CRONOLOGIA DOCUMENTAL
Organización
para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE)
Para describir
la tarea desempeñada por la OSCE, antigua Conferencia para la Seguridad y
Cooperación en Europa (CSCE), en el campo de la protección de los derechos
humanos es preciso efectuar una serie de consideraciones preliminares que
nos ayuden a situar en su justo contexto las actividades realizados durante
el año 1996.
En primer
término, desde una perspectiva histórica, observamos que la CSCE fue creada en
la década de los setenta como un elemento para la distensión y el acercamiento
entre los bloques occidental y oriental. Junto a los aspectos militares, los
treinta y cinco Jefes de Estado y de Gobierno reunidos en Helsinki estimaron
como componente necesario de la distensión el respeto a los derechos humanos,
lo que motivó su inclusión como el Principio VII del Decálogo del Acta Final de
Helsinki de 1 de agosto de 1975.
En la
lógica revisión de sus prioridades para adaptarlas a los nuevos retos y
problemas impuestos por los acontecimientos que se han desarrollado durante la
última década en el marco de las relaciones internacionales, la OSCE centra su
actuación actual en tres grandes ejes temáticos:
-
consolidar valores comunes y construir sociedades civiles;
- prevenir
conflictos locales, restaurar estabilidad y llevar la paz a zonas de conflicto;
- superar
los déficits en materia de seguridad y evitar la creación de nuevas divisiones
promoviendo un sistema cooperativo de seguridad.
Desde un
ámbito espacial, es realmente significativa la amplia participación lograda
como queda patente al comprobar que la casi totalidad de los Estados europeos,
excepción hecha de la República Yugoslava suspendida por el conflicto de
Bosnia, y Estados Unidos y Canadá forman parte de la misma. Así, con la
inclusión de Andorra durante el año 1996, nos encontramos con una organización internacional
que aglutina a cincuenta y cinco Estados cubriendo un área que va desde
Vladivostok hasta Vancouver.
En el
objeto de la presente crónica nos centraremos en el campo de la protección de
los derechos humanos. Uno de los aspectos reseñables en la materia, como
señalamos anteriormente, es la conexión que en los planteamientos de la OSCE se
ha establecido entre los derechos humanos y el mantenimiento de la paz y
seguridad internacionales. Así, la CSCE en sus primeros instrumentos ya
señalaba que un país que violara sistemáticamente las libertades fundamentales
de sus ciudadanos no sería depositario de la confianza de la comunidad
internacional y, como consecuencia de ello, debería incluso entenderse como una
potencial amenaza a otros países.
Partiendo
de dicha premisa inicial, el sistema de protección de los derechos humanos
establecido en el marco de esta Organización, antes Conferencia, para la
Seguridad y Cooperación en Europa ha evolucionado en una doble vertiente:
externa e interna. Externa para que, a medida que avanzan y se perfeccionan sus
cometidos en materia de derechos fundamentales, se regulen sus relaciones con
otras organizaciones internacionales con competencias sobre la materia, esto
es, el Consejo de Europa, la Organización de las Naciones Unidas y, en menor
medida, la Unión Europea. La evolución interna, por su parte, ha desembocado en
una serie de reformas tanto en el listado de derechos protegidos, como en los
mecanismos de protección, tendientes a facilitar a la organización una capacidad
de respuesta eficaz frente a los cometidos encomendados.
En esta
línea, la Organización ha creado en su estructura un entramado institucional
con competencias específicas en materia de derechos humanos. Así, además de los
órganos generales -Cumbres, Consejo Ministerial, Consejo Superior, etc.-,
hallamos algunos con competencias específicas en materia de derechos
fundamentales. Entre ellos destacaremos a:
- Alto
Comisionado para las Minorías Nacionales(ACMN), creado en 1992 para responder a
las tensiones étnicas con potencial suficiente para convertirse en un conflicto
en el ámbito espacial de la OSCE. Su sede se encuentra en La Haya.
- Oficina
para las Instituciones Democráticas y los Derechos Humanos (OIDDH). Este
órgano, denominado en su origen Oficina para las Elecciones Libres, se halla
establecido en Varsovia y entre sus
cometidos se encuentra el de promover los derechos humanos, la democracia y el
imperio del derecho. Se encuentra enmarcado en el concepto más amplio de
dimensión humana.
- Misiones
OSCE. Con la finalidad básica de servir como instrumento para la prevención de
conflictos y la gestión de crisis, incluyen a menudo en sus mandatos
disposiciones relativas a derechos humanos.
Expuesta
sucintamente la dinámica institucional, observamos que la misma se basa en
mecanismos de control y protección ciertamente políticos e intergubernamentales
lo que nos permite calificarlo como un sistema sumamente endeble donde las
obligaciones se basan más en inspiraciones morales que en normas jurídicamente
obligatorias. En todo caso no es nuestro deseo el mostrarnos en exceso críticos
con esta Organización puesto que en la materia que abordamos cuantos esfuerzos
vengan a sumar deben ser bien recibidos, con independencia del deseo que nos
inunda de que el grado de eficacia de los mismos alcance niveles
significativos. En todo caso, la crítica contemporánea va ligada a la
pervivencia de lo criticado, lo que nos lleva a concluir que el mero hecho de
plantear observaciones negativas sobre un sistema es, en último término, un
reconocimiento de su existencia y vigencia.
Para
finalizar con este breve acercamiento voy a referirme a la Cumbre de Jefes de
Estado y de Gobierno de los Estados participantes de la OSCE que tuvo lugar en
el pasado mes de diciembre de 1996 en Lisboa. En ella, los Estados se
encomendaron a la solución de los gravas problemas que en materia de dimensión
humana concurren en la actualidad como, por ejemplo, la migración involuntaria,
la no democratización, las amenazas a la independencia de los medios de
comunicación, el fraude electoral y las manifestaciones de nacionalismo
agresivo, racismo, chauvinismo, xenofobia y antisemitismo.
Precisamente,
en materia de medios de comunicación, a iniciativa del gobierno alemán, se ha
encomendado al Consejo Permanente la elaboración de un mandato que concluya con
el nombramiento, no antes del Consejo Ministerial que se celebrará en
Copenhague en diciembre de 1997, de un representante de la OSCE sobre la
libertad de los medios de comunicación.
A
continuación pasaré a enumerar de forma detallada las actividades realizadas
por la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa durante 1996.
Dicha labor la vamos a agrupar en dos ámbitos, coincidiendo con la terminología
empleada por la propia institución:
a) Pronta alerta, prevención de conflictos y
gestión de crisis
En esta
área de actuación, una de las principales de la OSCE, cabe destacar el
establecimiento de misiones de larga duración de la OSCE en diversos países.
Las misiones OSCE desplegadas durante el pasado año 1996 han sido las de:
Kosovo, Sandjak y Vojvodina (República Federativa de Yugoslavia -Serbia y
Montenegro-); Skopje (antigua República de Macedonia); Georgia; Estonia;
Moldavia; Letonia; Tadyikistán; Sarajevo; Ucrania; Bosnia-Herzegovina y
Croacia.
En el
mandato de estas misiones se incluyen tareas que varían desde, por ejemplo, la
asistencia al país de que se trate en el proceso de transformación democrática
hasta la estabilización de situaciones posteriores a conflictos, prestando su ayuda
para el proceso de reconciliación nacional. En todo caso en dichos mandatos
suelen incluirse cometidos vinculados a derechos humanos. Así, los asuntos
referidos a la Dimensión Humana, a la democracia y a la construcción del
imperio de la ley son elemento esencial e indispensable en sus funciones. En
ellas, es igualmente frecuente la colaboración con otras organizaciones
internacionales activas en el marco de sus respectivas competencias como lo
demuestra la colaboración habida con el Consejo de Europa y la Organización de
las Naciones Unidas.
La más
relevante de las misiones desplegadas sobre el terreno por la OSCE es, sin
duda, la Misión a Bosnia-Herzegovina. Establecida el 8 de diciembre de 1995,
entre sus cometidos se hallan principalmente los siguientes:
-
Supervisar la preparación y realización de elecciones libres e imparciales.
-
Participar en actividades encaminadas a facilitar la vigilancia del control de
armamentos y los arreglos destinados a fomentar la confianza y la seguridad.
- Vigilar
la situación en materia de derechos humanos.
En este
último cometido, la Misión, merced al establecimiento de oficinas auxiliares y
el nombramiento de observadores, pudo informar acerca de las violaciones de
derechos humanos y la situación de derechos humanos en general, con atención
especial a los derechos humanos relacionados con la materia electoral. Ello se
complementó con actividades de promoción, tales como el establecimiento de
contactos con organizaciones locales de derechos humanos y el desarrollo de
diálogos entre importantes colectivos locales.
En una
vertiente mucho más concreta, la Misión apoyó a los tres defensores de los
derechos humanos de la Federación de Bosnia-Herzegovina, representantes de los
tres grupos étnicos principales.
Por
último, en aplicación del Acuerdo de Dayton se creó un órgano nacional con
carácter internacional durante sus primeros cinco años de vida, la Comisión de
Derechos Humanos. Ésta se compondrá a su vez de un Defensor de los Derechos
Humanos, cargo que en la actualidad ostenta la suiza Sra. Gret Haller, y por
una Cámara de Derechos Humanos con catorce integrantes que representan a los
principales actores de la Federación.
Además de
las misiones de larga duración de la OSCE, también podemos señalar otras
actuaciones sobre el terreno como, por ejemplo, el Grupo de Asistencia de la
OSCE a Chechenia , con el cometido de acercar a las partes en el conflicto, y
el Representante Personal del Presidente en ejercicio de la OSCE para el
conflicto en el área que es objeto de la Conferencia de Minsk.
b) Protección de las minorías nacionales.
Como
indiqué anteriormente, la OSCE actúa en este campo a través del Alto
Comisionado para las Minorías Nacionales (ACMN). Este órgano funciona como un
instrumento para identificar y promover la pronta solución de las tensiones
étnicas que podrían poner en peligro la paz, la estabilidad o las relaciones
entre los Estados participantes en la OSCE.
El
procedimiento empleado por este organismo consiste en un mecanismo de visitas a
aquellos lugares donde se han detectado problemas concernientes a la materia de
su competencia, es decir, problemas referidos a las minorías nacionales.
Las
visitas que efectúa el ACMN tienen por objeto, normalmente, conocer sobre el
terreno la situación, dialogar con los representantes de las minorías
afectadas, reunirse con las autoridades gubernativas estatales para, en último
término, elaborar un informe. Dicho informe contiene un resumen de los asuntos
tratados en el viaje del Alto Comisionado, así como un análisis a modo de
conclusión de la situación constatada que, en ocasiones, se concreta en una
formulación de recomendaciones.
Durante el
año 1996, el Alto Comisionado para las Minorías Nacionales realizó las
siguientes visitas: Croacia, Estonia, la ex República Yugoslava de Macedonia,
Hungría, Kazajstán, Kirguistán, Letonia, Rumania, Eslovaquia y Ucrania.
Los
principales problemas que se abordaron durante las mencionadas visitas abarcan
un amplio abanico de temas que tienen como común denominador las relaciones
interétnicas.
Entre las
cuestiones que tuvo que afrontar Mr. Max van der Stoel, Alto Comisionado desde
la puesta en marcha de esta institución el 1 de enero de 1993 hasta la
actualidad, se hallan las relativas a las diferencias entre las autoridades nacionales
y regionales, las perspectivas para la repatriación de personas que pertenecían
a minorías nacionales a zonas en las que habían vivido anteriormente, los
problemas relacionados con la posibilidad de obtener la ciudadanía y, por
último, cuestiones relativas a la educación, en especial, la posibilidad de que
los miembros de las minorías reciban educación en su lengua materna.
c) La Dimensión Humana.
Este
término, acuñado de forma particular por la organización objeto de nuestro
estudio, fue definido como las responsabilidades incluidas en el Acta Final de
Helsinki y en otros documentos de la CSCE relativos al respeto de todos los
derechos humanos y las libertades fundamentales, los contactos humanos y otros
asuntos de un marcado carácter humanitario.
Uno de las
carencias derivadas de las obligaciones que los instrumentos implantadores de
la Dimensión Humana incluyen es, como apuntamos anteriormente, la falta de
carácter jurídico vinculante (legally binding) de las mismas lo que nos sitúa
ante compromisos de naturaleza política.
En este
campo, referido a los esfuerzos de la Organización por mejorar los mecanismos
de protección de los derechos humanos y de las libertades fundamentales, la
OSCE se ha sustentado, en gran medida, en uno de sus organismos: la Oficina de
Instituciones Democráticas y Derechos Humanos (OIDDH).
Las
actividades desarrolladas durante el año 1996 se han dirigido a ámbitos de
actuación específicos. Así, el apoyo de la OIDDH a la Misión de la OSCE
multiplicó de forma significativa el trabajo de este órgano. Concretamente, en
tres aspectos se centró la asistencia de la OIDDH: el proceso electoral, los
defensores de los derechos humanos y el proceso de creación de una legislación
moderna.
Además de
esta amplia labor realizada en aplicación de los Acuerdos de Dayton, la OIDDH
ha participado en la vigilancia y supervisión de otros procesos electorales
como los celebrados en Albania, Rusia, Armenia, Lituania, Bulgaria, Moldovia,
Rumania, ex-República Yugoslava de Macedonia y de las elecciones municipales
celebradas en la República Federativa de Yugoslavia, aunque en este último caso
tras su celebración.
Dentro de
esta labor de observación, se controlan todos los factores que, en alguna
medida, puedan afectar al proceso electoral. Así, se verifica la correcta
implantación de la ley electoral, se comprueban los censos, la campaña
electoral, las votaciones, el recuento, etc.
Finalizados
los comicios, la OSCE redacta un informe donde deja constancia de la valoración
final que los mismos le han merecido. En ese informe se constatan, también, los
fallos detectados.
En el
desarrollo de la labor de supervisión de comicios, alcanzó gran notoriedad la
labor de la OSCE en el conflicto surgido de las elecciones municipales
celebradas en la República Federativa de Yugoslavia. En ellas, una delegación
de la Organización fue invitada por el Ministro de Asuntos Exteriores de dicha
República para que supervisara el resultado de dichas elecciones, tras una
anulación de los mismos por el gobierno serbio de Slobodan Milosevic. La OSCE
decidió que fuera el antiguo presidente del gobierno español, Felipe González,
quien en calidad de Representante Personal del Presidente en ejercicio de la
OSCE acudiera a Belgrado. El informe con el que concluyó su visita contenía
cinco puntos claves: la votación celebrada debía considerarse como válida; la
coalición opositora ganó en 13 ciudades y ocho distritos de la ciudad de
Belgrado, donde el gobierno serbio había anulado los resultados aludiendo a
irregularidades denunciadas por el Partido Socialista; el resultado de las
elecciones es favorable a los partidos gubernamentales con carácter global; se
pide a todas las fuerzas políticas que acaten los resultados; y, por último, se
pide a la OSCE que interceda ante Belgrado para que cumpla la voluntad
expresada en las urnas dentro del pleno respeto de los derechos humanos y los
principios democráticos.
Otro
instrumento relevante en el desarrollo de sus funciones es, sin duda, el de la
formación. En ejecución de la misma, la Oficina de Instituciones Democráticas y
Derechos Humanos ha celebrado diversos seminarios, simposios y reuniones. Las
materias abordadas incluyen programas de capacitación, para jueces,
funcionarios, Organizaciones No Gubernamentales, medios de información, etc.; de
difusión de derechos humanos; apoyo a las Misiones; sobre migraciones de la
Confederación de Estados Independientes; y cuestiones relativas a las minorías
romaníes y sinti, esto son, los colectivos de gitanos.