Anuario de Relaciones Internacionales, Año 1996 Departamento

 

DEPARTAMENTO DE EUROPA 

 

Presentación:

Helena Peralta Calvo,

Isabel Stanganelli,

Guillermo Tempesta

 

Documentos:

Martha Corti, Helena Peralta Calvo, Sebastián Minatta, Guillermo Tempesta

 

Cronología:

Rafael Daló (Unión Europea), Claudia Gómez y Sebastián Minatta (Europa Occidental), Isabel Stanganelli (Repúblicas Bálticas), Alejandro Simonoff (Europa del Este), Claudio Capdeville (Conflicto en la ex-Yugoslavia)

 

Presentación

 

En esta nueva edición del Anuario del Instituto de Relaciones Internacionales el Departamento de Europa aprovecha la oportunidad de presentar al lector las principales actividades realizadas durante el año 1995. De las reuniones periódicas realizadas entre los integrantes del Departamento surgieron como inquietudes las siguientes actividades académicas:

¨ Establecimiento de talleres de análisis y discusión sobre la situación imperante en el continente.

¨ Contacto directo y frecuente con las embajadas, consulados y demás instituciones relacionadas con el ámbito que nos concierne.

¨ Realización de actividades de extensión universitaria

Con motivo de los 50 años de la victoria aliada durante la Segunda Guerra Mundial nos visitó una delegación rusa. Constituida por el Coronel General Vladimir Miashnicov y el Coronel General Alexei Potiomkim.

También nos visitaron profesores de la Universidad de París, Pierre Dabezies y Charles Zorgbibe, quienes disertaron sobre "La nueva situación internacional: el marco europeo"

Jornadas de Europa, "Unión Europea. Problemas relativos a la integración" realizadas los días 4 y 18 de octubre. En las mismas participaron como expositores el Sr. Embajador de la República de Francia, Renaud Vignal, quien disertó sobre "Francia y su protagonismo como integrante fundador de la Comisión Económica Europea y la evolución hacia la Unión Europea"; el Sr. Ministro de la Embajada de Italia, Enrico Guicciardi, cuyo tema fue "Reflexiones sobre el desarrollo de las instituciones de la Unión Europea" y el Sr. Primer Secretario de la Embajada de Alemania, Gordon Kricke, quien se refirió a "Unión monetaria en el marco de la UE".

¨ Asistencia a conferencias, congresos, simposios y jornadas por los miembros del Departamento. En representación del IRI, Isabel Stanganelli asistió como expositora al VIII Encuentro de Geógrafos -mayo 1995, Córdoba-, y a la 55º Semana de la Geografía -octubre 1995, Bs.As.-, con los temas "Contaminación en la ex-URSS" y "Los nacionalismos en la ex-URSS".

 

En lo que respecta al trabajo realizado por el Departamento de Europa para este anuario, cabe señalar que Isabel Stanganelli, realiza un breve comentario sobre "El nuevo rol de Rusia" y Guillermo Tempesta, sobre "El Acuerdo Marco Interregional de Cooperación entre Mercosur y la Unión Europea". La sección Documentos contó con la colaboración para las tareas de búsqueda de material, traducción y síntesis, de Helena Peralta Calvo, Guillermo Tempesta y Alejandro Simonoff en las Conclusiones de la Presidencia del Consejo Europeo de Cannes y Madrid; de Martha Corti en el documento Europa y Seguridad: OSCE; de Sebastián Minatta en Seguridad-OTAN.

La Cronología de Unión Europea fue realizada por Rafael Daló; la correspondiente a Europa Occidental por Claudia Gómez y Sebastián Minatta; Repúblicas Bálticas por Isabel Stanganelli; Países de Europa del Este por Alejandro Simonoff y Cronología del conflicto en la ex-Yugoslavia por Claudio Capdeville.

 

El nuevo rol de Rusia

 

A mediados de febrero de 1995, algunos de los miembros de la CEI se reunieron en la capital de Kazajistán, Alma Ata, con la idea embrionaria de establecer un organismo equivalente a la Unión Europea, en una charla repleta de eufemismos tales como "velocidades variables" o "intereses comunitarios".

Paradójicamente, mientras Chechenia busca desvincularse, dos estados de la ex-URSS, Bielorrusia (10 millones de habitantes) y Kazajistán (17 millones), han mostrado gran interés en retornar a la órbita de Moscú. Las conversaciones entre los presidentes Yeltsin y Nazarbayev (Kazajistán), culminaron con un acuerdo para estrechar lazos económicos y militares. Cabe recordar que Kazajistán, también reservorio de misiles atómicos, a medio camino entre el mundo musulmán y el cristiano ortodoxo, con el 37,8% de población rusa frente al 39,7% de kazajos y con importantes reservas de petróleo, posee suficientes elementos de intercambio -y presión-. Puesto que los nacionalistas rusos, incluyendo a Alexander Solyenitsyn, se refieren a la región septentrional de Kazajistán -con población predominante rusa- como la Siberia meridional, resulta fácil pensar que el corazón eslavo de la vieja Rusia está reemergiendo.

Pocos días después Rusia y Bielorrusia anunciaron que junto con Kazajistán conformarían una unión económica.

La milicia rusa ha señalado la conveniencia de colaborar en la defensa aérea y patrullaje de las fronteras sugiriendo que el Kremlin debe estar a cargo del anillo exterior del viejo monolito soviético. Las armas nucleares en ambos estados se han estado trasladando a Rusia, el ejército de Bielorrusia es considerado un anexo del ruso, en tanto la mayoría de los oficiales del ejército de Kazajistán es étnicamente ruso y también lo es el idioma de mando. Ambos ejércitos dicen estar bajo control ruso, aunque esta idea no parece clara. La idea de un control conjunto de las fronteras, que quedó flotando en Alma Ata, también presenta dudas. Los radares rusos permanecen en lugares como Armenia, y cuando los rusos comenzaron a hablar sobre seguridad colectiva, muchos de los miembros de la CEI, no solo Moldova, Azerbiján o Ucrania, sino la vieja guardia de Turkmenistán, comenzaron a moverse con mayor prudencia. Las conversaciones sobre pactos fueron reemplazadas por susurros sobre memorándums. Ahora los rusos pueden custodiar la larga frontera de Kazajistán y China. Pero hasta los maleables bielorrusos, después de Alma Ata, comenzaron a sonar menos urgidos de tener la frontera con Polonia custodiada por el Kremlin. Solo Nazarbayev luce entusiasmado con la reintegración: está presto a rendir una porción de soberanía nacional a cambio de estabilidad en una "casa" donde dos quintas partes de los habitantes es rusa, y que exigen una frontera porosa entre Rusia y Kazajistán y también la doble ciudadanía, demandas que el presidente está decidido a aceptar. La cuestión de disolver aduanas es todavía más difícil de resolver.

 

¿Dónde puede -y dónde no- gobernar Rusia?. Es en otro terreno donde la eficiencia Rusia -a veces un poco desprolija- ha estado ganando terreno paso a paso. La declaración sobre solidaridad de Alma Ata es espuma. Pero las tropas rusas en el terreno no lo son. Ellas pudieron sostener el gobierno de Tadjikistán ante la guerra civil. Ellas colaboran con el ejército y las fuerzas de Turkmenistán a vigilar la frontera con Irán. Rusia patrulla el límite de Kirguizistán con la República Popular China, el mayor rival del Kremlin en la región. Los rusos han jugado un rol muy activo en el acuerdo entre la secesionista república del Dniéster y el gobierno de Moldova, que en una jugada de autonomía puede convertirse en otro enclave imperial de Rusia. Chechenia misma ha permitido fortalecer la posición de Rusia en el Cáucaso. Georgia es la clave, bajo el control de Rusia desde la participación para sofocar la rebelión separatista en Abjasia, que le permitió tener bases en su suelo. Por otra parte, los hechos en Chechenia desilusionaron a los disidentes abjasios y a los de otras regiones separatistas, que comprobaron que Occidente no podía hacer nada para apoyar movimientos secesionistas. Y esto es solamente una pieza en el desconcertante e inquietante universo de la ex-Unión Soviética

 

Relaciones entre Mercosur y la Unión Europea: el Acuerdo Marco Interregional de Cooperación.

 

El 15 de diciembre del 1995, en Madrid, en ocasión de la reunión del Consejo Europeo,(1) tuvo lugar la firma del "Acuerdo Marco Interregional de Cooperación entre la Unión Europea (UE) y sus Estados Miembros y el Mercado Común del Sur (MERCOSUR) y sus Estados Partes", en presencia de Jefes de Estado y de Gobiernos de ambas regiones, incluido el Presidente argentino, Dr. Carlos S. Menem.

 

Como se señala en el comunicado de prensa de presentación ofrecido por la Delegación de la Comisión en Buenos Aires, con palabras del vice presidente de la Comisión Europea, Manuel Marín, "se trata de un Acuerdo pionero y emblemático porque marca una nueva modalidad en las relaciones interregionales". Asimismo se agrega: "es la primera vez que la UE firma un Acuerdo de Cooperación compleja, con miras a una asociación política-económica con un grupo de países alejados de sus fronteras, pero con el que le une una potente tradición cultural y comercial."(2)

 

En adelante se brindará un sintético análisis del Acuerdo mencionado, pero antes, a manera de preliminar, es conveniente exponer brevemente los antecedentes del mismo.

 

Antecedentes

 

En un estudio publicado en 1993, en la Revista Nro. 4 del Instituto de Relaciones Internacionales (p. 37), repasábamos las llamadas "relaciones de cooperación" entre la UE y América Latina, especialmente con los países del Mercosur.

Tal modalidad de vinculación con los países en vías de desarrollo constituye una iniciativa de la UE destinada a cooperar en el campo comercial, económico y político para afianzar lazos históricos, reforzar su presencia política, preparar el terreno para el intercambio económico y las inversiones, promover las iniciativas de integración, y contribuir, en general, a la consolidación de la democracia y el respeto de los derechos humanos.

A tal fin, la UE ha adoptado numerosos acuerdos de asociación o cooperación -de diversas clases y alcances-, según la relevancia, vecindad o relaciones históricas del país o grupo de países en cuestión. Así, la UE se encuentra vinculada con sus ex-colonias de Africa, el Caribe y el Pacífico (Convenciones Lomé) y con países del ex bloque del Este Europeo, a quienes procura favorecer con un trato preferencial en lo comercial y mediante la cooperación al desarrollo y el diálogo político.

Con América Latina, si bien el intercambio a nivel supranacional se remonta desde la década del 60, la institucionalización se produce a partir de la Declaración de Buenos Aires (1970), que da origen a los encuentros de la UE con el grupo de embajadores latinoamericanos acreditados en Bruselas (GRULA). Sin embargo, es a partir de la participación de la UE en la crisis centroamericana (1984) que la presencia europea se va a fortalecer, y encontrará terreno para expandir sus vínculos con la región, lo que se traducirá en sendos tratados de cooperación con países (v.g. Uruguay 1992) o grupos (Pacto Andino 1984, MCC 1986).

La cooperación entre la UE y el MERCOSUR tiene como primer antecedente concreto el acuerdo de cooperación interinstitucional, firmado el 25 de mayo de 1992, que puso en marcha una serie de iniciativas conjuntas en el campo económico, comercial, político y el intercambio de información y experiencias en materia de integración.

El afianzamiento del MERCOSUR instó a la UE a dar un impulso mayor a la relación, decidiendo en la reunión del Corfú del Consejo Europeo (Junio 1994)(3) encomendar a la Comisión un plan de acción. En octubre de 1994, la Comisión avanzó una propuesta que consistía en una estrategia en dos etapas:

 

i) A corto plazo, la adopción de un acuerdo marco interregional (el que finalmente se suscribió en Madrid y es objeto de nuestra atención).

ii) Hacia futuro, el establecimiento de una Asociación Interregional de carácter económico y político.

 

En las reuniones de Essen (Diciembre 1994)(4) y la de Cannes (Junio 1994)(5) el Consejo Europeo aprobó el plan de la Comisión, solicitando que se procediera a iniciar las negociaciones con el bloque del MERCOSUR. Lo propio hicieron los Jefes de Estados del MERCOSUR en la reunión de Buenos Aires de Agosto de 1994.

 

Ello resultó en la firma de la "Declaración Conjunta"(6) del 22 de diciembre de 1994, donde ambas regiones aceptaron el plan de acción y convinieron celebrar el acuerdo que vino a quedar formalizado en Madrid, el 15 de diciembre de 1995.

 

De acuerdo al comunicado de prensa mencionado "ut supra", el Acuerdo constituye un tratado "de naturaleza transitoria y evolutiva que busca promover una estrecha relación entre los dos procesos de integración regional en los ámbitos político, económico, comercial, industrial, científico, institucional y cultural", que tiene como fundamento el respeto de los derechos humanos y los principios democráticos, y procura a futuro preparar un escenario apto para establecer una Asociación Interregional.

 

El Acuerdo se basa en los siguientes mecanismos:

 

i) Diálogo político

ii) Cooperación comercial

iii) Cooperación económica

iv) Cooperación en materia de integración

v) Otras materias de cooperación

vi) Organos conjuntos

 

Perspectiva

 

El Acuerdo presentado aquí no constituye una iniciativa a partir de una abstracción o una mera promesa sino, por el contrario, se sustenta en  una realidad económica y comercial que puede resumirse en algunas cifras: la UE constituyó el primer socio del MERCOSUR con un intercambio comercial del 26 % de sus importaciones y exportaciones en 1994; El MERCOSUR fue el receptor del 70 % de las inversiones directas europeas en Latinoamérica. La magnitud de estas cifras revelan que el Acuerdo operará en un contexto favorable y con bastas posibilidades de desarrollo.

El Acuerdo pretende ser mutuamente beneficioso. Del lado europeo se aspira a amarrar en un mercado con un presente favorable y un futuro que se supone mejor; brindar un marco político para respaldar a sus inversores y asegurar al mismo tiempo un encuadre jurídico y económico favorable; reafirmar su presencia estratégica en esta parte del mundo.

Desde la perspectiva del MERCOSUR son numerosos las atracciones: un acceso a los mercados europeos administrado y no meramente circunstancial; un favorecimiento a las inversiones; un intercambio de información y asistencia técnica en materia de integración; una jerarquización y reconocimiento internacional como bloque con presencia en el escenario mundial.

En perspectiva, es indudable que el Acuerdo constituye un hito importante en una vinculación que ha experimentado un constante "in crescendo", y que se anuncia se profundizará aún más con la constitución de la Asociación Interregional. Aunque el fortalecimiento de los lazos dependerá, fundamentalmente, de la consolidación y profundización del propio MERCOSUR y el margen de acción que le reste a la UE, una vez asumidos los compromisos pendientes con áreas más ligadas a su intereses vitales.

 

Hacemos propicia la oportunidad para agradecer la colaboración de los mencionados representantes de Rusia, Francia, Italia y Alemania así como al ex Embajador de la UE, Dr. Dieter Oldekop; al Canciller Francisco Mandolín del Consulado de Italia en La Plata; al Cónsul de Francia en La Plata, Jacques Boutroux; al Cónsul de Lituania, Sr. Algimantas Rastauskas, a la Sra. Olga Pfeiffer, directora del Instituto Alemán de La Plata; y a todos aquellos que desinteresadamente colaboraron con nuestra tarea.

 

Helena Peralta Calvo e Isabel Cecilia Stanganelli

 

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(1). Ver conclusiones de la Presidencia en esta sección.

(2). Comunicado de prensa ofrecido con motivo de la rueda de prensa del Canciller argentino y de la denominada "troika" comunitaria (embajadores de España, Francia, Italia y encargada de negocios de la Delegación de la Comisión en Argentina), Buenos Aires, 7 de diciembre de 1995.

(3). Las conclusiones de la presidencia de la Cumbre de Corfú  pueden ser consultadas en "Anuario del Instituto de Relaciones Internacionales 1995", p.393.

(4). Idem, p. 397.

(5). Ver en esta sección.

(6). El texto puede consultarse en el Anuario IRI 1995, p. 132.