India es la concatenación de conceptos georreferenciales, debates internacionales e interacciones estatales y de bloque que han venido forjando alianzas y esfuerzos que trascienden los límites regionales y que facilitan el posicionamiento de esta nación en coaliciones geográficamente distintas. En las siguientes líneas esbozaremos los pilares de la política exterior india en la era del primer ministro Narendra Modi para vincularlos con el multi-alineamiento como estrategia para cumplir no sólo sus intereses domésticos sino posicionarse positivamente en los escenarios de regiones emergentes en los que India se circunscribe como miembro y/o actor predominante y representa un contrapeso del Sur Global a los poderes históricamente reconocidos.
Pilares de la política exterior India en tiempos de Modi
Desde la llegada de Narenda Modi al poder en 2014 hasta la actualidad, India experimenta un crecimiento económico, tecnológico, comercial y militar que ha catapultado el rol de esta nación en los asuntos internacionales. Por un lado, ha logrado desarrollos y relaciones estratégicas que le permiten ejercer acciones en política exterior con mayor margen de acción en diferentes asuntos de la agenda internacional y, por otro, ha consolidado un liderazgo regional que, a la par de la ampliación georreferencial de su esfera de influencia, puede rendir grandes beneficios para el logro de uno de sus principales objetivos: la institucionalización de una nueva configuración del orden mundial con directo impacto sobre la gobernanza global.
En este sentido, la política exterior india bajo el liderazgo de Modi se sustenta sobre pilares que facilitan su posición multi-alineada y versátil, a la hora de consolidar nuevos espacios de influencia y despliegue diplomático, permitiendo el ascenso de la representatividad de la India en el Sur global.
Para empezar, la ‘Act East Policy’ es quizá uno de los primeros virajes de política exterior que realizó Modi en el poder, ya que pretende posicionar a India como un actor geoestratégico en el Pacífico asiático, tratando de superar a su predecesora la Look East Policy que, si bien como un primer intento posibilitó avances en cooperación y entendimiento con naciones del Sudeste de Asia luego de la Guerra Fría, estuvo mayormente ligado a relaciones bilaterales con países de la ASEAN y su esfera de influencia; por esta razón la AEP es considerada una iniciativa mucho más ambiciosa. En este sentido, esta estrategia pareciera impulsar más dinámicamente el posicionamiento de la India como actor relevante a nivel regional, sin embargo, es necesario considerar que la flexibilidad del proceder indio a la hora de adoptar decisiones o definir alineamientos con múltiples actores, puede ser también contraproducente y minar sus esfuerzos por convertirse en un socio confiable.
También es importante reconocer que China representa un reto para la implementación de la Act East Policy pues compite por el liderazgo regional con India, despliega una activa diplomacia multilateral para afrontar la influencia de socios y/o aliados de países occidentales y, a través de su poder económico y financiero, fija reglas y ordena las acciones de actores secundarios que priorizan los beneficios derivados del aporte comercial, de inversiones e incluso militar que China ofrece.
El segundo eje de la política exterior india es el Plan ‘Make in India’, cuyo objetivo central consiste en posicionar a India como un eslabón relevante dentro de la cadena de producción e innovación en sectores como el automotriz (electromovilidad), tecnologías de la información (TI), biomedicina, químicos, infraestructura, y alimentos entre otros. Sobre este punto declaraciones oficiales destacan los avances realizados:
«…desde el lanzamiento de esta iniciativa histórica, el Gobierno de la India ha implementado varias reformas para crear un entorno propicio que impulse la manufactura, el diseño, la innovación y las ‘startups’. La India ha emergido como la economía de más rápido crecimiento a nivel mundial. La tasa de crecimiento de la India, del 7,5%, está acelerándose y se mantiene como un oasis de crecimiento en medio de un panorama económico mundial moderado” (Ministry of External Affairs – Government of India, 2024).
Considerado en el marco de una estrategia general de reconstrucción económica y posicionamiento global como actor destacado, es uno de los ejes cruciales para el desarrollo nacional y está estrictamente vinculado con el ejercicio de una política exterior que busca ampliar márgenes de autonomía y autosuficiencia. No obstante, el Make in India, por un lado impulsa el establecimiento de relaciones comerciales con países vecinos y del Este de Asia y, por otro, abre la puerta a interacciones con actores emergentes del Sur Global a través de formas de relacionamiento y cooperación con Occidente, y economías en desarrollo de África y América Latina y el Caribe.
Ahora bien, un tercer eje en la política exterior India, es el pilar de la Cooperación Sur- Sur, enmarcada en el contexto georreferencial del Sur Global como escenario óptimo para el posicionamiento de Nueva Delhi como líder o pívot de países aliados y/o socios que, a través de esfuerzos multilaterales, intentan abrirse paso en el escenario internacional. Un claro ejemplo lo brinda el programa “Vaccine Maitri (Amistad de Vacunas), con el que la India exportó más de 100 millones de dosis de vacunas a países vecinos” (Kant, 2021). También queda en evidencia a través de su participación en foros intra y/o birregionales Sur – Sur como son el “BRICS Africa Outreach” o el “BRICS Plus Dialogue”1 o El Foro de Diálogo India, Brasil y Sudáfrica (IBSA).
Conclusiones
La política exterior india se ha concentrado en satisfacer los intereses nacionales a través, de relaciones internacionales efectivas. En particular, bajo el gobierno de Modi, India entendió que la praxis de política exterior podía estar disociada de finas sintonías ideológicas con sus interlocutores e igualmente lograr buenas relaciones y definir proyectos comunes; algo que sucede, por ejemplo, con China, Rusia y Estados Unidos en el ámbito bilateral cuando, a través de tácticas sobre multi-alineamiento, logra dar respuestas a sus necesidades domésticas y objetivos externos con la consecuente ganancia de prestigio internacional (Raghavan, 2017).
De este modo, India ha labrado un camino de cooperación fructífero a lo largo de casi dos décadas que le permite cobrar relevancia en Asia, África y América Latina; territorios tradicionalmente enmarcados en el discurso del Sur Global. Su apuesta al multilateralismo y la vigencia de los tres pilares de acción internacional, facilitan el posicionamiento de India como actor decisivo para el reordenamiento de la arquitectura de poder mundial desde un plano más equitativo, incluyente y recíproco en el que países del Sur Global tengan mayor voz y voto.
De manera simultánea, y como parte de una estrategia global de recuperación de espacios de influencia regional y global, India dedica recursos económicos, políticos y simbólicos, a la visibilización de sus iniciativas sobre cooperación entre países desarrollados y en desarrollo; una suerte de marketing diplomático a cargo de actores públicos y privados, busca construir una imagen positiva del país en el exterior, sin descuidar el frente interno; por este motivo, como potencia tecnológica recurre a la tecno diplomacia externa y la tecno comunicación doméstica de iniciativas y acciones gubernamentales, mediante plataformas informativas incluyentes y adaptadas lingüísticamente con el fin de que ciudadanos pertenecientes a diferentes grupos étnicos, sea cual sea su nivel educativo y habiten zonas rurales o centros urbanos, las conozcan.
Angie Carolina Rodríguez Robayo
Maestranda en Relaciones Internacionales
IRI-UNLP
Referencias
1 Véase en el sitio web de estas plataformas: https://www.brics2018.org.za/brics-outreach/
