Organización de la
Unidad Africana

 

Conferencia de Jefes de Estado y de Gobierno
Trigésima sexta Sesión Ordinaria

Declaración de Lomé

Lomé, Togo; 12 de julio de 2000

 

 

Nosotros, los Jefes de Estado y de Gobierno de la organización de la Unidad Africana (OUA), reunidos en Lomé, entre el 10 y el 12 de julio de 2000, en el marco de la 36° Sesión Ordinaria de nuestra Conferencia;

Fieles a los principios y objetivos fundamentales inscriptos en la Carta de la OUA por los países fundadores, a saber: la independencia política, el respeto a la soberanía y a la integridad territorial de los estados, la promoción de la paz, de la seguridad, de la cooperación, del desarrollo y del derecho de autodeterminación de los pueblos;

Conscientes de la persistencia de situaciones de conflicto y manifestaciones de violencia que afectan profundamente la seguridad y la estabilidad de nuestros Estados dificultando al mismo tiempo nuestros esfuerzos en pos del desarrollo;

Convencidos de la necesidad de trabajar por el mantenimiento de la paz y de la seguridad nacional e internacional, de conformidad con las cartas de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y de la OUA;

Constatando con inquietud que la reforma del consejo de Seguridad dirigida a adaptar su composición y funcionamiento a las nuevas exigencias demora en realizarse;

Lamentando que la Comunidad Internacional no preste siempre la debida atención a la gestión de los conflictos en África, como constantemente lo hace en otras regiones del mundo, y que los esfuerzos realizados por los propios Africanos en el campo del mantenimiento de la paz, de acuerdo con el Capítulo VIII de la Carta de las Naciones Unidas, no son suficientemente apoyados en los planos financiero y logístico;

Gravemente preocupados por el creciente número de refugiados y desplazados en el Continente Áfricano como resultado de todos esos conflictos

Lamentando igualmente el deterioro constante de los precios de las materias primas y los obstáculos que limitan el acceso de los países Africanos al comercio internacional;

Preocupados con los efectos nefastos del endeudamiento en las economías Africanas y con la disminución constante de los recursos de la AOD y de las inversiones en nuestros países;

Reconociendo que el progreso y el desarrollo económico y social de África pasan por la integración de las economías Africanas como está previsto en el Tratado de Abuja que crea la Comunidad Económica Africana;

Considerando la imperiosa necesidad de fortalecer las economías Africanas para que puedan sacar mejor partido del proceso de globalización;

Subrayando la importancia de la contribución de la Comunidad Internacional a los esfuerzos de los Estados Africanos con vistas a un desarrollo sustentable, prerrequisito de la paz y la seguridad;

Subrayando igualmente la importancia de la transferencia de tecnología para el desarrollo industrial de África;

Reconociendo igualmente que la miseria, la pobreza, el hambre, la enfermedad, la injusticia, el analfabetismo y la guerra constituyen grandes obstáculos al desarrollo y al progreso de los pueblos;

Recordando la importancia de la educación, la formación y del refuerzo de las capacidades en el proceso de desarrollo de África;

Reconociendo también el lugar y el papel preponderante de la mujer Áfricana en el proceso de desarrollo económico, social, humano y cultural y en la edificación de una sociedad  Áfricana armoniosa y próspera;

Considerando igualmente que la criminalidad transfronteriza, la proliferación, la circulación y el tráfico ilícito de armas ligeras y de pequeño calibre, el tráfico de drogas, la corrupción y el terrorismo constituyen graves amenazas a la seguridad y a la estabilidad y obstaculizan el desarrollo económico y social armonioso del Continente;

Teniendo presente nuestra decisión AHG/Dec 137 (XXXV) de julio de 1999, sobre la proliferación, circulación y tráfico ilícito de armas pequeñas y ligeras;

Constatando además con preocupación que la situación de millones de niños Africanos se deteriora cada vez más debido a la guerra, a su reclutamiento en los conflictos armados y a su explotación abusiva en diversos aspectos;

Recordando igualmente la necesidad de aplicar la Convención de las Naciones Unidas relativa a los Derechos del Niño y la Carta Africana de los Derechos y del Bienestar de los niños;

Seriamente preocupados con la extensión de la propagación del VIH/SIDA y de las víctimas causadas por otras pandemias, como el paludismo, que obstaculizan seriamente los esfuerzos de desarrollo de África;

Preocupados también por los devastadores efectos de las catástrofes naturales en África sobre la vida de las personas y sobre las economías nacionales y regionales;

Conscientes de que el desarrollo de la democracia, el respeto de las libertades fundamentales y de los derechos del hombre, el buen gobierno, la tolerancia y la cultura de la paz son factores esenciales para la instauración y el mantenimiento de la paz, la seguridad y la estabilidad;

Convencidos también de que la diversidad cultural y el diálogo entre las civilizaciones son fuentes de riqueza y progreso;

Reiterando nuestra fe en la Declaración de Sirte del 9 de septiembre de 1999:

 

  1. Reafirmamos nuestra firme voluntad de hacer del año 200 un año de paz, seguridad y solidaridad en África, de conformidad con la Declaración AHG/Decl.2 (XXXV), de nuestra 35ª Sesión Ordinaria realizada en Argel, del 12 al 14 de julio de 1999;
  2. Nos comprometemos a intensificar nuestras acciones a favor de la paz y a apoyar los esfuerzos dirigidos a lograr la resolución pacífica de los conflictos en África, especialmente a través del refuerzo del mecanismo de la OUA para la Prevención, Gestión y Resolución de Conflictos, así como a las capacidades Africanas de gestión de conflictos y mantenimiento de la paz y la seguridad;
  3. Abogamos vivamente a la cooperación en materia de mantenimiento de la paz y la seguridad entre las Naciones Unidas (ONU), y las Organizaciones Regionales Africanas;
  4. Reconociendo la expansión de las operaciones de mantenimiento de la paz de las naciones Unidas y la necesidad de recursos adecuados para el rápido y eficiente despliegue de las operaciones de mantenimiento de la paz, afirmamos la importancia de que se tomen las medidas necesarias para garantizar un adecuado sistema de financiamiento para todas las operaciones de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas;
  5. recordando que la principal responsabilidad en el mantenimiento de la paz y de la seguridad internacionales es tarea del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, instamos a la ONU y a la Comunidad Internacional a que presten la debida atención a la gestión y a la resolución de los conflictos en África y a que apoyen activamente las iniciativas implementadas en el ámbito del Capítulo VII de la Carta de las Naciones Unidas;
  6. Reafirmamos igualmente la necesidad de proseguir con los esfuerzos dirigidos a la implementación del desarme general y completo, incluyendo el desarme nuclear, como medio de alcanzar los objetivos de paz y seguridad regionales e internacionales;
  7. Nos comprometemos a abordar las causas profundas de los problemas de los refugiados y las personas desplazadas y a crear las condiciones propicias para el repatriamiento voluntario de los refugiados y el regreso de las personas desplazadas a sus lugares de origen;
  8. Decididos a salvaguardar a África como zona exenta de armas nucleares, de conformidad con el Tratado de Pelindaba, firmado en El Cairo, el 11 de abril de 1996, y refirmamos nuestra voluntad de remover todos los obstáculos para asegurar su pronta entrada en vigor;
  9. Nos comprometemos también a combatir vigorosamente la criminalidad transfronteriza, la proliferación, circulación y tráfico ilícito de armas ligeras y de pequeño calibre, el tráfico de drogas, la corrupción y el terrorismo;
  10. Nos congratulamos por la moratoria en África sobre la importación, exportación y fabricación de armas ligeras y de pequeño calibre, implementada por los Estados miembros de la CEDEAO y animamos al establecimiento de mecanismos similares en otras regiones;
  11. Subrayamos la necesidad de que los Estados Africanos participen activamente en la Conferencia mundial sobre tráfico ilícito de armas pequeñas y ligeras del año 2001, en todos sus aspectos;
  12. Lanzamos una apelación solemne a los estados miembros para que aceleren el procedimiento de ratificación de la convención de la OUA sobre la prevención y la lucha contra el Terrorismo, firmado en Argel, el 14 de julio de 1999;

13. Reiteramos nuestra determinación de continuar promoviendo el respeto y la protección de los derechos del hombre y de las libertades fundamentales, la democracia, el estado de derecho y el buen gobierno, en nuestros países;

  1. Reafirmamos también la necesidad imperiosa de acelerar la reforma del Consejo de Seguridad y de hacer que su composición sea más representativa de la universalidad de la Organización, condición previa para dotarlo de mayor credibilidad;
  2. Estamos firmemente decididos a acelerar el proceso de integración Africana, especialmente a través de:  

- la cooperación dinámica entre las Comunidades Económicas Regionales;

- la promoción del comercio intra e Inter. Regional; y

- la racionalización y optimización del uso de los centros Regionales de Formación y capacitación en África, de conformidad con el Tratado de Abuja de 1991, que dio nacimiento a la Comunidad Económica Africana.

 

  1. Recordamos con satisfacción la exitosa realización, los días 3 y 4 de abril de 2000, de la Cumbre África-Europa en El Cairo, como un esfuerzo histórico para reforzar la cooperación y desarrollar una nueva relación estratégica entre los dos continentes y exhortamos a que se hagan esfuerzos continuos para implementar las decisiones contenidas en la Declaración y en el Plan de Acción de El Cairo;
  2. Reafirmamos por otro lado nuestra adhesión a la Declaración y al Plan de Acción de la Cumbre de Libreville y de la Cumbre de Copenhague sobre crecimiento y reducción de la pobreza en África y renovamos nuestro compromiso de implementar este Plan;
  3. Invitamos a los países industrializados a tomar iniciativas más osadas e innovadoras, dirigidas a lograr la cancelación total de la deuda de los países Africanos;
  4. Acordamos en dar nuevo vigor al Grupo de Contacto de la OUA sobre la Deuda Externa de África, con el objetivo de continuar buscando soluciones adecuadas para el grave problema de la deuda;
  5. Solicitamos a la Comunidad Internacional a hacer todo lo posible para que la globalización sirva a los intereses de todos los países, sin discriminación alguna y, en particular, para que permita la participación efectiva de nuestros países en un sistema comercial mundial, de modo de ayudarnos a crear las bases de un crecimiento durable y equitativo;
  6. Reafirmamos por otro lado nuestra firme voluntad de hacer todo para eliminar a pobreza, el analfabetismo y las desigualdades sociales en nuestros países y apoyamos a este respecto la iniciativa dirigida a la creación de un Fondo Solidario Mundial;
  7. Apelamos igualmente a los estados miembros para que refuercen las medidas dirigidas a la implementación del Programa de Acción para la Década de la Educación en África (1997/2006), y Apoyamos las Resoluciones de la Conferencia de la UNESCO sobre Educación, realizada en Dakar, entre el 24 y el 28 de abril de 2000;
  8. Animamos también a la creación y promoción de nuevas tecnologías de la comunicación y de la información como instrumentos valiosos de promoción de la cultura, de la educación y del desarrollo;
  9. Finalmente reafirmamos nuestra voluntad de poner en práctica todas las Declaraciones pertinentes de la ONU y de la OUA con vistas a la eliminación rápida y definitiva de todas las formas de discriminación y de violencia en relación con las mujeres y llamamos a una mayor participación de las mujeres en todos los niveles de gestión de los asuntos públicos y del desarrollo;
  10. Exhortamos a los Estados Miembros a que adopten políticas que contribuyan a la promoción y al ejercicio de los derechos de los niños, así como a su desenvolvimiento físico, intelectual y moral, en un ambiente de paz, seguridad y estabilidad;
  11. Invitamos también a la Comunidad Internacional a apoyar nuestros esfuerzos en la promoción de los cuidados de la salud y, en particular, en la lucha contra el paludismo y el SIDA, de acuerdo con las Decisiones y Resoluciones de la Cumbre de los jefes de Estado Africanos y de la Reunión Ministerial de la OUA sobre estas cuestiones;
  12. Apoyamos vivamente la creación de un Mecanismo Africano para la prevención y el Control de Desastres Naturales y el refuerzo de los fondos para mitigar sus efectos destructores en África;
  13. Reafirmando que el desarrollo de África compete sobre todo a nuestros gobiernos y a nuestros pueblos, estamos determinados a consolidar las bases de un desarrollo equitativo y sustentable, orientado al hombre y basado en políticas económicas viables, en la justicia social, en el respeto a los derechos humanos y en la buena gestión de los asuntos públicos, a fin de lograr la aceleración de la transformación estructural de nuestras economías;
  14. Nos comprometemos solemne y fielmente a apoyar con convicción todos los esfuerzos dirigidos a defender y promover los intereses de África en el marco de la construcción de la Unión Africana, tal como fue estipulado en la Declaración de Sirte, el 9 de septiembre de 1999, a fin de hacer de África un continente más unido, fuerte, próspero y totalmente responsable por su destino.

 

Traducción: Javier Surasky