Hacia una Política Antártica Nacional con Consenso Sudamericano

 

 

CAPITULO III

BREVE RESEÑA DE LA ACTIVIDAD DE OTROS ESTADOS INTERESADOS EN EL CONTINENTE ANTARTICO

 

Estados que reclaman derechos de soberanía - Estados que desconocen derechos de soberanía - Los países sudamericanos y la Antártida.

Entre los Estados interesados en el Continente Antártico se encuentran aquellos que reclaman derechos de soberanía, tratándose en todos los casos de Estados cuya actividad en el mismo se remonta desde la etapa heroica de los primeros descubrimientos y exploraciones, habiendo contribuido con su actividad pionera al conocimiento de este nuevo territorio que se incorporaba a la historia del hombre. Los mismos son: la República Argentina, Australia, Chile, Francia, Nueva Zelandia, Noruega y el Reino Unido. Los Estados Unidos de América y la ex Unión de Repúblicas Socialistas Soviética se pueden clasificar en un subgrupo especial ya que se han reservado el derecho de formular reclamos de soberanía en la región pero, no reconocen actualmente la soberanía de ningún otro Estado.

El resto de los Estados interesados en el Continente Antártico no reclaman territorios ni reconocen derechos de soberanía, aunque la actividad de algunos de ellos en el mismo es en muchos casos posterior a la firma del Tratado Antártico y su nuevo interés surge al ingresar este territorio en la etapa de su explotación económica.

Los países sudamericanos si bien están divididos entre ambos grupos se van a ver obligados a consensuar una política común con respecto al Continente antártico si pretenden influir en la futura normativa internacional con respecto al mismo y participar del proceso de explotación económica, que pese a su postergación se presenta como inevitable. La República Argentina y Chile por ser los países del subcontinente con mayor tradición antártica deben ser los más interesados en el éxito de esta estrategia común ante los intentos de internacionalización del Continente con el consecuente desconocimiento de sus recíprocos reclamos de soberanía.

La presente es una breve reseña de la actividad de estos distintos grupos de Estados, con excepción de la República Argentina, cuyo historial antártico fuera objeto del capítulo II del presente trabajo.

Estados que reclaman derechos de soberanía:

 

Australia:

Las expediciones realizadas por Bellingshausen, D'Urville, Wilkes y Ross, durante el siglo XIX, al hacer escala en los puertos australianos despertaron un gran interés en la entonces colonia británica, aunque la participación de Australia no se produjo hasta que en 1895 un noruego residente en Melbourne -Henrick J. Bull- organizó una expedición para investigar las perspectivas de caza de ballenas llegando hasta el mar de Ross y realizando un desembarco en el Continente. Los tripulantes del "Antartic" se constituyeron con esta acción el los pioneros de la actividad antártica australiana.

En enero de 1909 los primeros hombres que alcanzaron el Polo Sur Magnético, situado entonces en la costa rey Jorge V fueron los australianos Dougllas Mawson, Edworth David y Forbes Mackay, científicos integrantes de la expedición inglesa de Ernest Shackleton (1907-9).

Como país que se encuentra geográficamente próximo a la Antártida, sometido a la influencia del clima y las corrientes oceánicas polares, Australia ha mantenido desde esos años gran interés por la investigación y protección de la flora en la región y de todo el ecosistema antártico en general. Su activa política antártica es apoyada desde medios gubernamentales y está basada en consideraciones de seguridad, investigación científica, prestigio y posibles beneficios económicos. Australia reclama los sectores comprendidos entre los meridianos de 45º E y 136º E, y el meridiano 142º E al 160º E, al sur de los 60º S, denominado "Territorio Antártico Australiano".

 

Francia:

La actividad de Francia en la Antártida se remonta al año 1738, cuando la Compañía Francesa de Indias envía a Jean-Baptiste-Charles Bouvet de Lozier a explorar las regiones australes a fin de establecer nuevas factorías en las mismas, descubriendo el 1º de enero de 1739 la isla que a partir de esa fecha lleva su nombre, a los 54º S.

En 1772 se producen nuevos descubrimientos franceses en tierras antárticas, lo que mueve al monarca Luis Felipe a aprobar un plan orgánico de estudio de estas regiones presentado por Dumont dnurville.

En 1903 parte hacia la Antártida el buque "Francais" que intentaría rescatar a los náufragos suecos del "Antartic". Quedando inconclusa esta tarea por haber sido los mismo rescatados por la corbeta argentina "Uruguay" la expedición que estaba al mando de Jean-Baptiste Charcot explora la parte occidental de la Península Antártica, pasa el invierno en los 65º S y durante el mes de enero de 1905 explora el archipiélago de Palmer.

A partir de esa fecha el gobierno francés ha desarrollado una activa y permanente acción en la Antártida, mediante el envío de expediciones, participando desde un principio en las negociaciones del Tratado Antártico, participando de programas científicos multinacionales, e instalando bases que alojan personal desde principios de la década de los años cincuenta.

Al firmarse el Tratado Antártico la delegación francesa realizó una reserva referente al artículo VIII del mismo por la cual "La Delegación Francesa desea aclarar que no renuncia a ninguno de sus privilegios de su soberanía en Tierra Adelaida, especialmente en lo que concierne al poder general de jurisdicción que ejerce sobre dicho territorio"(14)

Francia reclama el sector comprendido entre los meridianos 136º y 142º este, denominado "Tierra Adelaida". Su territorio antártico tiene como límite norte los 60º sur.

 

Noruega:

La actividad de Noruega en la Antártida está estrechamente vinculada a su participación en la caza de la ballena. Su flota navegaba en forma habitual en los mares australes y esto hizo que se convirtiera en un país pionero en la exploración del Continente, el cual utilizaba como base logística. Los científicos y exploradores de esta nacionalidad legaron muchos de sus nombres a la toponimia antártica y muchos de los primeros relevamientos cartográficos les pertenecen.

En 1893, Larsen recorrió con el "Jason" la zona de las Orcadas del Sur y la parte norte de la Península Antártica; y son famosas las legendarias expediciones de Roald Amundsen quien reivindicó para Noruega la superficie circular que comprendía la altiplanicie que rodea al Polo Sur, dándole el Nombre de Rey Haakon VII.

Las expediciones noruegas cruzaron casi todos los sectores de los mares antárticos y subantárticos, realizaron descubrimientos y levantamientos cartográficos, contribuyendo a aportar grandes conocimientos sobre el Continente, limitándose a participar activamente en los proyectos de colaboración científica que auspicia el SCAR(15). Su gobierno considera que la Antártida no es res nullius y que su reivindicación constituye una realidad jurídica y administrativa de importancia emotiva e histórica para el pueblo noruego, basada en una larga tradición científica y comercial

Noruega reclama "aquella parte de la costa de tierra firme" comprendida por una zona costera entre los meridianos de 20º oeste y 45º este, además de la isla de Pedro I, sin establecer límites al norte ni al sur.

 

Nueva Zelandia:

El interés de Nueva Zelandia por el Continente Antártico comienza recién en los inicios del Año Geofísico Internacional. Durante el siglo XIX, las escalas en los puertos de Nueva Zelandia era común en las expediciones que se dirigían a la Antártida o que regresaban de la misma, colaborando su gobierno con instrumentos y aún fondos para sufragar algunas de éstas , de origen británico, como las de Scott y Shackleton. La Primera presencia neocelandesa se remonta a 1929-31 con la participación de dos exploradores de esta nacionalidad en la expedición del australiano Mawson.

En 1993 se creó la Sociedad Antártica que comenzó a estudiar y difundir el interés por el Continente.

Sin embargo existe un precedente legislativo que fundamenta los derechos de este país en la Antártida consistente en una orden del Consejo Británico que confería al Gobernador General de Nueva Zelandia los poderes Ejecutivo y Legislativo con respecto a la denominada "Dependencia de Ross" que abarcaba todas las islas y territorios comprendidos entre los 160º este y los 150º oeste, al sur del paralelo de 60º de latitud sur.

Pese a ello la actividad concreta de este país en la Antártida recién comienza en la década de los años 50. Científicos de esta nacionalidad participaron de expediciones de otros países ante y durante el Año Geofísico Internacional, en especial con los Estados Unidos de América. Hasta la actualidad continua prestando apoyo logístico a este último país mediante acuerdos bilaterales para el desarrollo de programas de investigación científica.

Nueva Zelandia reclama el sector entre los meridianos de 160º este y 150º oeste denominados "Dependencia de Ross".

 

Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte:

Las expediciones británicas, después de las españolas, fueron las primeras en surcar las aguas del Océano Antártico.

En enero de 1775 el capitán Cook arribó a las islas San Pedro que fueron descubiertas diecinueve años antes por el navío español "León", continuando su derroterro hacia el sur descubriendo el archipiélago de las Sandwich del Sur. En 1820 Bransfield llegó hasta la isla Livingston y tomó posesión de la misma en nombre del soberano británico. A estos primeros viajes le sucedieron numerosas expediciones con objetivos comerciales, algunas, y científicos, en otros casos. Fueron muchos los descubrimientos realizados por esta intensa actividad británica en la Antártida, solo comparable a la desplegada por argentinos y norteamericanos en las islas subantárticas y el Continente propiamente dicho durante la etapa herica del mismo. Incluso fue el capitán James Wedell quien sugirió al Almirantazgo que las Islas Malvinas podrían convertirse en una importante estación naval desde las cuales se dominasen las rutas de navegación en la confluencia de los océanos Atlántico y Pacífico, y sirvieran de base para las futuras expediciones antárticas. Dicha sugerencia fue receptada por las autoridades británicas que consideraron a Puerto Luis como sitio ideal para el refugio, descanso y abastecimiento de las mismas, produciéndose en 1833 la usurpación de ese archipiélago argentino aún irredento.

Londres fue sede del VI Congreso Internacional de Geografía, en el cual se recomendó la realización de nuevas expediciones al Continente Antártico para incorporar el conocimiento del mismo al ámbito científico mundial. También fue muy activa la presencia británica en el VII Congreso Internacional de Geografía de Berlín de 1899 que dio lugar a cinco expediciones antárticas, una de ellas la británica comandada por Robert F. Scott, con apoyo del Almirantazgo y de la Sociedad de Gerografía.

Fueron numerosos los incidentes diplomáticos y aún los producidos entre los integrantes de las mismas expediciones británicas y argentinas ya que el Reino Unido pretende un sector comprendido entre los meridianos de 20º y 80º oeste de Greenwich, al sur del paralelo de 60º sur abarcando completamente el Sector Antártico Argentino y casi totalmente el denominado Territorio Chileno Antártico.

El Reino Unido participa activamente en casi todas las áreas de investigación, es miembro desde su fundación del Comité Científico de Investigaciones Antárticas cuya sede administrativa se halla en Cambridge, Londres fue sede importantes reuniones del sistema antártico, y ha logrado que sus ex colonias Nueva Zelandia y Australia reconozcan sus reclamos de soberanía, al igual que Francia país hacia el cual tiene una actitud de reciprocidad.

En su presentación ante la Corte Internacional de Justicia de mayo de 1955 los británicos fundaron sus derechos sobre el sector reclamado en virtud de ser el mismo Dependencias de las Islas Malvinas, y en especial de las islas Sandwich del Sur, Orcadas del Sur y Shetland del Sur, pretendida prioridad en el descubrimiento, avistamiento y ocupación del mismo.

Estados que no reconocen soberanía de Estado alguna en le Continente Antártico pero que se han reservado el derecho de formular sus propios reclamos en al región:

 

Estados Unidos de América:

Los foqueros norteamericanos comenzaron a visitar los archipiélagos subantárticos desde fines del siglo XVIII pero fue recién en 1820 que descubrieron la existencia de las islas Shetland del Sur cuando el bergantín "Hersilla" al mando de James P. Shaffield siguió desde las Islas Malvinas al buque argentino "Espíritu Santo". A partir de la difusión de las noticias llevadas a su puerto de origen por el "Hersilla" un verdadero alúd de foqueros norteamericanos invadió la región. Los capitanes Palmer y Davis se acercaron a las costas del continente antártico en los años 1820 y 1821 y durante los años 1838-1841 se realizó la primera expedición oficial norteamericana a la Antártida.

Pese a estos antecedentes los Estados Unidos de América no participaron de la etapa heroica del Continente, sin embargo fueron los primeros en utilizar aviones, equipos de comunicaciones de alta complejidad y vehículos terrestres, elementos tecnológicos que contribuyeron al éxito de sus expediciones. Su participación en los estudios del Año Geofísico internacional fue muy importante, y fue por iniciativa de su gobierno que se reunió la Conferencia de Washington, que concluyó con la firma del Tratado Antártico el 1º de diciembre de 1959.

Los Estados Unidos poseen desde 1955 la base antártica Mc Murdo en la península Hut Pint, isla Ross, que es posiblemente la más importante de todas las ubicadas en el Continente, tanto por la densidad de su población como por sus adelantos tecnológicos. En la actualidad disponen de tres bases activas más y siete campamentos de verano, más seis refugios no ocupados. El país considera que tienen importantes intereses políticos, de seguridad, económicos, ambientales y científicos en la Antártida y su posición ante el Tratado Antártico es que ha cumplido plenamente sus objetivos y que el sistema Antártico ha sido lo suficientemente dúctil como para absorber las nuevas problemáticas sobre el Continente que han surgido en los últimos tiempos. No reconoce las reclamaciones formuladas por otros países con respecto a derechos de soberanía, pero se reserva todos los derechos en la zona, sin especificar limitación alguna.

 

Ex Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas:

La primera expedición antártica rusa fue enviada por el zar Alejandro I y estuvo al mando del capitán Thadddeus Bellingshausen, la cual circunnavegó el Continente Antártico, experiencia en la que sustenta Rusia la prioridad en el descubrimiento del mismo.

El interés de los medios científicos y militares de la ex U.R.S.S. fue muy importante con respecto al conocimiento y defensa de los derechos nacionales en la Antártida, participando activamente en las tareas del Año Geofísico Internacional, en la Conferencia de Washington, y siendo país suscriptor original del Tratado Antártico. con respecto a este último se ha opuesto a los intentos de revisión por cuanto lo considera uno de los instrumentos de derecho internacional más importantes de la actualidad, destinado a mantener la paz y la seguridad, tanto en el hemisferio sur como en todo el planeta. No ha reconocido la legitimidad de ningún reclamo de soberanía estatal en la Antártida.

 

Estados que no reconocen derechos de soberanía:

Bélgica:

El primer barco que invernó en la Antártida fue el velero "Bélgica" que zarpó desde este país en 1897 al mando del capitán Adrien de Gerlache de Gomery, quien dejó fijado importantes nombres de la toponimia antártica: el estrecho de Gerlache, las islas Amberes, Brabante y Lieja y la Tierra de Danco. El programa abarcó observaciones astronómicas, magnéticas y pendulares, relevamiento cartográfico, estudio de las auroras, los glaciares, el agua de mar, la fauna y la flora, y la recolección de muestras geológicas.

Bélgica participó activamente del Año Geofísico Internacional, fue miembro fundador del SCAR y signatario del Tratado Antártico. Aunque no ha formulado nunca reivindicaciones territoriales se ha caracterizado por un estricto respeto a las disposiciones del artículo IV de dicho tratado y se niega a que el Continente sea considerado res communis o res nullius.

 

Japón:

La primera expedición japonesa a tierras antárticas fue de carácter particular, conducido por Choku Shirase y N. Nomura, quienes desembarcaron en la bahía de las Ballenas, frente al mar de Ross. El interés del Japón era el conocimiento de las aguas del Océano Antártico y su interés actual continúa siendo primordialmente económico, especialmente en la pesca del krill. Su actitud es la de favorecer la cooperación internacional y el libre acceso a los recursos y a las aguas antárticas.

 

Sudáfrica:

Cuando el Reino Unido alénto a los países del Commonwealth situados en el hemisferio sur a que reclamaran derechos de los soberanos en el Continente Antártico Sudáfrica declinó hacerlo. Fue el único país que no tuvo una estación en el mismo durante el año Geofísico Internacional pero operó tres bases subantárticas de observación meteorológicas, que integraron los programas del mismo. Ratificó el Tratado Antártico del cual es signatario original aunque nunca ha sido sede de reuniones consultivas. Su posición con respecto al futuro del Continente Antártico es que es necesario un enfoque internacional cooperativo.

 

Polonia:

Henrik Arctowski y Antoni Dobrowolski fueron los dos primeros polacos que entre los años 1897 y 1899 participaron en la expedición del "Bélgica", que fue el primer barco que invernó en la Antártida conduciendo una expedición científica. Un contingente de científicos de esta nacionalidad participó en la Cuarta Expedición Antártica Soviética realizada en la temporada 1958-1959. Pese a no participar en la Conferencia de Washington fue el primer estado que adhirió al Tratado Antártico, el 8 de junio de 1961, accediendo al Status de Miembro Consultivo en 1977, en razón de haber instalado una estación permanente denominada " Henrik Arctowski Antartic Station" y demostrado el interés en la Antártida conforme al art. IX, parr. 2, del Tratado. Polonia ha ratificado Antártico y se ha declarado siempre contraria a modificar el texto del mismo.

 

Alemania:

Los comienzos de la investigación alemana en la Antártida se remontan a 1870 en que varios buques de esta nacionalidad visitaron el Continente, instalándose en las islas subantárticas de Kerguelen, en 1874 y en las Georgias del Sur con el objeto de realizar observaciones científicas. Recién se adhirió al Tratado Antártico el 5 de febrero de 1979 y no ha participado hasta esa fecha en proyectos importantes en la Antártida. Con su colaboración en el Programa de Investigación Biológica de las Poblaciones y Sistemas Marítimos del Antártico (BIOMASS) comienza a sistematizarse su actividad, siempre en el marco de la cooperación internacional. El 3 de marzo de 1981 ingresó como Miembro consultivo del Tratado, habiéndose creado un año antes el Instituto de Investigación Polar Alfred Wegener, contando actualmente con dos estaciones permanentes, dos de verano, un barco rompehielos de gran calado y dos aeronaves polares. Alemania no reclama ningún territorio ni reconoce las reclamaciones de otros países, apoya f

irmemente los principios relacionados con la protección del medio ambiente antártico y el sistema creado por el Tratado.

 

India:

Desde el 17 de febrero de 1956 la India viene bregando ante las Naciones Unidas para que la Asamblea General trate el tema del Continente Antártico. Pese a no tratarse de un país con tradición antártica sus gobernantes manifestaron su desacuerdo por haber sido excluidos de la invitación a concurrir a la Conferencia de Washington, de la que surgió el Tratado Antártico, llevando el tema también a otros foros internacionales, particularmente, al Movimiento de Países No Alineados. El 19 de agosto de 1983 depositó su instrumento de adhesión al Tratado Antártico, habiendo realizado la primera expedición de carácter nacional en la temporada 1981-1982. La posición de la India es la de no reconocer ninguna reclamación territorial, propugna ampliar el sistema del Tratado mediante la adhesión de mayor número de Estados y encauzar las investigaciones científicas en beneficio de toda la humanidad.

 

China:

La República Popular China adhirió al Tratado Antártico el 8 de junio de 1983, y dos años más tarde accedió a Miembro consultivo del sistema. Los científicos chinos han participado anteriormente en los programas de otros países y algunos de ellos han trabajado en el Instituto de Investigaciones Polares de Tokio, con la finalidad de adquirir experiencia en aspectos relativos a las investigaciones antárticas. Cuenta con una base en la isla 25 de Mayo, muy cercana al refugio argentino "Ballve" denominada "Gran Muralla".

 

Países Bajos:

La posición de los Países Bajos es la de preservar los logros obtenidos por el Tratado Antártico, y consideran a éste el instrumento más adecuado para la utilización del Continente con fines pacíficos. Desde 1963 realizan actividad de campo en al Antártida y apoyan los objetivos de la Convención para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos, supeditando la explotación de los recursos minerales del Continente hasta que se hayan estableció las salvaguardias necesarias para la protección del ecosistema.

 

Italia:

Durante le Año Geofísico Internacional un oficial de la marina italiana permaneció ocho meses en la base neocelandesa "Scott"; si bien otros italianos habían participado de las expediciones anglonoruega de 1898-1900 y de la del "Francais" de Jean -Bapteste Charcot (1903-1905). Pese a ello Italia no desempeñó ninguna actividad sistemática en el Continente hasta 1968, en el que envió su primera expedición antártica; participando de los programas neocelandeses; y desarrollando actividades científicas relacionadas con la geología y las ciencias físicas en la "Dependencia de Ross". El 18 de marzo de 1981 Italia adhirió al Tratado Antártico, siendo su posición que este documento internacional y el sistema creado a partir del mismo es muy importante ya que el mecanismo previsto por el artículo IX permite a los diversos Estados que lo componen compartir el "poder legislativo" en los asuntos del Continente. Considera necesario mantener el derecho de adhesión y la posibilidad de acceder al status de Parte Consultiva para todos los Estados que reunan las condiciones previamente establecidas.

 

España:

El 31 de marzo de 1982 España adhirió al Tratado Antártico, aunque su interés se remonta al siglo XV, ya que el imperio español consideraba como propias las regiones polares antárticas. El 24 de enero de 1526, la carabela "San Lesmes" al mando de Francisco de Hoces, separada del resto de la flota por un temporal, descubre la confluencia de los océanos Atlántico y Pacífico, denominado desde ese momento "Mar de Hoces" (hoy conocido como pasaje de Drake, siguiendo la suerte de gran parte de la toponimia hispana en las regiones australes). Este descubrimiento despertó gran interés por la "Terra Australis Incógnita" que la cartografía de la época presentaba hasta ese entonces como unida en un mismo macizo continental a la Tierra del Fuego. Durante el siglo XVI numerosos navíos españoles cruzaron los 60º sur, como se ha relatado en el capítulo II de este trabajo, destacándose por su carácter específico la Expedición Científica Española al mando de Alejandro Malaspina (1790); y según E. J. Fitte, fue el buque de guerra "San Telmo" al ser separado de la flota del brigadier Rosendo Porlier por un temporal a la altura del cabo de Hornos, el primero en llegar a tierras antárticas. Entrevisto por última vez en los 62º sur y 70º oeste, sus restos fueron hallados posteriormente en la isla Livingston por foqueros y tripulaciones británicas.

Luego de la emancipación de los países que integran el(16) Virreinato del Río de La Plata España abandono el interés en estas regiones. Con motivo del tratamiento de la cuestión antártica en las Naciones Unidas anticipo sus interés de realizar en el futuro mayores actividades de tipo exploratorio y científico en el Continente, y su deseo de convertirse en parte Consultiva. Su posición con respecto al Tratado Antártico y el sistema instaurado por este es similar a los otros Estados que consideran no conveniente su modificación.

 

Suecia:

Suecia ha manifestado un antiguo interés por el Continente Antártico sin embargo fueron pocas las expediciones que realizo el mismo: las dirigidas por el Profesor Otto Nordenskjold de 1901-1903 y la conjunta noruega-británica-sueca de 1949-1952. El interés de Suecia por la Antártida siempre fue de tipo científico, careciendo de inquietudes políticas o territoriales. Adhirió al Tratado Antártico el 24 de abril de 1984 y el 6 de junio del siguiente hizo lo mismo con respecto a la Convención sobre la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos, basada en su preocupación por la cooperación internacional con fines de investigación científica y protección del medio ambiente.

 

Dinamarca:

Su interés esta directamente relacionado al transporte marítimo, se apoya la apertura en la cooperación internacional con respecto al Continente mientras no se comprometan los principios básicos del Tratado Antártico.

 

Rumania:

El 15 de septiembre de 1971 ratificó el Tratado Antártico mediante su adhesión, propiciando la libertad para llevar a cabo investigaciones científicas en el Continente y apoya la declaración de que dicho territorio forma parte de la herencia común de toda la humanidad.

 

Bulgaria:

Su adhesión al Tratado Antártico se produjo el 11 de septiembre de 1978.

 

Papua Nueva Guinea:

Adhirió al Tratado Antártico del 16 de marzo de 1981.

 

Hungría:

El 27 de enero de 1984 adhirió al Tratado Antártico. La opinión oficial es que en virtud de los principios del derecho internacional la Antártida es "res communis usus", sin embargo esta interesada en que mantenga el régimen del Tratado Antártico sin modificaciones.

 

Finlandia:

Adhirió al Tratado Antártico el 15 de mayo de 1984. Se ha especializado en la construcción de rompehielos y otras embarcaciones especiales para navegar en las zonas polares, lo que le permitió hacer de ello una industria específica. También se ha preocupado por contribuir a la ejecución de proyectos de investigación a través del Centro de Investigaciones Técnicas de Finlandia.

 

Cuba:

El 16 de agosto de 1984 deposito su instrumento de adhesión al Tratado Antártico, no posee instalaciones antárticas y hasta hace pocos años sus científicos y especialistas participaban en las expediciones de la U.R.S.S.

 

Estados Sudamericanos:

Chile:

El 27 de febrero de 1906 el gobierno de Chile autorizo la concesión de ciertas tierras del archipiélago de Tierra del Fuego e islas aledañas, incluyendo las de Diego Ramírez, Shetland "y tierras situadas más al sur" en lo que los transandinos consideran el primer acto administrativo chileno con respecto al Continente Antártico. Había mucha preocupación en Chile por el establecimiento del observatorio meteorológico y Magnético de las Islas Orcadas por la República Argentina en 1904 y el creciente interés europeo por la Antártida. Desde ese momento comienzan los desencuentros entre los distintos gobiernos argentinos y chilenos por las pretensiones territoriales de ambos países en la Antártida. El 6 de noviembre de 1940 se dicto el Decreto Supremo Nº1747 que preciso los limites del Territorio Chileno Antártico, constituido por los meridianos de 53º y 90º longitud oeste de Greenwich. La reclamación chilena se superpone con la argentina entre los meridianos 53º y 74º oeste de Greenwich. Dicho Decreto Supremo alude al Mar Territorial situado entre los limites del Casquete respectivo, lo que presupone la existencia de la Alta Mar más allá de las 200 millas jurisdiccionales que fueron publicadas por Chile en 1947 y son, por lo tanto, aplicables a su sector antártico con anterioridad a la suscripción del Tratado Antártico. Desde esa fecha se han adoptado diferentes medidas tendientes a incorporar en toda forma a la vida activa del país la región polar sobre la cual Chile considera que tiene derecho soberano y que forma parte, como provincia antártica, de su Duodécima Región. De ello se pueden destacar la creación de la Comisión Antártica Chilena con el fin de ver los medios para explorar y ocupar el Territorio Chileno Antártico que a partir del 17 de junio de 1955 pasó a depender administrativamente de la Provincia de Magallanes (hoy XI Región) adoptándose un año más tarde las normas a observar en todas las acciones de carácter jurídico que se lleven a cabo dentro, la inscripción en el Registro de Propiedades del Conservador de bienes de Magallanes del título de dominio del Fisco Chileno sobre el Territorio Antártico Chileno.

Muchas de las expediciones antárticas de las diferentes épocas han partido o se han apoyado en el territorio continental chileno, y desde enero de 1947 Chile mantiene bases permanentes en la Antártida, dedicadas exclusivamente a actividades científicas y técnicas. Dos de esas bases fueron inauguradas por los entonces presidentes de la República de Chile, señores Gabriel González Videla, 1948 -quien fue el primer jefe de Estado del mundo en llegar al Continente- y Eduardo Frei Montalva. desde marzo de 1984 se han instalado asentamientos familiares en una de esas bases adaptada especialmente para este tipo de población, como va lo había hecho la República Argentina.

El turismo antártico es una actividad que Chile realiza desde 1956 ofreciendo en la actualidad una serie de servicios muy importantes en la base "Teniente Marsh": aeropuerto, hospital, correo, hotel, Banco, supermercado, capitanía de puerto y comunicaciones.

Al igual que la República Argentina, Chile sostiene que al momento de independizarse de la corona española habría adquirido derechos sobre su territorio antártico por el principio del "Uti possidetis iuris", habiendo perfeccionado este título mediante la ocupaciðn efectiva, administración, reglamentación y actividad político-diplomática, considerándose un país antártico por sus antecedentes históricos, jurídicos, geográficos, de presencia y ocupación, y de vecindad y contiguidad.

 

Brasil:

Durante el período anterior al Año Geofísico Internacional Brasil siguió con atención la evolución de los asuntos relativos a la Antártida. Pese a ello no participó de los proyectos que durante el mismo se realizaron y por lo tanto tampoco de la Conferencia de Washington. El 16 de mayo de 1975, tras su adhesión al Tratado Antártico su gobierno creó un grupo especial con el objeto de formular y estudiar la política nacional antártica, denominado POLANTAR.

El 20 de diciembre 1982 se inició la primer expedición antártica brasileña con la participación de los buques oceanográficos "Barao de Teffé" y "Profesor W. Besnard". La segunda expedición se realizó en el verano de 1983-1984 -ya habiendo adquirido el status de Miembro Consultivo del Tratado- y fue muy importante para la consolidación del programa antártico de este país ya que se realizaron trabajos geológicos, biológicos y de física en la alta atmósfera, se operaron aviones C 130 de la Fuerza Aérea Brasileña desde la pista de la base chilena "Teniente Marsh"; y estableciéndose la primera estación antártica brasileña llamada "Comandante Ferraz" en la isla 25 de Mayo. Creándose en 1984 el Comité Nacional de Investigaciones Antárticas para que actuara como comite nacional del SCAR.

Brasil considera que el sistema del Tratado Antártico es un mecanismo dinámico que se adapta a los nuevos desafíos que presenta el continente dado su creciente importancia internacional, y se reserva el derecho de explotación de recursos vivos y minerales para el futuro.

 

República Oriental del Uruguay:

Diversos organismos uruguayos fueron creando conciencias -a lo largo de muchos años- en la ciudadanía oriental respecto de ciertos derechos sobre parte del territorio antártico. Ellos se remontan a la herencia de la corona española fundados en el "Uti possidetis iuris" y en las actividades de socorro que el Uruguay llevara a cabo en el año 1916 mediante el buque "Instituto de Pesca" para auxiliar a la Expedición Shackleton, cuyo navío había naufragado.

En 1962 fue creado el Instituto Antártico Uruguayo, y en 1970 se creó la comisión de Estudios Antárticos con dependencia de la Cancillería. En 1974 el Instituto Geográfico Uruguayo incorporó al mapa oficial del país un sector antártico, según disposiciones del Poder Ejecutivo Nacional.

En el verano de 1985 instaló en la Isla 25 de Mayo la base "Artigas" a los 62º 10'S y 58º 50'O desde la cual desarrolla actividades científicas sobre las siguientes disciplinas: biología, meteorología y geología. Previamente -en 1980 se había adherido al Tratado Antártico, accediendo en 1985 al status de Parte Consultiva. Al tratarse la "Cuestión de la Antártida " en la Organización de las Naciones Unidas y aprobarse la resolución 38/77 por la cual la Asamblea General solicitó al Secretario un amplio estudio sobre el particular, el Uruguay, en oportunidad de evacuar una consulta de la Secretaría General, ha reiterado la reserva de derechos sobre el territorio antártico. También ha considerado conveniente preservar el sistema del Tratado Antártico por el exito logrado por el mismo.

 

Perú:

Perú adhiere al Tratado Antártico el 1º de abril de 1981, y a partir de esa fecha es creciente su preocupación por acceder al Continente. En el año 1987 se concreta la primera expedición oficial a través de un extenso itinerario de navegación emprendida a bordo del buque de investigación oceanográfica "Humbolt". Durante la misma se desarrollaron programas de oceanografía y biología marina. En el verano de 1988-1989 se realizó una segunda expedición, concretándose en el mes de enero de este último año la construcción de la base "Machu Pichu (hoy desactivada en la práctica) en los 62º 05'S y longitud 58º 28' W, en la Isla 25 de Mayo. Corresponde destacar que en ambas expediciones Perú ha invitado para integrar sus contingentes a científicos y especialistas de la región, entre ellos un científico argentino, lo que se corresponde con la experiencia misma de Perú ya que con anterioridad a 1987 pese a no desarrollar programas nacionales en la Antártida sus técnicos y especialistas habían participado en las expediciones que anualmente realizaban otros Estados.

 

Ecuador:

Si bien la incorporación de Ecuador al Sistema del Tratado Antártico es muy reciente, puesto que adhiere a este instrumento el 15 de setiembre de 1987, en el verano de 1988-1989 realizó la primera expedición oficial a la Antártida proyectando la segunda para la temporada siguiente, 1989-1990. Las expediciones ecuatorianas se apoyan en el buque de esa bandera "Orión".

Concluyendo, son cada vez más los Estados que se van interesando por el Continente Antártico y que realizan actividades en el mismo en el marco del Tratado Antártico; es por lo tanto importante -como lo afirmáramos en el capítulo anterior- que la República Argentina mantenga su papel protagónico dentro de la región, participando en todos los emprendimientos que se realicen en el sector por ella reclamado. Por ejemplo, en 1994 un grupo de científicos españoles y chilenos tratarán de encontrar el casco del galeón español "San Telmo" hundido misteriosamente en 1819 con 644 hombres a bordo en un área cercana a las islas Shetland del Sur, frente a la Antártida. ¿Por qué no participa también la República Argentina en dichas tareas?

 

Notas

(14) A. Scilingo, "El Tratado Antártico. Defensa de la soberanía y la proscripción nuclear, Librería Hachette, Bs. As. 1963, Págs. 40;94/95.

(15) Comité AntÁrtico de Investigaciones Científicas.

(16)-E.J.Fitte, "Descubrimiento de la Antártida" Emece, Bs.As 1962.