Informe
sobre la Comisión de Desarrollo
Sostenible
de Naciones Unidas
El
presente Informe representa el resumen, en sus partes principales, del
presentado por la Comisión de Desarrollo Sostenible de ONU al ECOSOC en su
tercer período de sesiones, del 11 al 28 de Abril de 1995. La Comisión sobre el
Desarrollo Sostenible se reunió con la asistencia de más de 50 Ministros de
Medio Ambiente y Secretarios de Estado (La Comisión esta formada por 53
miembros elegidos entre los Estados miembros de ONU). El Informe fue aprobado
en el 19a. sesión celebrada el 28 de Abril de 1995. Tras la aprobación del
informe formularon declaraciones los representantes de EE.UU., Canadá, Francia
(en nombre de los Estados Miembros de ONU que son miembros de la Unión Europea),
y Filipinas (en nombre de los Estados Miembros de ONU que pertenecen al Grupo
de los 77 y China), así como el observador de Papua Nueva Guinea.
La
Comisión celebró su cuarto período de sesiones en Abril de 1996 y realizó un
llamado especial para examinar los alcances logrados con motivo del período
extraordinario de sesiones que la Asamblea General realizará en 1997 para
examinar todos los progresos alcanzados desde la celebración de la CNUMAD en
1992, y los principales acontecimientos políticos del mundo, así como los
resultados de la Conferencia Mundial sobre el Desarrollo Sostenible de los
Pequeños Estados Insulares de 1994; la Conferencia sobre la Población y el
Desarrollo de 1994; la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer de 1995; la
Conferencia de las Naciones Unidas sobre Asentamientos Humanos (Hábitat II) de
1996 y la Conferencia de ONU sobre las poblaciones de peces cuyos territorios
se encuentran dentro y fuera de las zonas económicas exclusivas y las
poblaciones de peces altamente migratorias de 1995.
La
Comisión tiene como mandato observar el seguimiento de la Agenda 21 o Programa
21 acordado en Río 92.
En el
tercer período de sesiones se trató sobre los asuntos acerca de los cuales el
ECOSOC había llamado la atención:
1. Avances realizados en la ejecución del Programa 21 o Agenda 21
prestando atención especial a los componentes intersectoriales de dicho
Programa y a los elementos decisivos de la sostenibilidad.
2. Recursos y mecanismos financieros.
3. Educación, ciencia, transferencia de tecnologías ecológicamente
racionales, cooperación y fomento de la capacidad.
4. Examen de grupos sectoriales: tierra, desertificación, bosques y
diversidad biológica.
A
continuación se analiza asunto por asunto:
1. Avances realizados en la ejecución del Programa 21: La Comisión tomó
nota de las importantes medidas adoptadas por los gobiernos en el plano
nacional. Agradeció la colaboración internacional en el Sistema General de
Vigilancia Mundial de ONU y pidió al PNUD que, conjuntamente, con el
Departamento de Coordinación de Políticas y el Desarrollo Sostenible de la
Secretaría de ONU, el PNUMA, el BM, OMS, la FAO, mejorarán la Vigilancia del
Desarrollo y presentará a la Comisión en su período de sesiones de 1997 un
informe sobre la marcha de la aplicación del programa de trabajo para la
Vigilancia del Desarrollo. Asimismo, alentó a los gobiernos a que preparen los
estudios sobre la elaboración de indicadores del desarrollo sostenible.
En relación a la integración del medio ambiente y el desarrollo en la
adopción de decisiones, tomó nota y destacó la importancia de la labor que
realiza en materia de contabilidad ecológica y económica integrada la División
de Estadística de la Secretaría de ONU.
La Comisión alentó a los grupos principales a que continúen con sus
esfuerzos y destacó sus importancia en el seguimiento del Programa 21.
Reconoció la conveniencia de contar con más medios de financiación y recalcó la
importancia de intercambiar la información con regularidad entre los grupos
sectoriales. (Los grupos sectoriales más importantes son Tierra,
Desertificación, Bosques y Diversidad biológica).
En relación a las modalidad de consumo y producción, la Comisión afirmó
que aunque la pobreza producía tipos determinados de tensión ambiental la causa
principal de que continuara el deterioro del medio ambiente mundial residía en
las modalidades insostenibles de consumo y producción, en particular, de los
países industrializados (PI), lo que era motivo de grave preocupación y
agravaba el problema de la pobreza y los desequilibrios. Tomó nota de la
iniciativa del Gobierno de Noruega de organizar la Conferencia Ministerial de
Mesa Redonda de Oslo sobre Producción y Consumo Sostenibles, llevada a cabo del
6 al 10 de febrero de 1995. Tomó nota de los aportes realizados en el Seminario
sobre Servicios para un Hogar Sostenible, celebrado en Zeist, del 23 al 25 de
enero de 1995, organizado por el gobierno de los Países Bajos y del Seminario
sobre modalidades de consumo y producción sostenibles del MIT (Instituto de
Tecnología de Masachusetts) y Expertos de la OCDE, celebrado en Cambridge,
Massachusetts, del 18 al 20 de Diciembre de 1994.
La Comisión instó a los gobiernos en todos los niveles, empresas e
industria y consumidores a que redoblaran sus esfuerzos para reducir la
producción y el consumo que requirieran gran cantidad de energía y material,
mediante un mejor uso de la energía, innovaciones tecnológicas y transferencia
de tecnología, un aumento de la recuperación y la reutilización y el reciclaje
de desechos y materiales.
Teniendo en cuenta el principio 7 de la Declaración de Río de
responsabilidades comunes pero diferenciadas instó a los gobiernos de los
Países Industrializados a alentar la transferencia de tecnologías adecuadas a
los Países en desarrollo para ayudarlos en el logro de dichas medidas.
Instó a que se propiciara la internalización de los costos ambientales,
teniendo en cuenta el principio de quien contamina paga (Principio 16
Declaración de Río), sin distorsionar las inversiones internacionales y el
comercio ni perder de vista el interés del público.
Consideró que la contabilidad de los recursos naturales era un medio muy
valioso para determinar los costos globales de la utilización de los recursos.
La Comisión se comprometió a examinar informes periódicos que contengan
previsiones a largo plazo de la economía mundial para períodos de hasta 40
años, en materia de políticas de las evoluciones previstas en las modalidades
de consumo y producción.
En lo que respecta a la relación entre comercio, medio ambiente y
desarrollo sostenible la Comisión observó que la Ronda Uruguay de negociaciones
comerciales multilaterales de la Organización Mundial de Comercio (OMC),
entraña una liberalización sustancial del comercio internacional, el fortalecimiento
de las normas y obligaciones multilaterales encaminadas a garantizar la
estabilidad y la previsibilidad en las relaciones comerciales. Destacó la labor
realizada por el Comité de Comercio y Medio Ambiente de la OMC. Señaló que las
disposiciones de comercio contenidas en los acuerdos multilaterales sobre medio
ambiente debían ser transparentes y no constituir un medio de discriminación
arbitraria o injustificable ni una restricción velada del comercio
internacional. Las medidas destinadas a tratar los problemas internacionales
ambientales transfronterizos deberían basarse en el CONSENSO Internacional.
La Comisión consideró que la continuación de la liberalización del
comercio era una condición necesaria pero no suficiente para alcanzar el
desarrollo sostenible. Y que incumbe a los gobiernos nacionales analizar los
efectos ambientales y sociales de las modificaciones considerables de volúmen y
composición que se producen en sus modalidades de producción y consumo,
incluidas las modificaciones asesinadas por reformas de la política de
comercio, e introducir los ajustes normativos necesarios para corregir las
distorsiones del mercado y de las políticas e internalizar los costos de la
protección del medio ambiente. En este contexto invitó a al PNUMA y a la UNCTAD
a continuar colaborando en forma conjunta.
Invitó a la UNCTAD, gerente de tareas en materia de comercio y medio
ambiente, a que en cooperación con el PNUMA, FAO, OMS y el Departamento de
Coordinación de Políticas y de Desarrollo Sostenible de la Secretaría de ONU,
prepare un documento de antecedentes en el que se examine el volúmen cada vez
mayor de investigaciones sobre las vinculaciones entre comercio y medio
ambiente. También invitó a la UNCTAD a que realizara un estudio analítico de la
relación entre la protección ambiental y la competitividad, la creación de
empleo y el desarrollo sostenible.
La comisión invitó a la UNCTAD y al PNUMA para que junto con la
Organización Internacional de Normalización (ISO), analizará en que proporción
podría aumentarse la transparencia y la cooperación internacional en relación a
las políticas relativas a determinados productos, en particular el etiquetado
ecológico y algunos requisitos en materia de empaquetado y reciclado.
En la lucha contra la pobreza, la Comisión tomó nota del Segundo
Compromiso de la Declaración de Copenhague que recuerda que la erradicación de
la pobreza es un requisito indispensable para el desarrollo sostenible. A su
vez, resaltó que el nexo entre la erradicación de la pobreza y el desarrollo
sostenible era complejo y era preciso comprenderlo claramente.
En cuanto a la Dinámica demográfica y sostenibilidad, la Comisión
reconoció plenamente que la población, la pobreza, la salud, la educación, la
tecnología, las modalidades de producción y de consumo y el medio ambiente
están estrechamente vinculadas. Invitó a la Comisión de Población y Desarrollo
de ONU a que, con asistencia del PNUD, FNUAP y el PNUMA, prepare un informe
sobre las poblaciones que viven en condiciones de riesgo como consecuencia de
la degradación del medio ambiente, y sobre sus necesidades de asistencia
adicional.
En la esfera de salud, mediante una iniciativa conjunta de la OMS y el
PNUD, se ha logrado incorporar cuestiones relativas al medio ambiente y a la
salud en la formulación de planes nacionales sobre desarrollo sostenible
sanitarios en 12 países.
En materia de asentamientos humanos se tomó nota de la elaboración de un
catálogo electrónico de las mejores prácticas de planificación y gestión del
medio ambiente, incluidos los indicadores de resultados.
En materia de los recursos de agua dulce se ha iniciado una evaluación
integral con auspicio del Subcomité sobre el Desarrollo de los Recursos
Hídricos del Comité Administrativo de Coordinación, junto con la Secretaría de
ONU, PNUMA, UNESCO, OMS, ONUDI y el Instituto del Medio Ambiente de Estocolmo.
Este informe se evaluará en el período de sesiones de 1997.
En la esfera de la gestión ecológicamente racional de los productos
químicos tóxicos, acogió con beneplácito los progresos realizados en la materia
por el PNUMA, OIT, FAO, OMS, ONUDI y la OCDE; como asimismo, los progresos de
la primera reunión del grupo del Foro Intergubernamental sobre Seguridad
Química, celebrada en Brujas Bélgica, del 20 al 23 de marzo de 1995.
La Comisión tomó nota de la iniciativas de la "Cumbre de las
Américas", celebrada en Miami, 9 al 11 de Diciembre del 94 y de la reunión
complementaria auspiciada por EE.U. y México, denominada Seminario
Internacional sobre la Eliminación Gradual de la Gasolina con Plomo. Y exhortó
a todos los países a eliminar gradualmente el uso de plomo en la gasolina.
La Comisión acogió con beneplácito los logros alcanzados en la
Iniciativa internacional sobre los arrecifes de coral y el objetivo de promover
estrategias para proteger los arrecifes de corales inestables.
La Comisión acogió favorablemente la iniciativa de la Conferencia
General de la OIEA celebrada en Septiembre de 1994, que inició la preparación
de una Convención sobre la gestión segura de residuos radiactivos.
2. En relación a los recursos y mecanismos financieros recordó las
recomendaciones del Programa 21 en su capítulo 33. La financiación para la
ejecución del Programa 21 debe proceder de los sectores público y privado de
cada país. Para los PMI (Países menos Industrializados), la asistencia oficial
para el desarrollo (AOD) es la fuente principal de financiamiento. El descenso
de la AOD sigue siendo motivo de grave preocupación para la Comisión. El
objetivo propuesto es alcanzar lo antes posible la meta de ONU del 0,7% del PNB
de AOD por parte de los PI. (En el punto, EE.UU. dejó sentado su posición en el
sentido de no hallarse comprometido en esta meta y que la responsabilidad
principal del desarrollo de un país incumbe a los respectivos gobiernos y no a
donantes internacionales).
Puso énfasis en el cumplimiento de los acuerdos existentes para aliviar
la deuda externa y negociar nuevas iniciativas, en especial aplicando las
condiciones de condonación convenidas en el Club de París en diciembre de 1994,
que comprendía la reducción de la deuda, inclusive su cancelación total y otras
medidas de alivio a la deuda.
La Comisión tomó nota de la encomiable tarea del FMAM (Fondo para el
Medio Ambiente Mundial), que después de su reestructuración y reposición de sus
fondos, ejerce las funciones interinas de Entidad encargada del funcionamiento
de los mecanismos financieros del Convenio sobre la Diversidad Biológica y de
la Convención Marco de Cambios Climáticos.
Hizo incapié en la financiación prioritaria de la transferencia de
tecnología ecológicamente racional y de la biotecnología. Recomendó que debía
seguirse estudiando la necesidad y la eficacia de los bancos de derechos de
tecnologías ecológicamente racionales. (Los Bancos de derechos de tecnologías
ecológicamente racionales son acuerdos de propiedad que sirven de instrumento
de adquisición de derechos de patentes de tecnologías más racionales para
proporcinarlas en condiciones favorables a países que necesitan asistencia
técnica, especialmente los países en desarrollo).
En cuanto a la financiación de la biotecnología tomó nota de las
propuestas de varios mecanismos de apoyo como: a) La creación de un fondo
fiduciario para la seguridad de la biotecnología, b) el establecimiento de un
fondo internacional de capital de riesgo para la biotecnología y c) la creación
de un cuerpo de voluntarios expertos en biotecnología.
3. En cuanto a la transferencia de tecnologías ecológicamente
racionales, cooperación y fomento de la capacidad, tomó nota del Curso Práctico
sobre la promoción del acceso a información relativa a tecnologías
ecológicamente racionales organizado por el gobierno de la República de Corea,
el tercer Seminario Consultivo de alto nivel sobre producción contaminante
organizado por el gobierno de Polonia, y del Curso Práctico sobre tecnologías
para la producción menos contaminante en los PMI organizado por la OCDE, ONUDI,
PNUMA y la Departamento de Políticas y de Desarrollo Sostenible de la
Secretaría de ONU. En consecuencia, insta a los gobiernos, en particular al
sector empresarial y el industrial, a que se comprometan de manera clara a
realizar mejoras concretas.
La Comisión acogió un Programa de Trabajo presentado por el PNUMA sobre
un estudio de los sistemas y fuentes de información existentes en relación con
tecnologías ecológicamente racionales, como el preparado por la secretaría de
la Convención Marco sobre Cambio Climático.
La Comisión tomó nota del informe del Secretario General sobre la
ciencia para el desarrollo sostenible como, asimismo, de los procesos
intergubernamentales recientes en relación con la aplicación de la ciencia al
desarrollo sostenible, tales como la creación de la Comisión de Ciencia y
Tecnología para el Sur (COMSATS), cuyo objetivo es la creación de 20 centros de
estudios superiores en el Sur a la vanguardia de la investigación científica en
relación con el desarrollo sostenible. Tomó nota de la inauguración de la
Fundación Africana para la investigación y el desarrollo.
La Comisión reconoce que existen inquietudes respecto de la bioseguridad
en la aplicación de la biotecnología y la comercialización de los productos de
biotecnología, en especial en lo que respecta a los organismos genéticamente
modificados. La Comisión tiene en cuenta el criterio de precaución (Principio
15 Declaración de Río), en el manejo seguro de la biotecnología.
4. En cuanto al examen de grupos sectoriales como tierra,
desertificación, bosques y diversidad biológica, la Comisión observó que el
capítulo 10 del Programa 21 da el marco apropiado para la aplicación de dicho
programa por los grupos sectoriales, en especial el referido a los
agricultores, las poblaciones indígenas, las comunidades rurales y el sector
privado, como principales interesados en el uso de la tierra y sus recursos conexos.
La Comisión resalta el respeto de la soberanía nacional para lograr el
desarrollo sostenible.
Pone de resalto la aplicación de los capítulos 33 y 34 del Programa 21
para lograr los compromisos contraídos en la CNUMAD Río'92. Instó a una
cooperación más estrecha para alcanzar los objetivos de dichos capítulos. Instó
a que se firmaran y ratificaran los Convenios de Biodiversidad, Cambios
Climáticos y Desertificación.
Recomendó un enfoque integrado y multidisciplinario de la planificación
y la gestión de los recursos de tierras entre todos los sectores del país y de
las regiones.
La Comisión observó que aproxidamente 1.000 millones de personas viven
en las zonas rurales de tierras secas del mundo -que constituye la tercera
parte de superficie de la tierra- y que son una población altamente vulnerable.
Preocupa que las pérdidas económicas causadas por la desertificación en todo el
mundo, en cuanto a ingresos medios no percibidos asciendan a más de 42.000
millones de dólares al año, la mayoría de ellos en Asia (20.900 millones) y
Africa (9.300 millones).
La Comisión observó que era preciso lograr la ordenación sostenible de
los bosques y la silvicultura para que la humanidad pudiera seguir
satisfaciendo sus necesidades cada vez mayores de productos forestales,
servicios ambientales y beneficios sociales y culturales derivados de los
bosques e inclusive los medios de vida que éstos generan. La Comisión tomó nota
de varios foros organizados para mejorar el diálogo internacional en la
materia, entre ellos, el patrocinado conjuntamente por la India y Gran Bretaña
relativo a los criterios e indicadores de ordenación sostenible de los bosques
por conducto de los procesos de Helsinki, Montreal, el Amazonas y la
Organización Internacional de las Maderas Tropicales; el Grupo de Trabajo
Intergubernamental sobre los Bosques, patrocinado por Malasia y Canadá; el
Diálogo Mundial sobre Política Forestal, patrocinado por Indonesia y el Centro
de Investigaciones Forestales Internacionales.
La Comisión creó un grupo intergubernamental especial de composición
abierta sobre cuestiones forestales por considerar que la adopción de nuevas
medidas concretas en materia de ordenación conservación y desarrollo sostenible
de los bosques, especialmente por los gobiernos, constituye una cuestión
prioritaria y urgente. Este grupo presentará sus informes en Abril de 1996, en
su cuarto período de sesiones, y las conclusiones finales en su quinto período
de sesiones en 1997.