Cronología
Documental
Naciones Unidas
El Alto
Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos fue creado por la
Asamblea General en 1993. En su Informe 1995, destaca los siguientes aspectos:
Promoción y Protección de los derechos
humanos.
La
cooperación internacional reviste una importancia fundamental para la eficacia
y eficiencia en la protección de los derechos humanos, por lo que se ha
encomendado al Alto Comisionado la misión de crear un marco adecuado de apoyo a
los gobiernos, organizaciones e instituciones. Las hipótesis de orientación son
la responsabilidad de protección de los gobiernos, la preocupación de la
comunidad internacional en el tema, la promoción de procesos y la interacción
de instituciones y organizaciones no gubernamentales.
El Alto
Comisionado para los Derechos Humanos adoptó medidas en Chechenia, ante los
informes de violaciones de derechos humanos respecto de la población civil,
mediante el ofrecimiento de asistencia técnica.
Estableció
un marco de coordinación de actividades con distintas organizaciones regionales
y con organismos internacionales para establecer nuevos mecanismos especiales,
ante la necesidad de lograr acuerdos de derechos humanos donde aún no los hay.
Destacó la importancia de las instituciones nacionales, las organizaciones no
gubernamentales y la colaboración de instituciones académicas para aplicar la
Declaración y el Programa de Acción de Viena, para la preparación de estudios
sobre temas atinentes a los derechos humanos y creó una asesoría de categoría
superior para colaborar con las instituciones nacionales.
Estimó
necesario el establecimiento de un marco jurídico y de mecanismos de protección
adecuados y su consiguiente difusión para que la población y los funcionarios
los conozcan.
Realizó
contactos con gobiernos, órganos y entidades para lograr la ratificación
universal de instrumentos fundamentales de derechos humanos mediante el
programa de asistencia técnica y cooperación que propende, principalmente, a la
limitación de las reservas de los Estados a los citados documentos.
Destacó la
importancia de la promulgación de leyes acorde con las normas internacionales
sobre derechos humanos y su aplicación práctica por los Estados.Vigiló la
aplicación de las recomendaciones de la Comisión de Derechos Humanos a fin de
lograr el respeto de los derechos humanos en temas como derecho al desarrollo,
democracia, intolerancia étnica, ejecuciones sumarias y tortura. En
cumplimiento de su mandato, desarrolló contactos de trabajo entre los
diferentes gobiernos con miras a aplicar las resoluciones de la Comisión de
Derechos Humanos y destacó que su actuación no reemplaza a los órganos creados
en virtud de tratados.
Examinó en
sus visitas a diferentes países, los asuntos referentes a los derechos humanos
en general. En Canadá, examinó su política exterior en relación al tratamiento
de los extranjeros. Asimismo evaluó la situación de los aborígenes, las
reivindicaciones de tierras y la discriminación sexual en distintas áreas.
En
Australia, analizó la responsabilidad de los Estados territoriales respecto de
la aplicación de los instrumentos internacionales sobre derechos humanos.
En su paso
por la India, los análisis se centraron en la política interna sobre las
desapariciones forzadas de personas, detenciones arbitrarias y la aplicación
parcial de tratados, así como la posible eliminación del sistema de castas.
En España,
estudió las formas posibles para que el país preste su adhesión a tratados
sobre derechos humanos en los que aún no es parte, como así también la duración
de las detenciones y el problema de los gitanos.
Finalmente,
en Panamá, analizó la creación del cargo de mediador en los problemas de las
poblaciones indígenas.
Consideró
a las actividades preventivas y correctivas como fundamentales en su estrategia
global para prevenir desastres sociales y para lograr un alerta temprana en los
casos de violaciones masivas a los derechos humanos; en Burundi, estableció una
oficina (Bujumbura) para aplicar un programa de cooperación técnica; señaló que
en Rwanda opera un plan presentado ante el PNUD, que centra su accionar en la
asistencia técnica, vigilancia de las situaciones, desarrollo popular de
derechos humanos y rehabilitación de la administración de justicia y en la ex
Yugoslavia, nombró un representante para la coordinación de las actividades de
las Naciones Unidas en los nuevos países creados. Ofreció su colaboración para
realizar tareas de coordinación, vigilancia y fomento de los derechos humanos.
Consideró
que los países en transición hacia la democracia necesitan de apoyo y
cooperación para fortalecer su infraestructura, mediante la elaboración de
programas nacionales de derechos humanos y cooperación técnica; en Malawi puso
en marcha un programa bienal de cooperación y abrió una oficina. En Camboya
contribuyó a la elaboración y aplicación de leyes destinadas a proteger los
derechos humanos y en Haití estableció un programa especial de asistencia al
pueblo y al gobierno para velar por la observancia de los derechos humanos
mediante medidas preparatorias.
Señaló que
una de las responsabilidades del Alto Comisionado es proporcionar asesoramiento
y asistencia técnica y financiera a petición de los Estados interesados o de
organizaciones para apoyar programas sobre derechos humanos. Asimismo destacó
que tiene como finalidad la elaboración y aplicación de planes nacionales de
acción, reformas constitucionales, revisión de legislación a la luz de las
normas internacionales, capacitación profesional, ratificación de instrumentos
o adhesión a ellos y que posee actualmente 58 proyectos en diferentes regiones
del mundo.
Estimó
necesaria la creación de una conciencia universal de los derechos humanos y el
fomento de relaciones armoniosas entre las comunidades para lograr la
tolerancia mutua. Por ello, coordinó la ejecución del Plan de Acción para el
Decenio, con la cooperación de la UNESCO y de otros órganos y organismos
competentes, prestando asistencia a los Estados en la preparación de programas
y estrategias concretas en los planos nacional e internacional para la difusión
y educación en derechos humanos.
Estableció
un programa de publicaciones sobre derechos humanos por medio de su Centro de
Derechos Humanos que desarrolla un papel importante en las actividades
educativas. Dio prioridad a las publicaciones que han de utilizarse en los
programas de asistencia técnica, como los manuales para preparación de
funcionarios.
Cuestiones temáticas.
El Alto
Comisionado se encarga expresamente de promover y proteger la realización del
derecho al desarrollo y aumentar el apoyo a los órganos competentes de las Naciones
Unidas. A tal efecto se propuso elaborar una estrategia que incluya la
cooperación con los organismos creados en virtud de tratados para determinar
métodos que permitan mejorar la realización del derecho al desarrollo y de los
derechos sociales, económicos y culturales. Asimismo se comprometió a trabajar
en la promoción de los derechos citados en el plano nacional. Debido a ello,
convocó a una reunión de organizaciones no gubernamentales para analizar la
aplicación del derecho al desarrollo desde varios puntos de vista. Destacó que
la protección de los derechos económicos, sociales y culturales es importante
durante los períodos de ajuste estructural y durante la transición a economías
de mercado. Señaló que, con gran frecuencia, los derechos a la vivienda, a la
alimentación, a la salud y a la educación no se protegen adecuadamente y que
las víctimas principales suelen ser los niños y las mujeres. En su
participación en la Reunión Cumbre del Grupo de los Siete Países
Industrializados para la reforma de las instituciones de Bretton Woods, planteó
la cuestión del papel del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional en
la esfera de los derechos humanos a los ministros de relaciones exteriores,
haciendo hincapié en el papel de las instituciones financieras internacionales
en los planes o programas sociales.
Por medio
de la Comisión de Derechos Humanos, el Alto Comisionado, recomendó que la
eliminación del racismo, la discriminación racial, la intolerancia religiosa y
de otros tipos, requiere esfuerzos concertados por parte de la comunidad
internacional, los Estados y las distintas organizaciones. Señaló también, que
las normas nacionales no bastan por sí solas para prevenir las violaciones a
los derechos humanos y, en consecuencia, debería acentuarse la utilización de
instrumentos internacionales, así como las recomendaciones de órganos creados
en virtud de tratados y procedimientos especiales.
En
relación a la igualdad de la condición y de los derechos humanos de la mujer,
adoptó una serie de cuestiones entre las que figuran: los obstáculos que se
oponen para la efectiva realización de los derechos humanos de la mujer, la
eliminación de la violencia basada en el género, las prácticas tradicionales
que se basan en religiones y tradiciones contra mujeres y niñas, la
coordinación de actividades relacionadas con los derechos de la mujer en todo
el sistema internacional y la difusión sobre cuestiones relativas a la mujer.
La igualdad de condiciones de la mujer y sus derechos, fue también una de las
ideas fundamentales en la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer celebrada
en Beijing en 1995, donde el Alto Comisionado presentó un análisis de
documentos preparatorios de la Conferencia. A su vez, incorporó la cuestión de
los derechos humanos de la mujer en los programas de reuniones de los relatores
especiales, representantes, expertos y presidentes de órganos creados en virtud
de tratados.
El
programa aprobado por el Alto Comisionado que proclama la protección de los
derechos del niño como una de sus propiedades tiene los siguientes objetivos:
mejorar la coordinación de las actividades de las Naciones Unidas en el marco
de un acuerdo de trabajo con el UNICEF, y cooperar para alcanzar los objetivos
establecidos en distintos Planes de Acción de órganos de las Naciones Unidas.
Asimismo, exhortó a los gobiernos a que apliquen el programa elaborado por el
UNICEF. Concedió gran importancia a la cooperación interinstitucional en la
aplicación de las recomendaciones del Comité de los Derechos del Niño. Con
relación a ese tema, convocó una reunión en Ginebra para examinar la prestación
de asistencia a los Estados.
Reconoció
que los problemas relacionados con las minorías nacionales o étnicas, como las
religiosas y lingüísticas son fuente de importantes conflictos internacionales
e internos que entrañan violaciones generalizadas a los derechos humanos. El
Alto Comisionado fomentó, dentro del marco de su mandato, la aplicación de los
principios que figuran en la Declaración sobre los Derechos de la Personas
Pertenecientes a Minorías Nacionales o Étnicas, Religiosas y Lingüísticas y el
mantenimiento del diálogo con los países interesados. Calificó a los problemas
de las minorías como problemas de derechos humanos sumamente complejos y
exhortó a que se formulen políticas gubernamentales que respondan a las
legítimas aspiraciones de las personas que viven en un país y les permitan a
todos a gozar de la seguridad de sus derechos.
Señaló que
las ejecuciones extrajudiciales, sumarias o arbitrarias deben ser avisadas a su
oficina por parte de los Estados. Consideró de suma importancia que los
gobiernos lleven a cabo investigaciones completas e imparciales en todos los
casos de presuntas ejecuciones extrajudiciales, arbitrarias o sumarias, que se
otorguen indemnizaciones a las víctimas o a sus familiares y que se adopten
medidas eficaces para impedir que se repitan.
Fomentó
activamente el aumento de aportes al Fondo de Contribuciones Voluntarias de las
Naciones Unidas para las Víctimas de la Tortura, ya que constituye el principal
instrumento para proporcionar asistencia concreta a las víctimas o familiares.
Destacó la importancia de que los Estados ratifiquen la Convención contra la
Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes, así como que
aprueben un protocolo facultativo de esa Convención. Expresó que los Estados
deben derogar toda legislación interna que conduzca a la impunidad de los
autores de graves violaciones a los derechos humanos, como la tortura y otros tratos
o penas crueles inhumanos o degradantes.
El Alto
Comisionado, en cooperación con los programas y organismos pertinentes de
Naciones Unidas, especialmente con el ACNUR, consideró medidas que habrán de
adoptarse a fin de crear un marco para la protección permanente de los derechos
humanos, de las personas desplazadas y los refugiados. Prestó particular
atención a los siguientes temas: garantizar la presencia internacional de la
defensa de los derechos humanos en los países que tengan gran cantidad de personas
desplazadas y refugiados; enviar funcionarios de derechos humanos que trabajen
sobre el terreno para reunir información, determinar las necesidades de
protección, supervisar la situación y facilitar la información; elaborar
directrices sobre la forma de vigilancia sobre la situación de los derechos
humanos e incluir leyes de derechos humanos relativas a los desplazamientos en
los manuales que se distribuyen a los funcionarios y profesionales de los
Estados con problemas de ésta índole; asegurar la colaboración
interinstitucional y fomentar la participación sobre el terreno de
organizaciones nacionales y no gubernamentales.
Mecanismos de Derechos Humanos en las Naciones
Unidas.
De
conformidad con una Resolución de la Asamblea General y en consonancia con la
Declaración y el Programa de Acción de Viena, el Alto Comisionado de Derechos
Humanos, tiene la responsabilidad de coordinar en todo el sistema, las
actividades relativas a la promoción y protección de los derechos humanos.
Estableció, en consecuencia, un diálogo permanente con los programas y órganos
de las Naciones Unidas para intercambiar información especializada y emprendió
iniciativas encaminadas a concertar acuerdos de colaboración con organismos, en
los que define el marco para la cooperación operacional, en especial, la
asistencia del Centro de Derechos Humanos. Estableció un sistema de intercambio
de información en áreas especiales como desarrollo, niños y educación en
general.
Los
órganos creados en virtud de tratados basados en seis convenciones de derechos
humanos, se han convertido en estructuras efectivas para vigilar el
cumplimiento, por parte de los Estados, de las obligaciones en materias de
derechos humanos, para administrar medidas preventivas y para fomentar la
educación en derechos humanos, entre otras. En la reunión de presidentes de
órganos creados en virtud de tratados de derechos humanos que se celebró en
Ginebra, el Alto Comisionado aseguró a los presidentes, que consideraba que era
su responsabilidad facilitar las tareas y actividades de los órganos y
contribuir al seguimiento de sus recomendaciones.
El mandato
del Alto comisionado incluye la responsabilidad de reformar el mecanismo de las
Naciones Unidas en la esfera de los derechos humanos. Ayuda a los órganos y
organismos de derechos humanos, procediendo al análisis del mecanismo vigente,
con miras a elaborar propuestas para su adaptación general. Elaboró un proceso
para analizar la mejor forma de estructurar el programa de trabajo y la
organización del Centro de Derechos Humanos, que divide en distintas etapas
integradas.
La
Declaración y el Programa de Acción de Viena son una reafirmación del
compromiso de los Estados de promover y proteger los derechos humanos y las
libertades fundamentales, a la vez que constituyen la base para las actividades
del Alto Comisionado. Se le encomendó, especialmente, la promoción y protección
de los derechos humanos y el establecimiento de un diálogo con los gobiernos. A
través de las actividades desarrolladas por el Alto Comisionado, el programa de
las Naciones Unidas en la esfera de los derechos humanos está experimentando
una transformación profunda en el plano institucional, a nivel nacional e
internacional.