Anuario de Relaciones Internacionales, Año 1996 Cronología Documental

 

Cronología Documental
Naciones Unidas

 

Informe del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados.

 

Conclusión general sobre la protección internacional.

El Comité Ejecutivo afirmó que todos los miembros de la comunidad internacional deben respetar los principios internacionales humanitarios fundamentales como salvaguardar el derecho a solicitar asilo en otros países, no ser perseguidos y disfrutar de este asilo; e instó a los estados a que garanticen la protección con arreglo a los principios internacionales. Reafirmó la competencia del ACNUR para supervisar la aplicación de los instrumentos internacionales de protección de los refugiados e hizo hincapié en la importancia de que los estados los interpreten y apliquen de acuerdo con su espíritu. Condenó todas las formas de intolerancia y violencia étnica, causa fundamental de los desplazamientos forzados y apeló a los estados a combatirlas mediante declaraciones legislativas y políticas. Asimismo, solicitó que promuevan condiciones favorables a la repatriación de los refugiados y que presten su apoyo a su reintegración sostenible con el apoyo del ACNUR. Reiteró la importancia que tiene el reasentamiento como instrumento de protección y su utilización como solución duradera a los problemas de los refugiados.

 

Conclusión sobre la prevención y reducción de la apatridia y protección de los apátridas

El Comité Ejecutivo subrayó que tales consideraciones son elementos a tener en cuenta para prevenir situaciones de refugiados, como así también reconoció las responsabilidades asumidas por el ACNUR en relación con los refugiados apátridas y lo alentó a continuar sus actividades con acciones preventivas. Exhortó a los estados a que adopten leyes sobre nacionalidad para reducir la apatridia, coherentes con el derecho internacional y para promover la adhesión de los instrumentos respectivos.

 

Conclusión sobre las mujeres refugiadas

El Comité Ejecutivo pidió al ACNUR que elabore un marco para la aplicación de la Plataforma de Acción Mundial de Beijing que sirva de base para la futura planificación, relacionada con las cuestiones de las mujeres refugiadas, como informes al Comité Ejecutivo y a la Comisión de la Mujer.

 

Conclusión sobre los refugiados y el medio ambiente

El Comité Ejecutivo aprobó la política medioambiental reformulada y tomó nota de los resultados operacionales que se prevén y que permitirán al ACNUR contribuir específicamente a la solución de los problemas relacionados con los refugiados y el ambiente.

 

Actividades de Asistencia

Como resultado de las actividades emprendidas por el ACNUR se hizo hincapié en las situaciones de emergencia y en el mantenimiento y mejoramiento para situaciones de contingencia. Se desplegaron equipos de intervención ante situaciones de emergencia en 17 operaciones y la labor fue realizada por más de 20 funcionarios. El ACNUR continuó sus actividades regionales de capacitación para hacer frente a situaciones de emergencia destinadas a organizaciones no gubernamentales colaboradoras y homólogas gubernamentales. En la prestación de dicha asistencia, se esforzó por asegurar una transición sin obstáculos del socorro al desarrollo.

Una vez superada la fase de emergencia, las necesidades de los refugiados se atienden mediante las actividades de atención y manutención. El programa de mayor magnitud fue relacionado con la antigua Yugoslavia.

Las negociaciones y los acontecimientos en muchas regiones permiten alentar la esperanza de que la repatriación voluntaria sea la solución duradera preferida. En el período en examen se destinaron a estas actividades gran parte de los recursos procedentes de las fuentes de financiación en programas generales y especiales. El más importante fue el de Afganistán.

En aquellas situaciones en que la repatriación voluntaria no es factible, el asentamiento local de los refugiados en el país receptor es la posibilidad más viable. Se ayudó a los refugiados por medio de proyectos concretos encaminados a promover su autonomía socioeconómica y su integración local. La mayoría de los planes organizados fueron actividades agrícolas como en China.

 

Prioridades de los programas

El Grupo de Trabajo sobre Mujeres y Niños Refugiados recomendó que se contratara a funcionarios o consultores con conocimientos específicos para abordar los problemas especiales que afectan a estos grupos. Se subrayó la necesidad de que el ACNUR amplíe los programas sobre cuestiones relacionadas con las características propias de cada sexo. Se han hecho importantes intentos de coordinar las labores de capacitación con organizaciones locales a fin de que garanticen la expansión de los programas. Realizó un esfuerzo por llevar a buen término las actividades del organismo con otras iniciativas de las Naciones Unidas; especialmente con la cooperación de la Relatora Especial sobre la Violencia contra la Mujer, el tema de la mujer refugiada tomó aspectos destacados. Culminaron los proyectos en la publicación de directrices para el personal que trabaja sobre el terreno de la violencia y la salud reproductiva; como así también ha participado de las conferencias preparatorias de la Conferencia Mundial sobre la Mujer.

Las nuevas directrices relativas a los niños refugiados han sido objeto de amplia promoción. La respuesta dada a las necesidades de este grupo en situaciones de emergencia mejoró debido a la incorporación de trabajadores comunitarios capacitados, organizados en cursos y talleres. Trabajó en la consecución de los objetivos en estrecha colaboración con el UNICEF y el CICR.

El aspecto ambiental de la situación de los refugiados fue objeto de atención por parte de los países de asilo, ya que la mayoría de las poblaciones de refugiados se encuentran en zonas ecológicamente frágiles. El ACNUR aprobó las directrices provisionales para una gestión ecológica idónea de los programas para refugiados en que se proponen criterios preventivos y proactivos para mitigar los problemas ambientales asociados con los campamentos de refugiados, dándose con ello respuesta a la resolución de la Asamblea General sobre las actividades de la Conferencia de Río de Janeiro de 1992. Uno de los objetivos fundamentales del ACNUR, en 1995, fue aplicar esas directrices en los proyectos en marcha y provocar que participen las autoridades gubernamentales.

Encaminó enérgicamente sus conversaciones con los gobiernos y organizaciones intergubernamentales y no gubernamentales sobre la forma de lograr, en situaciones de crisis, una mejor conexión entre las intervenciones humanitarias y el desarrollo destinado a garantizar soluciones duraderas. Desde el punto de vista operacional, aplicó el concepto del proceso ininterrumpido y se ocupó de las necesidades humanitarias en un contexto comunitario. Este método puesto en práctica mediante estrategias zonales promovió la rehabilitación de sociedades que salen de conflictos.

En relación a las actividades entre el ACNUR y la fuerzas armadas se han dado situaciones en las cuales se encomendó a los militares la misión de ocuparse de la seguridad en las operaciones humanitarias y en el mantenimiento de la paz. Otra forma de acción surgió cuando fue necesario la realización de actividades de socorro de emergencia o cuando determinadas capacidades técnicas exclusivas de los militares fueron cedidas por los gobiernos para el desarrollo de los programas, por ejemplo en Sarajevo, Croacia y Bosnia.

 

Conclusiones regionales

 

Africa

Fracasaron todos los intentos de pacificar Liberia, y la situación era semejante al momento de realizarse el presente informe. Las hostilidades que se iniciaron en 1994, obligaron a 56.000 liberianos a huir a Guinea y otro tanto a Costa de Marfil. Se lanzó un programa de emergencia para atender a las necesidades urgentes y si bien la falta de seguridad general impidió una repatriación a gran escala se prestó asistencia a 6.700 refugiados. En la actualidad, se ocupa de 60.000 refugiados sierraleoneses en Monrovia y alrededores. En el citado país la situación en materia de seguridad empeoró a principios de 1995, y los refugiados liberianos se repatriaron en febrero. Alrededor de 45.000 sierraleoneses huyeron a Guinea tras registrarse incidentes en Kambia y se lanzó un programa de asistencia de emergencia estableciéndose una oficina oficial en el territorio.

La guerra de Rwanda provocó el éxodo en gran escala de rwandeses hacia los países vecinos. En marzo de 1995 había casi 20.000 refugiados en la República Unida de Tanzania, el Zaire y Burundi. No obstante la presencia de militares y elementos políticos del régimen anterior entre los refugiados engendró una intensa violencia en los campamentos de refugiados, lo que impidió que éstos regresaran libremente. En la República Unida de Tanzania prestó apoyo al Gobierno aumentando los efectivos del contingente de policías encargados de resolver problemas de seguridad en los campamentos de refugiados. En el Zaire, el ACNUR y el Gobierno firmaron un memorial relativo a la presencia del Contingente Zairense de seguridad en los Campamentos, bajo la supervisión del Grupo de Enlace de Seguridad Internacional, el cual tendió a mejorar el orden público en los campamentos de refugiados rwandeses, impedir la intimidación de los candidatos a la repatriación voluntaria, proteger las instalaciones y el personal humanitario y escoltar los convoyes de la repatriación voluntaria.

La Conferencia Regional sobre la Asistencia a los Refugiados, Repatriados y Desplazados realizada en Bujumbura, suscitó en la comunidad internacional expectativas de que la tasa de repatriación voluntaria a Rwanda pudiese aumentar gradualmente. Se tradujo el plan de acción en un Plan de Trabajo Concreto destinado a facilitar la repatriación voluntaria.

Entretanto, han surgido nuevas complicaciones en los países de asilo porque la escasez de alimentos agudizó las tensiones en los campamentos de refugiados.

En Angola, se siguió prestando asistencia a 112.000 repatriados y desplazados internos que vivían en las provincias de Zaire, Uige y Moxico. Los organismos tuvieron acceso a todos los puntos del país durante la mayor parte de 1995 y pudieron prestar asistencia. No obstante, la escalada militar registrada antes de la firma del Protocolo de Lusaka privó el acceso de las Naciones Unidas. Actualmente, se hace hincapié en el envío anticipado de alimentos y productos varios a las principales zonas de repatriación prestándose fundamentalmente apoyo a los movimientos de regreso espontáneo a Angola.

En Argelia procedió durante todo el año 1995 el programa de asistencia a nacionales de Malí y Níger que se refugiaron en el sur del país. Las autoridades argelinas planearon en ese momento agruparlos en cuatro sitios y la situación de tensión ha influido escasamente en el desarrollo de actividades de asistencia.

 

Centroamérica y México

Gracias al proceso regional de paz, se han encontrado soluciones duraderas para la mayoría de los refugiados centroamericanos. Las actividades desarrolladas, tuvieron como eje los problemas jurídicos y la protección internacional. La Oficina se esforzó por fortalecer la capacidad de los gobiernos de hacer frente a los problemas de los refugiados ayudándoles a formular leyes internas en materia de asilo y refugio y a llevar a buen término el empeño de los países que se habían comprometido a asumir en las reuniones de seguimiento, las directrices de la Declaración de San José.

Entretanto, continuó la consolidación de soluciones duraderas. En Bélice, prosiguió el proyecto de efecto rápido encaminado a facilitar la integración socioeconómica de refugiados y personas indocumentadas. La repatriación voluntaria de los refugiados guatemaltecos en México y su reintegración siguió siendo el principal problema pendiente en la región. Regresaron de México 6.000 refugiados guatemaltecos, aunque no se habían resuelto los problemas de seguridad, de escasez de tierras para los repatriados y de inexistencia de un acuerdo de paz.

 

Sudamérica y el Caribe

El regreso del Presidente Aristide a Haití, hizo disminuir la violencia y la inestabilidad política y allanó el terreno a la repatriación voluntaria de los refugiados haitianos que habían hallado asilo en la República Dominicana y demás países del Caribe desde finales de 1991. Los planes desarrollados para asistir a los repatriados se dirigieron a la asistencia técnica y capacitación que tropezaron con la falta de interés de la comunidad internacional.

Siguieron llegando a América Latina personas en busca de asilo procedentes de países externos a la región, aunque disminuyó el flujo de solicitantes de asilo africanos al Brasil. El resto de las actividades se centraron en la promoción y conocimiento del derecho en materia de refugiados y participó activamente con los gobiernos en la organización y puesta en práctica de cursillos especializados sobre la protección de refugiados y repatriados destinados a los militares que intervinieron en operaciones de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas.

 

Asia

126.471 residentes musulmanes regresaron voluntariamente de los campamentos de Bangladesh al Estado de Rajine, a pesar de los graves daños ocasionados a las instalaciones de repatriación por catástrofes naturales, por lo cual se han proporcionado a los repatriados un equipo de repatriación, dinero a cada uno de ellos y subvenciones para alojamiento familiar más raciones de alimentos para dos meses.

Aproximadamente 17.800 refugiados cingaleses regresaron a Sri Lanka desde Tamil Nadu durante el período que se examina, quedando 53.000 refugiados en campamentos de la India. El cese de las hostilidades en la región en enero de 1995, influyó positivamente en los movimientos de repatriación.

La acción del ACNUR se desplazó de las actividades de socorro de emergencia y construcción de refugios a actividades de mejoramiento de la calidad de vida tales como educación, actividades generadoras de ingresos y formación profesional. Se ha dado prioridad a una mayor participación de los refugiados, en particular a las mujeres en la administración de los campamentos.

Decidió mantener su presencia en Camboya ante el empeoramiento de la situación en materia de seguridad, en particular en las provincias noroccidentales. A principios de 1995, el número de refugiados en China ascendía a 287.086 en su mayoría indochinos de origen vietnamita, lao y camboyano. Aunque en el año 1994 se clausuró oficialmente el plan de repatriación voluntaria, sigue en pie la posibilidad del regreso voluntario en casos residuales.

En virtud de un acuerdo concertado con el Gobierno chino, el ACNUR se comprometió a reorientar el programa de asistencia local a los refugiados vietnamitas del país teniendo por objetivo los asentamientos más pobres a fin de promover la autosuficiencia a largo plazo. El programa fue iniciado en 1995.

Viet nam, país de acogida y el ACNUR concluyeron acuerdos acerca de las modalidades del regreso de los vietnamitas no refugiados que quedaban en los campamentos. A principios del año se negociaron acuerdos para simplificar los trámites de regreso de todos los vietnamitas a los que no se habían reconocido la condición de refugiados, lo que debería acelerar el ritmo de las repatriaciones.

 

Europa

Al haber ingresado Austria, Finlandia y Suecia en la Unión Europea el 1 de enero de 1995, ha aumentado la importancia de la Unión y sus instituciones como colaboradores de la Oficina, tanto en lo que se refiere a su apoyo político como técnico. La Oficina y el presidente de la Comisión Europea subrayaron su deseo de reforzar la cooperación existente. El diálogo en torno a la armonización de la política de asilo se centró en las garantías mínimas en lo tocante a los mecanismos de asilo, la definición de refugiados y el recurso a los acuerdos de readmisión y a los terceros países seguros en los casos de asilo.

Las actividades en Europa central y oriental siguieron el eje de la protección, fomento del derecho de los refugiados, creación de instituciones, capacitación y programas de asistencia limitada a los solicitantes de asilo en los lugares donde no existen estructuras nacionales al efecto. Los esfuerzos desplegados se centraron en instaurar procedimientos justos y eficaces en materia de concesión del estatuto de refugiados a los que puedan tener acceso quienes solicitan asilo. Aunque el número de refugiados reconocidos sigue siendo reducido en Europa Central, la mayoría de los países prestan protección temporal a un número considerable de personas que huyen de las zonas de la antigua Yugoslavia donde han estallado conflictos.

El ACNUR prestó asistencia a los países cuya legislación se halla en fase de redacción. Entretanto se han concluido gran número de acuerdos de readmisión tanto entre la Unión Europea y los países de Europa Central como entre estos últimos.

A petición del Gobierno Ruso y de las Naciones Unidas, brindó asistencia a gran cantidad de personas en Chechenia desplazadas a las Repúblicas vecinas de Ingusetía, Daguestán y Osetia. El programa forma parte de un esfuerzo interinstitucional amplio plasmado en el Llamamiento Unificado que lanzaron las Naciones Unidas. En Georgia, el programa de asistencia prestó atención y manutención limitada a personas internamente desplazadas y un acuerdo cuatripartito para la repatriación de desplazados de Abjasia confió al ACNUR la presidencia de la Comisión Cuatripartita, llevando a buen término la repatriación planeada. En Aserbaiyán donde uno de cada ocho habitantes son desplazados, se ha contenido la fase de emergencia gracias al esfuerzo de las Naciones Unidas y de las Organizaciones No Gubernamentales y a la ayuda humanitaria bilateral. La mayoría de las personas internamente desplazadas sigue viviendo en refugios provisionales y otros sitios precarios. Los refugiados son en la actualidad el sector prioritario del programa de asistencia del ACNUR que abarcó también la sanidad, el suministro de agua y el saneamiento.

Más de cuatro millones de refugiados, personas desplazadas y personas afectadas por la guerra estaban recibiendo asistencia humanitaria. A consecuencia de la evolución de la situación sobre todo en Bosnia y Herzegovina, la cifra general de planificación ha disminuido desde enero de 1995. Aunque la instauración de la Federación entre el Gobierno de Bosnia y los croatas de Bosnia, mejoró el acceso de asistencia humanitaria en Bosnia central, donde los suministros eran irregulares el ACNUR prosiguió sus funciones de protección en toda la región y un número reducido de personas consiguieron autorización y protección de resentimiento temporal en países de fuera de la antigua Yugoslavia.

Durante todo el año prosiguieron los combates entre facciones que habían estallado en Afganistán, lo que hizo que se reanudaran los desplazamientos e impuso una pesada carga a las comunidades rurales que se estaban recuperando de 15 años de guerra. Se calcula que por lo menos un millón de personas han sido desplazadas en el Afganistán desde la caída del Gobierno. Los proyectos de asistencia se estructuraron en torno a los proyectos de efecto rápido y las actividades de reintegración, en la supervivencia y necesidades inmediatas de quienes viven en las provincias que reciben refugiados. Los proyectos tuvieron por objeto aumentar el suministro de agua y alimentos.

Se siguió apoyando la rehabilitación ambiental de zonas del Pakistán que han padecido la presencia de refugiados afganos mediante la tercera fase del proyecto entre el ACNUR y el Banco Mundial, consistente en utilizar la mano de obra refugiada para efectuar las obras de protección ambiental.

 

Oriente Medio

Prestó asistencia a los curdos iraquíes para que regresaran a su patria, fundamentalmente desde la República Islámica del Irán. El proyecto consistente en sufragar las necesidades de los repatriados comprendió el transporte, alimentos y alojamiento. En enero de 1995 se realizó un plan para ampliar y mejorar las instalaciones de los campamentos a fin de poder recibir un total de quince mil personas procedentes del Iraq septentrional.

En Arabia Saudita prestó asistencia a los refugiados iraquíes y desplegó esfuerzos especiales para velar por su protección y contribuir a tramitar el reasentamiento.