Hidrocarburos y Relaciones Internacionales en Asia Central

 

 

 

Cooperación-Seguridad-China/Kazakhstán/Kirguizstán/Rusia/Tadjikistán606 
Reunión Ministerial
Declaración común.
Almaty, 3 de julio de 1998.

 

La República Popular de China, la Federación de Rusia, Kazakhstán, Kirguizstán y Tadjikistán, en adelante denominadas las Partes,

-considerando la voluntad común de los Estados participantes en la presente reunión que tiende al refuerzo de la cooperación multilateral en el contexto de los acuerdos de refuerzo de la confianza en el dominio militar y sobre la reducción común de las fuerzas armadas en las zonas fronterizas, signados en Shanghai y en Moscú en 1996 y 1997, respectivamente,

-se felicitan del desarrollo progresivo de las relaciones de buena vecindad, de amistad, de confianza mutua y de cooperación en todos los dominios entre los cinco gobiernos,

-fieles a los principios generales reconocidos de respeto de la soberanía y de la integridad territorial de otros Estados, de la igualdad y no injerencia en los asuntos internos y preconizando el reglamento de los conflictos y diferendos entre los países por la vía de las consultas amistosas,

-subrayan que las Partes acuerdan en reconocer que la búsqueda de la expansión y del refuerzo de la cooperación bilateral y multilateral entre los cinco Estados, en un espíritu de buena vecindad y amistad, responde a los intereses fundamentales de sus pueblos y constituye un importante factor positivo de estabilidad, de seguridad, de desarrollo y de prosperidad en la región y en toda Asia,

-considerando que una vasta cooperación económica juega un rol importante en el refuerzo de la paz y la estabilidad de la región,

-constatando que la tendencia mundial a la puesta en marcha de estructuras de cooperación multilateral es cada vez más marcada en Asia Central,

-declaran en la presente reunión:

Las Partes tomarán todas las medidas necesarias para asegurar la plena aplicación del Acuerdo sobre el refuerzo de la confianza en el dominio militar a lo largo de sus fronteras del 26 de abril de 1996 y del Acuerdo sobre la reducción de las fuerzas armadas en las regiones fronterizas del 24 de abril de 1997, en y subrayan nuevamente la importancia de consultas regulares en vía de examinar el proceso de aplicación de los acuerdos mencionados.

Las Partes aprecian las importantes consecuencias positivas de los Acuerdos de Shanghai y de Moscú sobre la seguridad en la región y en todo el mundo, expresión concreta de la nueva concepción de la seguridad, que ha tomado forma luego de la Guerra Fría y que se desarrolla constantemente, y a la vez es una experiencia de refuerzo de la seguridad y la cooperación a nivel regional y mundial. La cooperación entre los cinco Estados tiene un carácter abierto y no esta dirigida contra otros países.

Considerando las realidades de la región, las Partes han decidido desarrollar activamente el diálogo y las consultas sobre las cuestiones de seguridad, en nivel bilateral y regional e invitan a los Estados interesados de la región a incorporarse a este proceso.

Se ha convenido además convocar, cada vez que sea necesario, reuniones de expertos, de ministros de asuntos extranjeros, de jefes de gobierno y de jefes de Estado para examinar las cuestiones relativas a la seguridad y al desarrollo de la cooperación en Asia Central y en la totalidad del continente asiático.

Las Partes aprueban las ideas generales enunciadas en la propuesta de Kazakhstán concerniente a la convocatoria a una reunión sobre la cooperación y las medidas de confianza en Asia y estiman que corresponde continuar activamente en su elaboración. Suscriben a la iniciativa formulada por los Estados de Asia Central concerniente a la creación de una zona exenta de armas nucleares en Asia Central.

Las Partes se declaran dispuestas a proseguir las consultas referidas a los grandes problemas internacionales y sobre las cuestiones relacionadas con la situación en Asia y a sostener cada vez que sea necesario consultas, dentro del marco de la ONU o de otras instancias internacionales o regionales.

Las Partes reconocen unánimemente que toda manifestación de separatismo nacional, de intolerancia étnica y de extremismo religioso es inaceptable. Tomarán las medidas para luchar contra el terrorismo internacional, el crimen organizado, el tráfico ilícito de armas, el tráfico de estupefacientes y de sustancias psicotrópicas y otras formas de actividades criminales internacionales y por impedir el uso de sus territorios para la organización de actividades que atenten contra la soberanía, la seguridad o el orden público de alguno de los cinco Estados.

Las Partes convienen en respetar rigurosamente, dentro del desarrollo de la cooperación económica basada en la igualdad y prosperidad mutua, los principios fundamentales que se enumeran:

-acordarán mutuamente condiciones comerciales internacionalmente admitidas a fin de extender el volumen de sus intercambios;

-impulsarán y favorecerán diversas formas de cooperación económica y comercial interregional y fronteriza así como la cooperación entre las grandes empresas y sociedades de los cinco Estados,

-mejorarán el clima de inversiones en los cinco Estados y crearán las condiciones propicias para las inversiones en las actividades económicas establecidas en sus territorios.

Las Partes han constatado que es indispensable reforzar y alentar por todos los medios una vasta cooperación a largo plazo en todos los sectores de la economía, especialmente los oleoductos y gasoductos así como los transportes ferroviarios, automotrices, fluviales y aéreos.

Al respecto, las Partes se comprometen en primer lugar a modernizar y utilizar los oleoductos y gasoductos existentes entre sus países así como los que se dirigen a otros países, se asegurarán sobre todo de su rentabilidad, fiabilidad y de la seguridad de las infraestructuras existentes y de las que se construyan, teniendo en cuenta los intereses económicos y nacionales de los países cuyo territorio atraviesen. Las Partes invitan a todos los Estados interesados y a las sociedades de otros países a asociarse a estos proyectos.

Las Partes otorgan igualmente una gran importancia a la cooperación mutua ventajosa y basada en la igualdad de derechos en el campo de la energía, especialmente en lo que concierne a los proyectos de transferencia mutua de la electricidad y del tránsito a través de otros países.

Las Partes acuerdan una gran atención a la protección del ambiente en la región y están prestas a cooperar con este fin.

Las Partes consideran que la situación internacional sufre profundas transformaciones, que la mundialización de la economía se acelera, y que la tendencia a la multipolarización del universo es cada vez más marcada, lo que permitirá asegurar la estabilidad de la situación internacional y crear las condiciones de desarrollo socioeconómico de los diferentes Estados del mundo. La paz y el desarrollo son temas fundamentales de interés general para todos los pueblos del mundo.

Paralelamente, toda una serie de eventos recientes ha mostrado que los objetivos de paz duradera y de estabilidad son primordiales.

Las Partes se declaran preocupadas por la persistencia de la tensión en Afganistán y promueven una intensificación de esfuerzos para alcanzar un reglamento pacífico del conflicto interno, teniendo en cuenta los intereses de todos los grupos étnicos y religiosos y de las fuerzas políticas, bajo la égida de la ONU y con la participación de los países interesados.

Las Partes saludan las iniciativas emitidas y sostenidas por la ONU para regular el conflicto afgano, especialmente la concerniente a la reunión de una conferencia pacífica sobre Afganistán en Bishkek.

Las Partes se declaran seriamente preocupadas por la escalada de la tensión en la región vecina meridional de Asia y los ensayos nucleares que se han llevado a cabo.

En este contexto, las Partes invitan a todos los Estados que no lo han hecho, a adherir al Tratado de no proliferación de armas nucleares y al Tratado de interdicción completa de ensayos nucleares sin ninguna reserva.

Las partes reafirman que la paz y el desarrollo de todas las naciones en el siglo XXI exigen la instauración de un nuevo orden económico e político internacional, que sea justo y racional. Están resueltos a transformar las relaciones de buena vecindad, de amistad y cooperación entre los cinco Estados en factores importantes y duraderos de estabilidad, de seguridad y de desarrollo en el espacio eurasiático.

Por la República de Popular de China, Tang Jiaxuan

Por la Federación de Rusia, Evgeny Primakov

Por la República de Kazakhstán, Kasymjomart Tokaev

Por la República de Kirguizstán, Murablek Imanaliev

Por la República de Tadjikistán, Golbak Nazorov