ISLAS
MALVINAS
IV) Unión
Interparlamentaria Mundial
94º
Conferencia Interparlamentaria
Los legítimos
derechos argentinos sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich
del Sur.
Señor
Presidente
Distinguidos
colegas:
Los
legisladores argentinos venimos una vez más a plantear ante este foro un tema
de significativa importancia para nuestro país y para la comunidad
internacional toda: la cuestión de las Islas Malvinas, Georgias del Sur y
Sandwich del Sur.
El
progreso hacia la resolución de esta situación colonial que mutila la
integridad territorial de la Argentina debe ser sostenido.
En este
nuevo orden mundial donde las barreras se levantan y los muros se derriban, aún
subsisten territorios como las Islas Malvinas donde lamentablemente todavía
perduran situaciones coloniales que deben resolverse.
Este tema
no es novedoso para la Unión Interparlamentaria Mundial, ante la cual venimos
expresando en forma reiterada el reclamo de la República Argentina sobre la
recuperación del ejercicio pleno de su soberanía sobre las islas y sus espacios
marítimos circundantes.
Gran
Bretaña carece de derechos para seguir ocupando las Islas Malvinas, Georgias
del Sur y Sandwich del Sur, que le fueron usurpadas por un acto de fuerza a la
República Argentina el 3 de enero de 1833 situación ésta que nunca fué ni será
consentida por nuestro país.
Al
consumar este despojo Gran Bretaña desalojó totalmente a la población argentina
que vivía en las islas, reemplazándola por pobladores llevados desde el Reino
Unido.
Esa
sustitución de la población nativa efectuada por un hecho de violencia es lo
que descalifica la pretensión británica de reclamar el principio de
autodeterminación, que solamente procede cuando lo invoca la población nativa y
no cuando se trata de población transplantada.
En
cambio, sí es de aplicación el principio de Integridad Territorial, que condena
todo intento de quebrar total o parcialmente la integridad territorial de un
país, por ser incompatible con los propósitos y principios de la Carta de las
Naciones Unidas.
Precisamente
la organización de las Naciones Unidas, a través de numerosas resoluciones de
la Asamblea General y del Comité de Descolonización, ha reconocido expresamente
que existe una disputa de soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur
y Sandwich del Sur, y ha instado a Argentina y Gran Bretaña a iniciar
negociaciones sobre la misma.
No
obstante dichos pronunciamientos y a pesar de nuestra permanente disposición y
las excelentes relaciones que vinculan a los dos países, el llamamiento de la
Asamblea sigue sin ser cumplido, lo cual torna la cuestión más incomprensible.
Estamos
preparados e instamos una vez más al Reino Unido para que la diplomacia, los
acuerdos razonables y el diálogo zanjen un diferendo ancestral que no tiene
cabida en el nuevo orden mundial.
Esta es
la línea directríz de la Política Exterior Argentina: alcanzar por vías
pacíficas y acuerdos diplomáticos la solución de la controversia de soberanía
del Atlántico Sur.
Pero al
mismo tiempo rechazar y protestar cualquier medida unilateral que en violación
a la Resolución 31/49 de la O.N.U. modifique la situación del área en disputa.
Sin
perjuicio de ello y partiendo de una actitud constructiva, el gobierno
argentino se ha propuesto como objetivo la cooperación.
Ello
siempre y cuando se observen dos condiciones inamovibles: que esa cooperación
no implique menoscabo alguno de los derechos que reivindicamos y que, además
redunda en beneficios adicionales para nuestro país.
Los
entendimientos que la han hecho posible están bajo la fórmula de soberanía
acordada por ambos países en Madrid en 1989. Bajo su amparo, Argentina y el
Reino Unido pueden progresar conjuntamente hacia esquemas temporarios de
cooperación sin que ello implique una aceptación o reconocimiento de la
posición de la otra parte.
En este
marco creció el intercambio comercial entre ambos países y sobre todo, se
incrementaron substancialmente las inversiones británicas en la Argentina.
Continuado
en dicho esfuerzo operativo y en materia de la conservación de los recursos
pesqueros en la zona en disputa, procuramos a través de la Comisión Argentino
Británica de Pesca proteger las biomasas y asegurar la continuidad de esta
actividad económica tan importante.
En
materia de hidrocarburos, recientemente se ha registrado el mayor grado de
avance cooperativo desde hace 160 años a la fecha.
En
efecto, el 27 de septiembre de este año la República Argentina y el Reino Unido
de Gran Bretaña suscribieron en Nueva York la "Declaración Conjunta
sobre Cooperación en actividades Petroleras en el Atlántico
Sudoccidental", para la exploración y explotación de hidrocarburos en
áreas marítimas circundantes a las Islas Malvinas.
Este
instrumento, sumado a la declaración unilateral de nuestro país, - difundida en
el mismo acto-, constituye un avance en la búsqueda de la ratificación integral
de los derechos argentinos sobre las islas y los espacios marítimos
circundantes.
El
entendimiento que representa un modus vivendi provisional, se halla
amparado por el denominado "paraguas de soberanía" que se refuerza al
incluir un compromiso de ambas partes a no extender el área en disputa.
La nota
significativa es que por primera vez ambas partes reconocen la existencia de
una disputa de soberanía, alterando así el Reino Unido la posición mantenida,
al menos desde 1982.
La
declaración crea una Comisión Conjunta integrada por ambos países, que
coordinarán las actividades en el área, recibirá información de las empresas
intervinientes y efectuará recomendaciones sobre medio ambiente y monitoreo
petrolero.
Así mismo
ambas partes acordaron garantizar la participación de empresas de ambos países
y abstenerse de cualquier acción para frustrar la posibilidad de llevar a cabo
las actividades de exploración y explotación.
En
definitiva la República Argentina y Gran Bretaña se vinculan por este acuerdo
en una instancia negociadora dinámica al solucionarse una cuestión con
potencial conflicto.
El
peligro de la unilateralidad ha sido subsanado.
Sin
embargo el entendimiento no implica una aceptación de la licitación británica
en las áreas marítimas circundantes a las Islas Malvinas, y así lo hizo saber
el gobierno argentino a través de su declaración en el momento de la firma.
Sólo nos
cabe desear que estas favorables perspectivas conduzcan a la resolución de los
demás temas pendientes relativos al área en conflicto.
Señor
Presidente
Distinguidos
Colegas:
La
recuperación pacífica del ejercicio pleno de la soberanía sobre toda el área en
disputa y las aguas que la rodean es parte hoy de la Constitución Argentina
tras haber sido consensuada por todo el arco político del país.
Constituye
además un objetivo permanente e irrenunciable de nuestra política exterior.
La
República Argentina espera que el nivel de confianza entre ambos países siga
aumentando.
Ello nos
alienta a instar al Reino Unido a que nos acompañe en este esfuerzo, revisando
su posición y accediendo a abordar la cuestión de fondo con verdadera voluntad
negociadora.
Solo así
estaremos respondiendo favorablemente al pedido de la mayoría de la comunidad
internacional.