La Cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) 2024, celebrada entre el 10 y 16 de noviembre en Lima (Perú) se destacó como uno de los eventos internacionales más relevantes del año. Los países miembros de APEC representan aproximadamente el 60% del PIB mundial y más del 40% del comercio global. Este foro reúne a 21 economías que incluyen algunas de las más grandes del mundo, como Estados Unidos, China, Japón, Rusia y Australia, además de varios países de rápido crecimiento en Asia y América Latina. La Cumbre APEC confirmó que el océano Pacífico es hoy el epicentro de la economía global, desplazando al Atlántico Norte como eje predominante del comercio y la innovación.
El evento estuvo marcado por la creciente influencia de Asia en la economía mundial, con China en un papel protagónico. Como el principal productor manufacturero global y economía que más importa y exporta bienes y servicios a nivel mundial, el país asiático se consolidó en los últimos años como el principal dinamizador del comercio global y promotor de un nuevo modelo de globalización incluyente[1], que tiene al Pacífico como eje central. Este protagonismo quedó claro en las palabras del presidente chino Xi Jinping, quien abogó por una mayor cooperación entre los países del Pacífico, resaltando la importancia de la integración económica para enfrentar desafíos comunes como el cambio climático y las tensiones geopolíticas[2].
Uno de los momentos más esperados fue la reunión bilateral entre el presidente de los EE.UU., Joe Biden, y Xi Jinping. Este encuentro, realizado al margen de la cumbre, tuvo un significado especial en un contexto de tensiones comerciales y estratégicas entre ambas potencias, y en vísperas de la asunción de Donald Trump como nuevo presidente norteamericano. Los líderes destacaron la necesidad de evitar la escalada de conflictos y de mantener canales de diálogo abiertos, subrayando que una colaboración prudente entre Estados Unidos y China es esencial para la estabilidad global[3].
Además, la atención internacional se centró en la inauguración del puerto de Chancay, una ambiciosa obra de infraestructura desarrollada con inversión china. Este megaproyecto, ubicado a 80 kilómetros al norte de Lima, es considerado un punto clave para la conectividad comercial entre Asia y América Latina. Sin embargo, el puerto ha recibido una férrea oposición desde Estados Unidos, quienes plantearon su preocupación ante el “creciente control de China de la infraestructura local”[4]. La generala del Comando Sur, Laura Richardson se preguntó incluso “¿por qué hay tanto enfoque en la infraestructura crítica de este hemisferio por parte de los chinos?”, y deslizó que China podría utilizar el puerto con fines militares”[5]. Sin embargo, a pesar de las controversias, Chancay se perfila como un símbolo del dinamismo económico que caracteriza al área del Pacífico y de la creciente cooperación Sur-Sur. La inauguración del puerto es una de las manifestaciones más concretas de la crisis de la hegemonía estadounidense y de su pérdida de capacidad de influencia sobre la región.
La Declaración de Machu Picchu reafirmó el papel estratégico del Pacífico como espacio de convergencia para las economías más dinámicas del mundo, y llamó a garantizar que Asia y el Pacífico siga siendo la región más dinámica e interconectada del planeta, contribuyendo a aminorar las tensiones geopolíticas globales[6]. La agilización del comercio entre sus miembros no solo reditúa en beneficios económicos regionales, sino que también tiene un impacto positivo a nivel global. Este foro se consolida como una referencia ineludible para entender el nuevo orden internacional que está emergiendo.
En un mundo cuyo centro de gravedad geopolítico se desplaza hacia el Pacífico, la «paz» adquiere un doble significado: no solo como el vasto océano que hoy es el corazón económico del planeta, sino también como el horizonte de un orden internacional más inclusivo y cooperativo. La clave para un futuro sostenible radica en un Pacífico que sea, tanto por nombre como por espíritu, sinónimo de un mundo en paz.
Sebastián Schulz
Departamento de Asia y el Pacífico
IRI – UNLP
[1] Liu, W. y Dunford, M. (2016). Inclusive globalization: unpacking China’s Belt and Road Initiative. Area Development and Policy, 1, (3), 1-18.
[2] Xi, J. (2024). Texto íntegro del discurso del presidente chino en 31ª Reunión de Líderes Económicos de APEC. Xinhua. https://spanish.news.cn/20241117/e3f1fdb5f4e2430e8ceed8b088f79d88/c.html
[3] Xinhua (17 de noviembre de 2024). “Xi se reúne con Biden en Lima”. https://spanish.news.cn/20241117/f88d0e9655954b80b68157142cd2d07a/c.html
[4] El Comercio (6 de octubre 2023) “Estados Unidos expresa su preocupación al Perú ante creciente control de China de la infraestructura local”. https://elcomercio.pe/economia/peru/estados-unidos-expresa-su-preocupacion-al-peru-ante-creciente-control-de-china-de-la-infraestructura-local-eeuu-beijing-lima-gobierno-puerto-de-chancay-financial-times-enel-ultimas-noticia/
[5] Ramos Medina, A. (10 de mayo de 2024) “El ‘peligroso’ enfoque de China con el Megapuerto de Chancay: advierten amenaza para la seguridad cibernética del Perú y países de la región”. Infobae. https://www.infobae.com/peru/2024/05/09/el-peligroso-enfoque-de-china-con-el-megapuerto-de-chancay-una-amenaza-para-la-seguridad-cibernetica-del-peru-y-la-region/
[6] APEC (2024). Declaración de Machu Picchu de los líderes de APEC 2024. https://www.apecperu.pe/2024/declaracion-de-machu-picchu-de-los-lideres-de-apec-2024/