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Sahara Occidental: Francia en el podio de las violaciones al derecho internacional
Luz Marina Mateo[1]
Introducción
Año tras año, la descolonización del Sáhara Occidental se torna un objetivo cada vez más problemático y con mayores aristas, que muestran de qué manera los intereses en términos de poder a los que se refieren las antiguas teorías realistas de las relaciones internacionales, prevalecen sobre las normas más elementales de derecho internacional en términos de justicia, libertad y autodeterminación de los pueblos.
En este breve trabajo, se centrará la mirada sobre las últimas noticias relativas a la postura de Francia, que va a contramano de lo manifestado por la ONU, la Unión Africana y las sentencias del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, a lo cual se suman otras manifestaciones y acciones diplomáticas de protesta por el apoyo de Emmanuel Macron a la “marroquinidad” de un territorio que Marruecos -que goza de la protección histórica francesa- ocupa ilegalmente desde hace casi cinco décadas.
Colonialismo en pleno siglo XXI
En un artículo de su autoría, el diplomático saharaui Sidi Omar[2] (2022:20) sostiene lo que varias veces se ha dicho en este y otros espacios: que “La ocupación militar del Sahara Occidental por parte de Marruecos afectó de lleno dos principios fundamentales del orden internacional vigente, a saber, el derecho de los pueblos a la libre determinación y la inadmisibilidad de la adquisición de territorio por la fuerza”, agregando que “Sin embargo, el Consejo de Seguridad, que tiene, en virtud de la Carta de la ONU, la responsabilidad primordial de mantener la paz y la seguridad internacionales no tomó ninguna medida decisiva contra Marruecos por razones relacionadas principalmente con la realpolitik”.
Cabe recordar que Francia es uno de los 5 miembros permanentes del Consejo de Seguridad lo que explica, en gran parte. la fuerza que posee en la esfera de las relaciones internacionales. En ese sentido, coincido con Omar (op.cit.) en la idea de que ese órgano principal de la ONU mantiene en la cuestión del Sáhara Occidental un enfoque “pasivo y ambivalente” que permite inferir que su no resolución -llevar a cabo un referéndum de autodeterminación en el que el pueblo saharaui pueda elegir libremente su destino- radica en “la tensión entre algunos enfoques basados en la doctrina de la realpolitik, por una parte y el derecho de los pueblos colonizados a la libre determinación y la independencia, por otra”.
Si bien esa tensión entre realpolitik y derecho internacional es innegable, resulta inaceptable que Francia -casi imitando la acción del español Pedro Sánchez hace dos años (Mateo, 2022)-, continúe enarbolando su pasado colonial, violando las normas básicas de convivencia de la comunidad internacional establecidas en la Carta de las Naciones Unidas, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, así como el haz de resoluciones de la ONU que protegen el derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui.
Los hechos recientes
Mientras el mundo asistía deslumbrado a la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos 2024 acontecida en París, el presidente francés, Emmanuel Macron, enviaba ese mismo día una carta al rey de Marruecos, Mohamed VI, en la que ponía de manifiesto su apoyo al plan de autonomía que el monarca ve como única resolución posible al conflicto del Sáhara Occidental. Como ya se ha dicho, de nada vale para Francia que el derecho internacional en pleno niegue esa posibilidad impuesta sin escuchar la opinión del pueblo saharaui en las urnas de un referéndum.
Las razones de esta actitud de Macron son varias pero citaremos sólo algunas, sin orden de prioridad: a) el enfrentamiento histórico entre Francia y Argelia tras la heroica guerra de liberación nacional argelina en la que venció al ejército francés, que tiene como correlato el apoyo de Francia a Marruecos en contra de Argelia que, a su vez, sostiene la lucha del pueblo saharaui; b) la gran riqueza en recursos naturales que posee el territorio del Sáhara Occidental y c) la cuestión migratoria ya que, con esta postura, Francia pretendería lograr “el compromiso de Mohamed de no seguir chantajeando con el manejo del flujo de refugiados que llegan al reino para luego ingresar a territorio europeo, siempre que no acaben su intento en la tumba marina del Mediterráneo” (Gaudin, 2024).
A lo expuesto en el párrafo anterior se le puede agregar un nuevo dato de estricta actualidad. Al día siguiente de conocido el texto de la carta enviada por Emmanuel Macron a Mohamed VI, se hizo público que la empresa francesa Egis (en consorcio con la también francesa Syntra y la marroquí Novec), ganó una licitación por un monto de 130 millones de euros, para hacerse cargo de la ampliación de la línea de trenes de alta velocidad entre Kenytra y Marrakech, desplazando a empresas de China, Corea del Sur y España (Infobae, 2024).
Ante este escenario, las reacciones contra la postura de Francia respecto del Sáhara Occidental no demoraron en llegar. El Frente Polisario emitió un comunicado en el que condena
en los términos más enérgicos la reciente posición declarada por Francia, de apoyar públicamente la guerra expansionista del régimen de opresión ocupación marroquí, anunciando su apoyo a la llamada “autonomía”, con el único fin de privar al pueblo saharaui de ejercer su derecho inalienable a la autodeterminación y la independencia, claramente garantizado por todas las convenciones y leyes internacionales y reconocido por todos los organismos de derecho internacional, especialmente las Naciones Unidas (SPS:2024).
La respuesta de Argelia tampoco se hizo esperar: el 30 de julio el país norafricano retiró su embajador en París y, al día siguiente, en conferencia de prensa, el ministro de Exteriores argelino, Ahmed Attaf, declaró que
La decisión francesa avanza hacia impedir el derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación, eliminando soluciones políticas alternativas honestas para resolver el conflicto distintas a las que quiere Marruecos, legitimando el colonialismo en el Sáhara Occidental y ganando más tiempo para dedicar la realidad colonial e imponerla a la comunidad internacional y obligarla a aceptarla y adaptarse a ella (SWI / EFE:2024).
Desde Sudáfrica, el diplomático y miembro del oficialista ANC (Congreso Nacional Africano, por sus siglas en inglés), Phatse Justice Piitso, en consonancia con el apoyo histórico de su país a la lucha del pueblo saharaui, sostuvo en un artículo de opinión titulado “Ecos Imperiales: la lucha del Sáhara Occidental y el nuevo colonialismo”, que “la carta del Presidente de la República Francesa confirma lo que dice la academia africana: es cierto que, incluso hoy en día, Francia todavía teme la independencia política, social y económica de África” (Piitso:2024)[3].
La Unión Europea, por su parte, reiteró que su posición como bloque “permanece invariable”, al tiempo que respaldó al secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres y a su enviado especial para el Sáhara Occidental, Staffan de Mistura, recordando que “cualquier resolución debe estar en conformidad con las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas” (Europa Press, 2024), tras lo declarado en tal sentido a la prensa en la sede de la ONU en Nueva York por Stéphane Dujarric, portavoz del secretario general.
A la espera de la sentencia definitiva del TJUE (y una Opinión Consultiva de la CIJ sobre otro tema, que dio que hablar en posible favor de los intereses saharauis)
Mientras todo esto acontece, es dable recordar que para dentro de un par de meses se aguarda una sentencia definitiva del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) que se expedirá sobre la validez de la inclusión -o no- del territorio del Sáhara Occidental en los acuerdos comerciales y de pesca UE-Marruecos, que ya ha tenido tres sentencias desfavorables para los intereses marroquíes (Mateo, 2018), esperándose que la próxima vaya en el mismo sentido. A todo esto, Marruecos despliega su Marina Real en las costas del Sáhara Occidental (Cembrero, 2024), como una demostración de fuerza para poder continuar con el expolio de los recursos naturales del territorio.
En otro orden, cabe recordar también que, el 16 de octubre de 1975, la Opinión Consultiva de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en el “Caso relativo al Sáhara Occidental” estableció que no existía
ningún vínculo de soberanía territorial entre el territorio del Sáhara Occidental, por una parte, y el Reino de Marruecos o el complejo mauritano, por la otra. Por lo tanto, la Corte no comprobó que existieran vínculos jurídicos capaces de modificar la aplicación de la resolución 1514 (XV) en lo que se refiere a la descolonización del Sáhara Occidental y, en particular, a la aplicación del principio de la libre determinación mediante la expresión libre y auténtica de la voluntad de las poblaciones del territorio. (CIJ, 1975).
Dos semanas más tarde de conocida aquella decisión de la CIJ, Marruecos iniciaría la “Marcha Verde”, a través de la cual invadió gran parte del territorio del Sáhara Occidental (Hamad, 2016) y, pocos años después, inició su política de apartheid con la construcción de una serie de muros con minas antipersona y antitanque -que aún hoy permanecen en el territorio- y que lo convierten en el mayor muro de separación del mundo (PUSL, 2016).
Lo hasta aquí expuesto conduce a evocar la similitud con el caso de Palestina, sobre el cual una reciente Opinión Consultiva de la CIJ referida a “las consecuencias jurídicas de las políticas y prácticas de Israel en el territorio palestino ocupado, incluido Jerusalén este” (CIJ, 2024), responsabiliza a Israel de apartheid y de violar gravemente el derecho internacional, decisión que fue considerada como “histórica” por Tirana Hassan, directora ejecutiva de Human Rights Watch, quien sostuvo que la misma “debe ser una nueva llamada de atención para que Estados Unidos ponga fin a su atroz política de defensa de la opresión de los palestinos por parte de Israel y para que otros países también se replanteen sus políticas” (HRW, 2024).
Es de señalar que, aunque esta decisión de la CIJ referida a Israel no tiene ninguna vinculación jurídica con el caso del Sáhara Occidental, el Frente Polisario emitió un comunicado al respecto en el cual “saluda” esta Opinión Consultiva y, a la luz de la misma, recuerda
a todos los Estados que están obligados en virtud del derecho internacional a no reconocer la ocupación ilegal marroquí y la anexión del Sáhara Occidental y a no proporcionar ayuda o asistencia a la potencia ocupante de ninguna manera que pueda conducir al fortalecimiento de esta situación ilegal creada por una violación grave de las normas y principios básicos del Derecho Internacional, incluida la prohibición de adquirir territorio mediante la amenaza o el uso de la fuerza. (FP, 2024)
Estas expresiones del gobierno saharaui exhortan a la comunidad internacional, a la ONU en general y a las potencias en particular a que, desde el punto de vista político, jurídico y de las relaciones internacionales, se dejen de aplicar “dobles estándares” para evaluar los distintos casos y se comience a actuar con coherencia y apego al derecho internacional.
A modo de cierre
La complejidad de la cuestión saharaui va in crescendo con el paso del tiempo. Es de esperar que el TJUE, en el otoño europeo, le dé una vez más la razón al pueblo saharaui. Asimismo, es necesario que se llegue a una solución de fondo, justa, que ponga fin a las violaciones al derecho internacional, que incluyen no sólo los derechos civiles y políticos sino también los económicos, sociales y culturales de los que el pueblo saharaui debería gozar plenamente si se cumplieran las normas. Esto puede lograrse por la vía pacífica, llevando a cabo el referéndum de autodeterminación que permita a ese pueblo elegir libremente su futuro. Si la dramática situación persiste y/o la violencia escala, la responsabilidad no es -ni puede ser- de un pueblo que lucha por su autodeterminación sino, justamente, de quienes se oponen a ella persiguiendo intereses que nada tienen que ver con la paz, la libertad y la justicia.
Bibliografía
Cembrero, Ignacio (2024). “La Marina de Marruecos efectuará cuatro meses seguidos de ejercicios de tiro frente a Canarias”. En El Confidencial, 3 de agosto de 2024. Disponible en:
CIJ (1975). OC “Caso relativo al Sáhara Occidental”. Disponible en: https://www.dipublico.org/cij/doc/61.pdf
———- (2024) OC “Legal consequences arising from the policies and practices of Israel in the occupied Palestinian territory, including East Jerusalem”. Disponible en: https://www.icj-cij.org/sites/default/files/case-related/186/186-20240719-adv-01-00-en.pdf
EFE (2024). “Argelia cree que el apoyo de Francia al plan marroquí del Sáhara “no contribuye a la paz”. En Swissinfo.ch, 31 de julio de 2024. Disponible en: https://www.swissinfo.ch/spa/argelia-cree-que-el-apoyo-de-francia-al-plan-marroqu%c3%ad-del-s%c3%a1hara-%22no-contribuye-a-la-paz%22/85582998
Europa Press (2024). “La UE reafirma su postura sobre el Sáhara tras el reconocimiento de la soberanía marroquí por parte de Francia”. En Público, 31 de julio de 2024. Disponible en:
FP (2024). “El Gobierno saharaui afirma que las conclusiones de la opinión consultiva de la CJI se aplican ampliamente al Sáhara Occidental”. En SPS, 21 de julio de 2024. Disponible en: https://archive.spsrasd.info/es/2024/07/21/4320.html
Gaudín, Andrés (2024). “Apoyo a la limpieza étnica en Marruecos: los JJOO no ocultan la Francia despótica”. En: Tiempo Argentino. 4 de agosto de 2024. Disponible en: https://www.tiempoar.com.ar/ta_article/apoyo-a-la-limpieza-etnica-en-marruecos-los-jjoo-no-ocultan-la-francia-despotica/amp/
Hamad, Hmad (2016). “La Marcha Verde marroquí y la ocupación del Sahara Occidental en 1975”. En Voz del Sáhara Occidental en Argentina, 6 de noviembre de 2018. Disponible en: https://rasdargentina.wordpress.com/2018/11/06/hmad-hamad-y-el-6-de-noviembre-la-marcha-verde-marroqui-y-la-ocupacion-del-sahara-occidental-en-1975/
HRW (2024) “La Corte Internacional de Justicia declara a Israel responsable de apartheid”. En HRW, 19 de julio de 2024. Disponible en: https://www.hrw.org/es/news/2024/07/19/la-corte-internacional-de-justicia-declara-israel-responsable-de-apartheid
Infobae (2024). “Francesa Egis gana contrato de asistencia para extender tren alta velocidad en Marruecos”. En Infobae. 1 de agosto de 2024. Disponible en: https://www.infobae.com/america/agencias/2024/08/01/francesa-egis-gana-contrato-de-asistencia-para-extender-tren-alta-velocidad-en-marruecos/
Mateo, Luz Marina (2018). “Tres sentencias del TJUE impiden incluir al Sáhara Occidental en los acuerdos con Marruecos”. En Anuario en Relaciones Internacionales. IRI-UNLP. Argentina. Disponible en:
https://www.iri.edu.ar/wp-content/uploads/2018/08/A2018africaArticulosMateo1.pdf
———- (2022). “El Sáhara Occidental y la carta que ignora el derecho internacional”. En Anuario en Relaciones Internacionales. IRI-UNLP. Argentina. Disponible en:
https://www.iri.edu.ar/index.php/2022/09/30/a2022-africa-articulos-mateo/
Omar, Sidi (2022). “La continua irresolución del conflicto del Sahara Occidental: El derecho a la libre determinación frente a la realpolitik”. En Cuadernos de Nuestra América. Nueva época. Nº 3. RNPS 2529. Centro de Investigaciones de Política Internacional. Cuba. (pp. 20-22).
Piitso, Phatse Justice (2024). “Imperial Echoes – The Struggle for Western Sahara and the New Colonialism”. En The Pan Afrikanist. Reclaiming our pride, 4 de agosto de 2024. Disponible en: https://thepanafrikanist.com/imperial-echoes-the-struggle-for-western-sahara-and-the-new-colonialism/
PUSL (2016). “El mayor muro de separación del mundo”. En PUSL, 12 de diciembre de 2016. Disponible en: https://porunsaharalibre.org/2016/12/12/mayor-muro-separacion-del-mundo/
SPS (2024). “El Frente POLISARIO condena enérgicamente el apoyo de Francia a Marruecos”. En Sahara Press Service, 30 de julio de 2024 Disponible en: https://archive.spsrasd.info/es/2024/07/30/4473.html
[1] Secretaria del Departamento de África (IRI-UNLP).
[2] Representante ante la ONU del Frente Polisario (Frente Popular para la Liberación de Saguia El Hamra y Río de Oro), reconocido como movimiento de liberación nacional del pueblo saharaui.
[3] Traducción libre de la autora del original en inglés, citado en las referencias bibliográficas de este artículo.
