También se está estudiando la posibilidad de construir “una cañería de exportación de hidrocarburos que pasaría por el fondo del mar Caspio, rumbo a Transcaucasia y luego a Ucrania, Turquía y Europa”478 . La capacidad de tránsito del gasoducto Transcaspiano (Bakú-Supsa) se incrementará de 16 a 30 mil millones de metros cúbicos anuales.
El proyecto fue iniciado en junio de 1998 por Amoco, Capital, la compañía de ingeniería estadounidense Bechtel y el consorcio Botas –turco- al que seguramente se agregarían otras empresas. Desde los yacimientos de Turkmenistán oriental a Turquía la ruta sería de unos 2.400 km479 . Su construcción insumiría tres años. En principio transportaría 10.000 millones de metros cúbicos de gas desde Turkmenistán oriental y se había estipulado como segunda etapa una extensión de tránsito superior a los 35.000 millones de metros cúbicos, teniéndose en cuenta la posible incorporación del combustible proveniente de Uzbekistán y Kazakhstán. Son necesarias negociaciones con los gobiernos de los países a lo largo de cuyos territorios pasara el gasoducto.
Sin embargo fue la compañía estadounidense Enron la que ganó el tender. Su propuesta era una tubería submarina de 1.700 km de extensión, capaz de transportar 30.000 millones de m3 de gas anuales480 . El estudio de factibilidad de este gasoducto submarino, que luego pasaría por Azerbaiján y vía Tbilisi a Erzurum y Ceyhan, cuenta con una garantía de 750.000 dólares proveniente de la Agencia de EE.UU. para el Comercio y Desarrollo. El costo de su construcción oscilaría en los 4.000 millones de dólares. El Banco de Exportación-importación (Eximbank) planea financiar la construcción481 . Existe otro proyecto entre Uzneftegas (Uzbekistán) y Enron para trasladar gas natural uzbeko a los mercados internacionales a través de este gasoducto submarino.
Este proyecto no es del interés de Rusia y tampoco de Irán, puesto que evita a ambas quitando control del “área de influencia” a la primera. Sí resulta conveniente para EE.UU., Azerbaiján, Georgia y también Turquía que se beneficiarán con el cobro de derechos de tránsito, además de la posibilidad para Georgia y Turquía de abastecer su creciente demanda de energía y para la última de incrementar su influencia regional.
Posiblemente Rusia ponga nuevamente en escena la cuestión del status del mar Caspio para bloquear el proyecto y la poca profundidad del mar –un nuevo concepto ruso-, que considera “anti-tuberías”482 . Rusia también podría objetar, como ha hecho con Azerbaiján, que el delicado equilibrio ecológico del Caspio debe ser protegido y amenazar cualquier contrato con socios interesados de terceros Estados.
Teóricamente, Turkmenistán también podría utilizar este gasoducto submarino, alcanzando a Azerbaiján y evitando así a Irán y Afganistán. Pero las tuberías bajo los cuerpos de agua son muy caras y sería un mayor monto a financiar.
De acuerdo con el ministro de relaciones exteriores turkmeno, la principal condición para la realización de este gasoducto es la resolución de la disputa que mantiene con Azerbaiján sobre algunos yacimientos en el mar Caspio, que se esperaba resolver en la cumbre entre ambos presidentes en noviembre de 1998 en Krasnovodsk, en presencia del director del Departamento de Energía de EE.UU. –Bill Richardson- y representantes de las compañías extranjeras interesadas en este proyecto483 .