Departamento de Africa
Coordinadores:
Gladys Lechini de Alvarez; Marcelo de los Reyes
Presentación
En la presentación del Departamento de Africa se sintetizan las actividades del Departamento durante el año 2000.
La Lic. Gladys Lechini se ocupó del seguimiento de las relaciones argentino-africanas durante el período bajo estudio y la Lic. Magdalena Carrancio avanzó reflexiones sobre la situación política en el Africa Norsahariana. El enfoque es complementado con las secciones Cronología y Documentos.
Con respecto a la Cronología en este anuario ha sido dividida entre Africa del Norte y Africa al Sur del Sahara, siendo realizada la primera por las Licenciadas Rosalía Bresciani y Romina Gerez y la segunda por Julieta Cortés
Los documentos incluidos son, por orden cronológico:
- Cumbre Extraordinaria de Jefes de Estado y de Gobierno de Africa. Comunicado. Maputo, 16 de enero de 2000.
- Primera Cumbre Nacional sobre África, Washington, 15 de abril de 2000.
- CEMAC-CEEAC- Cumbre. Comunicado. Libreville, 23 de junio de 2000.
- Comunidad de Estados de África Austral. 20° Cumbre de los Jefes de Estado de la SADC. Comunicado Final, Windhoek, 6-7 de agosto de 2000.
- Cuarta Conferencia sobre las democracias nuevas o reestablecidas, Cotonou, 4-6 de diciembre de 2000
- Comunicado Final de la Cumbre de la CEDEAO, Bamako, 15-16 de diciembre de 2000.
Durante el primer año de la gestión del Canciller Rodriguez Giavarini no se observan cambios sustanciales en las relaciones argentino africanas, mostrándose continuidades en las acciones, tanto para el Africa del Norte como para el Africa Subsahariana.
La transmisión del mando presidencial, el 10 de diciembre de 1999, contó con la presencia en Buenos Aires de importantes autoridades norafricanas y de Sudáfrica. Aún siendo un evento formal, el nivel de los representantes extranjeros da cuenta de la relevancia de la Argentina para estos países, aunque no siempre Buenos Aires haya demostrado reciprocidad. En efecto, viajaron a la Argentina una delegación argelina presidida por el Señor Rabah Bitat, representante ad hoc del presidente Bouteflika, acompañado de los señores consejeros presidenciales Mohammed Cherif Messadia y Adelaziz Zian; el Ministro de Riqueza Animal de Libia, Dr. Massoud Said Abusowa; el Ministro de Asuntos Extranjeros y de la Cooperación del Reino de Marruecos, D. Mohamed Benaissa, el Secretario de Estado de Asuntos Exteriores de Túnez, D. Tahar Sioud y la Ministro de Relaciones Exteriores de Sudáfrica, Dra. Nkosazana Dlamini Zuma.
En la memoria anual del Ejecutivo al Congreso [1], se informa que en el año 2000 se puso en práctica una nueva estrategia de penetración comercial en Medio Oriente y Africa del Norte, a través de la organización de misiones empresariales y multisectoriales acompañadas por funcionarios de la Cancillería de alto nivel. En el marco de esos objetivos, el canciller Rodriguez Giavarini viajó a Argelia, Marruecos y Egipto y se recibieron las visitas del primer Ministro de Marruecos y de un enviado especial del jefe de Estado Libio. Asimismo el presidente de la Rua y el Canciller Rodriguez Giavarini asistieron en El Cairo, entre el 19 y 20 de junio de 2000 a la reunión del Grupo de los 15.
Se firmaron Tratados con Argelia (Acuerdo sobre Promoción y Protección recíproca de inversiones y Memorandum de Entendimiento sobre Consultas políticas de Alto Nivel entre ambas cancillerías), Egipto (Acuerdo de Cooperación Económica y Comercial) y Marruecos (Acuerdo Comercial y Acuerdo de Cooperación en Materia de Pesca Marítima)
Con respecto a la región en general, el año 2000 no muestra demasiada actividad, mencionándose la visita de Daniel Meilan, ex subsecretario de Minería a la República Democrática del Congo para asistir al “Congreso Internacional sobre Apertura de Inversiones y Capitales Externos en Minería” organizado por el Banco Mundial, visitando además Sudáfrica y realizando entrevistas con empresas del sector minero sudafricano.
Ese mismo año, a través de la FAO Argentina concretó una donación de cereales a Tanzania y Mozambique y efectuó una donación simbólica a este último de 25.000 dólares para ayudar a paliar las consecuencias de las inundaciones que aquejaban al país.
Con el regreso a la democracia en Nigeria, con las elecciones de febrero de 1999 -que dieron la victoria a Obasanjo, luego de 15 años de gobiernos militares- y su posterior acuerdo con el FMI (Plan de reformas del estado y privatizaciones) se abrieron nuevas oportunidades para la cooperación argentino-nigeriana. DIASA ha detectado posibilidades en las siguientes áreas: proyectos de construcción de infraestructura, plan de privatización de empresas estatales, desarrollo de la red de transporte, proyectos en el sector de hidrocarburos, cooperación internacional para la lucha contra las drogas, cooperación cultural y deportiva, aumento del comercio y formación de joint ventures [2]. En el marco de este nuevo acercamiento Buenos Aires recibió la visita de una delegación de la Escuela de Defensa de Nigeria, realizando variadas actividades en Campo de Mayo, el Congreso Nacional y el Ministerio de Relaciones Exteriores.
Con respecto a Sudáfrica, creo interesante remarcar, no solo las relevantes visitas sudafricanas de alto nivel sino también la continuación y profundización de las “microrrelaciones”. Durante el año 2000 viajó a la Argentina el Ministro en la “oficina del Presidente”, Essop Pahad, para discutir variados aspectos de la relación bilateral con el canciller Rodriguez Giavarini (entre el 2 y 3 de marzo) y el vicecanciller Aziz Pahad, quien presidió un encuentro en Buenos Aires con todos los Jefes de misión de las representaciones sudafricanas en América y mantuvo reuniones con autoridades argentinas (entre el 10 y el 13 de agosto). En las mismas se destacó el enorme potencial existente entre los dos países y sus respectivas regiones, referido a las relaciones bilaterales, al incremento de las relaciones empresariales y del intercambio comercial, a la promoción recíproca de inversiones privadas, vinculaciones culturales y políticas. Respecto a estas visitas de alto nivel, quiero remarcar que fueron señales del gobierno sudafricano respecto a sus intenciones para con la Argentina, en el marco de una política de gestos que no tuvo la respuesta adecuada desde Buenos Aires, que solamente envió al ex embajador argentino ante la ONU, Emilio Cárdenas, junto al Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados entre el 20 y 22 de enero.
Desde la perspectiva de las relaciones diplomáticas con la región, el Embajador Pedro Herrera (casi de regreso a nuestro país luego de 4 años de gestión en Pretoria) presentó cartas credenciales en países concurrentes de la Embajada Argentina en Sudáfrica: en Mozambique (2 de agosto), en Lesotho (30 de noviembre) y Botswana (14 de diciembre). Asimismo, a propuesta de la embajada argentina, las autoridades nacionales decidieron extender la jurisdicción del Agregado de Defensa militar, naval y aeronáutico, con sede en Pretoria, a Namibia, Mauricio y Mozambique. En el marco de las actividades de extensión nuestra embajada realizó una presentación sobre las relaciones bilaterales y posibilidades futuras de las vinculaciones argentino-sudafricanas ante el Instituto del Servicio Exterior de Sudáfrica.
Paralelamente se avanzó en la construcción de un entramado de acuerdos que fortalecen la relación bilateral, facilitando la cooperación pública y privada. El 6 de marzo, Argentina aceptó por Nota, la adhesión de Sudáfrica a la “Convención Internacional sobre Obtención de Pruebas en el Extranjero, en materia Civil y Comercial”. También durante el año 2000 entraron en vigencia una serie de acuerdos anteriormente firmados: el 13 de marzo, el Acuerdo Intergubernamental de Cooperación entre las Armadas en Tiempos de Paz, firmado en Buenos Aires el 6 de octubre de 1997 y aprobado en Argentina en 1999; el 9 de mayo el “Acuerdo Bilateral de Cooperación y Asistencia Mutua en la Lucha contra la producción y el tráfico ilícito de Estupefacientes y Substancias Psicotrópicas, el uso indebido de Drogas y temas afines, firmado en Buenos Aires el 23 de julio de 1998; el 1 de enero de 2001, el Acuerdo Bilateral sobre Promoción y Protección Recíproca de Inversiones. En tanto se están negociando un nuevo tratado de extradición, un acuerdo Bilateral de Asistencia Legal Mutua en materia Criminal y un Proyecto de Acuerdo de Cooperación para Búsqueda y Rescate en el Atlántico Sur.
Por otra parte, en el marco del afianzamiento de la cooperación estratégico militar, entre el 4 y el 9 de setiembre viajó a Sudáfrica el jefe del Estado Mayor General de la Fuerza Aérea Argentina y una delegación de esa fuerza para participar del 80 aniversario de la Fuerza Aérea Sudafricana y realizar acrobacias aéreas con un avión Pampa argentino. Al mes siguiente una delegación de 39 oficiales superiores de las Fuerzas Armadas sudafricanas y funcionarios de diversas áreas del gobierno participaron en Buenos Aires en Jornadas en la Escuela de Defensa Nacional y visitaron CAECOPAZ, el Colegio Militar de la Nación, la Escuela Naval Militar en Río Santiago y el Congreso de la Nación.
Cuando anteriormente me refería a la importancia de las “microrrelaciones”, estaba valorizando tanto el incremento notable de misiones comerciales organizadas desde diferentes provincias argentinas como la continuación del fluido intercambio empresarial, sobre todo desde la perspectiva argentina y el intercambio deportivo.
Con respecto a las misiones deben destacarse durante el 2000 la visita de funcionarios de Salta, Tucumán y Jujuy a Ciudad del Cabo y Johannesburgo entre el 8 y 10 de febrero, quienes ofrecieron un panorama de las posibilidades del NOA en materia de comercio, integración regional, estructura de su producción agroindustrial, turismo y minería, proponiendo alternativas para llevar adelante emprendimientos conjuntos; la misión de la Cámara de Comercio Exterior de la Provincia de Córdoba encabezada a nivel oficial por el Ministro de la Producción e integrada por 15 empresas de los siguientes sectores: lácteos, alimentos, maquinaria para la industria alimenticia, industria vitivinícola, oleaginosos, repuestos agrícolas, autopartes y energético; visitaron Ciudad del Cabo, Durban, Pietermaritsburg, Johannesburg y Port Elizabeth y realizaron reuniones con las cámaras de comercio e industria locales (suscribiendo acuerdos interinstitucionales), mantuvieron audiencias con los gobernadores y respectivos ministros de agricultura y actividades portuarias; la misión comercial del Instituto de Desarrollo Empresarial Bonaerense de Lomas de Zamora presidida por el Director de Comercio Exterior del Instituto Municipal de la Producción, Trabajo y Comercio Exterior, integrado por empresas autopartistas y del rubro químico-farmacéutico
Por su parte, delegaciones de empresarios argentinos viajaron a Sudáfrica: de la Cámara de Comercio Italo-Argentina promoviendo alimentos y utensilios de cocina (16 al 25 de enero), de Molinos Río de la Plata, ofreciendo aceites vegetales a granel y envasados (19 al 25 de enero), del presidente de la Cámara de Comercio Argentino Sudafricana a Johannesburg, Ciudad del Cabo y Durban (8 al 15 de marzo); del Presidente de la Cia South American Trading Co, quien visitó Durban y Johannesburg para ofrecer preparados de carnes frescas y margarinas, lográndose consolidar ventas de cortes vacunos a Namibia (10 al 15 de marzo); del gerente de Cargas de Malaysian Airways, con entrevistas con el sector importador de cueros, carnes y enlatados (30 marzo al 2 de abril) 30 de octubre al 1 de noviembre. También es de destacar la participación en el Festival de Vinos WINEX 2000, a iniciativa de la representación argentina, donde participaron tres bodegas.
Con respecto a la contraparte africana, se puede mencionar, entre otros, la visita a Argentina del gerente general de una firma importadora de electrodomésticos (entre el 5 y 8 de abril); del grupo City Lodge Hotels, (en mayo) para realizar un relevamiento del sector turístico, donde el grupo inversor está interesado en llevar adelante un proyecto de inversión para un hotel de primer nivel.
Asimismo, con motivo del Congreso Internacional de Ciencia y Tecnología de la Industria Cárnica realizado en Buenos Aires entre el 27 de agosto y el 1 de setiembre viajó el gerente general de la asociación que representa a propietarios de mataderos y frigoríficos sudafricanos, desarrollando una agenda de trabajo con frigoríficos argentinos y autoridades del SENASA. Por su parte, el Grupo Minero ANGLOGOLD anunció un aumento del 50% de la inversión en el área minera de nuestro país, expandiéndose a 12 millones para el 2001.
En las relaciones argentino-sudafricanas hay un tema que me parece interesante resaltar. Me refiero a la presencia constante en la agenda sudafricana de las posibles vinculaciones entre MERCOSUR y SADC (Comunidad de Desarrollo del Africa Austral), proceso en el cual Sudáfrica es el principal actor. Esta cuestión también ha sido y es recurrente en las relaciones con Sudáfrica de nuestro principal socio del MERCOSUR, Brasil, y ambos intentan incluirlo en la agenda argentina, aunque Buenos Aires pareciera más reticente.
En función de la relevancia de esta cuestión- y a pesar del estancamiento presente que sufre el proceso del MERCOSUR- efectuaré un recorrido por los antecedentes que llevaron a la concreción de un Anteproyecto de Acuerdo de Libre Comercio entre MERCOSUR y Sudáfrica, en diciembre de 2000, en Florianópolis.
Ya para 1995 la propuesta fue lanzada por el Ministro de Relaciones Exteriores brasileño, Luiz Felipe Lampreia a sus pares sudafricano (Alfred Nzo) y mozambicano (Leonardo dos Santos Simao) cuando éstos visitaron Brasilia. Fue luego retomada por el Director del Departamento Africa y Oriente Próximo de Itamaraty, Embajador José Vicente Pimentel, en una reunión consultiva de la SADC en Johannesburgo, el 1 de febrero de 1996. Posteriormente fue mencionada en las resoluciones aprobadas por los países miembros de la Zona de Paz y Cooperación del Atlántico Sur (ZPCAS) en Sudáfrica en 1996 y en Buenos Aires en 1998 [3].
El entonces vicepresidente sudafricano Tabo Mbeki en ocasión de su visita a la Argentina y Brasil en setiembre de 1997 avanzó en las conversaciones que fueron continuadas por el entonces presidente Nelson Mandela, cuando asistió a la Cumbre de Jefes de Estado del MERCOSUR en Ushuaia, el 24 julio de 1998.
Brasil volvió a tomar la iniciativa cuando el entonces canciller brasileño Lampreia se reunió en Sudáfrica en enero de 2000 con el Ministro de Comercio e Industria Sudafricano Alec Erwin. Lampreia avanzó con una propuesta de asociación de los estados miembros del Mercosur con Sudáfrica. El hecho que el socio africano sea ahora sólo Sudáfrica y no el proceso de integración SADC, como venía siendo planteado, se debe a la persistente crisis que está viviendo la SADC, la cual momentáneamente la inhabilita a avanzar en cualquier negociación extrarregional. Por entonces, Lampreia invitó al canciller argentino a evaluar la posibilidad de participar vía MERCOSUR, de un acuerdo de libre comercio que Brasil estaba negociando con Sudáfrica y que incluiría a todos los socios del proceso de integración, para evitar perforaciones en la tarifa externa común. La idea era conducir el tema en tres etapas: inicialmente, debería ser firmado un acuerdo marco, que definiría cronogramas y criterios de negociación de un posterior acuerdo de preferencias tarifarias fijas, a consolidarse en un plazo de dos años. Un acuerdo de libre comercio culminaría el proceso. Esta gradual apertura de los mercados permitiría la identificación de productos a ser negociados, pues el comercio MERCOSUR-Sudáfrica aún no tiene volumen suficiente para anticipar claramente las sensibilidades comerciales de las partes. Estos plazos, también fueron pensados para facilitar la aceptación del esquema por parte de las respectivas comunidades empresariales, que tendrían así tiempo para poder identificar sus intereses.
En función de estos avances, entre 14 y 17 de junio de ese año, llegó a la Argentina una delegación del Ministerio de Industria y Comercio Sudafricano compuesta por ocho funcionarios y representantes del sector industrial, comercial y del Ministerio de Agricultura Sudafricano, que también visitaron Brasil y Uruguay, para explorar y recopilar información sobre la relación bilateral de Sudáfrica con estos países con vistas a la formalización de una zona de libre comercio.
Los resultados de las negociaciones se observaron en la reunión de Jefes de Estado y de Gobierno del MERCOSUR en Florianópolis, ocasión en la que se firmó un Proyecto de Acuerdo Marco para la creación de un Area de Libre Comercio entre el MERCOSUR y la República de Sudáfrica, el 14 de diciembre de 2000, con la presencia del presidente sudafricano Tabo Mbeki [4].
Por el mencionado acuerdo, las Partes constituyeron una comisión negociadora que deberá intercambiar información sobre el arancel vigente en cada Parte, sobre comercio bilateral y con terceros países, sobre las respectivas políticas comerciales y sobre acceso al mercado de cada Parte (art. 5). Se comprometieron además a estimular las actividades de promoción comercial, desarrollar acciones conjuntas para la ejecución de proyectos de cooperación en los sectores agrícola e industrial, promover la cooperación en el sector servicios, en las áreas de sanidad vegetal y animal, estandarización y calidad de productos alimenticios.
Asimismo es de notar, que el tema de la cooperación entre ambas subregiones y más específicamente la cooperación SADC-MERCOSUR, estuvo presente en los esporádicos contactos que vinculan académicos a ambos lados del Atlántico. En efecto, paralelamente a las negociaciones formales, se realizaron una serie de seminarios que también incluyeron a diplomáticos y a empresarios. Así lo reflejó, por ejemplo, el Seminario preparatorio de la visita del presidente Cardoso a Sudáfrica en 1996, organizado en Río de Janeiro por el Instituto de Pesquisas en Relacoes Internacionais, la Fundación Alexandre Gusmao, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil y el Conselho Nacional de Desenvolvimento Científico e Tecnológico. Dicho evento contó con la presencia de académicos, diplomáticos, funcionarios y empresarios de ambos países [5].
En tanto en Sudáfrica el South African Institute of International Affairs (SAIIA) de Johannesburg, se convirtió en el promotor de encuentros propiciando la cooperación intrasudatlántica: en noviembre de 1997 organizó el seminario: “Volviendo a la Cooperación Sur-Sur. Una agenda para los noventa”; entre el 27 y 28 de octubre de 1998 se abordó el tema: “Exploring South-South Dialogue, Mercosur in Latin America and SADC in Southern Africa”, en una reunión patrocinada por las Embajadas de Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Chile en Sudáfrica. Nótese que este seminario fue realizado con posterioridad a la visita del entonces presidente Mandela a Ushuaia, el 24 de julio, siendo ésta la primera reunión entre representantes de jefes de Estado del Mercosur y SADC.
El seminario apuntó en primer lugar a compartir experiencias sobre cuestiones como los avances e inconvenientes de ambos procesos de integración -asimetrías económicas e inestabilidad política regional-, el rol de las instituciones supranacionales o intergubernamentales, de la liberalización macroeconómica en los procesos de integración, de las relaciones interpersonales y asuntos críticos del comercio intra e interregional. Posteriormente se abocaron a identificar oportunidades para la cooperación interbloques discutiendo si ambos procesos podrían vincularse a pesar de las diferentes velocidades. También se destacó la importancia de involucrar a los hombres de negocios y empresarios en la construcción del comercio entre ambas regiones, ya que sólo el 1% del comercio del MERCOSUR es con la SADC y allí Sudáfrica concentra el 85%. Asimismo se discutió cómo ampliar el área de las inversiones, que hasta ahora se dirigen sólo al área de la minería, cómo cooperar en sectores donde los estados de ambas regiones han desarrollado capacidades, cual la producción de carne, merluza y vino, en vincular a las industrias automotrices que ya están involucradas a ambos lados del Atlántico y en la transferencia de tecnología.
Asimismo, y vinculado a las “nuevas amenazas” se identificaron otras áreas pasibles de cooperación, por ejemplo, para combatir el crimen trasnacional (contrabando de armas, drogas y lavado de dinero) y compartir experiencias en operaciones de mantenimiento de la paz.
En el encuentro y con relación a las vinculaciones externas y comerciales de Sudáfrica, Alec Erwin, Ministro de Industria y Comercio, se refirió a la analogía de la mariposa. Esto es, Sudáfrica necesita concentrar sus vinculaciones con Europa, (la cabeza), pues fortaleciendo las relaciones con Europa se fortalecerán las vinculaciones con el Africa toda (el cuerpo), cuyo potencial es inmenso. Las alas apuntarían al MERCOSUR hacia el oeste y al sudeste asiático, India y China hacia el este, aunque estas relaciones tomen más tiempo [6].
En tanto, desde el MERCOSUR, merece mencionarse el Seminario Internacional Southern Africa/MERCOSUR, organizado por el Instituto del Servicio Exterior de la Nación, en Buenos Aires, entre el 13 y el 15 de mayo de 1998, donde se planteó la necesidad de incrementar el conocimiento mutuo y avanzar en la cooperación .
Por otra parte, entre el 20 y el 21 de agosto, el profesor del ISEN, Dr. Roberto Bouzas, participó en un Workshop sobre “Lecciones para la SADC. El caso de la ASEAN y el MERCOSUR”, organizado en Sudáfrica, por el Ministerio de Comercio e Industria de Sudáfrica y la Fundación Friedrich Ebert.
Finalmente, siguiendo con la tradición brasileña de organizar seminarios previos a reuniones político-diplomáticas, tuvo lugar en Sao Paulo, entre el 24 y 25 de octubre de 2000, el Seminario Southern Africa and Mercosur: Reviewing the Relantionship and Seeking Opportunities. Coauspiciado por SAIIA, el Consejo Empresarial de América Latina, el Instituto de Estudios Económicos, Sociales y políticos y la Fundación Sudáfrica, aunque con un título que comprendía SADC, en realidad se abocó a la posible cooperación MERCOSUR-Sudáfrica.
En realidad esta reunión tuvo como objetivo el seguimiento de los avances logrados luego del Seminario realizado en Johannesburgo en 1998 y se organizó con posterioridad a la visita de Lampreia a Sudáfrica y previo a la de Mbeki a Brasil, para la firma del proyecto de acuerdo.
En el encuentro se debatió sobre la existencia de un interés común regional para avanzar en la cooperación interregional. Las conversaciones se refirieron a dos niveles:
a) el multilateral, esto es el ámbito mayor de la cooperación sur-sur, tal el caso de la ZPCAS, el grupo de Valdivia (Argentina, Australia, Chile, Nueva Zelandia, Sudáfrica y Uruguay) y la OMC-Grupo Cairns (que incluye al grupo anterior más Brasil, Canadá Colombia, Fidji, Indonesia, Malasia, Paraguay, Filipinas y Tailandia, grupo de estados con economías agrícolas que no subsidian su producción).
b) el bilateral en las áreas de comercio e inversiones.
Para Lampreia es “esencial que los gobiernos, las organizaciones financieras y la academia, se concentren para construir una agenda de cooperación entre en el MERCOSUR y SADC.
Por su parte el embajador Botafogo Goncalves se refirió a la existencia de una voluntad política para cooperar, siendo Florianópolis una muestra de ello y agregando que desde 1998 el canciller Lampreia se había comprometido en un diálogo continuo con Sudáfrica y los estados vecinos. Entre las recomendaciones sugirió otorgar mayor atención a las cuestiones logísticas, por ejemplo, cómo se proveerán servicios (facilidades portuarias) para promover el comercio; continuar con el diálogo entre instituciones académicas, el sector privado y el gobierno.
Sin embargo, algunos académicos brasileños (Marcelo de Paiva Abreu) no ahorraron críticas al modelo de la mariposa del Ministro Erwin, planteando que la “mariposa tendría alas asimétricas”, en referencia a los mayores esfuerzos sudafricanos por extender su ala oriental hacia el sudeste asiático [7].
Los temas abordados giraron alrededor de las siguientes cuestiones: evaluación de los desarrollos recientes en SADC y MERCOSUR, una perspectiva desde el sur sobre la integración regional, la globalización y la estabilidad democrática, para luego dedicarse a analizar los desafíos regionales compartidos, tales como la reforma económica y cuestiones estratégicas y finalmente abordar cuestiones que apuntan a la relación mirando al futuro, como las posibilidades de incrementar los negocios, el comercio y las inversiones en un área de libre comercio.
Para analizar el comercio exterior argentino africano durante el 2000 tomé como referencia el último quinquenio, según datos suministrados por el INDEC. La balanza comercial ha sido durante estos seis años favorable a la Argentina, representando las exportaciones al Africa un 4% del total exportado al mundo y las importaciones el 1%. Las exportaciones se mantuvieron constantes en montos, en tanto las importaciones son más erráticas. Se observa una concentración del comercio en pocos países y productos, con relativamente bajo valor agregado.
Al comparar los saldos favorables del comercio
argentino-africano con el total de la balanza comercial de Argentina se observa
la fuerte incidencia de los saldos favorables que reportan nuestras
exportaciones al Africa, por lo cual, algunos estados africanos aparecen como
mercados nada despreciables para ayudar a equilibrar los desajustes provocados
por las importaciones argentinas. El comercio con Africa durante el año 2000 muestra un saldo favorable de
634.969.000$, importándose la mitad de lo que se exporta.
Los
principales compradores son Egipto,
Marruecos, Argelia, Túnez y Libia, conformando alrededor del 58% de las
exportaciones al continente africano en el período bajo estudio.
Egipto es
el principal socio con un comercio constante en el último quinquenio; con 32.42% de las exportaciones totales al
Africa para el año 2000 (tortas y residuos de soja, maíz, aceite de soja, de
girasol y de algodón, tubos y perfiles huecos, trigo y morcajo). Los montos de Marruecos oscilan entre el 5
y el 9%, correspondiendo el 8.08% para el 2000 (aceite de soja, maíz, trigo y
morcajo, salvados, amoníaco anhidro, productos laminados planos de hierro o
acero y pescado seco). Túnez, con variaciones entre un 3 y un 8% durante el quinquenio, participa
con 6.75% para el 2000 (tortas y residuos de soja, maíz, trigo y morcajo,
aceite de soja y salvados). De cerca le sigue Argelia, con un importante pico en 1999 con un 10%, cifra
que para el 2000 descendió a un 6.50% (trigo y morcajo, aceite de girasol y de
algodón, maíz, carne bovina, tabaco en rama, tubos y perfiles huecos, extractos
de curtiembre, conservas y bombas). Libia, muestra montos erráticos que van
desde 0.68% a un 3.31%, con un máximo de 5.22% en el 2000 (maíz, trigo y morcajo, tubos y perfiles huecos y tortas y
residuos de soja).
En
consecuencia, en las exportaciones argentinas se observa una importante
participación de la producción agrícola y una relativa incidencia de productos
industriales (tubos y perfiles huecos, productos laminados de hierro y acero).
Es de notar asimismo que con estos buenos compradores se mantiene una razonable
vinculación político-diplomática siendo receptores de misiones
diplomático-comerciales.
Con
respecto a las compras de Argentina
a la región, hasta 1998 se observan volúmenes crecientes, comenzando a decrecer
para 1999 e incluso generando una gran diferencia favorable a la Argentina, en
especial en los dos últimos años. Argelia, 8.88% (petróleo y derivados y
corcho) y Túnez, 4.57% (abonos minerales, aceite de oliva, prendas de vestir y
corcho) son los principales vendedores para el año 2000.
Es de
remarcar que Egipto, nuestro principal importador de la región, es el que menos
nos vende, con un 2.41% (abonos minerales, vaselina, navajas y máquinas de
afeitar), conformando la balanza comercial más favorable. En ese sentido son de
mencionar los reclamos de ese país para que abramos nuestros mercados a ciertos
medicamentos y a los cítricos -que ellos exportan a la Unión Europea y a
Estados Unidos y que Argentina compra a Israel- Es muy probable que de no
acceder a estas demandas, las importaciones egipcias a la Argentina desciendan
de sus montos habituales.
Las ventas
de Marruecos (abonos minerales, diodos y transistores, jugos y extractos,
vegetales y corcho) -0.91% para el 2000- son variables, participando entre un
1% y un 6% de las exportaciones totales de Africa a la Argentina.
Las exportaciones a la región constituyen un poco menos de la mitad de las compras africanas, con una importante concentración en Sudáfrica (con montos más o menos constantes – entre el 22 y 28%- para el quinquenio y 22.58% para el año 2000). Sudáfrica compra tortas y residuos de soja, aceites de girasol y algodón, oro, trigo y maíz, cueros y harina.
Las exportaciones a los otros países de la región no son constantes, variando significativamente durante el período; por ejemplo, los compradores por orden de importancia en el año 2000 son: Sudáfrica, con 22.58%, Nigeria con 4.28% (productos laminados, tubos sin costuras, trigo y conservas), Kenya, 3.86% (trigo y morcajo, aceites de girasol y algodón y productos laminados planos de hierro o acero), Mauricio con 2% (aceite de soja, maíz, tortas y residuos de soja y aceites de girasol y algodón), Angola y Mozambique con el 1% respectivamente
Con respecto a los principales vendedores, se observa que Africa subsahariana es más importante como exportadora que Africa del Norte, oscilando entre un 70 y 80% de las compras argentinas al Africa. Con excepción de Sudáfrica, las importaciones argentinas giran en torno al petróleo.
Sudáfrica, que ocupa el primer lugar en las exportaciones argentinas también mantiene esa posición como vendedor en el quinquenio, con casi la mitad de nuestras importaciones del continente con montos constantes (combustibles, aceites minerales, fundición, hierro y acero y papel y cartón).
Nigeria presenta exportaciones notablemente ascendentes (petróleo), con un pico máximo del 44,71% para el año 2000, convirtiéndose este año en el principal exportador del Africa Subsahariana, con saldo negativo para la balanza comercial de Argentina con Nigeria.
Costa de Marfil aparece como importante vendedora con balanza negativa para la Argentina a partir de 1997 (petróleo y pasta de cacao), participando en el 2000 con un 11%. Con Angola se observa un comercio variable y errático: en 1996, 1998 y 1999 no se le compró, en tanto en 1997 y 2000 el saldo es negativo (petróleo) con un pico en este ultimo año del 3%.
De lo
anteriormente expuesto puede concluirse que a pesar de los montos bajos, la
incidencia de los saldos de la balanza comercial con Africa es notable. Más
aún, con respecto a las exportaciones al continente, se observa que Egipto y
Sudáfrica son los principales compradores africanos. Teniendo en cuenta que los
mercados egipcio y sudafricano pueden desarrollarse más y otros incrementarse
(Nigeria) o explorarse (Namibia), quiero remarcar la necesidad de apuntar a
estos mercados sosteniendo una política comercial agresiva, fomentando el mejoramiento de las relaciones
político-diplomáticas y desarrollando y explorando la cooperación técnica y la
variable cultural.
Respecto a esta última, deseo hacer notar la casi completa ausencia de vinculaciones entre las sociedades a ambos lados del Atlántico, fundadas, básicamente en el desconocimiento mutuo. Sin embargo, en estos últimos años y gracias a iniciativas privadas y de organizaciones no gubernamentales, se está produciendo un rebrote de actividades que tienden a difundir la cultura africana en nuestro país. Probablemente no estén ajenos a este movimiento los cerca de 500 africanos [9] de diferentes países del Africa Subsahariana que en el último quinquenio han migrado a nuestro país en busca de nuevos y mejores horizontes
Gladys Lechini De Alvarez
[1] Memoria detallada del Estado de la Nación. Año 2000. Jefatura de
Gabinete de Ministros, 1 de marzo del 2001 (versión en CD Rom, pág. 677)
[2] Entrevista con el Director de DIASA, Embajador Nicolás García Pinto,
Buenos Aires, 9 de marzo de 2001
[3] Con motivo de la misma, se
reunieron en Buenos Aires representantes
de alto nivel de Argentina, Brasil y Uruguay con los de los países de la
costa oriental de Africa: Angola, Benin, Cabo Verde, Gabón, Ghana, Guinea
Ecuatorial, Namibia, Nigeria, República Democrática del Congo, Senegal, Sierra
Leona, Sudáfrica, Togo. En este marco
fue de relevancia la presencia del Ministro de Relaciones Exteriores de Sudáfrica,
Alfred Nzo, quien entregó la presidencia pro tempore a la Argentina y mantuvo
paralelamente reuniones con la
Subsecretaría de Política Exterior.
[4] Aprovechando la ocasión,
Mbeki y de la Rua mantuvieron una reunión de trabajo bilateral.
[5] Las ponencias fueron
posteriormente publicados en la obra:
Pinheiro Guimaraes (Edited by) (1996) South Africa and Brazil, Risks and
Opportunities in the turmoil of globalization, CNPq-IPRI, Brasilia. Referidos
específicamente a la cooperación MERCOSUR-SADC se encuentran los siguientes
trabajos: BARBER, James, “Regional Cooperation and Integration:South Africa,
the Southern Africa Development Community (SADC) and Mercado Común del Sur
(Mercosur), pág 333-348; Markwald, Ricardo, MERCOSUR-SADC: Prospects for a South-South Cooperation,
479-514; Albuquerque Mourao, Fernando Augusto, The Brazilian and South African
Foreign Policy for Southern Africa, particularmente en pág 88
[6] Notas de la autora durante
su asistencia al mencionado seminario
[7] Notas de la autora durante
su asistencia al seminario
[8] Los aspectos comerciales
fueron analizados contando con la colaboración de las Lic. Rosalía Bresciani y
Romina Gerez.
[9] Según datos suministrados
por el Presidente de la recientemente creada Unión Africana del Mercosur,
institución sin fines de lucro, con sede en Buenos Aires, que tiene como objetivo difundir las
variadas manifestaciones culturales africanas