Organización
de la Seguridad y la Cooperación Europea (OSCE)
Declaración
Final
(Lisboa, 2 de diciembre de 1996)
1. Nosotros, Jefes de Estado y de Gobierno participantes de la Organización
para la Seguridad y la Cooperación en Europa, estamos reunidos en Lisboa para
estudiar la situación en la OSCE y establecer los fundamentos cooperativos
de nuestra seguridad común. En vísperas del nuevo siglo, importa más que nunca
la construcción conjunta de una pacífica región de la OSCE donde las naciones
y los ciudadanos se sientan seguros.
2- Nosotros adoptamos la Declaración de Lisboa sobre un modelo de
seguridad común y global para la Europa del Siglo XXI para reforzar la
seguridad y estabilidad dentro de la región de la OSCE. Nos congratulamos de la
decisión histórica de los Estados participantes de la OSCE y firmantes del
Tratado sobre las Fuerzas Armadas Convencionales en Europa (FCE) de comenzar en
1997 las negociaciones para adoptar el tratado de desarrollo de las condiciones
de seguridad en Europa. Proponemos consolidar la paz y la prosperidad en la
región de la OSCE.
3- Reafirmamos los principios de la OSCE enunciados en el Acta Final de
Helsinski. Estimamos que todos esos principios deben ser constantemente
observados, reexaminados y mejorados.
4- El respeto a los derechos del hombre reside en el concepto de
democracia y en los procesos de democratización inscriptos en la Carta de
París. Deseamos consolidar las democracias resultantes de los cambios
producidos luego de 1989 dentro de la región de la OSCE.
5- La OSCE tiene un rol clave en la seguridad y estabilidad. Decidimos
continuar los esfuerzos para acrecentar la eficacia y alertar la prevención de
conflictos, la gestión de las crisis y la capacidad de reconstrucción luego de
conflictos.
6- La Declaración de Lisboa sobre un Modelo de Seguridad Común y Global
para Europa del Siglo XXI es una expresión exhaustiva del espíritu en el cual
reforzaremos la seguridad y la estabilidad dentro de la región de la OSCE.
7- La maestría de los armamentos es un elemento importante de nuestra
seguridad común, el Tratado FCE es la clave de nuestra seguridad y estabilidad.
El Forum para la Cooperación en Materia de Seguridad (FCS) adopta decisiones
que definen orientaciones de los futuros trabajos sobre «Maestría Armamentista»
y «Desarrollo del Programa del Forum para la Cooperación en Materia de
Seguridad». El fin del tráfico ilegal de armas, particularmente en zonas de conflicto,
será una gran contribución para la seguridad regional y mundial.
8- Nos declaramos satisfechos del retiro de los territorios de
Kazakhstán, Ucrania y Bielorrusia de las ojivas nucleares. Ello es una
contribución histórica para reducir las amenazas nucleares y crear un espacio
común de seguridad en Europa.
9- El Acuerdo Global de seguridad adoptado por la OSCE impone progresos
en materia de ejecución de compromisos que se interesen en los derechos del
hombre y sus libertades fundamentales. Las violaciones a los derechos del
hombre ponen en peligro la estabilidad de la región de la OSCE.
10- En vista a la reciente tragedia de los refugiados en la región de la
OSCE, y teniendo en cuenta la cuestión de las migraciones forzadas, condenamos
las políticas de depuración étnica y de expulsión masiva facilitaremos el
regreso en condiciones de seguridad y dignidad de los refugiados a sus países
conforme a las normas internacionales. El reintegro de las personas a su lugar
de origen debe ser hecho sin discriminación.
11- La libertad de prensa y de los medios de comunicación es una
condición fundamental de toda sociedad democrática. En el Acta Final de
Helsinski estamos comprometidos a respetar este principio. Es necesario
reforzar la ejecución de compromisos de la OSCE en el área de los medios de
comunicación teniendo en cuenta los trabajos de otras Organizaciones
internacionales.
12- El Acuerdo Global de la Seguridad impone esfuerzos constantes en el
área de la OSCE que conciernen a la dimensión económica, social y de medio
ambiente ligados a la seguridad. La OSCE deberá delimitar los riesgos de la
seguridad resultantes de problemas económicos, sociales y ecológicos, estudiar
las causas potenciales y llamar la atención a instituciones internacionales
competentes sobre la necesidad de tomar medidas para atenuar las dificultades
resultantes de los riesgos. La OSCE deberá tener comunicación con instituciones
económicas y financieras y así reforzarse mutuamente a través de consultas
regulares. Pedimos al consejo permanente que reexamine el rol de la Secretaría
de la OSCE en el área de la dimensión económica y que elabore un mandato de
coordinación de la actividad económica y ecológica en el seno de la Secretaría
de la OSCE, mandato que deberá ser presentado a más tardar por el Consejo
Ministerial en 1997.
13-Rendimos homenaje a las realizaciones de la Misión de la OSCE en
Bosnia Herzegovina que ayudarán a aplicar allí el Acuerdo Marco General para la
paz. La cooperación pragmática con las Instituciones Internacionales y la
Fuerza puesta en práctica para la paz (FOR) así como el rol jugado por la Alta
Representación contribuyeron a estos triunfos demostrando la eficacia de las
empresas cooperativas en el logro de la seguridad.
14-La Presidencia de Bosnia-Herzegovina acordó el establecimiento de un
Consejo de Ministros, la necesidad de aplicar el Acuerdo de Paz propuesto en
París el 14 de noviembre de 1996 y la decisión de la OSCE de prorrogar el
mandato de esa misión en Bosnia-Herzegovina hasta 1997, pudiendo ser prorrogado
nuevamente durante el período de consolidación de dos años.
15- Los principios y acuerdos de la OSCE seguirán teniendo un rol
importante en la promoción y consolidación de la paz en Bosnia-Herzegovina.
Supervisaremos la preparación y realización de las elecciones en 1997 y nos
congratulamos del compromiso que las partes asumieron respecto al Anexo 3 del
Acuerdo de Paz. Apoyaremos el refuerzo de la democracia y la acción en el área
de protección de los derechos del hombre. Seguiremos sosteniendo la puesta en
práctica de medidas subregionales de estabilización para las partes del Acuerdo
de Paz.
16- Exhortamos a las Partes responsables a poner en práctica el Acuerdo
de Paz, a cooperar con la OSCE y otras Instituciones y a aplicar los aspectos
civiles del Acuerdo. La Alta Representación seguirá jugando un rol de
importancia particular. Invitamos a las partes a cooperar con el Tribunal Penal
Internacional para la ex-Yugoslavia.
17-El Acuerdo sobre las medidas de confianza y seguridad en
Bosnia-Herzegovina y el Acuerdo sobre la limitación de armamentos a nivel
subregional, seguirán jugando un rol importante para promover y consolidar la
estabilidad militar en Bosnia-Herzegovina y en las regiones limítrofes.
Apoyamos la declaración de París de noviembre de 1996 por el Comité Directivo
Ministerial y por la presidencia de Bosnia-Herzegovina reafirmando la necesidad
de aplicación integral de dichos acuerdos. Respecto a la limitación de
armamentos a nivel regional, continuarán los esfuerzos para promover la aplicación
del art. V del Anexo 1-B del Acuerdo de Paz.
18-La puesta en práctica del Acuerdo de Paz de Bosnia-Herzegovina abrió
la vía de esfuerzos a nivel regional y subregional para conseguir paz,
estabilidad y relaciones de vecindad duraderas en Europa del sudeste. Nos
congratulamos del desarrollo de iniciativas que favorecen el diálogo y la
cooperación a escala subregional semejante a los Procesos de Estabilidad de
Royaumont, la Iniciativa de Cooperación en Europa del Sudeste, la Iniciativa
Centroeuropea y los procesos globales de estabilización, seguridad y
cooperación relanzados por la Declaración de Sofía de los Ministros de Asuntos
Exteriores de Europa del Sudeste. La OSCE podría contribuir a través de
acciones fundadas en la cooperación regional.
19-Nos alegramos que la OSCE siga centrando su atención sobre la
República Federal de Yugoslavia. Esperamos que la Misión de la OSCE en
Kosovo-Sandjak y Voivodina podrá retomar sus trabajos en corto plazo. En el
ejercicio de su mandato deberá contribuir a seguir la evolución de la situación
y favorecer el diálogo para superar las dificultades actuales. Otras formas de
participación de la OSCE serán apoyadas y deberán implicar esfuerzos en vistas
a acelerar la democratización, la independencia de medios de comunicación y a
asegurar elecciones libres. Llamamos al diálogo a las autoridades federales y
representantes albaneses de Kosovo.
20-Reafirmamos nuestro profundo apego a la soberanía y a la integridad
territorial de Georgia. Condenamos la «limpieza étnica» y la expulsión forzada
de la población georgiana en Abjasia. Los actos violentos de los separatistas
traban las elecciones en Abjasia y en la región de Tskhinvali en Osetia del
Sur. Estamos convencidos que la comunidad internacional y en especial la ONU y
la OSCE deberían, con la participación de la Federación Rusa como
intermediaria, seguir contribuyendo en la búsqueda de una solución pacífica.
21-Constatamos que ciertos progresos han sido realizados sobre la vía de
un acuerdo político en Moldova. Es necesaria una voluntad política auténtica
para la búsqueda de una solución fundada en la integridad territorial y en la
soberanía. Invitamos a las partes a aumentar sus esfuerzos. Declaramos nuestra
preocupación por la falta de progresos respecto a la aplicación del acuerdo del
21 de octubre de 1994 entre Moldova y la Federación Rusa, sobre el retiro de
las tropas rusas. Esperamos un rápido retiro completo y en orden. Confirmamos
el compromiso de la OSCE de seguir de cerca el desarrollo del proceso y el de
aportar ayuda en estrecha cooperación con los mediadores rusos y ucranianos
para la realización de un reglamento en la región oriental de Moldova. La
presidencia en ejercicio rendirá cuenta de los progresos realizados en la
próxima reunión del Consejo Ministerial.
22-Nos congratulamos de los progresos realizados sobre la vía de una
reglamentación pacífica en Chechenia, Federación Rusa. Reconocemos el rol del
grupo de ayuda de la OSCE al facilitar el diálogo para lograr una solución
pacífica de la crisis. Estamos convencidos que el Grupo de Ayuda deberá seguir
con su rol para reglamentar una paz duradera, la observación de los derechos
del hombre y el sostenimiento de las Organizaciones Humanitarias.
23-Insistimos en la importancia de los estados de Asia Central en la OSCE.
Nos comprometemos a intensificar los esfuerzos de la OSCE para establecer
estructuras democráticas y un Estado de Derecho y para mantener la estabilidad
y prevenir conflictos en la región.
24-Nos comprometemos a seguir el diálogo con los socios del Mediterráneo
para la cooperación con Japón y con la República de Corea. En tal contexto, es
importante para la estabilidad de la OSCE reforzar la seguridad y la
cooperación en la región mediterránea. Nos congratulamos del interés de los
socios mediterráneos para la cooperación. Japón y la República de Corea
seguirán haciendo pruebas de cooperación con esos países. Les invitaremos a
participar de nuestras actividades.
25-El próximo Consejo Ministerial tendrá lugar en Copenhague, Dinamarca,
en diciembre de 1997.
26-Tomamos nota del ofrecimiento de Turquía para realizar la próxima
cumbre de la OSCE en Estambul.
27-Polonia asumirá la función de la presidencia en ejercicio en 1998.