Apuntes sobre las políticas exteriores argentinas. Los giros copernicanos y sus tendencias profundas
2. El modelo clásico de inserción (1862-1916)
Muchos de los presupuestos que se iniciaron en las etapas precedentes terminaron por consolidarse en esta etapa, punto de partida de la política exterior tradicional. Se inicia un proceso de modernización donde se producen cambios en la estructura productiva tendientes a buscar una inserción en el mercado mundial. El país entra en la división internacional del trabajo asumiendo el rol de proveedor de materias primas para las naciones industrializadas, fundamentalmente Inglaterra.
Desde el ámbito de las relaciones internacionales, Argentina copia el modelo de mercados y política exterior inglés que la vertebra todos los otros presupuestos y le da racionalidad a la política exterior.
2.1. Los inicios del modelo (1862 y 1880)
Si bien Gran Bretaña todavía no era uno de los principales compradores de nuestros productos en este período, sí lo es en cuanto a las inversiones y como proveedor, actividades que consolidaron su presencia en el país.
Todavía no se había producido el gran cambio si bien es cierto que el ganado lanar - producto predominante en la época - sentó las bases para la modernización siguiente. En ese período, por ejemplo entre 1875 y el 79 "las exportaciones argentinas aún estaban constituídas fundamentalmente por lanas, cueros y carne salada." Esta situación es significativa del estado de transición de la economía argentina ya que convivieron elementos del viejo orden saladeril y del nuevo en sus exportaciones.
Con respecto a los Estados Unidos tuvieron como inconveniente:
La ausencia de un medio de comunicación marítimo directo y el daño a los intereses materiales y al orgullo nacional argentino, a través de una legislación proteccionista; representaron grietas en la relación entre los dos países.
Si bien ésta es la tendencia predominante en este período, existen intentos de acercamientos comerciales, como tras la crisis de 1866, donde los argentinos buscaron al mercado norteamericano como opción ante el cierre de los mercados europeos, pero fueron rechazados por medidas proteccionistas.
En realidad la oposición a Estados Unidos tomó fuerza cuando se produjeron las Conferencias panamericanas a fines de los ‘80 del siglo pasado, ya que esta actitud tomó cuerpo político.
La expresión del aislamiento se da con la presidencia de Mitre cuando se negó a participar del Congreso de Lima con motivo de la agresión española a la islas Chinchas. Esta negativa, como ya había ocurrido con la firma del Tratado continental en 1856, marca la tendencia a no tener lazos políticos, considerados "artificiales" y privilegia los comerciales o "naturales", ya que sólo el progreso fue la mejor arma para enfrentar las agresiones.
Esta actitud aislacionista tiene dos sentidos distintos, en 1860 se da:
... la política de unión hispanoamericana, promovida por los países del Pacífico, incluso Chile. Desde los años setenta hasta comienzos de este siglo, el sentido cambió y equivale a la intervención argentina en los asuntos del Pacífico; implica sobre todo un enfrentamiento con Chile.
Un dato que nos llamó la atención es que el discurso sobre la política y los mercados es utilizado siempre con relación al rechazo por establecer alianzas permanentes con América latina más que en otros aspectos. Los cambios de los sesenta a los setenta tienen que ver con la integración de Chile al esquema de equilibrio regional.
Sarmiento, que era el veedor argentino, se opuso y participó. Cuando fue presidente suscribió en 1873 con Perú y Bolivia un tratado defensivo secreto como presión hacia Chile por las actitudes de este país en la Patagonia y en la región magallánica.
Dentro del período encontramos a la Guerra del Paraguay que significó un hecho importante para la política exterior. Comienza durante la presidencia de Mitre, quien había firmado un acuerdo secreto con Brasil y Uruguay para atacar al Paraguay que había crecido económica y políticamente con un modelo de desarrollo similar al implementado en Alemania y Japón. El intento paraguayo por intervenir en los asuntos de Uruguay lo llevó a invadir nuestro territorio - que había negado el permiso de tránsito a las tropas - y se desencadenó el conflicto. Creemos, como lo señala Alberdi que en esa política existía una "contradicción entre la abstención en el Pacífico y la intervención en el Atlántico". Pero en realidad lo que se estaba poniendo en juego era la búsqueda de un equilibrio regional en el Este del continente – cosa que siempre interesó a los políticos argentinos -.
Al finalizar el mismo los brasileños instalaron un gobierno provisional que entró en disputa con la Argentina sobre un área fronteriza entre el río Paraguay y el Pilcomayo. Aquel territorio fue sujeto al arbitraje del presidente norteamericano Hayes "quien dictó sentencia a favor de los reclamos de Asunción". La actitud expresada por el canciller de Sarmiento, Mariano Valera, de "la victoria no da derechos" llevó a influenciar en las disputas posteriores sobre cuestiones de límites donde el país no ganó ninguna en el siglo XIX y gran parte del XX. Escudé señala que en ese conflicto ganamos el territorio de la actual provincia de Formosa, ya que era un área ocupada por los indígenas y no sujeta a nuestra posesión. Esto fue otra fórmula de resolver los conflictos que caracterizó a la Argentina.
2.2. El modelo clásico (1880-1916)
La división de este período en dos responde al hecho de que los hombres del ochenta, tras la consolidación del Estado Nacional, desvirtuaron los planteos iniciales de la generación anterior. Como sostiene el autor mexicano Abelardo Villegas:
Los políticos del 80... creían que el gobierno era patrimonio suyo y no sólo echaban mano de una legislación restrictiva, sino también se falseó el pensamiento de Alberdi.
Incluso José Luis Romero, también se percata de este cambio cuando dice que:
... elevada a la categoría de oligarquía... la antigua elite republicana comenzó a precisar su posición y su conducta, una vez que descubrió que tenía en sus manos los instrumentos que podían asegurarle el goce de sus privilegios.
Desde la acción de la política exterior, el presupuesto inaugurado por los gobiernos de Mitre, Sarmiento y Avellaneda "política exterior y mercados" pierde su centralidad frente a los presupuestos de equilibrio de poder iniciadas desde Roca por las políticas de consolidación territorial y reafirmadas sobre todo por el canciller Zevallos.
Las exportaciones argentinas, como lo señala Díaz Alejandro, eran:
... En 1890-94 el trigo se convirtió en un producto predominante; en 1900-1904 tanto el maíz como el lino habían adquirido, cada uno por separado, tanta importancia como los cueros; y finalmente, en el período 1910-1914 las exportaciones de carne congelada eran casi tan importantes como las de lana. Lanas, cueros y carne salada constituían en el período 1910-1914, solo una cuarta parte del valor de las mercancías exportadas.
A la política exterior implementada en este período la podemos definir con la tipología descripta por Juan Carlos Puig que lo enmarca como de "Dependencia Nacional", llamada así porque:
... los respectivos gobernantes argentinos no vacilaron en enfrentarse con la potencia dominante con respecto a cuestiones que debían resolverse según la apreciación argentina porque ésta no interfería con la relación imperial en sus marcos globales.
Los parámetros de esta política están enmarcados por cuatro "tendencias profundas" que son: 1) afiliación a la esfera de influencia británica; 2) oposición a EEUU. , 3) aislamiento con respecto a América Latina, y, 4) debilidad en la política territorial.
El primero de los puntos es la afiliación a la esfera de influencia británica, o también denominada dependencia racionalizada, ya que desde lo económico se intenta sacar provecho de la situación y desde lo político se establecen algunos límites. Congruente con este punto está el segundo, la oposición a EEUU. dada "la poca importancia de las relaciones con Estados Unidos que a veces llegaron hasta la oposición"
El tercero es el aislamiento con respecto a América Latina, que se complementa con la relación entre política exterior y mercado, como señala Puig:
No es que no se mantuvieran lazos, a veces muy estrechos desde el punto de vista diplomático, cultural y de política concertada en algunos temas comunes. Lo que no se quiere significar es que tales relaciones nunca fueron bien acogidas en cuanto planteaban esquemas asociativos permanentes.
Y el último punto (la debilidad en la política territorial) "es una despreocupación generalizada respecto de estas cuestiones, como si realmente no importara a la Argentina perder territorio."
A éstas habría que agregarles, como señala Moneta, otras tres que se constituyen en esta etapa y la siguiente: mantener el equilibrio de poder con Chile y Brasil; la triangulación comercial con Estados Unidos e Inglaterra; y la diversificación de mercados.
Los dos primeros se constituyen aquí: el primero funciona como moderador de la tendencia de debilidad territorial, y el segundo como una complementación en la búsqueda de bienes industriales y capitales en Estados Unidos cuando Gran Bretaña no pueda cumplir con ese rol.
Gran Bretaña creció en nuestras ventas de comercio exterior entre 1880 y 1910 del 9.4 % al 31.7 % del total y como proveedor se mantuvo en el orden de un 30 %, las inversiones, sobre todo en ferrocarriles que eran sin lugar a dudas importantes y apuntalaban el modelo agro exportador. El capital británico representaba en 1910 "6 y 7 veces el total del comercio entre la República Argentina y el Reino Unido."
Desde lo político "la política del gobierno británico estaba dirigida a una disminución de los compromisos políticos en América". Prueba de ello fue la actitud asumida ante la crisis de 1890, cuando la Argentina no pudo cumplir con sus compromisos externos y los banqueros británicos presionaban a su gobierno para que interviniera, como lo había hecho en otros lugares del mundo, y éste se negó.
El primer enfrentamiento con los norteamericanos tuvo lugar en la Primera Conferencia Interamericana de 1889. Estos impulsaban un proyecto de Unión Aduanera que implicaba entrar en su órbita económica, y obviamente esto se contraponía con las políticas que la Argentina tenía con relación a Europa, por eso boicoteó dicha reunión. Incluso el fracaso de la reunión hizo que las tres siguientes, en México (1901-1902), Río de Janeiro (1906) y Buenos Aires (1910) "fueran meramente retóricas y ceremoniosas". Aunque también tenía que ver con el aislamiento hemisférico de nuestro país.
Mientras tanto los norteamericanos afirmaban su hegemonía en Centro América y el norte de América del Sur. Desde el punto de vista comercial, recién en 1895 empezó a crecer significativamente al abolir los impuestos a la lana, y en 1913 las carnes ayudaron a incrementar e intensificar este comercio. A pesar de la fuerte oposición política:
Los Estados Unidos siguieron penetrando en la economía argentina durante la primera década de este siglo en áreas como la industria de la carne - con tecnología innovadora - y establecieron en 1914 la primera sucursal de un banco de los Estados Unidos en el extranjero.
Desde el punto de vista militar es interesante el intento de compra de buques de guerra a ese país a principio de siglo en la época del balance de poder con Chile y Brasil.
Un dato interesante es que, a pesar de la hostilidad política que tuvo un sustente económico muy claro, los norteamericanos seguían invirtiendo igual, producto de la triangulación comercial, fluvial y de inversión.
La doctrina Drago, surgida tras la intervención militar de Gran Bretaña, Alemania e Italia en 1902 ante el no pago de la deuda por parte de Venezuela, tal vez puede ser interpretada como una muestra de latinoamericanismo. Pero en realidad el rechazo a esta metodología de cobro compulsivo de deudas tiene su origen en que:
... la Argentina era el país deudor más importante de Gran Bretaña y el gobierno temía que pudiera producirse en la Argentina una intervención británica similar a la venezolana.
También es un intento de poner límites, a través del derecho, al accionar de las potencias sobre los débiles países del cono sur.
Los problemas limítrofes con Chile tienen dos hitos importantes durante las dos presidencias de Roca. El primero de los logros obtenidos en materia de límites con Chile fue durante la primera (1880-1886). Con la firma del Tratado de 1881 se establecen "los principios básicos en función de los cuales los dos países resolverán sus problemas de límites durante el siglo siguiente." Se consolida el territorio patagónico como propio, y se fijan las altas cumbres como divisorias de aguas entre los dos países, pero otorgando a Chile el estrecho de Magallanes y limitándolos al Pacífico.
Desde el punto de vista estratégico el Acuerdo fue un acierto, aunque el impulso dado por Roca tuvo que ver con su consigna de "Paz y Administración" que permitió continuar con el crecimiento económico del país más que con cuestiones territoriales.
Un aspecto para resaltar es el hecho de que a la hora de firmar el Tratado de 1881, la diplomacia chilena se encontraba en una situación de debilidad por la Guerra del Pacífico que es beneficiosa para la Argentina. Prueba de ello es que tras este acuerdo existe una constante intención chilena de rever el Tratado.
Durante el período que media entre sus dos presidencias existe una alianza entre Chile y Brasil que funcionaba como un reflejo del gran juego de las potencias europeas y el resquebrajamiento de la fórmula política exterior y mercados. Además de una carrera armamentista en la región, la armada chilena "aventajaba a la Argentina en una proporción de casi dos a uno. Durante la presidencia de Uriburu, la situación cambió radicalmente." En esta época se instrumentó el servicio militar obligatorio en la Argentina como así también una modernización del Ejército.
En la segunda presidencia de Roca, éste vuelve a negociar sobre la base de las ideas que lo impulsaron en 1881. Además, para evaluar la situación había que tener en cuenta la dimensión del conflicto entre ambos países, ya que:
... la relación de fuerzas entre ambos era bastante similar. Chile superaba los tres millones de habitantes mientras que la Argentina no llegaba todavía a los cuatro millones, dado que no había recibido todavía la afluencia masiva de la inmigración que se daría durante la primera década del siglo XX.
La firma de los Pactos de Mayo garantizaban "por décadas una cordial relación con Chile, se inscribía en dos constantes de la política exterior argentina, el pacifismo y el aislacionismo."
Tanto Escudé‚ como Fraga intentan refutar la tesis de la debilidad territorial como tendencia profunda de la política exterior argentina. Creemos que si bien existen elementos para tener en cuenta hay que ubicarse en un lugar intermedio entre un nacionalismo xenófobo que sustenta la depredación territorial y una postura antitética como la de Carlos Escudé.
Por otra parte, en su segunda presidencia (1898-1904) con los Pactos de Mayo se encauzan "los conflictos pendientes derivados de la diferencia de interpretación sobre el Tratado de 1881." Sin lugar a dudas, la presencia de Roca fue determinante en ambos acuerdos y su concreción, dentro de una de las tesis por la cual:
... Roca es quien más sistemáticamente propició los acuerdos y las negociaciones para mantener la paz, pese a ser un militar de carrera y alguien que podría haber usufructuado del prestigio derivado de una campaña militar exitosa.
Con Brasil las cuestiones de límites tendrán su centro en los problemas en las Misiones que en 1895 el árbitro norteamericano Cleveland "falló a favor de las pretensiones de Brasil."
Con ese país existía una fuerte rivalidad que se potenció en esos años, pero fue Zevallos - cuando asumió como canciller de Figueroa Alcorta - quien impulsó una política de poder, basándose en:
... un plan con el que se proponía dejar aislado a Brasil y que confirma su inclinación por procedimientos políticos que sus contemporáneos pacifistas calificarían de "arteros y maquiavélicos", pero que era de uso común en la diplomacia europea. Se trataba de recomponer las relaciones con Paraguay y Uruguay y, fundamentalmente, de concertar una alianza con Chile para presentarse conjuntamente frente a Brasil y presionarlo para que desistiera de sus objetivos armamentistas.
Existió también como con Chile una carrera armamentista a principios de este siglo que perduró hasta 1914, pero luego cuando desaparecieron los motivos "de perturbación y apaciguamiento de ánimos" Brasil, la Argentina y Chile:
... retomaron las líneas de una política conjunta que pronto ofrecería sus frutos más notorios: la mediación en el conflicto mejicano-norteamericano y el tratado pacifista llamado precisamente A.B.C.
Este acuerdo muestra por un lado una ruptura con la tendencia aislacionista, la búsqueda de coordinación política subregional y un acercamiento a Estados Unidos.
En el caso de Bolivia, con la cuestión de límites:
... se firmó un modus vivendi en junio de 1888, y un año más tarde el Tratado definitivo de límites Quirno Costa-Vaca Guzmán, por el cual la Argentina renunciaba a Tarija y a parte del Chaco, y Bolivia a la Puna de Atacama. La ratificación y canje de esta transacción no se produjo hasta 1893, una vez modificada la redacción original, ya que el Senado argentino insistió en armonizar ese convenio con el Tratado argentino-chileno de 1881, y sobre todo, con la teoría de las altas cumbres...
Esta política de paz y administración encontró en la Primera Guerra Mundial, el primer cimbronazo al esquema de la política exterior tradicional, ya que empezó a cambiar el escenario internacional. Aquí, los conservadores como después los radicales, tendrán una actitud neutral "como evidencia de la adhesión del país a los principios de cortesía internacional" y especulando "con que los principales lazos o esquemas comerciales del país seguirían siendo los mismos."