Reflexión sobre el Día de los Derechos Humanos

Escribo este mensaje con motivo de la celebración del Día de los Derechos Humanos, preocupado como muchas personas que trabajan por los derechos humanos ante los gravísimos conflictos armados (Ucrania, territorios Palestinos Ocupados, Líbano, Siria…) que azotan distintas regiones del planeta y por otros fenómenos que amenazan la paz y la seguridad en el mundo. Entre otros, cabe señalar la violencia que victimiza a mujeres y a niñas y niños; los padecimientos de las personas forzadas a dejar su tierra y emigrar y que son víctimas de violaciones de su dignidad y sus derechos; al renacimiento de ideologías totalitarias que niegan los derechos humanos; la emergencia climática; la pobreza extrema y el subdesarrollo; las brechas de desigualdad que se multiplican por todas partes; a la banalización de las violaciones de los derechos humanos y de los crímenes internacionales más graves; a los discursos que alimentan el odio contra quienes son diferentes o contra quienes ejercen sus libertades individuales;  a la propagación de enfermedades; la criminalidad organizada; las violencias de distinto tipo que se valen del internet; la desinformación y difusión de informaciones falsas…

Sigo creyendo en el papel esencial que corresponde a todos los ámbitos de la enseñanza (primaria, secundaria y universitaria) y al que desde luego puede desarrollar especialmente la Cátedra Libre del Derecho Humano a la Paz de la UNLP, con el propósito de contribuir —desde los distintos ámbitos del conocimiento— a comprender y conocer mejor las causas o raíces de esos conflictos y fenómenos; fortalecer la empatía y la concientización del estudiantado y del personal universitario; construir conocimiento solidario con organizaciones de la sociedad civil, acerca de las complejidades de los conflictos y fenómenos apuntados (evitando toda explicación simplista) y proponer fórmulas para renovar la solidaridad y el compromiso y tratar de encontrarles solución. Todas las ciencias (básicas, aplicadas, jurídicas, sociales…) pueden ayudar y remar en la misma dirección, identificando los fenómenos que causan inestabilidad y violencia, sus causas y la manera de resolverlos o mitigar sus efectos. Generar conocimiento, fortalecer la solidaridad con quienes pasan dificultades, explorar soluciones y reforzar nuestro compromiso ético por y para el respeto de todos los derechos humanos y las libertades fundamentales.

Carmelo Faleh Pérez
Integrante
Cátedra Libre de Derecho Humanos a la Paz
IRI-UNLP/ IDH-UNLP