Foro Internacional

 

Lucha contra la Intolerancia y el Racismo

Declaración de Estocolmo

29 y 30 de enero de 2001, Estocolomo

 

 

Recordando los términos de la Declaración Universal de los Derechos del Hombre y todas las convenciones internacionales involucradas y recordando la declaración del Foro internacional de Estocolmo sobre el Holocausto, los compromisos que ellas contienen de sembrar las semillas de  un futuro mejor gracias a la educación y al recuerdo, y el compromiso  de luchar contra las calamidades que representan el genocidio, la purificación étnica, el racismo, el antisemitismo y la xenofobia; contribuyendo a la preparación de la Conferencia Mundial de Durban contra el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y la intolerancia; apoyando igualmente al Pacto Mundial del Secretario General de las Naciones Unidas, nosotros los representantes de los gobiernos en el Foro Internacional de Estocolmo « Lucha contra la Intolerancia », desaprobamos la intolerancia bajo todas sus formas y declaramos :

     que el racismo, la discriminación racial, el antisemitismo, la islamofobia, la xenofobia, la discriminación, la violencia y la muerte por causa de orientación sexual, y cualquier otra forma de intolerancia, viola los valores humanos fundamentales y peligra la sociedad democrática. Todos los crímenes contra la humanidad, los genocidios como el Holocausto y las atrocidades como la esclavitud y el apartheid nos recuerdan la siniestras formas que puede tomar la intolerancia si se la deja prosperar y cuan indispensable es ponerle fin. Nosotros reconocemos la necesidad de poner medidas y las emplearemos, para proteger a las personas débiles y vulnerables en nuestra sociedad, incluidos los inmigrantes y a los solicitantes de asilo. Nosotros nos comprometemos a tomar medidas a nivel nacional y a incitar y sostener las acciones a niveles locales, regionales e internacionales, para combatir todas las manifestaciones de intolerancia en nuestra sociedad.

     Nosotros tenemos la intención de desarrollar y fomentar la participación por medio de redes conectando a todos los Estados aquí presentes y a otros que deseen adherirse, como así también a las organizaciones internacionales competentes. Las redes cambiaran informaciones sobre las experiencias de lucha contra todas las formas de intolerancia, concentrándose sobre las mejores prácticas y los resultados obtenidos, en ámbitos como por ejemplo la educación y la formación, la legislación, las estrategias comunitarias y los medios. Nosotros recurriremos a esas redes para cumplir con nuestro compromiso de tomar medidas. Nosotros mejoraremos los sistemas existentes de colecta y de análisis de las informaciones y de control de intolerancia a niveles locales, regionales, nacionales e internacionales. Tales informaciones son una condición previa de la lucha contra la intolerancia y de la instauración de sociedades favorables a la inserción.

     Nosotros comprometemos a los parlamentarios, educadores, comunidades religiosas, asociaciones de la juventud, sociedades, comisiones, fundaciones, empleadores, sindicatos, autoridades locales, municipales y regionales y a los parientes en nuestra sociedad, a infundir en la juventud el respeto y una imagen positiva de la diversidad al igual que la convicción de que la intolerancia es un mal contra el cual hay que luchar. Nosotros sustentamos la educación y la búsqueda de este fin, como clave en el combate contra la intolerancia. Nosotros proclamamos y apoyamos todos los esfuerzos que tienden a combatir la intolerancia y a promover el respeto  a través de la educación. Nosotros apoyaremos el lanzamiento de un proceso de investigación conectando a las universitarios y a los responsables políticos que buscan comprender y combatir la intolerancia y planearemos crear centros de seguimientos regionales.

     Nosotros continuaremos insistiendo que en los contextos nacionales, regionales e internacionales se adopten medidas legislativas ahí en donde estén ausentes, incluso una legislación antidiscriminatoria, con el fin de no dejar ningún lugar a la intolerancia en nuestras sociedades. Nosotros solicitaremos a las redes constituidas en ese contexto recomendaciones apuntando a utilizar la legislación para hacer avanzar los objetivos de la presente declaración.  Nosotros pondremos resueltamente en marcha nuestras leyes en ese ámbito.

     Con el fin de suministrar una infraestructura  en la lucha contra la intolerancia, intentaremos reforzar o, si fuera necesario, crear organismos nacionales, locales y municipales independientes especializados para luchar contra la intolerancia, en cooperación con las autoridades gubernamentales, las organizaciones de la sociedad civil y el sector privado.  Nosotros alentaremos la coordinación entre esos organismos y las redes, las acciones en materia de educación y de formación, las medidas legislativas y las colaboraciones públicas y privadas.

     Reconociendo que el respeto de la libertad de expresión y de opinión es esencial en una sociedad democrática, nosotros invitamos a los medios de nuestras sociedades a poner en lugar programas de formación para los periodistas, editores y productores permitiendo una aproximación positiva a la noción de las sociedades inclusivas y de poner en guardia a los medios contra el peligro de devenir una plataforma para aquellos que predican el odio y la intolerancia. Nosotros recomendaremos, haremos conocer y ampararemos a las personas que ejecuten tales programas.

     Nosotros señalamos la contribución positiva que puede aportar Internet en la lucha contra la intolerancia. Sin embargo, estamos preocupados de su utilización al servicio de aquellos que favorecen la intolerancia. Nosotros sostenemos la cooperación internacional en la creación de un código de conducta para Internet voluntario contra la intolerancia y estimularemos a los proveedores de acceso a Internet en nuestros países que participan en esta tarea. En lo que respecta a la elaboración del código, solicitamos insistentemente a los abastecedores de acceso a Internet a sacar provecho de las recomendaciones de las redes aquí constituidas. Constatamos que cierto número  de países tienen en mente proyectar la instauración de instrumentos jurídicos permitiendo limitar la utilización de Internet para difundir mensajes de intolerancia.

     Nosotros nos esforzaremos en encontrar medios para llegar a las personas que se constituyen en abogados de la intolerancia y los comprometeremos a participar en la construcción de nuestras sociedades sin exclusiones.

     Reafirmamos nuestra apoyo a otras contribuciones internacionales sobre el tema (incluso la declaración de las Naciones Unidas sobre la eliminación de todas las formas de intolerancia, el informe final del Año de la tolerancia decretado por las Naciones Unidas, el Documento de  Copenhague del OSCE, la declaración política de la Conferencia europea contra el racismo y el documento sobre la lucha contra el racismo del Consejo de Ministros de la Unión Europea encargados de la juventud, la declaración de Viena del Consejo de Europa sobre el racismo, la intolerancia y el antisemitismo, entre otros) y exponemos la presente declaración y los actos del presente foro al examen de la Conferencia Mundial de Durban sobre la lucha contra el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y la intolerancia que la acompaña.

     En el comienzo del nuevo milenio, apoyaremos a las personas expuestas y vulnerables a todas las formas de intolerancia. La memoria de personas, a quienes formas violentas de racismo, de antisemitismo, de islamofobia, de xenofobia, de antrofobia y de otras formas de intolerancia han quitado la vida, quedará viva en nuestros espíritus mientras que nosotros estamos comprometidos en la construcción  de un mundo donde la intolerancia no tenga lugar , donde todos los seres humanos son respetados e iguales  en dignidad y donde todas las sociedades sean inclusivas. En nombre  de la justicia, de la humanidad y del respeto de la dignidad humana, nos comprometemos a proseguir la lucha contra todas las formas de intolerancia y haremos todo lo que esta en nuestro poder para lograr rápidamente un mundo de sociedades favorables a la inserción.

 

 

Fuente: Embajada de Francia en Estocolmo

Traducido por Lorena P. Martínez