Forum de Líderes del MERCOSUR

VIª Sesión

Palabras del Presidente Argentino,
Dr. Fernando De la Rúa

14 de abril de 2000

 

Señor Canciller de la hermana República del Uruguay; señor ministro de Relaciones Exteriores; señores embajadores; autoridades del Foro; sé que está también el presidente del grupo Gaceta Mercantil; representantes de siete Estados brasileños; representantes de siete provincias argentinas; representantes del Paraguay y del Uruguay; señor presidente del Foro de Líderes del Mercosur; señor Vicepresidente; participantes; señores embajadores y autoridades: es un gran honor para mí participar de la inauguración de este Foro de Líderes del Mercosur. Le doy una importancia estratégica fundamental al Mercosur y me alegro haber escuchado palabras de compromiso para el relanzamiento y potenciamiento del Mercosur.

 

"Debemos potenciar el Mercosur", dijo el contador Luis Pagani, y me acordaba en ese momento de su padre Fulvio Pagani, un pionero de la industria argentina, de la apertura de los mercados y del comercio internacional. El decía esas cosas en los tiempos en que estábamos cerrados, en que el comercio se hacía para adentro y las economías se comunicaban poco. "Hay que salir al mundo, hay que exportar", decía, y hoy una empresa que dejó es de las que mayor presencia tienen en el mundo. Mi amigo Luiz Fernando Furlan, que es un gran amigo de Argentina, también ha hablado de la importancia del Mercosur.

 

Hay que poner confianza, y la reunión de esta mañana significa confianza, voluntad y conciencia del Mercosur. El interrogante siempre abierto es si tenemos cultura de Mercosur: si es una proclama sólo de los gobiernos o es también un objetivo de los empresarios, de los trabajadores y de los pueblos.

 

Si ustedes se reúnen es porque sienten la importancia que tiene. Hay que poner confianza en la fuerza del conjunto de los países que lo integramos. Cada uno a su tiempo hemos tenido dificultades y grandes diferencias. Si recordamos nuestra historia, hemos tenido situaciones de conflicto. El Mercosur empieza a hacerse posible, como paradoja, cuando había una gran desconfianza entre Brasil y Argentina -fíjense el absurdo- por el poderío atómico de cada uno. Alfonsín le abrió a Sarney el Centro de Investigación en Bariloche para que lo viera y Sarney le abrió a Alfonsín el Centro de Investigación Atómico en Brasil para mostrar que no había secretos. Esa actitud recíproca del desarme, dio base a un principio de integración que luego se concreta en el Mercosur con la participación tan deseada y querida de Paraguay y Uruguay, con los que conformamos esta unidad a la que desemos que incorporen definitivamente Bolivia y Chile, y que aún se amplíe más.

 

Porque en este mundo globalizado es necesario advertir que la globalización tiene sus beneficios y tiene sus efectos negativos, y que en general nosotros no somos los países que conducimos la globalización. Así que en general nos pasan por arriba de las fronteras, se movilizan los capitales y nos imponen también restricciones al comercio. Eso hace más urgente todavía la unión entre nosotros.

 

Frente a los efectos negativos de la globalización, lo importante es tener mercados internos sólidos y fuertes. No significa esto cerrarse sino abrirse, pero cuidar nuestros mercados. Y si hacemos un mercado común -mejor dicho lo cuidamos y lo expandimos- eso nos da más fortaleza frente a los desequilibrios que la globalización pueda producir, frente a los riesgos de la movilización de capitales.

 

Por eso la actitud constructiva y positiva para ampliar nuestros mercados, para vivir dentro de la realidad Mercosur como un verdadero mercado común e ir superando las desconfianzas circunstanciales para construcciones alternativas hechas con imaginación y compromiso en el camino que debemos transitar. Hay que poner confianza.

 

Recuerdo cuando en aquella reunión de Davos, los días de la crisis brasileña de la devaluación, había pocos brasileños; y era el tema, era la preocupación. Se hizo una conferencia o un panel donde se hablaba de los riesgos de dónde iría Brasil. Furlan estaba ahí cerca y dijo: "espero volver dentro de un año". Luego, pudo volver y decir: "aquí está Brasil". ¡Qué importante es mostrar la confianza en las propias fuerzas!, como él la mostraba de Brasil; mostraba a los otros toda la capacidad que tenemos en el Mercosur. Y agregar a lo que es el intercambio, acciones conjuntas, emprendimientos conjuntos de los países.

 

Es cierto, como dijo Rodríguez Giavarini, que yo he propuesto eso: mostremos que somos una unidad, hagamos viajes de negocios y aperturas donde presida la delegación uno de nuestros presidentes y lo acompañen los ministros de otros países; y vengan empresarios de los distintos países para mostrar que el Mercosur está unido, está junto y que podemos hacer negocios en conjunto. Esto potenciaría enormemente el resultado de esos viajes.

 

Tenemos los mercados asiáticos; la necesidad de defender en conjunto el comercio de nuestros productos primarios frente a Europa, que pone condicionamientos, restricciones, barreras y subsidios; el reclamo de mayor apertura de los mercados del Norte. Así que tenemos que actuar en conjunto y recoger la experiencia de que la relación puramente bilateral, no ha dado los mejores resultados y que siendo en conjunto una potencia, debemos aprovechar toda la fuerza que esto significa.

 

Por eso la importancia de superar las pequeñas fricciones, pequeñas o grandes para quien la mira, según el caso. Pero es necesario resolverlo para que podamos proyectar otras acciones, otras cosas y crecer en conjunto.

 

Hay pueblos que esperan. Nuestros pueblos tienen situaciones sociales difíciles. Debemos incorporar la agenda social en el Mercosur y tenemos que trabajar en conjunto para potenciarlo y desarrollarlo. La capacidad de los empresarios es fundamental, porque no se debe actuar con el sentido de destruir al competidor, sino de desear que en la competencia crezcamos todos.

 

Nadie se va a desarrollar en países que no se desarrollen; nadie se va a desarrollar en un Mercosur que no se desarrolle. Es absurdo volver al aislamiento; es la fuerza de la historia que nos ha empujado a la integración, y frente a los que por ahí quieren frenarla, advirtámosle que la fuerza de historia seguirá llevándonos a una integración cada vez mayor.

 

Por eso el sentido constructivo. Cuando las normas no alcanzan, hablar directamente entre los sectores empresarios, para ver cómo se superan dificultades circunstanciales, procurando evitarse daños innecesarios y potenciar las posibilidades del intercambio y del crecimiento.

 

Por eso esta reunión de un Foro de Líderes del Mercosur tiene una importancia extraordinaria, porque significa el diálogo, significa plantear con franqueza los problemas y explorar si hay soluciones. Y a los gobernantes nos toca el deber de acompañarlos, demostrar que el Estado está para acompañar y apoyar al sector privado en su vocación de desarrollo y de trabajo.

 

Así que saludo lo auspicioso de un encuentro de líderes del sector privado que van a trabajar por ese espíritu del Mercosur que significa la posibilidad de engrandecimieto de nuestros países, de un crecimiento sostenido, del fortalecimiento de un mercado interno común y compartido, que aún pueda ampliarse y que muestre que el sentido de la integración latinoamericana es para bien de nuestros pueblos.

 

Con ese espíritu les doy la bienvenida a la Ciudad de Buenos Aires y les deseo el mayor éxito en estas reuniones. Este acto inicial con la presencia del Presidente, a pesar de lo que dice Luiz Fernando se vuelve un poco formal. Yo sé que la importancia de esta reunión no está en la formalidad de la inauguración, sino en los diálogos informales y francos que ustedes van a tener durante la reunión.

 

Que Buenos Aires les sea propicia. La Argentina les abre todo su corazón a los visitantes y saludo el éxito final de Mercosur, que será el éxito de nuestros países y de nuestros pueblos. Muchas gracias.