Cumbre
Estados Unidos y Federación Rusa
1) El Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica y el Presidente
de la Federación Rusa, considerando la amenaza que representa el aumento de la
fabricación de misiles y la proliferación de su tecnología en el mundo, como
así también la necesidad de contrarrestarla, acordaron los principios
fundamentales detallados a continuación que servirán de base para las
discusiones ulteriores con miras a llegar a un acuerdo en materia de
demarcación entre los sistemas de misiles antibalísticos y los sistemas defensivos
de misiles de teatro.
Los Estados Unidos y Rusia se hallan vinculados al Tratado sobre los
Misiles Antibalísticos, piedra angular de la estabilidad estratégica.
Ambas partes deberán tener la posibilidad de establecer y de desplegar
sistemas de defensa eficaces de misiles de teatro, estas acciones no deberán
infringir o desviar el Tratado sobre los Misiles Antibalísticos.
Cada una de las partes podrá desplegar sistemas de defensa de misiles de
teatro que, en primer lugar, no constituyan una amenaza real para las fuerzas
nucleares estratégicas de la otra parte y, en segundo lugar, no deriven en
pruebas con miras a otorgar a estos sistemas tal capacidad.
Las partes no desplegarán sistemas de defensa de misiles de teatro para
ser utilizados uno contra el otro.
La importancia numérica y geográfica del despliegue de sistemas
defensivos de misiles de teatro, tanto por una de las partes como por la otra,
corresponderá a los programas de misiles balísticos de teatro a los que se
confrontará esta última.
Con espíritu de cooperación, los presidentes se han comprometido en
forjar una apertura recíproca, en el campo de las actividades de las partes, en
lo que concierne a los sistemas de defensa de misiles de teatro y en materia de
intercambios de informaciones apropiadas.
2) Los presidentes Clinton y Yelstin han procedido a un examen profundo
de los progresos logrados en vista de los objetivos que comparten: el de una
Europa democrática estable, segura, integrada y no dividida. Consideran de
común acuerdo que el final de la confrontación militar, del conflicto
ideológico y de la división de la región euro-atlántica en bloques opuestos ha
ofrecido al conjunto de esos pueblos una oportunidad histórica. Han resaltado
que estaban resueltos a cooperar estrechamente para actuar de modo tal que en
el futuro todos los pueblos de la región euro-atlántica puedan gozar de
beneficios de un orden estable, justo y pacífico.
Los presidentes exponen que la tarea de reforzar la seguridad
euro-atlántica reclama, en el presente, hacer frente a desafíos, muy diferentes
de los de la época de la Guerra Fría, el nacionalismo agresivo, la producción
excesiva de armas de destrucción masiva, los diferendos territoriales no
resueltos y las violaciones de los derechos humanos constituyen graves amenazas
para la estabilidad, la paz y la prosperidad. Los presidentes estiman de común
acuerdo que el esfuerzo destinado a estos desafíos debe estar fundado en el
respeto a los principios y compromisos de l'osce, sobre todo en materia de
democracia, de pluralismo político, de respeto de los derechos humanos y de las
libertades cívicas, de economías de mercado y de estricto respeto de la
soberanía, de la integridad territorial y del derecho de los pueblos a disponer
de sí mismos.
Los presidentes han examinado las perspectivas de las estructuras
europeas en respuesta a las posibilidades y a los desafíos de la nueva era,
ellos convienen en que una paz duradera debe tener como elemento central, la
integración de Europa en una serie de instituciones y de relaciones que se
refuercen mutuamente y aseguren que no se vuelva a la división o a la
confrontación. La evolución de las estructuras europeas debería ser orientada
hacia un objetivo general de integración. El Presidente Clinton ha subrayado
que ese proceso deberá ser transparente, global y fundado en una relación
integrada entre la seguridad de Europa y la de América del Norte.
Los presidentes señalan que una tarea histórica consiste en actuar
estrechamente en conjunto con miras a una participación más plena de la Rusia
Democrática y de los Estados Unidos de Norteamérica en el conjunto de las
instituciones políticas, económicas y de seguridad mundiales del siglo XXI. Es
con esta intención que los dos presidentes han examinado las medidas relativas
a la evolución del sistema de seguridad euro-atlántica con la creación ulterior
de instituciones apropiadas y de una cooperación bilateral y regional. Esto
comprende la decisión tomada por Rusia de seguir su propio programa de
participación para la paz y el documento relativo a la ampliación del diálogo y
de la cooperación entre Rusia y la OTAN.
El Presidente Clinton ha destacado el apoyo de los Estados Unidos a la
participación y cooperación de Rusia con la Unión Europea. Ha destacado también
el apoyo a la Organización Mundial de Comercio, al GATT y a las demás
instituciones importantes para la arquitectura económica y de seguridad de
Europa y del mundo.
Los presidentes estiman de común acuerdo que los compromisos del OSCE en
materia de derechos humanos, de economía y de seguridad constituyen una base
firme para la tarea de edificar una Europa estable e integrada. Será
conveniente en este sentido acordarle una atención especial al refuerzo de las
capacidades de mantenimiento de la paz del OSCE y a su potencial en materia de
diplomacia preventiva y de arreglo pacífico de los diferendos.
Ambos presidentes han acordado la decisión tomada en la cumbre de
diciembre de 1994 del OSCE en Budapest de establecer un modelo con el fin de
garantizar la seguridad global de Europa del siglo XXI. Los Estados Unidos y
Rusia piensan que un modelo tal deberá apuntar a edificar una Europa sin
divisiones, un espacio común de seguridad y de estabilidad y un sistema que
garantice la cooperación y coordinación más amplias entre todos los países de
la región euro-atlántica. En este sistema, todos los estados tendrán, como ha
sido declarado en Budapest, el derecho inherente a todo estado a elegir o a
cambiar libremente sus acuerdos de seguridad, incluídos los tratados de
alianza, en función de su evolución.
3) El Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica, William J.
Clinton, y el Presidente de la Federación Rusa, Boris Nikolaievitch Yeltsin,
durante el encuentro del 9 y 10 de mayo de 1995 en Moscú, han expresado con
ímpetu la idea de que la conferencia dedicada al examen y a la reconducción del
Tratado de No Proliferación (TNP), actualmente en curso en Nueva York, debería
decidir que el tratado sea permanente, ambos dirigentes han destacado que los
Estados Unidos y Rusia continuarían obrando con el fin de asegurar la total
aplicación del Tratado, han reafirmado los compromisos adquiridos por los
Estados Unidos y la Federación Rusa, conforme al artículo VI del TNP, de
continuar las negociaciones de buena fe sobre las medidas efectivas de desarme
nuclear, que sigue siendo su objetivo final.
Ambos presidentes han igualmente reafirmado que los Estados Unidos y la
Federación Rusa continuarían actuando en estrecho acuerdo para favorecer los
amplios objetivos de no-proliferación. Han convenido que, en el marco del grupo
de trabajo mixto recientemente establecido sobre la no-proliferación, las dos
partes se consultarían a su debido tiempo sobre cuestiones de interés común, en
especial sobre la mejor manera de cumplir con sus responsabilidades de cooperación
con las demás partes del TNP en lo que concierne a la utilización pacífica de
la energía nuclear, responsabilizándose siempre de evitar los riesgos de
proliferación. Los dirigentes han reconocido la importancia que implica un
enfoque responsable de las transferencias de materias, equipamientos y
tecnologías nucleares y de la formación relacionada con los nuclear. Con
respecto a esto, han reafirmado su deber con el TNP y con los principios de
acción del grupo de los proveedores nucleares, sobretodo con los principios
según los cuales las transferencias nucleares deben tener lugar sólo en el
marco del conjunto de las garantías de la Agencia Internacional de Energía
Atómica (AIEA) y únicamente cuando un proveedor ha obtenido resultados en
cuanto al hecho de que las transferencias a un estado no dotado de armas
nucleares no contribuirán a la proliferación de armas nucleares.
Los dirigentes han dado instrucciones al grupo de trabajo sobre la
no-proliferación: preparar estimaciones sobre los riesgos de proliferación en
las diferentes regiones del mundo, encarar medidas prácticas para tratar estos
riesgos, el recoger datos relativos a un eventual no cumplimiento de los
compromisos de no-proliferación y presentar informes periódicos sobre el avance
de sus trabajos.
Ambos presidentes han expresado su firme apoyo a los progresos concretos
realizados recientemente en sus dos países, y a la cooperación con miras a
garantizar la seguridad de las armas nucleares y de los materiales nucleares
que puedan ser utilizados en esas armas. Han reafirmado su pedido de
cooperación amplia y extensa sobre una base bilateral y multilateral,
compatible con sus obligaciones internacionales, con el fin de reforzar los
regímenes nacionales e internacionales de control, de compatibilización y de
protección física de los materiales nucleares y de prevenir su tráfico ilícito,
han dado instrucciones a todos los organismos competentes de los respectivos
países: facilitar en forma coordinada una cooperación efectiva en este sentido.
Han pedido a la Comisión Gore-Tchernomyrdin que se elabore un informe
conjunto sobre las medidas que se han realizado y sobre las complementarias que
deberían tomarse para garantizar la seguridad de los materiales nucleares.
Los dirigentes han reafirmado su firme apoyo a la AIEA y afirman que su
programa de garantías juega un papel fundamental en el régimen mundial de
no-proliferación nuclear. Han subrayado la importancia que significa el
refuerzo de las capacidades de la AIEA en materia de detección de los desvíos
de materiales nucleares y de verificación de la inexistencia de actividades
nucleares no declaradas, sobre todo gracias a los esfuerzos tendientes a
reforzar la efectividad del sistema de garantías.
Los presidentes estiman que la participación oficial de la Federación
Rusa en los regímenes multilaterales de no-proliferación, relativos al control
de las exportaciones los reforzará notablemente y ampliará la base de la
cooperación entre los dos países en materia de no proliferación. Han convenido
ordenarle a los responsables de sus respectivos gobiernos que traten con
urgencia las cuestiones de participación de Rusia en esos diferentes regímenes,
con miras a que los Estados Unidos apoyen activamente la admisión de Rusia en
cada uno de estos regímenes en la fecha más próxima posible.
4) El Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica y el Presidente
de la Federación Rusa, luego de haber examinado los intercambios de punto de
vista que han tenido lugar durante la reunión de la Comisión Gore-Tchernomyrdine
en diciembre de 1994 concerniente a los arsenales de ojivas nucleares, los
stocks de materiales fisibles, su resguardo y su seguridad, así como durante
los debates del grupo de trabajo conjunto sobre las garantías nucleares, la
transparencia y la irreversibilidad de las medidas destinadas a desarrollar la
confianza y a aumentar la transparencia y la irreversibilidad del proceso de
reducción de los armamentos nucleares.
Reafirman el compromiso de los Estados Unidos de Norteamérica y de la
Federación Rusa para con el objetivo de desarme nuclear y su deseo de comenzar
con nuevas medidas destinadas a desarrollar la confianza y a acrecentar la
transparencia y la irreversibilidad del proceso de reducción de los armamentos
nucleares, tal como había sido convenido en enero y septiembre de 1994;
Reafirman el deseo de los Estados Unidos de Norteamérica y de la
Federación Rusa de intercambiar informaciones detalladas sobre los arsenales de
ojivas nucleares, los stocks de materiales fisibles su resguardo y su seguridad,
y de poner en marcha un proceso de intercambio de esas informaciones sobre una
base regular;
Expresan el deseo de los Estados Unidos de Norteamérica y de la
Federación Rusa de poner en marcha lo antes posible acuerdos concretos a fin de
aumentar la transparencia y la irreversibilidad del proceso de reducción de los
armamentos nucleares.
Tomando en consideración la propuesta realizada por el Presidente B.N.
Yeltsin con miras a un tratado sobre la seguridad nuclear y la estabilidad
estratégica entre las cinco potencias nucleares, declaran:
- que los materiales fisibles sacados de las armas nucleares en vías de
eliminación y por el aumento de las necesidades de seguridad nacional, no serán
utilizadas para fabricar armas nucleares;
- que ningún material fisible recientemente producido será utilizado en
armas nucleares;
- que los materiales fisibles provenientes de programas nucleares
civiles no serán utilizados para fabricar armas nucleares.
Los Estados Unidos de Norteamérica y la Federación Rusa negociarán acuerdos
destinados a aumentar la transparencia y la irreversibilidad de la reducción de
las armas nucleares, acuerdos que preverán sobretodo:
- intercambios regulares de información detallada sobre los arsenales de
ojivas nucleares, los stocks de materiales fisibles, su seguridad y su
resguardo;
- un acuerdo de cooperación para la vigilancia recíproca, en las
instalaciones de almacenamiento, de materiales fisibles extraídos en las ojivas
nucleares y que excedan las necesidades de seguridad nacional, a fin de ayudar
a confirmar la irreversibilidad del proceso de reducción de los armamentos
nucleares, reconociendo que los progresos en este campo están relacionados con
el progreso de la puesta en marcha del programa conjunto ruso-norteamericano de
instalación de almacenamiento de materiales fisibles maiak;
- otras medidas de cooperación necesarias para desarrollar la confianza
en las declaraciones recíprocas relativas a los stocks de materiales fisibles.
Los Estados Unidos de Norteamérica y la Federación Rusa se esforzarán en
concluir lo antes posible los acuerdos sobre la base de estos principios.
Los Estados Unidos de Norteamérica y la Federación Rusa examinarán y
tratarán de implementar otras medidas destinadas a acrecentar la transparencia
y la irreversibilidad del proceso de reducción de los armamentos nucleares,
incluídos los acuerdos intergubernamentales con el fin de extender la
cooperación en las fases posteriores al proceso de eliminación en las armas
nucleares declaradas y las que excedan las necesidades de seguridad nacional
debido a la reducción de los armamentos nucleares.
Los representantes invitan a avanzar en la ejecución de los acuerdos
actuales que atañen a la irreversibilidad del proceso de reducción de los
armamentos nucleares, sobre todo el acuerdo del 23 de junio de 1994 sobre el
cierre de los reactores productores del plutonio y el cese de la utilización
del plutonio actualmente producido para armas nucleares, en todos sus alcances,
incluída la cooperación con el fin de crear fuentes de energía sustitutas, el
cierre de los reactores que producen plutonio mencionados más arriba y la
aplicación de los procedimientos apropiados.
Los Estados Unidos de Norteamérica y la Federación Rusa se esforzarán en
concluir lo antes posible un acuerdo de cooperación entre sus gobiernos que
permita intercambios de información necesarios para la aplicación de los
acuerdos antes mencionados, asegurando así la protección de esas informaciones.
No se realizarán dichos intercambios antes de que estos acuerdos entren en vigencia.
5) El Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica y el Presidente
de la Federación Rusa se han congratulado por los notables progresos alcanzados
con las reformas económicas rusas, los intercambios bilaterales y las
inversiones realizadas desde su último encuentro en septiembre de 1994 en
Washington, han resaltado que apoyan la plena y pronta realización del convenio
económico bilateral descripto en su declaración conjunta de la Cumbre de
Washington de septiembre de 1994 sobre la Cooperación para el Progreso
Económico.
Reforma Económica
El
Presidente de la Federación Rusa ha reafirmado que Rusia había decidido aplicar
firmemente su programa de reforma económica para 1995, incluída la reducción de
los déficits públicos y otras medidas anti-inflacionarias, las privatizaciones,
una reforma fiscal global, la insistencia del mercado libre y la integración a
la economía mundial. El Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica se ha
alegrado de estas orientaciones y ha afirmado que los Estados Unidos
continuarían apoyando fervientemente su aplicación completa.
El
Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica y el Presidente de la
Federación Rusa se han congratulado por haber profundizado la interacción entre
Rusia y los principales países industrializados y por la formación del
"G-8 político", y han expresado su esperanza de una cooperación
fructífera en la próxima Cumbre de Halifax en junio de 1995.
Intercambios Comerciales
El
Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica ha expresado el apoyo vigoroso
de los Estados Unidos a la entrada de Rusia a la Organización Mundial de
Comercio, y ambos presidentes han convenido cooperar para lograr ese objetivo.
El
Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica y el Presidente de la
Federación Rusa se han alegrado de la duplicación de los intercambios
comerciales bilaterales que, alcanzaron entre 1992 y 1994 a 5,8 mil millones de
dólares han estimado que, en la medida de esos intercambios continúen, los dos
países deberían actuar de común acuerdo a fin de resolver las fricciones que
surgieran en las relaciones comerciales ya avanzadas, estiman asimismo de común
acuerdo que los intercambios bilaterales y las inversiones extranjeras e
internas permitirían una aplicación más estricta de los derechos de propiedad
intelectual, y convienen que ambos gobiernos se comprometerían a cooperar más
ampliamente en este campo. El Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica
ha insistido en que su gobierno reconoce que Rusia es una economía en
transición hacia un mercado libre.
Inversiones
El
Presidente de la Federación Rusa ha hecho saber al Presidente de los Estados
Unidos de Norteamérica que su gobierno había adoptado un decreto que permite la
total aplicación del acuerdo-marco sobre el petróleo y el gas en cuyos términos
la "Us Export-Import" podrá colocar 1.300 millones de dólares de
préstamos aprobados y autorizar la colocación de 700 millones de dólares de
préstamos pedidos destinados al sector del petróleo y del gas. Ambos
presidentes se han igualmente comprometido a acelerar la colocación de los 750
millones de dólares de capacidad de financiación previstos entre Eximbank y
Gazprom.
El
Presidente de la Federación Rusa resaltó la importancia del proyecto IL.96M
para la cooperación en materia de aviación civil entre ambos países; el
Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica ha confirmado que el "US
Export-Import Bank" estaba estudiando un pedido de financiamiento para ese
proyecto. Ambos presidentes se congratularon por los progresos alcanzados en
las negociaciones entre las sociedades norteamericanas y rusas en cuestiones de
acuerdos de división de la producción y esperan la firma de dichos acuerdos en
el término de algunos meses, así como la aprobación de la ley sobre la división
de la producción y la ratificación del Tratado sobre inversiones bilaterales.
El
Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica y el Presidente de la
Federación Rusa se han alegrado del compromiso asumido por la "Overseas
Private Investment Corporation" de otorgar más de 2 mil millones de
dólares para las garantías de préstamos, seguros y fondos de inversión, y por
el compromiso de la "US Trade and Development Agency" que sobrepasan
los 35 millones de dólares en estudios de factibilidad de 87 proyectos
diferentes en la Federación Rusa. Esperan asimismo la apertura en Moscú en el
mes de junio de un nuevo servicio de información de negocios para los
intercambios con América, que contará con el apoyo del gobierno de los Estados
Unidos.
Misión Futura
El
Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica y el Presidente de la
Federación Rusa se mostraron satisfechos también por los resultados de los
trabajos de la Comisión Mixta de Cooperación Tecnológica y Económica (Comisión
sobre Gore-Tchernomyrdine) y, destacando su compromiso para una cooperación
económico-estratégica, han pedido a la Comisión Mixta que emita recomendaciones
sobre las nuevas medidas destinadas a reforzar y ampliar el comercio y las
inversiones bilaterales y el acceso a los mercados, así como la cooperación en
los campos de la energía, el espacio, las ciencias y la tecnología, la salud
pública, la agricultura y la reconversión de las industrias de defensa.
Viendo la
importancia del desarrollo regional, ambos presidentes han anunciado la primera
reunión en junio, en Seattle, del grupo de trabajo entre los responsables de
los sectores público y privado del Extremo Oriente Ruso y de la Costa Oeste de
los Estados Unidos, sobre la base de la iniciativa tomada en septiembre de 1994
en Seattle por el Presidente de la Federación Rusa.
El
Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica y el Presidente de la
Federación Rusa destacaron que se ha establecido una base sólida para la
cooperación económica, comercial y tecnológica entre ambos países, base que
apunta a apoyar la transformación de la economía rusa y la total integración de
Rusia a la economía mundial. Ambos presidentes han expresado su ferviente apoyo
a estos objetivos históricos.