DEPARTAMENTO DE AFRICA
Presentación:
Gladys
Lechini de Alvarez, Magdalena Carrancio
Documentos:
Marcelo
de los Reyes
Marcelo
de los Reyes, Iván Soñez, Gustavo López; Magdalena Carrancio (Africa del Norte)
Presentación
En la
presentación del Departamento Africa se pretende explicar parte de las
actividades desarrolladas por los integrantes de este departamento durante
1995, a saber: desarrollo de tareas de investigación sobre la política exterior
argentina hacia los países del área y sobre la situación sociopolítica y
económica del continente africano -relevamiento y organización de datos e
información- Cronología y Documentos- y extensión -elaboración de un Boletín-.
En una
primera parte, la Coordinadora del Departamento Africa, Gladys Lechini de
Alvarez se ha ocupado del seguimiento de "Las relaciones argentino
africanas durante 1995" y Magdalena Carrancio de la "Situación
política en Africa del Norte".
Seguidamente
se ofrece la Cronología que contempla un enfoque regional. La referida a la
región de Africa del Norte fue realizada por Magdalena Carrancio en
tanto las otras regiones fueron tomadas por Marcelo de los Reyes, Ivan Soñez
y Gustavo Lopez.
Así
mismo, en diciembre de 1995 se publicó el primer Boletín semestral del
Departamento de Africa que dirige Marcelo de los Reyes (el segundo es de
mayo de 1996). Con esta iniciativa se pretende abrir una discusión que
incorpore los aportes de diferentes sectores procurados por la problemática
africana desde sus respectivos espacios profesionales: el académico, los
diplomáticos (nacionales y extranjeros) y los empresarios. Finalmente y también
dentro de las tareas de extensión, el Departamento está organizando la Segunda
Semana Africana, los días 26 y 27 de septiembre de 1996, donde se propone
abordar cuestiones actuales del área bajo estudio.
Las
Relaciones Argentino-Africanas durante 1995.
Durante
el período bajo estudio las relaciones argentino africanas se mantuvieron en
los niveles de bajo perfil impuestos por la Administración Menem, llevándose a
cabo algunas acciones en áreas puntuales. Sin embargo, pareciera que ya pasó el
punto más bajo en las relaciones con Africa, en la medida en que en ciertos
sectores de la Cancillería se está reconsiderando la importancia de los votos
de los países africanos y del llamado Tercer Mundo en los ámbitos
multilaterales, quizás vinculado al tratamiento de la cuestión Malvinas y del
principio de autodeterminación de los kelpers. Incluso se llegó a comentar en
ciertos círculos de una proyectada visita del Canciller Di Tella a la
Organización para la Unidad Africana (OUA) para 1996.
Así
mismo, el mejoramiento de las relaciones con Sudáfrica y la visita del
presidente Menem, es probable que conlleven un mayor acercamiento argentino a
los países del Africa Austral en particular. Los sudafricanos ofrecen su país
como una puerta de entrada a todo el continente, aunque algunos africanos
sugieran tímidamente "bypasear" esta iniciativa de triangulación por
parte de Pretoria. El anuncio sudafricano se sustenta en el dato que el
continente africano es el principal destinatario de sus exportaciones, hecho
que demuestra que ellos saben cómo vender al Africa.
En esa
presentación, luego de marcar algunas cuestiones relevantes de las relaciones
argentino-africanas durante 1995, me ocuparé en particular de la vinculación
con Sudáfrica.
Con
respecto a las relaciones con Africa del Norte (1) un dato en las vinculaciones
con Libia fue la visita realizada por un emisario del gobierno libio
entre el 10 y el 11 de enero. La misma podría haber tenido como objetivo solicitar
la mediación de nuestro país, miembro no permanente del Consejo de Seguridad,
para conseguir el levantamiento de las sanciones económicas impuestas en 1992 e
intentar un mejoramiento de las relaciones bilaterales que desde mediados de
1994 se mantienen a nivel de encargado de negocios. Pero más controvertido aún
resultó el viaje del hijo del presidente libio, Alsadi Muammar al Khaddafy,
quien llegó el 21 de julio acompañado de una pequeña comitiva y fue recibido
por el presidente Menem, visitando posteriormente una curtiembre en La Rioja,
donde admitió la posibilidad de inversión de capitales libios.
Otro
hecho trascendente lo constituyó la intervención argentina en el conflicto
del Sahara Occidental, donde participó con una misión humanitaria para liberar
185 prisioneros de guerra marroquíes, en poder del Frente Polisario en la
localidad argelina de Tindouf. Este rescate fue gestado secretamente, por el
embajador argentino y el norteamericano ante las Naciones Unidas, durante una
misión a Argelia realizada en junio. El mismo fue concretado en noviembre, con
un avión de la fuerza aérea argentina. Así mismo nuestro país continúa
integrando la MINURSO (Misión de Naciones Unidas para el Referéndum en el
Sahara Occidental) cuyo objetivo es fiscalizar este postergado acto.
También
en noviembre, el presidente Menem recibió la visita del canciller de Túnez
Habib Ben Yahia, para confirmar el interés de su país en incrementar las
relaciones comerciales, en especial formando joint-ventures con empresas
dedicadas al cuero y los alimentos.
Afortunadamente
la política de clausura de embajadas que disminuyó nuestra presencia en la
llamada Africa al Sur del Sahara, no le llegó a Senegal, pues El Palacio
San Martín considera a este país un contacto importante en Naciones Unidas y el
tercer mundo en general, habida cuenta que el sector multilateral de la
cancillería senegalesa es más importante que el bilateral.
En cuanto
a los aspectos comerciales durante 1995 se iniciaron tratativas para la venta
de ganado en pie semental.
Kenya es otro país también considerado importante
por que es sede, entre otros, del Programa de Naciones Unidas para el Medio
Ambiente (PNUMA).
Las
relaciones diplomáticas con Nigeria se vieron resentidas en función de
los acontecimientos internos de ese país. A pesar de las demandas
internacionales en favor del intelectual nigeriano y activista por los derechos
humanos Kenule Saro Wiwa, el gobierno militar nigeriano lo ejecutó junto a
otros ocho ciudadanos de la etnia ogoni, el 10 de noviembre, luego de un
proceso viciado de nulidad. La Commonwealth suspendió a Nigeria y varios países
occidentales llamaron a sus embajadores en Lagos. En tanto, el gobierno de este
país africano consideró la actitud internacional como una interferencia en sus
asuntos internos.
Por su
parte, la Cancillería argentina envió un comunicado de prensa con fecha 13 de
noviembre de 1995, a través del cual expresaba su desagrado y anunciaba que
había citado al encargado de negocios de Nigeria en Buenos Aires para
informarle el punto de vista argentino sobre los lamentables sucesos e instar
para que ese país se reencamine, sin demoras, en el respeto del Estado de
Derecho, a través de un proceso de normalización institucional.
La
situación política de Nigeria se ha constituido en tema de las conversaciones
bilaterales de nuestro país con sus pares del mundo, debido a los retrasos
producidos en torno a su proceso de transición a la democracia. Sin embargo,
pareciera que los intereses económicos en el área petrolera han puesto ciertos límites
a las presiones externas.
Si bien
nuestro país no posee embajada en Luanda, Angola, las relaciones se
manejan desde nuestra Embajada en Zimbabwe, cuyo jefe de misión asistió como
observador, junto con el representante de Brasil a la firma del Protocolo de
Lusaka el 20 de noviembre de 1994. Por el mismo se establecía el cese del fuego
entre el MPLA y la UNITA y la reconciliación nacional. También se fijaban los
órganos encargados de vigilar estas disposiciones: la Comisión Conjunta, la
troika de los Estados Observadores y la ONU. Por su parte, el Consejo de
Seguridad había prorrogado el mandato de la misión de paz UNAVEM III, en la
cual participan un contingente de gendarmería y dos observadores militares de
nuestro país, aunque en 1995 el gobierno argentino suspendió el anunciado envío
de tres lanchas rápidas y de hombres del ejército.
Quizás
las demoras en el proceso de pacificación interna hayan sido factores que
coadyuvaron para no poder poner en marcha el acuerdo de cooperación
científico-técnica, económica y cultural vigente desde 1992. No obstante,
durante 1995 pudieron concretarse algunos importantes negocios privados
relacionados con exportaciones no tradicionales que fueron abonadas al contado.
Tal el caso de una empresa argentina impresora de cheques y billetes que
realizó una venta por 22 millones de dólares, desplazando a los tradicionales
proveedores alemanes. Fue en el marco de esta operación que en el mes de agosto
el Ministro de Economía y Finanzas, Augusto da Silva Tomas y otros dos funcionarios,
entre ellos el Secretario del Consejo de Ministros realizaron una visita
privada a Buenos Aires. A pesar del carácter de la misma fueron recibidos por
el presidente Menem quien aprovechó para invitar a su par angoleño, el
presidente Dos Santos, en fecha a convenir.
Para
fines de noviembre se produjo un nuevo viaje de representantes angolanos de
alto nivel: el Vicecanciller Miranda, el Secretario del Consejo de Ministros
Feijoo y otros tres funcionarios, quienes esta vez fueron recibidos por el Embajador
Guillermo Gonzalez y el Secretario de la Presidencia Alberto Kohan. Se conversó
sobre la cooperación entre países en desarrollo que puede ofrecer la Argentina
en las áreas diplomática, informática y agrícola.
En el
marco de un operativo conjunto de las marinas de Argentina, Brasil, Uruguay y
Sudáfrica, dos barcos de guerra argentinos visitaron Walvis Bay -el más
importante puerto de Namibia y el único de aguas profundas de la región-
en el mes de mayo, contando con la presencia de nuestro embajador en Zimbabwe.
Las
relaciones culturales de la Argentina con Guinea Ecuatorial se vieron
fortalecidas con un viaje a Bata y Malabo de representantes del Ministerio de
Cultura y Educación de la Nación para tramitar tanto una donación de libros
como el otorgamiento de becas para cursar estudios universitarios en la
Argentina para 20 estudiantes guineanos.
A
principios de 1995, el gobierno de Zimbabwe solicitó la cooperación
argentina para informatizar su Cancillería.
En tanto,
en el ámbito multilateral, como Buenos Aires fue sede entre el 5 y el 7 de
noviembre de la V Reunión Cumbre del Grupo de los 15, el Canciller Di Tella
pudo intercambiar opiniones con representantes de los países africanos que lo
integran: Zimbabwe -el presidente Mugabe-, Senegal -el primer Ministro Habib
Thiam-, Nigeria y Argelia. Si bien Argentina se retiró del Movimiento de Países
No Alineados el 19 de setiembre de 1991, continúa participando del G 15, una
estructura nacida en la IX Cumbre de Yugoslavia, en 1989, como instancia de
consulta y evaluación entre países en vías de desarrollo
Las
relaciones argentino-sudafricanas
Mención
especial merecen en esta presentación las relaciones de nuestro país con
Sudáfrica, habida cuenta de la visita del presidente Menem a este país en
febrero de 1995. Luego del restablecimiento de relaciones diplomáticas el 8 de
agosto de 1991 -el gobierno del presidente Alfonsín había decidido la ruptura
de relaciones diplomáticas con el gobierno del Apartheid el 22 de mayo de 1986-
(2) y con el advenimiento de un gobierno democrático en Sudáfrica, se produjo
una intensificación de los contactos transatlánticos, con intensidad variable
de acuerdo a las áreas temáticas.
En el
curso de 1994, el Canciller Di Tella encabezó la delegación oficial que asistió
a la asunción del mando del Presidente Mandela, el 10 de mayo de 1994 y el 1 de
noviembre del mismo año, el vicepresidente De Klerk efectuó una segunda visita
a la Argentina (3) para participar de un seminario realizado por una
organización no gubernamental, la Chief Executives Organisation (CEO), que
contó también con la presencia del presidente de Uganda Yoweri Kaguta Museweni.
Esta organización apunta a estrechar vinculaciones entre los mercados del sur.
El deseo
del presidente Menem de viajar a Sudáfrica (4) pudo finalmente concretarse el
24 de febrero de 1995, constituyéndose en el primer mandatario americano en
visita oficial a la reciente democracia. El resultado de estos contactos
diplomáticos y empresariales se vio reflejado en lo inmediato, en un Comunicado
Conjunto en el cual ambos mandatarios expresaron sus coincidencias sobre
variados temas de la agenda global y se ocuparon del estado de situación de las
relaciones entre los dos países.(5)
Aprovechando
este marco y con el objetivo de intensificar las relaciones económicas, el 22
de marzo se realizó en Buenos Aires un "Seminario sobre Oportunidades de
Inversión, Comercio y Turismo en Sudáfrica", organizado por la Consejería
de Asuntos Económicos de la Embajada de Sudáfrica, convocado a todos los
actores que podrían interesarse en la temática.
Si bien
las relaciones con Sudáfrica están lejos de alcanzar los niveles posibles y
deseados, hay algunos datos que muestran los pasos hacia mayores acercamientos:
* El 16
de enero de 1995, el Canciller Di Tella envió una invitación a su par
sudafricano para visitar la Argentina
* El 21
de febrero de 1995, Sudáfrica suspendió el requisito de visas para poseedores
de pasaportes argentinos que quisieran entrar al país con fines de turismo,
negocios o tránsito. Sin embargo, deberán requerir autorización las personas
con intención de trabajar o estudiar, participar de eventos deportivos, obtener
residencia permanente o desarrollar una profesión, como por ejemplo, prensa o
docencia.
* La
participación argentina junto a EEUU, Australia, Nueva Zelanda y Escocia en la
reunión del Foro Técnico Internacional sobre Aberdeen Angus que se realizó en
Sudáfrica entre el 23 y el 26 de julio.
* Durante
la segunda mitad del año, funcionarios sudafricanos visitaron la Argentina y
otros países latinoamericanos: en julio fue una delegación del Ministerio de
Transporte para estudiar la red de transporte urbana y suburbana de ómnibus y
ferrocarriles, en agosto llegó el Ministro de Asuntos de Tierras, Sr Derek
Hanekom, al que le precedieron representantes de ese ministerio y en setiembre
una misión que incluyó al Ministro de Transportes Sr Mac Maharaj, al Ministro
sin cartera Sr. Jay Naidoo y a la Sra Sankie Nkondo de Viviendas.
* Durante
la segunda quincena de octubre, funcionarios y empresarios argentinos
participaron en SAITEX 95, la Feria de Comercio Internacional que anualmente se
realiza en Johannesburgo -el año anterior la muestra argentina había recibido
un premio-
* Las
comunicaciones aéreas se incrementaron notablemente: además de los dos vuelos
semanales de Malaysian Airways entre Sudáfrica y Argentina, desde el 30 de
noviembre South African Airways realiza otro vuelo semanal entre ambos
destinos, con escala en San Pablo.
En cuanto
a las acciones multilaterales que van también conformando una red de
relaciones, se debe mencionar que:
* En el
marco de una revitalizada y nunca suspendida relación entre ambas marinas, la
Argentina participó -entre el 17 y el 24 de mayo- junto a Brasil y Uruguay en
la operación conjunta Atlas Sur II (6), con ejercicios navales frente a las
costas de Ciudad del Cabo. Sudáfrica es observadora en el AMAS (Area Marítima
del Atlántico Sur) y se ha incorporado a la Zona de Paz del Atlántico Sur,
razón por la cual se la eligió sede de la cuarta reunión ministerial en 1986.
* Junto a
Chile, Uruguay, Sudáfrica y Nueva Zelanda, la Argentina participó de una
reunión en Valdivia, donde fue creado el Grupo de Países de Zona Templada al
Sur del Ecuador para tratar temas ambientales.
* A fines
de octubre se realizó en Buenos Aires una reunión para fomentar la cooperación
en áreas vinculadas a la seguridad en el hemisferio sur, en la cual
participaron representantes de Sudáfrica, Australia y Nueva Zelanda.
Las potencialidades; comercio, cooperación
agrícola y minera
Comercio
exterior: Con respecto a las
relaciones comerciales, durante 1994, las exportaciones argentinas a Sudáfrica
comportaron 180 millones de dólares (en un 80% aceite de girasol) y la
importaciones de Sudáfrica 100 millones (carbón bituminoso, papel prensa,
frutas en lata, hierro, acero laminado plano).
Entre
1991 y 1994 el intercambio comercial total entre los dos países se incrementó
en un 169,45%; siendo que las exportaciones sudafricanas aumentaron en un 104%
durante el mismo período (7)
Para 1995
las exportaciones desde Argentina fueron de 236 millones de dólares y las
importaciones de 82 millones, constituyendo un importante incremento favorable
para nuestro país de la balanza comercial con Sudáfrica
Cooperación
agrícola: A finales de
octubre de 1994 ambos ministros de Agricultura firmaron un Acuerdo de
Cooperación sobre Salud Animal, que permitiría la importación de productos
cárnicos argentinos y la exportación sudafricana de material animal genético y
productos cárnicos. En la agenda de negociaciones figuran proyectos sobre
transferencia de tecnología para controlar la erosión eólica y un sistema para
clasificar lana
Cooperación
Minera: A este respecto, el
gobierno argentino es muy optimista respecto a las posibilidades de cooperación
con empresas sudafricanas, con amplia experiencia en el tema. En la actualidad,
Anglo American y Perez Companc están desarrollando un emprendimiento conjunto
en el depósito aurífero de Cerro Vanguardia, en Santa Cruz; Gencor ha abierto
una oficina en Mendoza y está realizando prospecciones en las provincias del
Norte y en Chubut.
Si bien
existen muchos "nichos" por explorar para así profundizar las
relaciones transatlánticas, no se debe olvidar que ambas democracias están
viviendo procesos de reestructuración interna y reforma del Estado que así como
ofrecen posibilidades de cooperación horizontal, también los enfrentan en la
competencia para atraer inversiones externas y colocar sus productos de
exportación. En ese sentido, Sudáfrica posee una historia de pragmatismo
comercial muy fuerte, similar a Brasil, nuestro socio mayor en el MERCOSUR. Sin
embargo nuestro vecino no ha escatimado esfuerzos en las relaciones con
Sudáfrica, tanto en el ámbito diplomático como comercial. Participó activamente
en las reuniones de Punta del Este, Uruguay, (14 al 16 de setiembre de 1994) y
de Windhoek, Namibia (18 al 20 de abril de 1995) donde se discutieron los
medios para fortalecer la cooperación entre los países del Africa Austral y
América Latina y se creó el African Latin American Institute. Así mismo, el
Director del área Africa y Cercano Oriente del Ministerio de Relaciones
Exteriores de Brasil fue el único representante latinoamericano que asistió en
Johannesburgo a la primera Conferencia Consultiva de la SADC (Comunidad de
Desarrollo del Africa Austral) sobre Comercio e Inversiones. También fue
Brasil, quien en la Reunión Ministerial de la Zona de Paz del Atlántico Sur,
revalorizó el eje MERCOSUR-SADC.
Creo que
de una vez por todas, Argentina debería adelantarse a los acontecimientos para
diseñar políticas alternativas, que sin figurar en el tope de las prioridades
externas puedan convertirse en opciones complementarias para una reinserción
exitosa en el sistema internacional del 2000.
Situación
política en el Norte de Africa:
Argelia:
Durante
1995, el gobierno de Argelia, encabezado por Liamine Zeroual, fue incapaz
de poner fin a la severa crisis interna que comenzó en enero de 1992, cuando
el Ejército canceló el proceso electoral que se venía desarrollando en el
país y proscribió al Frente Islámico de Salvación (FIS), Partido Islamista
que había obtenido importantes victorias en elecciones municipales (junio/90)
y primera vuelta de elecciones legislativas (diciembre/91).
La situación
de Argelia quedó resumida en el enfrentamiento entre el gobierno y grupos
islamistas cobrando, según distintas estimaciones del período febrero/92 a
febrero/95, entre 30 y 40.000 víctimas. Ante ello, el gobierno se movió entre
la total represión de las facciones opositoras y esfuerzos esporádicos para
encontrar la paz a través de negociaciones. Por su parte, los grupos islamistas,
se dividieron entre los partidarios de un extremismo intransigente representado
por el Grupo Islámico Armado (GIA), cuyos blancos principales fueron periodistas,
mujeres, agentes del Estado y responsables de los partidos políticos, y acciones
más moderadas como las del FIS con muchos de sus líderes encarcelados o actuando
desde el exilio.
El 8 de
enero, distintas fuerzas de oposición, legalmente reconocidas, entre ellos
el Frente de Liberación Nacional (FLN), el Frente de Fuerzas Socialistas (FFS)
y representantes del disuelto FIS en el exterior, se reunieron en Roma con
el respaldo de Francia, Italia, España y los Estados Unidos. Ellos acordaron
la necesidad de finalizar con la violencia, de poner en libertad a los responsables
del FIS y a todos los detenidos políticos, de no intervención del Ejército
en los asuntos políticos, del retorno a la legalidad constitucional y a la
soberanía popular y de formar un gobierno de unidad nacional que pueda supervisar
nuevas elecciones multipartidarias.
Estas
reivindicaciones, hechas públicas en territorio extranjero, fueron consideradas
por el gobierno de Zeroual como una tentativa de ingerencia en los asuntos
internos de Argelia. Pocos días después, el gobierno responde con el anuncio
de que en noviembre se reanudará el proceso electoral e inicia un diálogo
con las fuerzas de oposición. Esto fragmentó aún más la sociedad política
argelina que se dividió entre quienes concertaron con Zeroual y quienes rechazaron
de plano las próximas elecciones, entre éstos el ex FIS. Un intento de negociación
con los líderes encarcelados del FIS fracasó en julio cuando el FIS no aceptó
los términos que el gobierno estableció como condición para restablecer su
status legal.
Como se
esperaba, el 16 de noviembre, el Presidente Zeroual fue reelegido por amplio
margen. La legalización que se obtenía a través de la elección, sumado al
nombramiento de funcionarios que antes habían negociado un acuerdo de paz
con las guerrillas, permitió a Zeroual renovar la búsqueda de una solución
a la crisis argelina.
Mientras
tanto y bajo los auspicios del FMI, Argelia ha iniciado reformas económicas
de las que será dificil volver atrás: practicamente se ha desregulado el comercio
exterior, la moneda sufrió una fuerte devaluación, se ha puesto en marcha
la privatización gradual de las empresas del sector público, el sector hidrocarburos
ha sido favorecido por la asociación con compañías extranjeras, y lo que es
más venturoso aún, el descubrimiento de nuevos yacimientos petrolíferos y
la ampliación y construcción de gasoductos auspician un futuro más promisorio
para su economía en transición.
Libia:
Durante
1995, Libia permaneció aislada pese a los contínuos reclamos que tanto el
Coronel Muammar al-Kadafi como otros mandatarios de países de la región -Egipto,
Túnez y Argelia- y organismos internacionales -OUA y Liga Arabe- efectuaron
a los gobiernos occidentales responsables de su status. Las investigaciones
del atentado al Vuelo 103 de Pan Am en la ciudad escocesa de Lockerbie en
diciembre de 1988 y a un avión francés que sobrevolaba el Sahara, involucraron
a ciudadanos libios; y los Estados Unidos, Reino Unido y Francia posteriormente
usaron sus influencias para hacer que la ONU imponga a Libia un embargo comercial
y aéreo que soporta desde 1992 y que fue reconfirmado durante 1995. Respecto
del caso Lockerbie, Libia manifestó ante un miembro de la Cámara de los Comunes,
que aceptaría el juicio de los dos sospechosos libios -a los que se niega
entregar- según la ley escocesa y por jueces escoceses, pero si se efectuaba
ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya.
El gobierno
del Reino Unido se mostró particularmente insistente para que Libia aporte
detalles de su involucramiento en la provisión de armas al Ejército Republicano
Irlandés durante 1984-87. En octubre, parecía que la mediación egipcia había
contribuido a una promesa de Libia de proveer detalles suficientes.
Con respecto
al Proceso de Paz de Medio Oriente, el líder libio Col. Muammar al-Kadafi
manifestó su oposición desde el inicio de las principales conversaciones y
acuerdos en 1992. Su posición en el caso palestino se mantuvo intransigente
y confrontacional no sólo hacia Israel sino además hacia aquellos países árabes
que sostenían algún tipo de relación con el Estado hebreo. Por ejemplo: Después
de los ataques israelíes al Líbano a comienzos de 1995, Libia condenó la visita
de 29 parlamentarios israelíes a Jordania el 6 de febrero; los proyectos de
cooperación económica con Israel; la reunión de los países de la Declaración
de Damasco, el 9 de febrero, cuyas resoluciones sobre el boicot árabe contra
Israel son juzgadas como muy moderadas; un encuentro en Bruselas bajo la égida
de la OTAN para estudiar las amenazas islamistas con la participación, al
lado de Israel, de Marruecos, Túnez, Mauritrania y Egipto, el l9 de febrero.
Asimismo, luego de las expropiaciones israelíes en Jerusalen Este, Libia realiza
protestas ante la ONU y solicita a los países árabes que rompan relaciones
con Estados Unidos. Poco después, pide a Siria reforzar el bloqueo de los
puertos al Sur del Líbano. El 21 de agosto, Trípoli denuncia el levantamiento
del boicot económico a Israel por parte de Jordania.
El 1 de
setiembre, el discurso de Kadafi conmemorando el "26º Aniversario de
la Revolución" subrayaba la "carga" económica que significaban
los expatriados en un país sumido desde 1992 en un embargo internacional.
También remarcaba que todos los países árabes deben forzar a los palestinos
a ocupar Cisjordania para modificar la relación de fuerzas. Sus palabras,
llevadas a la práctica, provocaron la expulsión de numerosos palestinos y
otros trabajadores africanos en situación irregular -egipcios, sudaneses,
chadianos, somalíes, nigerianos y marroquíes, entre otros-.
Probablemente,
haya apuntado a la obtención de dos hechos fundamentales: uno, presionar en
el propio contexto africano por la renovación de las sanciones económicas
y el otro, influir en el proceso de paz respondiendo a un pedido del Hamas
de autorizar el regreso de las familias palestinas que residen en Libia, efectuado
a mediados de enero, y castigando a Yasser Arafat y a la OLP por buscar el
establecimiento de la paz con Israel.
Esta decisión
calificada por el propio Arafat, como una "provocación deliberada",
ocasionó también presiones internacionales sobre Libia. Por su parte, El Líbano
interrumpe las comunicaciones marítimas con Libia y anuncia que solo dejará
entrar al país a palestinos portadores de pasaportes libaneses. Como consecuencia,
cientos de palestinos quedaron desamparados en la frontera de Egipto ya que
no portaban los permisos para entrar a Gaza después de pasar por Egipto, o
porque les fue denegado el ingreso al Líbano cuando arribaron por barco.
En el
ámbito interno continuó la gestión hacia la reducción del rol del sector público.
Las restricciones internacionales al comercio dieron un ímpetu adicional a
los emprendimientos locales, el sector de la agricultura -que nunca fue nacionalizado-
fue estimulado para cubrir la demanda nacional de alimentos. La capacidad
de producir suficientes alimentos de consumo para la creciente economía nacional
siguió siendo un desafío imposible a causa de los limitados recursos de agua
del país (o costosos a los fines de la agricultura).
A mediados
de 1995, Libia también sufre problemas internos imputados a los islamistas:
según la oposición instalada en El Cairo y diplomáticos occidentales, los
motines de comienzo de julio en el Este del país habrían causado varias decenas
de muertos. Las autoridades libias acusan a los islamistas infiltrados desde
Egipto y Sudán. Libia llama a los países del Magreb a intensificar esfuerzos
contra el integrismo. En su discurso del 1 de setiembre, Kadafy declara que
el integrismo que desestabiliza a algunos países árabes es obra de Israel
y de los EEUU.
Marruecos:
El conflicto
entre Marruecos y el Frente Polisario por el control del Sahara Occidental
se prolongó a lo largo de 1995, con nuevas dificultades que surgieron en el
proceso de registro de los votantes para el planeado referendum de autodeterminación.
Como resultado de las disputas, fue postergado hasta mediados de 1996, a pesar
de las objeciones del Frente Polisario. Las tensiones en el Sahara Occidental
recrudecieron a mediados de año cuando ocho saharauis fueron condenados a
largos períodos de prisión (más tarde reducidos a un año por Hassan II) por
manifestaciones antimarroquíes en El Aiun.
Los problemas
más importantes que enfrentó Marruecos durante 1995 fueron, sin embargo, de
naturaleza económica. Las negociaciones por un nuevo Acuerdo de Asociación
con la Unión Europea concluyeron en noviembre; pero lejos de lograrse una
rápida adhesión de Marruecos, surgieron cuestionamientos cómo las consecuencias
de éste sobre el sector industrial marroquí en desarrollo. Algunas informaciones
sugerían que más del 60% del sector sería destruido por la competencia con
la industria europea.
Dificultades
con la agricultura y la pesca también demoraron la firma del Acuerdo de Asociación.
A mediados de año, Marruecos demandó la renegociación de su acuerdo de pesca
con la Unión Europea proponiendo una reducción de entre el 35 y el 65% de
las capturas según las especies, a fin de preservar las existencias pesqueras.
También insistió en que el 35% de toda la tripulación sea marroquí y que todos
los desembarcos se produzcan en Marruecos. España que tiene 650 de los 730
barcos pesqueros bajo licencia de la UE, solicitó una indemnización por la
amenaza que sufrían los puestos de trabajo de sus ciudadanos. Poco después
los productos marroquíes sufrían el boicot en los puertos españoles.
Más allá
de estos problemas de carácter externo, Marruecos también enfrentó una crisis
interna como la falta de lluvias, hecho que causó la caída de la cosecha a
aproximadamente 1,6 mill. de toneladas métricas comparadas con los 9,4 mill.
de toneladas métricas del año anterior. Se esperaba que el PBI cayera cerca
del 4%, comparado con un incremento del 12% en 1994, lo que, en consecuencia,
subraya la dependencia de la economía marroquí de la lluvia y del sector agrícola,
a pesar de una década de reestructuraciones económicas.
Túnez:
Las relaciones
exteriores de Túnez durante 1995 estuvieron dominadas por las negociaciones
y las implicancias del Acuerdo de Asociación firmado con la Unión Europea,
el primero de una nueva generación de convenios, diseñado para crear un área
multilateral de libre comercio en la Cuenca del Mediterráneo. El acuerdo establece
el desmantelamiento progresivo de los derechos aduaneros, en doce años cumplimentando
cuatro etapas previas a que Túnez pueda estar completamente integrado en el
Area Económica Europea con respecto a productos industriales y, en negociaciones
futuras, para incorporar productos agrícolas y servicios.
El nuevo
acuerdo -cuya implementación transformaría la economía tunecina- generó entusiasmo
en el gobierno de Ben Alí pero también se temió por las consecuencias de mediano
plazo. Un informe de la UE indicaba que sin una cuantiosa ayuda transitoria,
buena parte de la empresas tunecinas enfrentarían severas dificultades. Un
primer paso consistió, entonces, en buscar fondos -los que en su mayoría provinieron
de Europa que triplicó su ayuda a Túnez- para nivelar las empresas y mejorar
la competitividad.
En el
frente interno, el gobierno de Túnez continuó amenazado por movimientos disidentes
y de oposición. A pesar de que la influencia del movimiento en el exilio Nahda
fue decreciendo, las autoridades continuaron percibiéndolo como una amenaza
real, y presentaron repetidamente sus quejas al gobierno británico sobre el
status del lider del Movimiento, Rachid Ghannouchi, como refugiado político
en Londres. El gobierno francés, puso al descubierto a un nuevo grupo clandestino,
el Frente Islámico Tunecino, durante los arrestos de partidarios islamistas
argelinos en París, en junio. El movimiento, que según se afirma operaba desde
Londres, fue acusado de confabular con el Grupo Islámico Armado (GIA), movimiento
terrorista islamista argelino. El GIA atacó patrullas fronterizas al Sur de
Túnez en febrero, matando a seis gendarmes, en una jugada diseñada para advertir
a Túnez por su apoyo al gobierno de Argelia en su campaña contra los islamistas.
La intolerancia
del gobierno tunecino a la oposición quedó nuevamente demostrada en octubre
con el arresto de Mohamed Mouada, el líder del Movimiento Socialista Democrático,
principal partido de oposición. El motivo que se esgrimió fue que estuvo en
contacto con un Estado extranjero (Libia) pero en realidad había dirigido
una carta abierta al Presidente Ben Alí, manifestándo su inquietud por el
clima político del país. Sus objeciones surgieron de la conducta de las elecciones
municipales en Mayo, en las cuales su partido vió malograda la obtención del
control de las municipalidades hecho que atribuyó a la manipulación de la
votación por parte del oficialismo. (En las elecciones municipales de 252
circunscripciones para cubrir 4090 bancas, el RCD (Reagrupamiento Constitucional
Democrático) en el poder obtiene 4084 y seis van para el conjunto de los partidos
de oposición. En Junio, elecciones parciales legislativas en Túnez, Beja y
Siliana también favorece al RCD).
Gladys Lechini de Alvarez
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(1) Para este análisis se contó
con la colaboración de la Lic. Magdalena Carrancio
(2)
Sobre este tema ver mi trabajo sobre "Las relaciones Argentina-Sudáfrica
desde el Proceso hasta Menem", Ediciones CERIR, Rosario, 1995
(3) La
primera fue entre el 27 y 28 de agosto de 1993
(4) En
agosto de 1994 se había frustrado una programada visita por cuestiones de salud
del presidente Mandela.
(5) En
el Comunicado Conjunto los presidentes de Argentina y Sudáfrica manifestaron su
total respaldo a las Naciones Unidas, en particular a las Operaciones de
Mantenimiento de la Paz, a la Iniciativa de los Cascos Blancos, a la Resolución
de la Asamblea General sobre la Zona de Paz y de Cooperación del Atlántico Sur.
Afirmaron la necesidad de consolidar la democracia y las reformas económicas así
como la conveniencia de promover la cooperación económica y comercial entre
ambos Estados creando un clima favorable a las inversiones recíprocas. Se
comprometieron además a concluir las negociaciones sobre promoción y protección
de inversiones y lograr un acuerdo para evitar la doble tributación. Por su
parte el presidente argentino expresó su reconocimiento por el importante apoyo
de Sudáfrica para la designación de Buenos Aires como ciudad sede de dicho
organismo -aunque esta propuesta finalmente no prosperase-
(6)
La Operación Atlas Sur I, se llevó a cabo en aguas del litoral bonaerense
entre el 17 y el 28 de febrero de 1993, con la participación de las armadas
argentina y sudafricana
(7)
Fuente: Discurso pronunciado por el Encargado de Negocios A.I. de la Embajada
de la República de Sudáfrica, Sr Marius Louw, en Rosario, 10 de octubre de 1995