición se ubicó Ensemble, el partido de Macron, que cosechó 166 escaños. La tercera ubicación le correspondió al Partido Reunión Nacional de Marine Lepen, que en esta oportunidad quedó relegado obteniendo tan sólo 143 representantes. Por su parte, los republicanos conservadores consiguieron 60 diputados. Las fuerzas políticas democráticas y republicanas habían impedido que la extrema derecha llegara al poder en Francia. La participación de la ciudadanía fue altísima y tuvo gran incidencia en el resultado, se registró el 67,7 %, siendo mayor que en la primera vuelta y verdaderamente un récord para los últimos cuarenta años.
En consecuencia, ningún partido alcanzó la mayoría absoluta de 289 bancas, por lo que se abre una etapa de negociaciones para que Macron pueda nombrar al nuevo Primer Ministro. Frente a dicho escenario, lo más probable es que el Presidente de Francia nombre a un técnico o a un moderado, ya que cualquier coalición de convergencia que surja de la Asamblea Nacional será provisoria y frágil. Al haber adelantado los comicios, Macron no puede disolver de nuevo a dicha Asamblea hasta dentro de un año.
El 4 de julio de 2024 tuvieron lugar las elecciones generales en el Reino Unido (las primeras después del Brexit), que habían sido convocadas anticipada y sorpresivamente el pasado 22 de mayo por el ahora ex Primer Ministro británico Rishi Sunak, quien tenía tiempo hasta el mes de diciembre de este año para realizarlas.
Tal como se preveía, los resultados arrojaron una amplia y clara victoria del Partido Laborista, el que regresó al poder luego de catorce años de ausencia (Gordon Brown había sido el último Primer Ministro laborista dejando su cargo el 10 de mayo de 2010), convirtiéndose en consecuencia en el nuevo Primer Ministro el líder del mencionado partido, Keir Starmer. Por el contrario, para el Partido Conservador fue una jornada catastrófica, sufriendo una derrota histórica que no conocía desde el año 1906. Los conservadores (tories) sufrieron el desgaste de una prolongada y desacertada gestión de gobierno, con demasiadas luchas internas y envueltos en una profunda crisis. Ocuparon el cargo de Primer Ministro David Cameron (quien cometió un enorme error político al convocar el referéndum que dio lugar al nacimiento del Brexit y que le costó su cargo), seguido por Theresa May (que tuvo que sufrir los graves desacuerdos internos y las ácidas críticas producidas por las complejas negociaciones con la Unión Europea para lograr la salida del Reino Unido de la misma), luego fue reemplazada por Boris Johnson (quien pudo concretar finalmente el Brexit, pero que se vio envuelto en una serie de escándalos, uno de ellos por las fiestas que organizaba en su residencia oficial durante la pandemia, provocando finalmente tales hechos su renuncia), posteriormente siguió el paso fugaz de Liz Truss, que intentó implementar un desastroso plan económico y duró menos de 50 días en el cargo), y para concluir la etapa le llegó el turno a Rishi Sunak que fue nombrado en octubre de 2022 pero que no pudo en modo alguno revertir la decadente gestión gubernamental del Partido Conservador, habiendo ejercido el cargo menos de dos años.
En la Cámara de los Comunes que cuenta con 650 bancas, los laboristas obtuvieron 411 (210 más que en la legislatura anterior), detentando una holgada mayoría absoluta, y habiendo cosechado el 33,7 % de los votos obtuvieron el 63 % de los escaños en dicha Cámara. Ello se debe al sistema electoral británico que es de escrutinio mayoritario uninominal por distrito y que popularmente se lo conoce como “primero en pasar el puesto” (“first past the post” o FPTP). El Reino Unido tiene 650 distritos que envían sus representantes al Parlamento de Westminster, y cada distrito elige un solo diputado, quien saca más votos gana ese único escaño. El mismo difiere totalmente del sistema de representación proporcional que utilizan la gran mayoría de los países europeos.
En segundo lugar se ubican los conservadores que lograron 121 bancas (perdieron 244 que habían obtenido en las elecciones generales del año 2019), habiendo cosechado el 23,7 % de los sufragios. En tercera posición se encuentran los liberal demócratas que obtuvieron 72 escaños, siendo votados por el 12,2 % de los ciudadanos británicos. La cuarta posición le corresponde a los independentistas escoceses del Scotish National Party (SNP) que cosecharon 9 bancas, haciendo una pésima elección ya que perdieron 39 escaños con respecto a su representación en la legislatura anterior. El partido de extrema derecha, Reform UK, liderado por Nigel Farage (uno de los principales impulsores del Brexit) logró ingresar por primera vez al Parlamento de Westminster, ya que cuenta con 5 diputados, habiendo obtenido el 14,3 % de los sufragios. En Gran Bretaña, donde el voto es voluntario, participó en el acto comicial el 60 % del electorado habilitado a hacerlo, siendo la segunda participación más baja desde el año 1885.
En cuanto a las Naciones constitutivas del Reino Unido, Inglaterra se encuentra dividida en 9 circunscripciones electorales: Londres (con 75 bancas), Sudeste (con 91), West Midlands (con 57), Noroeste (con 73), East Midlands (con 47), Este (con 61), Sudoeste (con 58), Noroeste (con 27) y Yorkshire&the Humber (con 54). En todas ellas quienes cosecharon más bancas fueron los laboristas. Inglaterra aporta 543 escaños a la Cámara de los Comunes.
En tanto que en Escocia, que otorga 57 bancas al Parlamento de Westminster, los laboristas obtuvieron 37, el Partido Nacional Escocés (SNP) 9, los liberal demócratas 6, y los conservadores tan sólo 5. Los independentistas escoceses, que han dominado la política local los últimos 15 años, hicieron una paupérrima elección, ya que llegaron a la misma muy debilitados debido principalmente a la inesperada renuncia en el año 2023 de la ex Ministra Principal escocesa Nicola Sturgeon, figura destacada del SNP. El actual Ministro Principal, John Swinney, había prometido que si el SNP lograba una contundente victoria en estas elecciones solicitaría a Londres la autorización para realizar un nuevo referéndum sobre la independencia escocesa, lo que actualmente, en vista de los resultados obtenidos, se ha transformado en una acción inviable.
Por su parte, en Gales, que envía 32 diputados al Parlamento británico, los laboristas cosecharon 27, el Partido Plaid Cymru 4 y los liberales demócratas 1.
Finalmente, en Irlanda del Norte, que concede 18 lugares en la Cámara de los Comunes, el Partido Sinn Féin logró 7, el Partido Unionista Democrático (DUP) 5, los socialdemócratas y laboristas 2, la Alianza 1, el Partido Unionista del Ulster (UUP) 1, la Voz Tradicional Unionista 1, y otros 1.
Los principales temas de la campaña fueron: la enrome cantidad de migrantes irregulares que cruzan en botes el Canal de la Mancha y aspiran a que se les conceda asilo político, teniendo en cuenta los votantes que el plan de Rishi Sunak para enviarlos masivamente a Ruanda había fracasado; el alza del costo de vida que sufren los británicos desde 2022 y que ha disparado los precios de la energía, los alimentos y los alquileres; el escaso crecimiento económico; las pocas acciones que se han realizado para convertirse en una economía “verde”; el calamitoso estado en que se encuentra el Sistema Nacional de Salud (NHS) con hospitales sobrecargados, escasez de profesionales, repetidas huelgas del personal sanitario y millones de personas esperando para poder acceder a sus tratamientos por no conseguir turnos, y el aumento de la inseguridad en el Reino Unido.
Al respecto, Starmer sostuvo que abandonará el plan del gobierno conservador de Sunak para expulsar a los migrantes en situación irregular enviándolos en avión a Ruanda y que su estrategia principal con respecto a este tema será luchar contra las mafias de traficantes de personas y reforzar la cooperación con los gobiernos de Europa. Así también, prometió que no subirá los impuestos a los trabajadores, y que financiará el aumento del gasto estatal con el crecimiento de la economía del país, lo que posibilitará fortalecer la prestación de servicios públicos, en particular el actualmente deficiente Sistema Nacional de Salud.
La victoria de Keir Starmer, se debe a que desde que fue elegido líder del Partido Laborista en el año 2020 lo llevó a una posición de izquierda más centrista y moderada, alejándolo de la izquierda radical, lugar donde lo había posicionado su anterior líder, Jeremy Corbyn, que terminó siendo expulsado del mismo. Además, monopolizó el voto castigo que la ciudadanía británica le aplicó a los conservadores por su lamentable gestión en su extenso período de gobierno. También, se benefició porque el voto de la derecha se repartió entre varios Partidos, el Conservador, el DUP, el UUP, y especialmente el Reform UK de Nigel Farage que le restó muchos sufragios a los conservadores, negándoles de esta forma lograr la primera posición en varios distritos en los que se impusieron los laboristas, los que indudablemente se beneficiaron del sistema electoral del Reino Unido que es mayoritario uninominal por distrito. Los conservadores, si bien obtuvieron 23,7 % de los votos y sólo lograron ocupar el 19 % de los escaños del Parlamento británico.
Keir Starmer se convirtió en Primer Ministro británico el pasado 5 de julio, día que visitó al Rey Carlos III, quien le encargó que formara gobierno y luego se mudó a Downing Street. Su gestión al frente del gobierno del Reino Unido no será para nada sencilla, ciertamente le espera una difícil y ardua tarea para lograr la recuperación de su país, el que está transitando una etapa de alta inestabilidad política, económica y social desde que por una escasa mayoría los ciudadanos británicos decidieran abandonar a la Unión Europea (recordemos al respecto que Starmer en el referéndum de 2016 apoyó la permanencia del Reino Unido en la Unión), y que ahora reclaman un urgente cambio de rumbo.
En otro orden de cuestiones, cabe mencionar que el Departamento de Europa, conjuntamente con la Cátedra de la Unión Europea, organizó la Mesa Nº 3 del VI Congreso del Consejo Federal de Estudios Internacionales (CoFEI) denominado “Cambio global, nuevos desafíos, agendas y diplomacias” realizado bajo la modalidad presencial y virtual en la Universidad Nacional del Chaco Austral los días 8, 9 y 10 de noviembre de 2023. La referida Mesa abordó el tema “Las relaciones de la Unión Europea con América Latina y el Caribe. Actualidad y Perspectivas” habiendo participado en la misma los académicos: Guillermo Pérez Sánchez (de la Universidad de Valladolid, España), Sara Núñez de Prado Clavell (de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, España), y Mariana Polizzi (del CONICET e IRI), siendo moderada dicha actividad por el Coordinador del Departamento de Europa del IRI. Además, el Departamento de Europa, conjuntamente con la Cátedra de la Unión Europea y el Instituto de Derecho Internacional Público y Agenda Global para el Desarrollo del Colegio de Abogados de La Plata, organizó la Conferencia “Finlandia en el mundo actual” que tuvo lugar en la sede del mencionado Colegio el 30 de noviembre de 2023 interviniendo como disertante la señora Embajadora de Finlandia en la Argentina, Nicola Lindertz, quien detalló los principales aspectos políticos, económicos, sociales y culturales de su país como así también sus relaciones exteriores en particular con la República Argentina.
Por otra parte, en el mes de Junio de 2024 se publicó el Boletín Nº 1 del Departamento de Europa, siendo su editora Mariana Polizzi, y contando el mismo con artículos académicos confeccionados por la mencionada editora, el Coordinador del Departamento de Europa, y los académicos españoles Carlos Gil Gandia y Sara Núñez de Prado Clavell.
Para concluir, también deseo agradecer a Guillermo Pomini y Mariana Polizzi quienes han confeccionado la Cronología Europea, como así también a todos los miembros del Departamento, los que colaboran desinteresadamente en el desarrollo de las distintas actividades que él mismo realiza.
Juan Carlos Pérsico
Coordinador