Anuario de Relaciones Internacionales, Año 1996 Documentos

 

La Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social

 

(Copenhague, 6-12 de Marzo de 1995).

 

Entre los días 6 y 12 de marzo de 1995 se llevó a cabo en Copenhague la Cumbre Mundial Sobre Desarrollo Social. Convocada por la Asamblea General ya desde 1992 en función de los nuevos temas de la agenda internacional. La misma se concatena con la Cumbre en Favor de la Infancia de 1990, la Conferencia de Río de Janeiro sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo de 1992, la de Viena sobre los Derechos Humanos de 1993, la de El Cairo sobre Población y Desarrollo de 1994, la de Beijing sobre la Mujer de 1995 y la de Estambul sobre Asentamientos Humanos (Hábitat) de 1996.

Tuvo en su haber el mérito de ser la conferencia mundial que reunió a la mayor cantidad de partícipes hasta la fecha: más de 180 Estados, 134 de los cuales, además, contaron con la asistencia directa de sus Jefes de Estado o de Gobierno, o sus representantes personales. Similar relevancia tuvo el Foro de la Organizaciones No Gubernamentales (ONGs), que reunió a alrededor de 2500 representaciones.

En el plano de los documentos y acuerdos logrados como resultado de estas actividades han surgido:

- La Declaración de Copenhague sobre Desarrollo Social, que incluye una descripción sobre la Situación social actual y razones para celebrar la Cumbre, una Declaración de principios y objetivos, y la asunción de diez Compromisos.

- El Programa de Acción, elaborado a partir de aquella Declaración, el que se describe sintetizado, posteriormente.

- La Declaración Alternativa de Copenhague, de las ONGs.

Los documentos completos de la Cumbre han sido editados por el IRI, editor del presente Anuario, en una publicación especial elaborada por el Dr. Norberto E. Consani1, la que cuenta además con un análisis de la Conferencia y un anexo en el que se incluyen también los listados de los miembros participantes.

Durante el desarrollo de las deliberaciones en las Sesiones Plenarias se analizaron diversos documentos presentados por los Organismos que componen la Organización de Naciones Unidas, entre los que se destacan el Informe sobre Desarrollo Humano 1994 del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD)2, los documentos provenientes del Tercer Período de Sesiones del Comité Preparatorio3, y el Informe Preliminar preparado por el Secretario General de la ONU, a partir de los cuales pudieron observarse luego las diferentes posiciones de los Estados participantes. En general se destaca como elemento llamativo la coincidencia en la faz de diagnóstico de las realidades más acuciantes a nivel global y la "conciencia" observada en el plano discursivo por la mayoría de los actores respecto de los problemas sociales a afrontar en el presente. Las diferencias aparecieron a la hora de señalar las causas principales de tales males y de determinar las políticas y acciones destinadas a ponerles fin. Respecto de aquellas, puede observarse que mientras Fidel Castro señalaba que en las actuales condiciones "los ricos son cada vez más ricos y los pobres cada vez más pobres", acusando al neoliberalismo como una doctrina impuesta al mundo en la que se "sacrifica despiadadamente en los países subdesarrollados los gastos" en el área social haciendo "imposible el desarrollo social", el vicepresidente de los Estados Unidos, Al Gore, afirmaba que "sólo el sistema de mercado es capaz de desatar un mayor potencial humano que cualquier otro régimen" y que esa "política económica posee además la virtud de crear nuevas riquezas". En relación a las acciones encaminadas a modificar tales circunstancias es donde, en definitiva, no sólo no se lograron los acuerdos y compromisos anhelados por los organizadores sino además donde se observaron plasmadas aquellas diferencias causales antes enunciadas. Según algunos análisis, ya en el concepto de desarrollo social, circunscripto de manera reduccionista a "mitigar y reducir la pobreza, el aumento del empleo productivo y el fomento de la integración social" se observan reflejados sólo los temores de los países desarrollados excluyéndose las necesidades de los países en desarrollo. Estas posiciones reclaman políticas de desarrollo social de carácter nacional que permitan mitigar algunos efectos negativos de la globalización, como por ejemplo, lo que se ha definido como "dumping social": la disminución creciente de los salarios, prestaciones sociales y "otros costos" vinculados a las condiciones de vida en los países en desarrollo para poder competir por un lugar en la nueva "economía internacional globalizada"4.

Entre los documentos aprobados, el Programa de Acción sería presumiblemente el que más trascendencia deberá tener para el futuro, razón por la que incluir en el presente Anuario, una breve síntesis de sus principales formulaciones:

Programa de Acción:

 

El Programa de Acción aprobado en la Cumbre se compone de una introducción, cuatro capítulos dedicados a la creación de un entorno propicio para el desarrollo social, la erradicación de la pobreza, la creación de empleo productivo y reducción del desempleo, y la integración social. Finalmente, se destina un capítulo a la aplicación y el seguimiento de las metas trazadas en el Programa en el que se fijan requisitos mínimos, principalmente a los gobiernos nacionales, sobre su propio accionar y en relación a la sociedad civil y la movilización de recursos financieros.

En la mencionada Introducción se expresa la finalidad perseguida por el mismo: a) indicar políticas y medidas destinadas a poner en práctica los principios y cumplir los compromisos enunciados en la Declaración de Copenhague sobre Desarrollo Social aprobada en la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social; b) medidas para la creación de un entorno nacional e internacional favorable al desarrollo social, erradicación de la pobreza, aumento del empleo productivo, reducción del desempleo y promoción de la integración social. Todo ello, en un marco de crecimiento económico sostenido y desarrollo sostenible, y dejando a salvo el derecho soberano de los Estados de aplicar las recomendaciones del Programa de acuerdo con sus leyes nacionales y sus prioridades de desarrollo y respetando los distintos valores éticos, religiosos y las tradiciones culturales de los pueblos; c) medidas vinculadas al desarrollo social abordadas o promovidas por las demás Conferencias mundiales estrechamente vinculadas con el desarrollo social.

El capítulo I, "Un entorno propicio para el desarrollo social", se define al "desarrollo social" como inseparable del entorno cultural, ecológico, económico, político y espiritual.

Se proponen luego acciones para la creación de un entorno económico, jurídico y político favorables, tanto en el ámbito nacional como internacional, que promuevan el crecimiento de la producción, el establecimiento de un sistema comercial internacional no discriminatorio y basado en acuerdos multilaterales, el crecimiento del empleo y de los ingresos. El crecimiento económico sostenido y el desarrollo sostenible deben dirigirse a erradicar la pobreza y reducir las desigualdades sociales y económicas y la marginalización. También se propone: a) medidas para que los beneficios del crecimiento mundial se distribuyan en forma equitativa entre los países, principalmente, dando prioridad a las necesidades de África y los países menos adelantados 5.; b) medidas económicas para que el crecimiento y la interacción del mercado sean más conducentes al desarrollo social de base amplia; c) medidas de tipo fiscal y otras políticas orientadas a la erradicación de la pobreza y a evitar disparidades que atenten con la armonía social; d) medidas jurídicas y políticas tendientes a que las instituciones y organismos gubernamentales puedan priorizar eficazmente el desarrollo social eliminar todas las formas de discriminación, prevenir y combatir la corrupción, mejorar los organismos de decisión vinculados a las políticas sociales, promoción y protección de todos los derechos humanos y libertades fundamentales; incluyendo el derecho al desarrollo social como parte integrante de los derechos humanos, la garantía de acceso a todos los conocimientos, la educación y la información.

El capítulo II, "Erradicación de la pobreza", comienza por caracterizar las numerosas consecuencias que ella conlleva, no sólo respecto de las personas y familias, sino a las sociedades y aún a los Estados, y por reconocer que el 20 % de la población mundial (más de 1000 millones de personas) viven en condiciones de pobreza inaceptables. Entre las acciones se propone: a) la formulación de estrategias integradas.

Se declara inaceptable la "pobreza absoluta", requiriéndose a cada país, preferiblemente durante 1996 -"Año Internacional para la Erradicación de la Pobreza"-, una definición y determinación precisa de la pobreza absoluta. Indica medidas a adoptar por los gobiernos, vinculadas al crecimiento económico sostenido -y sostenible- con crecimiento social de base amplia, que promueva igualdad de oportunidades, garantías de derechos políticos, civiles, culturales, económicos y sociales, acceso a la protección social y servicios públicos. Propone también a los gobiernos a integrar los objetivos y metas de lucha contra la pobreza con las políticas de estabilidad macroeconómica, los programas de ajuste estructural, los impuestos, inversiones, el empleo y demás sectores de la economía; reformular las políticas de inversión pública en infraestructura, recursos naturales y humanos de manera que beneficien a los sectores más pobres. También promueve políticas hacia las personas que viven en la pobreza: su incorporación en la elaboración de los propios programas y estrategias de lucha; promoción de su organización y de actividades de dichas organizaciones y gestión comunitaria. b) mejoramiento del acceso a los recursos productivos y la infraestructura, mediante el aumento y la diversificación de actividades y aumento de la productividad en las comunidades pobres y de bajos ingresos. Se indica también la necesidad de mejorar el acceso al crédito de los grupos más desfavorecidos y vulnerables y de los pequeños productores, rurales o urbanos. También se indica una serie de medidas para atacar, en particular la pobreza urbana y otras para la pobreza rural. c) atención de las necesidades humanas básicas no sólo por los gobiernos sino en particular los que viven en la pobreza y sus organizaciones. Se establece una serie de metas para el año 2000: acceso universal a la enseñanza básica y finalización de la enseñanza primaria del 80% de los niños en edad escolar; eliminación de la diferencia de tasa de escolarización entre niños y niñas; esperanza de vida en todos los países no inferior a los 60 años; reducir las tasas de mortalidad materna y de lactantes y menores de 5 años en un tercio de la de 1990, o a entre 50 y 70 por 1000 nacidos vivos, si esta cifra fuera menor; e inferior, para el 2015 a los 35 por 1000 en lactantes y 45 por 1000 en menores de 5 años. Lograr la seguridad alimentaria: acceso físico, social y económico a alimentos suficientes para todos. También describe medidas para el acceso a los servicios sociales. d) aumento de la protección social y disminución de la vulnerabilidad mediante sistemas de protección social a la pobreza, y a quienes no puedan trabajar por enfermedad, discapacidad, edad avanzada, maternidad, asistir a familiares; promoviendo las reformas legislativas necesarias; propone programas de atención básica y de seguro social, con especial protección a niños, jóvenes, personas mayores, discapacitadas y víctimas de desastres.

El capítulo III, "Creación de empleo productivo y reducción del desempleo", comienza por describir al trabajo productivo como esencial para el desarrollo y para la identidad humana. Declara que el empleo pleno y debidamente remunerado es un medio eficaz de lucha contra la pobreza y la marginación social. Que el acceso y la participación en el trabajo productivo de todos es una carga no sólo del Estado sino de los interlocutores sociales y de la sociedad civil a todos los noveles.

a) Sostiene que debe ponerse al empleo productivo en el centro de las estrategias de desarrollo sostenible y de las políticas económicas y sociales, reduciéndose el efecto negativo de las medidas de estabilidad macroeconómicas y fomentándose políticas de crecimiento económico que maximicen el empleo (inversiones que demanden la mayor cantidad de mano de obra, que utilicen recursos locales, que habiliten bienes y recursos productivos, que tengan en cuenta grupos vulnerables y desfavorecidos). También, mejorándose las oportunidades de creación y crecimiento de empresas del sector privado.

b) Afirma que debe promoverse políticas de educación y capacitación, adecuadas a las condiciones económicas cambiantes.

c) Que debe promoverse el mejoramiento de la calidad del trabajo y el empleo, protegiendo y fomentando los derechos básicos del trabajador, las obligaciones en materia de derechos humanos, la libertad de asociación y organización, prohibiendo la discriminación, el trabajo forzado y de niños. También alentar a trabajadores y empleadores a fomentar la cooperación en las decisiones de la empresa. Se indica también algunos medios para aumentar la productividad y mejorar la calidad de vida (condiciones de trabajo, salud y seguridad); medidas para garantizar la participación de la mujer en el mercado de trabajo y su acceso sin discriminaciones.

d) Se promueve también el mejoramiento de las oportunidades de empleo para grupos con necesidades concretas, mediante programas equitativos y no discriminatorios, incorporando a los desempleados o sus asociaciones en la planificación del empleo, programas de readiestramiento y capacitación para nuevas tareas. Enumera medidas para ampliar las oportunidades de personas discapacitadas e insta a la cooperación nacional e internacional, respecto de la situación de los trabajadores migratorios y sus familias.

e) Finalmente, promueve el reconocimiento y comprensión del trabajo y el empleo en un sentido más amplio, mediante el desarrollo, estudio y promoción de las numerosas actividades laborales no remuneradas y su importancia para el bienestar de la sociedad: el cuidado de familiares, el trabajo no remunerado en granjas o negocios familiares o actividades voluntarias, las que requieren un estudio, medición y cuantificación para su posterior legislación y mejor protección.

El capítulo IV "Integración Social" parte de la premisa de la creación de una sociedad para todos sobre la base del respeto por los Derechos Humanos y demás libertades, teniendo en cuenta los aspectos negativos a los que se ve sometida.

a) Sostiene que los gobiernos, con el fin de lograr estos propósitos, deben sustentar su labor sobre la base interactiva entre Desarrollo y Democracia; actuando así a favor del pluralismo institucional con una apertura a la internacionalización y debate de las distintas problemáticas.

b) También se deberá dar el impulso legislativo necesario, con su correlativa aplicación en la lucha a favor de la No Discriminación, tolerancia, respeto y valoración recíprocos de la diversidad.

c) Deberá promoverse la igualdad y la justicia social en cumplimiento a los más altos principios cristalizados en las Constituciones democráticas en todas sus etapas.

d) Atender a las necesidades sociales especiales aplicando por ejemplo: el Plan de Acción aprobado por la Cumbre Mundial en favor de la Infancia (1990); las disposiciones de la Convención de los Derechos del Niño, entre otros.

e) Se insta a los gobiernos a profundizar el apoyo e interés en todo lo relacionado con movimientos de refugiados y personas desplazadas; permitiendo su asilo, repatriación voluntaria, respeto a los Derechos Humanos, naturalización.

f) En relación a la violencia surgida de la delincuencia, el uso indebido de drogas, etc; se desemboca fundamentalmente en la introducción de políticas concretas en salud tendientes a la rehabilitación de los adictos, como así también a la creación de los medios y al establecimiento de las políticas y programas necesarios tendientes a eliminar los factores causales de la violencia generando espacios para el desarrollo del niño y del joven donde puedan canalizar sus energías.

g) Trabajar comunitariamente en la solución de todos estos conflictos, en rehabilitación y por último cooperar en destejer las redes locales, nacionales e internacionales que sirvan al tráfico de drogas, de mujeres y de niños.

h) Por último, y teniendo en cuenta el rol fundamental que ocupa la familia en toda sociedad, ayudarla en su tarea de educación y crianza, contribuyendo así a la Integración Social.

El capítulo V "Aplicación y seguimiento" parte de la necesidad de una voluntad política a nivel nacional, la que, conjuntamente con la cooperación y asistencia internacional: promueva y proteja los Derechos humanos; apoye a las instituciones democráticas, tienda a la participación integral de todos los sujetos sociales; reconozca la diversidad; movilice los recursos financieros nuevos y adicionales a través de la implementación de estrategias en base a la evaluación y examen de las políticas nacionales, tomando como parámetros: la Pobreza, el Empleo, la Integración Social y el Desarrollo Social. Esto también implica la participación de la sociedad civil a través del fortalecimiento de las organizaciones de la comunidad y las O.N.Gs., en todo lo atinente a educación, salud, pobreza, derechos humanos, mejoramiento de la calidad de vida, el socorro y la rehabilitación a fin de lograr la participación constructiva en la formulación y aplicación de las políticas.

a) En relación a la movilización de recursos podrá requerirse una reorientación de los existentes y considerar nuevos y adicionales en base a las políticas de reducción de gastos militares y priorizando el desarrollo social al gasto público. Asimismo se deberán expresar compromisos de la Cumbre en resultados financieros concretos en los países en desarrollo (se hace mención a Africa) y a los menos adelantados.

b) Se convoca a la comunidad internacional al estudio de medidas que mitiguen las cargas de las deudas de los países en desarrollo con el fin de lograr un crecimiento económico sostenido y un desarrollo sostenible, sin que caigan en una nueva crisis de la deuda.

c) Se insta a las instituciones financieras internacionales (F.M.I.; Banco Mundial; bancos y fondos regionales y subregionales de desarrollo) a la priorización en la asignación de préstamos para el sector social.

d) Respecto al papel de la O.N.U., es su tarea y la de sus órganos, el seguimiento y la evaluación de la Cumbre generando ámbitos de debate de las problemáticas surgidas, como así también, cooperar técnicamente y asistir a los países en desarrollo.

Finalmente, dentro del balance positivo presentado por los organizadores y por quienes más expectativas tenían cifradas en los resultados de la Conferencia se señala el alto grado de coincidencia en el diagnóstico respecto del estado actual del desarrollo en el planeta determinado, principalmente, por el sostenido crecimiento de las desigualdades sociales, destacándose incluso, que el crecimiento de dicho índice no se circunscribe a los países pobres y en desarrollo, sino que el mismo es observable actualmente en los países desarrollados -principalmente en Europa y los Estados Unidos.

Entre los compromisos alcanzados deben destacarse: el concepto de que la pobreza absoluta resulta inaceptable, por lo que debe ser erradicada; la inclusión de "metas de desarrollo social" (vinculadas al pleno empleo, erradicación de la pobreza e integración social) en los ajustes estructurales (dictados por los organismos financieros multilaterales); y la posibilidad de acuerdo de condonación o disminución de las deudas externas en los casos de los países más pobres.

Entre los logros u objetivos no alcanzados por esta Cumbre deben considerarse, en primer término, la falta de compromisos concretos respecto del "Dividendo de la Paz", concepto formulado en el Informe de Desarrollo Humano 1994 del PNUD, referido a los ahorros acumulados desde el fin de la carrera armamentista anterior a la Caída del Muro de Berlín; y del llamado "Pacto de Desarrollo Humano 20:20", propuesta de asistencia entre países desarrollados y en desarrollo, basada en el principio de responsabilidad compartida, también realizada en el mencionado Informe y destinada a ser tratada en esta Conferencia, mediante el cual ambos grupos de países reservarían un 20% de sus presupuestos anuales para cuestiones de prioridad humana. El 20:20 fue "atemperado" al establecerse "su aplicación por mutuo acuerdo entre aquellos países que estuvieren interesados", lo que mientras que para algunos representó una aceptación parcial y para otros un virtual rechazo del compromiso.

 

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1. "Cumbre Mundial Sobre Desarrollo Social - A la Búsqueda de un Nuevo Modelo de Sociedad", por Norberto E. Consani - Serie Documentos Nº 11- I.R.I. - U.N.L.P., 1995.

2. "Anuario 1995" I.R.I. - U.N.L.P., pag. 513.

3. "Cumbre en Copenhague y Neolibe-ralismo", por Julio Boltvinik - Diario "La Jornada" de México (DF), del 3 de marzo de 1995 - LASNET Archive 1995

4. Idem 3.

 5. nota: en este contexto se inserta la problemática de la deuda externa, sobre todo de los países más pobres. Al respecto se propuso la aplicación inmediata de los términos de la condonación acordados en el Club de París en diciembre de 1994, que engloban la reducción de la deuda, e incluso su cancelación u otras medidas de alivio. Se propone también la elaboración de técnicas de conversión de la deuda que puedan aplicarse a programas y proyectos de desarrollo social.