DEPARTAMENTO DE MEDIO AMBIENTE Y DESARROLLO
Presentación:
Aldo
Servi, Edgardo Paltrinieri
Documentos:
Edgardo
Paltrinieri, Gerardo Cano, Nancy Neschuk, Fabiana Neschuk, Norma Domancich,
Juliana González Varela
Cronología:
Juan Pablo
Gaggino Laporte
El
Departamento de Medio Ambiente y Desarrollo del IRI ha observado que durante el
año 1995 la situación general ambiental en el marco de las Naciones Unidas no
ha sufrido grandes modificaciones. En efecto, al margen de cuatro
acontecimientos excluyentes tales como son la Cumbre de Desarrollo Social de
Copenhague, la Cumbre de Cambios Climáticos de Berlín, la Cumbre de la Mujer de
Pekín y la Cumbre de París sobre Pesca de Altura, los avances registrados en
materia ambiental han aminorado la intensidad de años.
Sin
embargo, no se desconoce que, aún así, vamos lentamente tomando una senda bastante
más acorde con las necesidades ambientales del planeta, advirtiendo
modificaciones en los procesos de toma de decisiones en la mayoría de los
países. Esto último, entendido como una tendencia de las legislaciones internas
de los Estados a adecuar sus normas a las orientaciones emanadas de los foros
internacionales, principalmente, las de las Conferencias Mundiales oficiales de
ONU, realizadas en la última década.
Al final
del siglo XX, todo lo que se realice será demasiado tarde sino cambiamos los patrones
en los que se basa el desarrollo. Las modalidades de producción y consumo, es
decir, cómo producimos y cómo consumimos lo que producimos, es desde cualquier
punto de vista la principal causa del deterioro ambiental a escala planetaria.
Por otra
parte, debemos prestar mayor atención a todo lo que nos rodea en el sentido de
protejer aún aquéllo de lo que nada o poco sabemos, es decir, detener la
pérdida de especies animales y vegetales, porque podemos estar destruyendo
nuestros orígenes y poner en peligro nuestro propio futuro al desconocer antes
de su clasificación, estudio y evaluación, las especies que puedan encerrar en
ellas los remedios para enfrentar las enfermedades que ponen en peligro la
existencia de la vida humana sobre la tierra.
En la Segunda
Conferencia del Convenio sobre Biodiversidad reunida en Yakarta, Indonesia en
el mes de Noviembre, se decidió crear un grupo "ad hoc" para la
negociación de un Protocolo sobre Bioseguridad que sería operativo a partir de
1998, siendo sus objetivos conseguir la seguridad biotecnológica en los
procesos productivos e industriales. Las dificultades residen en encontrar un
equilibrio entre los intereses y actuaciones de los gobiernos y los agentes
económicos de los países menos industrializados (PMI), poseedores en grandes
proporciones de las materias primas y la riqueza biológica, y los de los países
industrilizados que manipulan y transforman industrialmente dichas materias
primas.
La
Conferencia acordó establecer, además, un "mecanismo de facilitación"
para promover la cooperación técnica a todos los niveles, que será operativo a
partir de 1996 y 1997. En ella, se presentó un documento de más de mil páginas
denominado Evaluación Global sobre la Biodiversidad, que es patrocinado por la
ONU. Este documento, una especie de inventario de la realidad biológica de todo
el mundo (aunque sólo ha sido evaluado el 13%), llega a la conclusión de que la
rápida modificación experimentada en los ecosistemas y en especial de los
bosques, se debe a la acción humana, dejando ver que la situación es
preocupante y que la aplicación del principio precautorio (Principio 15
Declaración de Río), constituye el mejor consejo a dar para mitigar los
impactos ambientales de la acción humana. En la Conferencia se decidió elegir a
Montreal sede del Secretariado Permanente del Convenio sobre Biodiversidad.
La última
década del siglo pone de manifiesto que la comunidad internacional empieza a
asumir el componente ético de que la protección de la naturaleza, además de
constituir un recurso finito e imprescindible para la supervivencia humana,
presenta un elemento de cohesión y unión internacional, esencial.
El
desarrollo basado en el dogma de la rentabilidad debe ser abandonado en pos del
desarrollo sostenible. Este último fundado, a la vez, en la explotación
sostenible de los recursos naturales y el crecimiento preservador, debe
asegurar a las generaciones futuras la utilización de iguales y/o mejores
recursos que aquellos de los que nos servimos en la actualidad.
La
incorporación de la variable ambiental en el proceso de toma de decisiones, en
cualquier área o disciplina, es el primer paso y a nuestro juicio el más
importante para cumplir el poderoso mandato que surge del Informe Brundtland
"Nuestro Futuro Común" de 1987.
En este
ANUARIO se ofrece una visión sumaria de lo actuado por la Comisión de
Desarrollo Sostenible del ECOSOC, de ONU, realizada por el Abog. Aldo Servi.
Se traza un panorama general de los alcances logrados en la Cumbre de
Desarrollo Social de Copenhague, realizado por el Abog. Edgardo Paltrinieri
y el Sr. Gerardo Cano. Se analizan los avances logrados en el marco de
la Convención de Cambios Climáticos y un estado de ratificaciones de dicha
Convención, por parte de la Lic. Nancy Neschuk. Seguidamente, se ofrece
un resumen de la Cumbre de la Mujer realizada en Pekín, realizada por la Srta.
Fabiana Neschuk. Acompañado, esto último, con un comentario final sobre los
alcances y perspectivas de dicha cumbre para el siglo 21, por parte de la Lic.
Norma Domancich. Por otra parte, se ofrece un estudio y evaluación acerca
del Convenio de Pesca de Altura y sus mecanismos de protección en el marco de
ONU, por parte de la Abog. Juliana González Varela. Finalmente, se puede
observar una breve cronología de los acontecimientos internacionales vinculados
a la materia ambiental realizada por el Sr. Juan Pablo Gaggino Laporte.
Aldo Servi, Edgardo Paltrinieri