Hidrocarburos y Relaciones Internacionales en Asia Central

 

 

V.2. Posición de otros actores

 

V.2.1. Rusia

No solamente Rusia es uno de los principales productores de petróleo y gas en el mundo, sino que por su territorio se exportan los hidrocarburos provenientes de Turkmenistán y Kazakhstán. Las exportaciones directas de estos Estados disminuirán su dependencia557 .

En el pasado, raramente la Unión Soviética utilizó exportaciones de petróleo y gas para sostener sus intereses nacionales. Esas exportaciones se veían solamente como la mejor manera de capturar divisas. Esa idea parece estar cambiando. Rusia parece estar más preocupada por el rol geopolítico que la energía puede jugar. Ahora intenta utilizar su poderío en petróleo y gas como una manera de sostener objetivos de política exterior.

La doctrina energética rusa no puede ser comprendida sin un breve análisis del estado de las industrias de petróleo y gas del Estado. Durante las décadas de 1970 y 1980, la Unión Soviética fue el mayor productor de petróleo del mundo y el segundo exportador de ese producto. Los problemas surgieron a partir de 1988. En los cinco años siguientes, una reducción del 30% de la producción puso a la industria petrolera rusa en un período de seria declinación. Las exportaciones disminuyeron tanto que en 1996 la industria petrolera rusa constituía solo el 9,9% de la producción global y 8,5% de las exportaciones globales. También la exploración estuvo amenazada, los pozos decrecieron su producción y muchas refinerías trabajaban al 55% de su capacidad558 .

Entre los difíciles problemas a superar se encuentra la ausencia de un marco legal para la inversión extranjera. Esto impidió que Rusia ingresara hasta el momento en el muy necesario circuito internacional y que atrajera el capital extranjero que esperaba en relación con sus recursos naturales559 .

En cambio, sus vecinos del Caspio, Azerbaiján y Kazakhstán, se transformaron en las regiones favorecidas para inversores extranjeros mientras que una actitud prudente caracteriza las inversiones en Rusia. En cambio, las empresas petroleras rusas, especialmente Lukoil, se encuentran desarrollando estrategias comerciales agresivas en su «frontera próxima», siendo una de las razones la reducción de las oportunidades domésticas.

La cuestión del gas natural es particularmente difícil, debido a que la industria solo puede funcionar en forma económicamente viable si se firman contratos de largo plazo con los clientes. Al respecto Rusia intentó desmoralizar la colaboración con partners occidentales, afirmando la idea de «área de influencia». El gobierno ruso tiene gran interés en que empresas como Lukoil y Gasprom operen en Kazakhstán, Turkmenistán y el Caspio en general, así como que las tareas de producción, procesamiento y transporte de energía abarquen no solo Rusia sino toda la CEI. Chernomyrdin declaró que el Caspio y los oleoductos exportadores están dentro de la «esfera de influencia geopolítica» rusa.

La reforma del mercado hizo que en la actualidad las empresas petroleras del Estado se hayan reducido al 40%. Muchas se asociaron y ocupan el lugar que antaño pertenecía a las empresas estatales. Por razones especificas, Rosneft permanece completamente como empresa del Estado, mientras el gobierno controla acciones de otras compañías como Transneft (para crudo) y Transnefteprodukt (subproductos del petróleo), los monopolios del transporte por oleoducto del país.

«Gasprom, la empresa monopólica responsable del 95% de la producción de gas del país, permanece en un 40% estatal. Esta compañía, la mayor y más rica de Rusia mantiene un monopolio de hecho sobre la producción, distribución y exportación de gas natural. Tiene 360.000 empleados e indirectamente sostiene otros 6 millones. Las estimaciones de sus ganancias son de 3 a 6 mil millones de dólares y es en una de las mayores empresas del mundo en términos de ganancias, empleados y reservas (se considera que posee un tercio de las reservas mundiales de gas natural)560 .

A diferencia de la baja producción de las compañías del petróleo, Gasprom enfrenta el problema opuesto561 . La producción de gas natural se redujo desde 1991 debido a la falta de mercados más que a dificultades de producción. Un círculo vicioso de no pagos también es causa de la merma en la producción: los clientes no pueden pagar, por lo que la empresa no paga los impuestos que debe al gobierno central562 . De todos modos las cuantiosas ganancias demuestran que pese a la «benevolencia» al seguir brindando gas, la empresa sigue obteniendo algo más que modestos beneficios563 .

Al ser Gasprom la compañía más rica del país y la más importante fuente de divisas del Estado, inquietan a Moscú las grandes inversiones occidentales en la explotación y explotación de petróleo en el mar Caspio. El debate en Moscú se refirió a si convenía mantener las costosas bases militares en Georgia. La respuesta fue la modificación obtenida por Moscú en mayo de 1997 del tratado sobre fuerzas convencionales en Europa (FCE) que le permitió “legalizar” la presencia de fuerzas armadas en el Cáucaso. Sin embargo parece incapaz de proponer un sistema económico y político que acompañe a su decisión de no evacuar militarmente Transcaucasia564 .

Respecto de la situación con sus vecinos, hay dos directrices fundamentales: la primera está relacionada con el acceso a nuevas oportunidades de abastecimiento y exploración y la segunda con la escasez de abastecedores para países importadores y las frecuentes deudas en que incurren los clientes de Rusia.

Observadores occidentales reconocen los beneficios para Rusia -como un moderno Estado-nación- de encarar empresas conjuntas con los recientemente independizados Estados del Cáucaso. Sin embargo, líderes clave de Rusia consideran que conviene a los intereses a largo plazo de la Federación, mantener a esos Estados en situación débil e inestable. En este contexto Rusia tiene dos objetivos. El primero es limitar la influencia creciente de las empresas occidentales, agencias financieras internacionales y asistencia bilateral de gobiernos en lo que considera su “patio trasero”. El segundo es mantener a los nuevos Estados dependientes de los mercados, defensa y soporte político de Rusia565 .

Rusia ha demostrado especial preocupación por el desarrollo de los recursos de petróleo y gas natural en el Caspio y en los países ricos en estos recursos energéticos que lo rodean. Azerbaiján, Turkmenistán y Kazakhstán están ansiosas de explotar sus recursos naturales para aportar prosperidad económica a sus economías en transición y para lograr la independencia política de su vecina Rusia. Pero es innegable que su dependencia de oleoductos rusos y la necesidad de no ofender la sensibilidad de la gran potencia les deja escaso margen para desarrollar sus recursos naturales estratégicos independientemente de Moscú.

En innumerables oportunidades Rusia evidenció que sus intereses políticos y económicos deben ser tenidos en cuenta en todos y cada uno de los mayores proyectos de exploración de gas natural y petróleo en su «frontera próxima». Así los oleoductos de Transneft repentinamente son incapaces de transportar abastecimientos no rusos, aparecen presiones sobre empresas internacionales amenazando -por ejemplo-, la viabilidad de exploración en la misma Rusia, o rumores de desestabilización regional por aparentemente incontrolables fuerzas militares. Como a su vez Rusia cumple el rol de acreedor al proveer de energía a países pobres en ella -como Ucrania, Bielorrusia, Moldavia, Armenia y Georgia-, frecuentemente utiliza esta presión sobre objetivos comerciales y no comerciales. Algunos de los mayores débitos se deben a gas natural. Para 1995 la deuda con Gasprom producida por países de la ex URSS ascendía a 3.300 millones de dólares566 .

El principal deudor de Rusia es Ucrania. Aún así Rusia sigue proveyéndola de gas debido a que tiene una producción excesiva que de otro modo se perdería y que no puede ser exportada a Europa por temor a destruir los mercados567 .

Irónicamente, la posición de Rusia como abastecedora monopólica de hidrocarburos a sus vecinos no siempre le permitió dictar los términos en sus relaciones con ellos. Por ejemplo, Kiev puede cortar los suministros hacia Europa y, en cualquier momento tomar combustible de los conductos para su uso doméstico. Por otra parte fue el arma utilizada en relación a la flota ex soviética en el mar Negro y a las armas nucleares que permanecían en suelo ucraniano568 .

A partir de 1995, con poco desacuerdo de la comunidad internacional, Rusia definió su rol como el máximo poder en el continente eurasiático. Desde entonces las relaciones referidas a la energía entre Rusia y sus vecinos han incrementado su importancia. En ello tuvo que ver la decisión de reducir en 1996 la participación del gobierno en Lukoil del 80% al 45%. Esta empresa junto con Gasprom se han vuelto una herramienta para restablecer la influencia económica sobre la ex URSS569 .

La adquisición de empresas comerciales es una de las estrategias de inversión rusa en la ex Unión Soviética. La compañía petrolera rusa Lukoil ha tenido una muy agresiva estrategia corporativa destinada a Kazakhstán, Azerbaiján, Moldavia, Bielorrusia y otros Estados de la CEI. Esto incluye participación en proyectos de exploración y adquisición de mayores paquetes accionarios en conductos para hidrocarburos, refinerías y compañías de distribución570 .

Ya en sertiembre de 1994 el primer ministro Chernomyrdin convenció a Kazakhstán, Uzbekistán, Tadjikistán, Kirguizstán, Armenia, Georgia, Bielorrusia, Moldavia y Ucrania de conformar un Comité Económico Interestatal cuya función era coordinar, entre otras, las políticas exportadoras de materia prima, operación de oleoductos y abastecimiento de energía. En años subsiguientes la preocupación acerca de la creciente influencia económica occidental en la ex Unión Soviética ha ido creciendo. Desde comienzos de 1996 se discutió la importancia para la transición económica de la diversificación de recursos energéticos, enfatizando los riesgos para Rusia de desarrollar solamente los yacimientos de petróleo y gas siberiano. Las dificultades de Rusia para asegurarse regiones como la caspiana y Kazakhstán, demostró el alto riesgo para la seguridad del país de descansar en limitadas fuentes de recursos. También se hizo hincapié en la diversificación de exportaciones e importaciones.

Gran énfasis se puso entonces en asegurar mediante una «diplomacia energética» los mercados de la CEI a fin de no entregar a inversores occidentales regiones como Azerbaiján y Kazakhstán y eliminar amenazas potenciales. Para Moscú -que enfrenta las presiones expansionistas de la OTAN-, la región constituye a la vez una puerta a Medio Oriente y una protección contra la influencia occidental o turca en sus fronteras meridionales571 .

Al respecto, cuando el programa TACIS -financiado por la Comisión Europea- se expidió sobre un oleoducto para Transcaucasia, Asia Central, Ucrania y Moldavia, la delegación de Rusia declaró que esa cuestión era objeto de acuerdos en el interior de la CEI y no debería ser discutida por «terceros países»572 .

Sin embargo, muchos de los nuevos Estados no están de acuerdo con la política del Kremlin. Moscú teme permanecer para siempre fuera de los mayores proyectos de petróleo y gas en su «frontera próxima».

Durante la conferencia «Diplomacia rusa y los problemas de la industria del petróleo» de otoño (septentrional) de 1996, dirigida por el ministro de Relaciones Exteriores Evgeny Primakov, se identificaron numerosas amenazas a la seguridad energética del país, incluyendo la discriminación contra Rusia en los mercados internacionales, intentos de limitar la exportación de energía a través de una «política de oleoductos», dependencia de abastecimientos energéticos desde otros países y riesgos de conflictos militares.

 

V.2.2. EE.UU.

La estructura de la industria petrolera en Occidente cambió radicalmente y tal vez para siempre en 1973. El control de los recursos petroleros del mundo se trasladó desde las grandes compañías petroleras multinacionales a un pequeño número de países productores de petróleo, muchos de ellos miembros de la OPEP. La crisis petrolera de 1973 y 1974 y los dos incrementos en los precios de petróleo que siguieron, uno en 1973 y otro al final de la década del setenta, obligó a los países occidentales a repensar su política energética enfatizando la búsqueda de fuentes alternativas de energía. A pesar de esto, la caída del precio del petróleo en la década del 80 incrementó la demanda en las importaciones del mismo. Mientras en 1973 el consumo mundial de petróleo fue de 57 millones de barriles por día, en 1994 este fue de 68 millones de barriles.

Estados Unidos lideraba el consumo petrolero del mundo con 17 millones de barriles por día en 1991. De esta cantidad 50% era importada, y se espera que aumente esa dependencia en importaciones en la próxima década. El gobierno de Estados Unidos ha considerado que la dependencia de esta importación amenaza su seguridad nacional y aunque no hubo una nueva política petrolera dirigida a una progresiva reducción de la compra de petróleo, EE.UU. buscó diversificar el abastecimiento para evitar la dependencia sobre un solo proveedor o grupo de proveedores573 . La adición de nuevos exportadores, como Kazakhstán y Azerbaiján, aporta más libertad de elección para importadores como Estados Unidos, mientras ayuda a mantener los precios de petróleo bajos.

En este contexto puede explicarse el interés de Estados Unidos en la reestructuración de la industria petrolera rusa además de la participación en el desarrollo de yacimientos en el mar Caspio y los países que lo rodean. Estos depósitos de petróleo constituyen una nueva forma de abastecimiento desde países que no pertenecen a la OPEP y son por esa razón extremadamente importantes en lo político y económico.

Luego del colapso de la URSS, EE.UU. reconoció la independencia de todos las Repúblicas de Asia Central y estableció relaciones diplomáticas con ellas a mediados de marzo de 1992. Además apoyó su admisión en la Organización para la Seguridad y Cooperación Europea (OSCE), cuerpos de OTAN574  y otras organizaciones Occidentales. Apoyó la mediación de la ONU y OSCE y al observador de la ONU en Tadjikistán para poner fin a este conflicto regional. El Congreso planteó la urgencia de políticas coherentes de ayuda a estos y otros nuevos Estados de la ex URSS575 .

La Administración Clinton enfatizó relaciones más próximas y coordinadas con Rusia y las ex repúblicas soviéticas, incluyendo las de Asia central576 . Los objetivos explícitos fueron fortalecer la estabilidad, democratización, la economía libre de mercado y comercio, desnuclearización de los Estados no rusos y adhesión a standards internacionales de derechos humanos.

Al nivel geopolítico Estados Unidos desea tomar parte en el desarrollo de las actividades de petróleo y gas natural de los países de Asia Central. De acuerdo con las estimaciones del gobierno estadounidense, este desarrollo puede ayudar al crecimiento económico de las repúblicas y además a alejarlas de la esfera rusa de influencia. Al nivel económico, el desarrollo de la industria petrolera de estos países significa oportunidades para EE.UU. y para sus compañías petroleras. Los yacimientos de la región del Caspio atrajeron el interés de Estados Unidos debido a que la mayor parte de este petróleo está prevista para ser exportada pues las necesidades de los países productores son relativamente bajas y se espera que esa modalidad se mantenga. Al carecer los países de la región de capital y de tecnología para actuar en el desarrollo de la explotación en forma independiente, aumentan considerablemente las oportunidades de inversión. Políticamente, los Estados Unidos estarán en posición de controlar estas nuevas fuentes de energía y de diversificar su propia fuente de abastecimiento.

Varias compañías privadas de EE.UU. envueltas en el desarrollo del petróleo y en la construcción de oleoductos de transporte hacia Occidente están siendo respaldadas por el gobierno de Estados Unidos, al menos en Kazakhstán y Azerbaiján. “EE.UU. tiene intereses económicos y comerciales en Asia Central, particularmente en Kazakhstán y potencialmente en Uzbekistán”577 .

Finalmente Estados Unidos se plantea como objetivo reforzar el rol de Turquía en la región, mientras mantiene al mismo tiempo la política de controlar y aislar a Irán578 . Por ese motivo está trabajando activamente por un oleoducto que pueda transportar el petróleo de Bakú hasta el puerto turco de Ceyhan. Estados Unidos no sólo ha bloqueado cualquier ruta de oleoducto a través de Irán, sino que también ha eliminado a Irán del consorcio internacional que supervisa la producción de petróleo en Azerbaiján.

Mientras parece existir un acuerdo general entre la mayoría de los políticos de EE.UU. sobre la conveniencia de estas metas, existen diferentes puntos de vista en cuanto a los niveles de compromiso de EE.UU.

Algunas voces se alzan señalando que el petróleo y otros recursos naturales en estos nuevos Estados no son vitales a EE.UU. ni a su comercio y seguridad y es, en todo caso, improbable que esté desarrollado totalmente y disponible para los mercados occidentales por muchos años. Algunos apuntan a los numerosos conflictos civiles, étnicos o de otra índole que ocurren en la región para que Estados Unidos evite un mayor compromiso que podría poner al Estado, su personal y a terceros en peligro. Hay quienes están dispuestos a conceder a Rusia el control sobre su «esfera de influencia”, manteniendo un compromiso de menor alcance de EE.UU.

El apoyo a la privatización y la creación de mercados libres sirve directamente a los intereses nacionales de EE.UU., abriéndole nuevos mercados de servicios, fuentes de energía y minerales. El Banco de Exportación-importación (Eximbank) ha otorgado fondos para préstamos o garantías para las ventas de la exportación de equipo industrial y agrícola a Turkmenistán y Uzbekistán579 . La Corporación para la Inversión Privada de Ultramar (OPIC) ha firmado acuerdos con todos los Estados de Asia Central asegurando las inversiones privadas en ultramar, y ha otorgado fondos para financiamiento a Kazakhstán, Kirguizstán y Uzbekistán «necesitamos impulsar la creación de un clima inversor-amistoso» beneficiando a estos Estados y a EE.UU. Se promueve la inversión privada en el rápido desarrollo de la energía y la construcción de «rutas de la exportación adicionales y múltiples”580 .

La Administración Clinton apoyó estas metas integradoras a través de ayuda bilateral y a través de la coordinación con otros donantes de ayuda, incluyendo poderes regionales como Turquía. La Administración ha usado éstos y otros medios para descorazonar regímenes radicales -especialmente fundamentalistas islámicos- que mediante represión o violencia se oponen a los esfuerzos de democratización en Asia Central.

Adicionalmente se promueve el desarrollo de rutas adicionales de exportación de la región del Caspio para asegurar la independencia y soberanía de países como Turkmenistán. “No se considera financiable una ruta por Irán porque el gobierno iraní es actualmente muy inestable. Tenemos obligación legal para votar contra cualquier tipo de tuberías por Irán. Son condiciones impuestas por el Banco Mundial, FMI y otras instituciones financieras internacionales, incluyendo el Eximbank y la OPIC”581 . La ley D’Amato consagra las sanciones contra Irán. En el término cercano, Irán no será parte de ningún contrato con empresas de EE.UU582 .

Al respecto, una ruta transafgana a Pakistán –considerada un gran mercado- fue vista con más benevolencia por EE.UU. Sin embargo las opciones preferidas por EE.UU. son las Bakú-Ceyhan, la submarina Krasnovodsk-Bakú y el corredor Asiático hacia el océano Pacífico.

Inicialmente EE.UU. favorecía una tubería a través de Georgia y con terminal en el mar pero se encontró con las preocupaciones ambientales sobre el estrecho del Bósforo. También acepta una tubería que atraviese Armenia o las varias opciones rusas.

En cuanto a las inversiones, EE.UU. no considera necesaria la ayuda financiera del Eximbank o la OPIC para la sección de la tubería que atraviesa Azerbaiján, que es corta y puede contar créditos del Banco Europeo para la Reconstrucción y Desarrollo, el Banco Mundial junto con otros organismos.

 

V.2.3. China

Rusia parece haber encontrado a su mejor socio en China. La reunión de ambos surge en un momento en que ambas potencias se encuentran aisladas, sin graves conflictos mutuos, con industrias para modernizar e interés por solucionar los problemas energéticos de China con la abundancia del recurso -tanto de materia prima como tecnológico- por parte de Rusia. De esta manera la Federación, además de lograr una posición que le permite mayor capacidad de negociación en la arena internacional, recupera parte del prestigio perdido en el comando de las restantes repúblicas de la CEI.

Este reencuentro de colosos surge como respuesta al comportamiento internacional, y sus consecuencias pueden ser tan importantes y variadas que es imposible predecir el rumbo que tomará la estructura del poder regional, así como sus proyecciones sobre el equilibrio de poder mundial. El objetivo final y manifiesto de ambos Estados fue enunciado como una “cooperación que no limite la autodeterminación de ambas potencias, que permita roles internacionales con gran independencia mutua y otorgue a ambas la posibilidad de negociar con terceros Estados de la manera más ventajosa, fortalecidas por sus alianzas bilaterales”583 .

Desde el punto de vista de la política exterior, la primacía de Primakov confirmó una aceleración de las intenciones rusas de restaurar su poder en las antiguas zonas mongoles de Asia Central y una creciente cooperación con los musulmanes de las regiones periféricas para monopolizar el suministro global de petróleo y minerales584 . Estos objetivos que desafían el liderazgo norteamericano, llevaron a diferentes acuerdos con China. Es más, la propuesta de Primakov en Nueva Delhi -diciembre de 1998- de la creación de un eje ruso-indio-chino, favoreció el acercamiento de la Federación al Pacífico. «El petróleo y los minerales son dos de los objetivos principales; la contención de China es el tercero»585 .

En la Declaración de Alma Ata de julio de 1998586 , los Ministros de China, Rusia, Kazakhstán, Kirguizstán y Tadjikistán hicieron explícita su interpretación del fenómeno al afirmar que están «resueltos a transformar las relaciones de buena vecindad, de amistad y cooperación entre los cinco Estados en factores importantes y duraderos de estabilidad, de seguridad y de desarrollo en el espacio eurasiático». Estos principios fueron confirmados en la 4º Cumbre de Jefes de Estado del Grupo de Shanghai, realizada en Bishkek el 25 y 26 de agosto de 1999587 .

Este neorrealismo se evidenció en el Nuevo Concepto de Seguridad Ruso de 1997, que reconoció la naturaleza multidimensional de la seguridad. Como el nuevo concepto de poder en el mundo se aproxima cada vez más al poder económico, el acercamiento a Oriente permitiría a Rusia reducir gastos militares, reactivar económicamente la región del Lejano Este588 , una mayor participación en el comercio regional así como brindar asistencia técnico-militar a China, incentivar el desarrollo industrial y de las comunicaciones y en particular lasfuentes de energía -incluyendo hidrocarburos y su transporte-. Ya se ha mencionado en este capítulo la gran participación de China en empresas conjuntas en las Repúblicas Centrales Asiáticas. A solo tres años de la independencia, China era el segundo inversor en Kazakhstán, y el intercambio de visitas de líderes de las Repúblicas Centrales Asiáticas con los de China comenzó a ser muy frecuente589 .

De acuerdo a la Declaración de Alma Ata, los Estados signatarios se comprometen a alentar por todos los medios una vasta cooperación a largo plazo en todos los sectores de la economía, especialmente los oleoductos y gasoductos existentes entre sus países así como los que se dirigen a otros países así como los transportes ferroviarios, automotrices, fluviales y aéreos. Se asegurarán sobre todo de su rentabilidad, fiabilidad y de la seguridad de las infraestructuras existentes y de las que se construyan, teniendo en cuenta los intereses económicos y nacionales de los países cuyo territorio atraviesen.

Cabe recordar que la afirmación de los ministros respecto de «la tendencia mundial a la puesta en marcha de estructuras de cooperación multilateral es cada vez más marcada en Asia Central» se encuentra reforzada por la gran cantidad de reuniones de diferente índole llevadas a cabo durante 1998-99. Se destaca la Cumbre realizada en Bakú en septiembre de 1998 referida a la restauración de la Ruta histórica de la Seda -TRACECA- clave para el desarrollo de relaciones entre las infraestructuras nacionales y regionales de transportes en todas direcciones y que facilitan la comunicación hacia los océanos Pacífico y Atlántico y ofrece un acceso duradero a las redes de transporte transeuropeo y transasiático.

Los ricos yacimientos de Kazakhstán y Turkmenistán son objeto de una gran competencia donde los intereses de varios Estados y grandes compañías -muchas estadounidenses con soporte de su gobierno- y China se ofreció a hacerse cargo de los gastos del extenso oleoducto-gasoducto que transportaría el vital elemento a través de su territorio y además le permitiría la venta a través de puertos en el Pacífico a toda el área industrial del Pacífico que tanto lo requiere, además de relativizar la influencia de EE.UU. y Japón en la misma.

 

V.2.4. Turquía

Para Turquía –y también para Irán-, este “gran juego” es la oportunidad histórica de incrementar sus economías590 .

Históricamente bien emplazada entre Oriente y Occidente, Turquía es un puente geográfico y cultural entre ambas civilizaciones. Cuenta a su favor con que cuatro de las Repúblicas son turcófonas, lo que le ha dado liderazgo en las corrientes panturquistas que cuentan con el visto bueno de EE.UU.591 . Pero las relaciones no están restringidas a dichos Estados. Consideraciones estratégicas obligan a los cuerpos militares y diplomáticos de Turquía a observar con cuidado a Rusia y a Irán. Ankara sabe que Azerbaiján no seguirá el ejemplo de Armenia y Georgia de admitir el despliegue de tropas rusas en su frontera.

La puerta de entada de Turquía a Asia Central es Azerbaiján. La sustitución del presidente pro turco Aboulfaz Eltchibey por el ex miembro del Politburó del PC soviético Heidar Aliev, producida en junio de 1993, paralizó la comunicación con Azerbaiján hasta que el nuevo presidente visitó Turquía donde se manifestó desconforme con la ayuda brindada por Moscú. La política actual de Turquía consiste en aproximarse a Georgia y hasta a establecer relaciones normales con Armenia –con un “acuerdo” sobre silenciar la responsabilidad de Turquía en el genocidio armenio de 1915-, sin que ello signifique restablecer relaciones diplomáticas o económicas; Bakú impuso un bloqueo a Ereván y demandó el retiro de tropas de Nagorno Karabagh592 .

El dilema de Turquía es si confrontar con Moscú en este “juego geopolítico” siendo tan importante el intercambio comercial entre ambos Estados y tantas las compañías turcas con emprendimientos en Rusia. El monto del comercio Turquía-Rusia cuadruplica el que Turquía mantiene con el conjunto de las Repúblicas Centrales Asiáticas.

“Gracias a su reputación de hacer las cosas bien y a bajo costo, empresas turcas están muy ocupadas construyendo acerías, refinerías, hospitales, shoppings”593 ,...y mezquitas. En Kazakhstán, la empresa ENKA está construyendo una planta petroquímica y una refinería además de tareas de exploración subacuática en el Caspio para Shell.

La cuestión de los estrechos del Bósforo entorpece la salida de barcos del mar Negro, de modo que desde las terminales de oleoductos solo se podría embarcar el petróleo a otro puerto del mismo mar. Y la más perjudicada ante esta situación es Rusia. El gobierno de Ankara presiona sobre la construcción del oleoducto a través del Kurdistán hacia el puerto de Ceyhan, con todas las ventajas que implica. Este puerto es muy superior a cualquiera sobre el mar Negro. Sin embargo el gobierno indicó que “ni uno de los Estados que impulsan esta ruta ha sugerido que podría participar en la financiación del proyecto”594 . Los representantes de la administración Clinton concluyeron que es políticamente imposible para EE.UU. subsidiar el proyecto, y Turquía ofreció concesiones sobre impuestos y tasas de tránsito, que Washington sostiene que son insuficientes. Garantizar un volumen suficiente como para hacer rentable en corto plazo su construcción, requeriría eliminar todas las demás opciones con las dificultades, riesgos y controversias que ello suscitaría.

Turquía está interesada -pero no demasiado- en el gasoducto desde Turkmenistán a través de Irán, pues no desea depender de la buena voluntad de este vecino para su abastecimiento.

Rusia desea venderle gas a través de la ruta transcaucásica. Esta propuesta fue recibida con satisfacción por Israel, con quien Turquía mantiene buenas relaciones.

Su nexo con Occidente es evidente y de gran peso, al poseer la segunda flota de la OTAN, luego de la perteneciente a EE.UU. Además la potencia de América del Norte la respalda en sus iniciativas con el objeto de neutralizar la influencia de Irán en la región.

 

V.2.5. Irán

Irán negoció en forma pragmática y no ideológica con sus vecinos del norte. Sus principales socios comerciales son Azerbaiján, Armenia y Turkmenistán. Con este Estado acordó la entrega de gas en el norte a cambio de la construcción del gasoducto Korpedzhe – Kurt Kui y la entrega de cantidades equivalentes de gas natural a Turquía, además de la inauguración de un ferrocarril que comunica la red de Irán con Tedzhen y luego con Ashgabad y el resto de Asia Central, abriendo perspectivas para futuros desarrollos595 . Los detalles de esta comunicación intercontinental fueron analizados en el capítulo II.

Pero Irán es considerado un Estado paria en el mundo de las relaciones internacionales.

Si debido a las presiones de EE.UU. se produjera una alianza entre Irán y Rusia, el territorio iraní sería indudablemente la mejor opción para desenclavar los Estados ribereños del Caspio596 .

 

V.2.6. Europa Occidental

La cuestión de la seguridad energética y futuros abastecimientos de energía es fuente de preocupación de los gobiernos europeos. Salvo pocas excepciones, estos países son muy dependientes de la importación de energía, principalmente hidrocarburos y se espera que la demanda crezca. La dependencia del petróleo importado a fines de 1999 era del 50% y se espera que ascienda al 60% en 2010.

Medio Oriente es proveedor del 30% del petróleo consumido en el mundo y abastecerá el 40% en 2010, pero las guerras y conflictos políticos son cuestiones que no pierden de vista sus clientes.

Además están muy sensibilizados ante la posibilidad de escasez o shocks de precios del petróleo. Los precios del petróleo están siendo establecidos –al menos en parte- por la OPEP, lo que no significa que seguirá lográndolo, ni que todos los miembros de la OPEP tengan los mismos intereses.

El abastecimiento de gas natural puede ser más problemático. El consumo de gas importado en 1999 fue del 35% del total y se espera para 2010 que esa cifra aumente al 45%, aun asumiendo un incremento en la producción noruega. Rusia e Irán poseen en conjunto 50% de las reservas mundiales. Ante el agotamiento de los yacimientos del mar del Norte, Europa está previendo aprovisionarse desde Rusia, el Caspio, África septentrional e Irán. Rusia -al menos para Europa central y oriental- ha sido un confiable proveedor durante treinta años. Pero la doctrina de seguridad europea precisa la diversificación de proveedores.

Poner en marcha la infraestructura de la región del Caspio requerirá –hemos visto- tiempo y fuertes inversiones. Si a ello se incorpora el necesario proceso de privatizaciones, desregulación y liberalización de los mercados de energía el problema aumenta en un momento en que el precio del petróleo es particularmente bajo.

A pesar de su importante presencia económica, los Estados europeos no juegan ningún rol en las decisiones estratégicas relativas a cuestiones energéticas597 . Ningún gobierno europeo ha adoptado posiciones de abierta protección a las empresas de sus nacionales en la región como las efectuadas por EE.UU. Ya se ha visto la participación de las mayores compañías petroleras europeas en los diferentes Estados de Asia Central y también en los proyectos o emprendimientos relacionados con los oleoductos y gasoductos de exportación. Es más, Francia claramente expuso el derecho de sus empresas a realizar inversiones en cualquier Estado, en abierta oposición a las presiones de EE.UU. (ley D´Amato y otras medidas). Al respecto, la posición de otros Estados europeos es similar a la de Francia.

Sin embargo se evidencia falta de cohesión entre los miembros de la Unión. Alemania está preocupada por Georgia en razón del rol jugado por E. Shevardnadze -como ministro de Relaciones Exteriores de la URSS-, en relación con la unificación alemana. La gran comunidad armenia en Francia hace que este Estado apoye a Erevan. Para el Reino Unido la prioridad es Azerbaiján, donde British Petroleum está muy comprometida. Curiosamente los intereses actuales de estos países europeos coinciden con aquellos de 1918-1920, durante la efímera independencia de los tres Estados transcaucásicos.

El interés de la Unión Europea se evidencia en su actividad como intermediaria en el proyecto TRACECA, que busca establecer líneas marítimas y ferroviarias entre Europa, los puertos de Georgia en el mar Negro y Asia Central hasta el océano Pacífico.