CRONOLOGIA DOCUMENTAL
Unión
Interparlamentaria
Resoluciones
de la 96ta Conferencia.
Promoción
del respeto protección de los derechos de la persona en general y de las
mujeres y niños en particular.
Exhortó a
todos los gobiernos, a los organismos de Naciones Unidas, a la Organización
Mundial del Comercio, al Banco Mundial y al Fondo Monetario Internacional a
tomar medidas apropiadas para reexaminar sus políticas, reequilibrar el orden
económico internacional actual e instaurar relaciones equitativas entre todos
los países.
Subrayó
que los países acreedores deben tomar medidas eficaces para anular o aliviar la
deuda de los países en desarrollo y resolver a término sus problemas de
endeudamiento.
Instó a
todos los gobiernos a asegurar la protección de los derechos fundamentales, de
las mujeres y de las niñas tomando medidas eficaces para aplicar integralmente
la Declaración y el Programa de Acción de Pekín (septiembre 1995), y a todos
los parlamentos a dar cumplimiento a los compromisos que han tomado para poner
en marcha las recomendaciones realizadas.
Condenó
enérgicamente el reclutamiento y enrolamiento de niños en las fuerzas armadas o
grupos armados, considerándolos actos atroces que constituyen una violación de
los derechos humanos fundamentales y por los cuales los responsables deben ser
castigados.
Bregó por
que los Parlamentos Nacionales y los Gobiernos garanticen la enseñanza primaria
obligatoria y la atención medica para todos, en particular para las niñas y los
niños que pertenecen a grupos marginales.
Rechazó
todas las medidas coercitivas o unilaterales, políticas o jurídicas, aplicadas
por un país en contra de otro, dado que esas medidas sancionan a hombres,
mujeres y niños que son extraños a las controversias y a los intereses
políticos y que ellas deben ser consideradas como un atentado a los derechos
humanos.
Solicitó a
los Estados que tomen las medidas necesarias para proscribir la violencia
familiar y escolar y que eviten ampararse en las costumbres, las tradiciones o
la religión para sustraerse de su obligación de eliminar la violencia ejercida
contra mujeres y niños.
Comprometió
a los gobiernos a poner fin a la esterilización y al aborto forzado de las
mujeres, actos que constituyen en todos los casos una violación grave a su
integridad y son usados, en ciertos casos, como estrategias de depuración
étnica.
Prohibición
mundial de las minas antipersonales y la necesidad de un desminado con fines
humanitarios.
Consciente
de que las minas terrestres continúan impidiendo el regreso de los refugiados,
el desarrollo agrícola, la reconstrucción de la infraestructura de las
comunicaciones y el transporte después del fin de las hostilidades, observó con
preocupación que existen aún mas de 110 millones de minas antipersonales
diseminadas en mas de 60 países, de los cuales la mayor parte son países en
desarrollo, y que restan aun 100 millones en el arsenal nacional.
Consternada
por el hecho de que las minas terrestres hayan mutilado alrededor de 250.000
personas en el mundo, de las cuales el 90 % son civiles, esencialmente mujeres
y niños; por el hecho de que son fabricadas alrededor de 10 millones de minas
antipersonales y de que son colocadas 2 millones de nuevas minas cada año;
deploró el hecho de que las operaciones de desminado permitan neutralizar nada
más que 100.000 minas por año aproximadamente.
Solicitó a
los parlamentarios a que exhorten a sus gobiernos a prohibir las minas
antipersonales, a efectuar programas de destrucción de stocks existentes y a
apoyar los esfuerzos realizados en el plano internacional para concluir un
acuerdo internacional de prohibición general que tenga fuerza obligatoria.
Asimismo,
pidió a la comunidad internacional, por intermedio de las Naciones Unidas,
establecer un registro internacional sobre la transferencia y el comercio de
las minas antipersonales.
Bregó por
que los Estados expertos en desminado suministren asistencia y consejos
técnicos a los países que lo necesiten, y contribuyan así a la formación de
equipos locales de desminado; como así también que colaboren con los organismos
humanitarios como el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), las
sociedades nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja en sus
actividades, en particular, en sus programas de sensibilización acerca de los
peligros que presentan las minas y la ayuda a las víctimas.
Comprometió
a la Unión a trabajar, en cooperación con otros organizaciones internacionales,
para lograr una prohibición total de las minas antipersonales.
Políticas
y estrategias para asegurar el derecho a la alimentación a la hora de la
globalización de la economía y de la liberación de los cambios.
Observó
con preocupación que alrededor de 800 millones de personas sufren de
subalimentación crónica en los países en desarrollo y que alrededor de 200
millones de niños de menos de cinco años sufren carencias proteico energéticas.
Subrayando
la grave situación creada por la disminución de la producción alimentaria
mundial, el agotamiento de una gran parte de stocks y la merma de
aprovisionamiento a un nivel próximo al umbral crítico para la seguridad
alimenticia, marcó la necesidad de alentar y aumentar la producción
alimentaria, particularmente en Africa y en los países menos avanzados, a fin
de promover el crecimiento económico y el progreso social y contribuir
activamente a resolver problemas de hambre y de malnutrición.
Solicitó a
los países en desarrollo que se industrialicen mas rápidamente y que
diversifiquen sus estructuras económicas con el objetivo de acrecentar la
producción alimentaria agrícola, subrayando la importancia de financiar la
inversión en dicho sector, como así también la creación de estructuras de
comercialización y distribución necesarias, a fin de asegurar un
aprovisionamiento alimentario suficiente con una distribución justa de las
mercaderías.
Exhortó a
los países en desarrollo a adoptar políticas eficaces para contrarrestar los
efectos negativos de las fluctuaciones de los precios de las mercaderías
alimentarias sobre el mercado internacional.
Asimismo,
solicitó a todo los países, en el espíritu de la Organización Mundial del
Comercio (OMC), liberalizar los mercados para facilitar los cambios de
productos agrícolas con los países pobres y crear excepciones especificas para
los países en desarrollo, en los cuales el sector agrícola juega un rol clave
en la economía nacional.
Reafirmó
que el derecho a la alimentación es uno de los derechos humanos fundamentales,
y reprobó toda utilización del tema como medio de presión político o económico
sobre otros países.