Anuario de Relaciones Internacionales, Año 1996 Cronología Documental

 

Cronología Documental
Naciones Unidas

 

Informe del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos

 

El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos fue creado por la Asamblea General en 1993. En su Informe 1995, destaca los siguientes aspectos:

 

Promoción y Protección de los derechos humanos.

 

La cooperación internacional reviste una importancia fundamental para la eficacia y eficiencia en la protección de los derechos humanos, por lo que se ha encomendado al Alto Comisionado la misión de crear un marco adecuado de apoyo a los gobiernos, organizaciones e instituciones. Las hipótesis de orientación son la responsabilidad de protección de los gobiernos, la preocupación de la comunidad internacional en el tema, la promoción de procesos y la interacción de instituciones y organizaciones no gubernamentales.

El Alto Comisionado para los Derechos Humanos adoptó medidas en Chechenia, ante los informes de violaciones de derechos humanos respecto de la población civil, mediante el ofrecimiento de asistencia técnica.

Estableció un marco de coordinación de actividades con distintas organizaciones regionales y con organismos internacionales para establecer nuevos mecanismos especiales, ante la necesidad de lograr acuerdos de derechos humanos donde aún no los hay. Destacó la importancia de las instituciones nacionales, las organizaciones no gubernamentales y la colaboración de instituciones académicas para aplicar la Declaración y el Programa de Acción de Viena, para la preparación de estudios sobre temas atinentes a los derechos humanos y creó una asesoría de categoría superior para colaborar con las instituciones nacionales.

Estimó necesario el establecimiento de un marco jurídico y de mecanismos de protección adecuados y su consiguiente difusión para que la población y los funcionarios los conozcan.

Realizó contactos con gobiernos, órganos y entidades para lograr la ratificación universal de instrumentos fundamentales de derechos humanos mediante el programa de asistencia técnica y cooperación que propende, principalmente, a la limitación de las reservas de los Estados a los citados documentos.

Destacó la importancia de la promulgación de leyes acorde con las normas internacionales sobre derechos humanos y su aplicación práctica por los Estados.Vigiló la aplicación de las recomendaciones de la Comisión de Derechos Humanos a fin de lograr el respeto de los derechos humanos en temas como derecho al desarrollo, democracia, intolerancia étnica, ejecuciones sumarias y tortura. En cumplimiento de su mandato, desarrolló contactos de trabajo entre los diferentes gobiernos con miras a aplicar las resoluciones de la Comisión de Derechos Humanos y destacó que su actuación no reemplaza a los órganos creados en virtud de tratados.

Examinó en sus visitas a diferentes países, los asuntos referentes a los derechos humanos en general. En Canadá, examinó su política exterior en relación al tratamiento de los extranjeros. Asimismo evaluó la situación de los aborígenes, las reivindicaciones de tierras y la discriminación sexual en distintas áreas.

En Australia, analizó la responsabilidad de los Estados territoriales respecto de la aplicación de los instrumentos internacionales sobre derechos humanos.

En su paso por la India, los análisis se centraron en la política interna sobre las desapariciones forzadas de personas, detenciones arbitrarias y la aplicación parcial de tratados, así como la posible eliminación del sistema de castas.

En España, estudió las formas posibles para que el país preste su adhesión a tratados sobre derechos humanos en los que aún no es parte, como así también la duración de las detenciones y el problema de los gitanos.

Finalmente, en Panamá, analizó la creación del cargo de mediador en los problemas de las poblaciones indígenas.

Consideró a las actividades preventivas y correctivas como fundamentales en su estrategia global para prevenir desastres sociales y para lograr un alerta temprana en los casos de violaciones masivas a los derechos humanos; en Burundi, estableció una oficina (Bujumbura) para aplicar un programa de cooperación técnica; señaló que en Rwanda opera un plan presentado ante el PNUD, que centra su accionar en la asistencia técnica, vigilancia de las situaciones, desarrollo popular de derechos humanos y rehabilitación de la administración de justicia y en la ex Yugoslavia, nombró un representante para la coordinación de las actividades de las Naciones Unidas en los nuevos países creados. Ofreció su colaboración para realizar tareas de coordinación, vigilancia y fomento de los derechos humanos.

Consideró que los países en transición hacia la democracia necesitan de apoyo y cooperación para fortalecer su infraestructura, mediante la elaboración de programas nacionales de derechos humanos y cooperación técnica; en Malawi puso en marcha un programa bienal de cooperación y abrió una oficina. En Camboya contribuyó a la elaboración y aplicación de leyes destinadas a proteger los derechos humanos y en Haití estableció un programa especial de asistencia al pueblo y al gobierno para velar por la observancia de los derechos humanos mediante medidas preparatorias.

Señaló que una de las responsabilidades del Alto Comisionado es proporcionar asesoramiento y asistencia técnica y financiera a petición de los Estados interesados o de organizaciones para apoyar programas sobre derechos humanos. Asimismo destacó que tiene como finalidad la elaboración y aplicación de planes nacionales de acción, reformas constitucionales, revisión de legislación a la luz de las normas internacionales, capacitación profesional, ratificación de instrumentos o adhesión a ellos y que posee actualmente 58 proyectos en diferentes regiones del mundo.

Estimó necesaria la creación de una conciencia universal de los derechos humanos y el fomento de relaciones armoniosas entre las comunidades para lograr la tolerancia mutua. Por ello, coordinó la ejecución del Plan de Acción para el Decenio, con la cooperación de la UNESCO y de otros órganos y organismos competentes, prestando asistencia a los Estados en la preparación de programas y estrategias concretas en los planos nacional e internacional para la difusión y educación en derechos humanos.

Estableció un programa de publicaciones sobre derechos humanos por medio de su Centro de Derechos Humanos que desarrolla un papel importante en las actividades educativas. Dio prioridad a las publicaciones que han de utilizarse en los programas de asistencia técnica, como los manuales para preparación de funcionarios.

 

Cuestiones temáticas.

 

El Alto Comisionado se encarga expresamente de promover y proteger la realización del derecho al desarrollo y aumentar el apoyo a los órganos competentes de las Naciones Unidas. A tal efecto se propuso elaborar una estrategia que incluya la cooperación con los organismos creados en virtud de tratados para determinar métodos que permitan mejorar la realización del derecho al desarrollo y de los derechos sociales, económicos y culturales. Asimismo se comprometió a trabajar en la promoción de los derechos citados en el plano nacional. Debido a ello, convocó a una reunión de organizaciones no gubernamentales para analizar la aplicación del derecho al desarrollo desde varios puntos de vista. Destacó que la protección de los derechos económicos, sociales y culturales es importante durante los períodos de ajuste estructural y durante la transición a economías de mercado. Señaló que, con gran frecuencia, los derechos a la vivienda, a la alimentación, a la salud y a la educación no se protegen adecuadamente y que las víctimas principales suelen ser los niños y las mujeres. En su participación en la Reunión Cumbre del Grupo de los Siete Países Industrializados para la reforma de las instituciones de Bretton Woods, planteó la cuestión del papel del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional en la esfera de los derechos humanos a los ministros de relaciones exteriores, haciendo hincapié en el papel de las instituciones financieras internacionales en los planes o programas sociales.

Por medio de la Comisión de Derechos Humanos, el Alto Comisionado, recomendó que la eliminación del racismo, la discriminación racial, la intolerancia religiosa y de otros tipos, requiere esfuerzos concertados por parte de la comunidad internacional, los Estados y las distintas organizaciones. Señaló también, que las normas nacionales no bastan por sí solas para prevenir las violaciones a los derechos humanos y, en consecuencia, debería acentuarse la utilización de instrumentos internacionales, así como las recomendaciones de órganos creados en virtud de tratados y procedimientos especiales.

En relación a la igualdad de la condición y de los derechos humanos de la mujer, adoptó una serie de cuestiones entre las que figuran: los obstáculos que se oponen para la efectiva realización de los derechos humanos de la mujer, la eliminación de la violencia basada en el género, las prácticas tradicionales que se basan en religiones y tradiciones contra mujeres y niñas, la coordinación de actividades relacionadas con los derechos de la mujer en todo el sistema internacional y la difusión sobre cuestiones relativas a la mujer. La igualdad de condiciones de la mujer y sus derechos, fue también una de las ideas fundamentales en la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer celebrada en Beijing en 1995, donde el Alto Comisionado presentó un análisis de documentos preparatorios de la Conferencia. A su vez, incorporó la cuestión de los derechos humanos de la mujer en los programas de reuniones de los relatores especiales, representantes, expertos y presidentes de órganos creados en virtud de tratados.

El programa aprobado por el Alto Comisionado que proclama la protección de los derechos del niño como una de sus propiedades tiene los siguientes objetivos: mejorar la coordinación de las actividades de las Naciones Unidas en el marco de un acuerdo de trabajo con el UNICEF, y cooperar para alcanzar los objetivos establecidos en distintos Planes de Acción de órganos de las Naciones Unidas. Asimismo, exhortó a los gobiernos a que apliquen el programa elaborado por el UNICEF. Concedió gran importancia a la cooperación interinstitucional en la aplicación de las recomendaciones del Comité de los Derechos del Niño. Con relación a ese tema, convocó una reunión en Ginebra para examinar la prestación de asistencia a los Estados.

Reconoció que los problemas relacionados con las minorías nacionales o étnicas, como las religiosas y lingüísticas son fuente de importantes conflictos internacionales e internos que entrañan violaciones generalizadas a los derechos humanos. El Alto Comisionado fomentó, dentro del marco de su mandato, la aplicación de los principios que figuran en la Declaración sobre los Derechos de la Personas Pertenecientes a Minorías Nacionales o Étnicas, Religiosas y Lingüísticas y el mantenimiento del diálogo con los países interesados. Calificó a los problemas de las minorías como problemas de derechos humanos sumamente complejos y exhortó a que se formulen políticas gubernamentales que respondan a las legítimas aspiraciones de las personas que viven en un país y les permitan a todos a gozar de la seguridad de sus derechos.

Señaló que las ejecuciones extrajudiciales, sumarias o arbitrarias deben ser avisadas a su oficina por parte de los Estados. Consideró de suma importancia que los gobiernos lleven a cabo investigaciones completas e imparciales en todos los casos de presuntas ejecuciones extrajudiciales, arbitrarias o sumarias, que se otorguen indemnizaciones a las víctimas o a sus familiares y que se adopten medidas eficaces para impedir que se repitan.

Fomentó activamente el aumento de aportes al Fondo de Contribuciones Voluntarias de las Naciones Unidas para las Víctimas de la Tortura, ya que constituye el principal instrumento para proporcionar asistencia concreta a las víctimas o familiares. Destacó la importancia de que los Estados ratifiquen la Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes, así como que aprueben un protocolo facultativo de esa Convención. Expresó que los Estados deben derogar toda legislación interna que conduzca a la impunidad de los autores de graves violaciones a los derechos humanos, como la tortura y otros tratos o penas crueles inhumanos o degradantes.

El Alto Comisionado, en cooperación con los programas y organismos pertinentes de Naciones Unidas, especialmente con el ACNUR, consideró medidas que habrán de adoptarse a fin de crear un marco para la protección permanente de los derechos humanos, de las personas desplazadas y los refugiados. Prestó particular atención a los siguientes temas: garantizar la presencia internacional de la defensa de los derechos humanos en los países que tengan gran cantidad de personas desplazadas y refugiados; enviar funcionarios de derechos humanos que trabajen sobre el terreno para reunir información, determinar las necesidades de protección, supervisar la situación y facilitar la información; elaborar directrices sobre la forma de vigilancia sobre la situación de los derechos humanos e incluir leyes de derechos humanos relativas a los desplazamientos en los manuales que se distribuyen a los funcionarios y profesionales de los Estados con problemas de ésta índole; asegurar la colaboración interinstitucional y fomentar la participación sobre el terreno de organizaciones nacionales y no gubernamentales.

Mecanismos de Derechos Humanos en las Naciones Unidas.

 

De conformidad con una Resolución de la Asamblea General y en consonancia con la Declaración y el Programa de Acción de Viena, el Alto Comisionado de Derechos Humanos, tiene la responsabilidad de coordinar en todo el sistema, las actividades relativas a la promoción y protección de los derechos humanos. Estableció, en consecuencia, un diálogo permanente con los programas y órganos de las Naciones Unidas para intercambiar información especializada y emprendió iniciativas encaminadas a concertar acuerdos de colaboración con organismos, en los que define el marco para la cooperación operacional, en especial, la asistencia del Centro de Derechos Humanos. Estableció un sistema de intercambio de información en áreas especiales como desarrollo, niños y educación en general.

Los órganos creados en virtud de tratados basados en seis convenciones de derechos humanos, se han convertido en estructuras efectivas para vigilar el cumplimiento, por parte de los Estados, de las obligaciones en materias de derechos humanos, para administrar medidas preventivas y para fomentar la educación en derechos humanos, entre otras. En la reunión de presidentes de órganos creados en virtud de tratados de derechos humanos que se celebró en Ginebra, el Alto Comisionado aseguró a los presidentes, que consideraba que era su responsabilidad facilitar las tareas y actividades de los órganos y contribuir al seguimiento de sus recomendaciones.

El mandato del Alto comisionado incluye la responsabilidad de reformar el mecanismo de las Naciones Unidas en la esfera de los derechos humanos. Ayuda a los órganos y organismos de derechos humanos, procediendo al análisis del mecanismo vigente, con miras a elaborar propuestas para su adaptación general. Elaboró un proceso para analizar la mejor forma de estructurar el programa de trabajo y la organización del Centro de Derechos Humanos, que divide en distintas etapas integradas.

La Declaración y el Programa de Acción de Viena son una reafirmación del compromiso de los Estados de promover y proteger los derechos humanos y las libertades fundamentales, a la vez que constituyen la base para las actividades del Alto Comisionado. Se le encomendó, especialmente, la promoción y protección de los derechos humanos y el establecimiento de un diálogo con los gobiernos. A través de las actividades desarrolladas por el Alto Comisionado, el programa de las Naciones Unidas en la esfera de los derechos humanos está experimentando una transformación profunda en el plano institucional, a nivel nacional e internacional.