DEPARTAMENTO DE AMERICA LATINA Y EL CARIBE
Presentación:
Rubén
Geneyro
Documentos:
Manuela
Moccero
Cronología:
Lidia
Aguirre, Agustina Pereira
Presentacion
América
Latina: dos realidades, dos tiempos.
La tendencia
de los últimos años en América Latina ha sido, a partir de los análisis sobre
los acontecimientos políticos más relevantes y de los resultados socioeconómicos,
encontrar que las brechas entre los "números" macroeconómicos
y la situación social, derivadas de las dominantes políticas neoliberales
implementadas, se proyectan por realidades distintas; y que los
tiempos de los discursos pronunciados por quienes pretenden combatir las
duras consecuencias de sus políticas y los hechos cotidianos, transcurren
demasiado alejados.
Y es aquí
donde deberíamos plantearnos si existe, falta de iniciativas para acercar estas
realidades y estos tiempos, o si el desmedido apego a un "modelo" no
da margen al cambio de estas circunstancias recurrentes en la región.
El año
1996, ha demostrado que la tarea será compleja, pero decisiva para otorgar a
los incipientes éxitos democráticos y macroeconómicos el contenido de justicia
que esperanzadamente se consideró desde los inicios del resurgimiento de la
democracia en la región.
- Dos
realidades
Los principales
datos macroeconómicos del año 1996 determinaron un despegue de los
duras consecuencias del "efecto tequila" (particularmente para
el propio México y para Argentina), y marcó el crecimiento de la economía
de América Latina y el Caribe en un 3,1%. Aun cuando cabe aclarar que "sólo
cinco países (Bolivia, Chile, Guyana, Nicaragua y República Dominicana) presentaron
un crecimiento superior al 4% en 1996, mientras que en 1995 fueron 12 los
países que excedieron esta cifra"1 .
Este
cambio de tendencia también puede observarse en la importante entrada de capitales
(u$s 60.000 millones netos), con gran participación de los privados (cuando en
1995 fueron especialmente públicos, para colaborar ante la crisis mexicana) y
con empréstitos que marcaron un importante aumento en los plazos de
vencimientos obtenidos.
Las
exportaciones reales de bienes y servicios aumentaron un 7,3%, y las inversiones
un 6%, aunque en este caso reflejan particularmente la recuperación de
Argentina y México, y una desaceleración en el resto de la región.
En cuanto
a la inflación y los déficits fiscales disminuyeron, y
continuaron las reformas estructurales, a través de privatizaciones y la
liberalización comercial.
Lo
expresado sintetiza una importante recuperación de estos aspectos en la región
tras soportar un difícil 1995, siendo por si solos alentadores sobre las
"posibles" consecuencias que hayan generado en los habitantes. Pero
hasta aquí, una de las realidades.
La otra
realidad, "la situación del mercado de trabajo es el aspecto más
negativo en el panorama económico de la región en 1996, puesto que el desempleo
aún no comienza a descender, después de que en 1995 llegara a su nivel más alto
en los años noventa; además, en términos generales, los salarios reales
se han mantenido estacionarios. En cuatro de los siete países en que se
disponía de datos sobre el empleo correspondiente al primer semestre, la
desocupación resultó ser superior a la registrada en el mismo período del año
precedente. Para el conjunto de esos siete países, la tasa de ocupación
descendió de 54,0% a 53,5%. El promedio de los salarios reales no aumentó, o se
redujo en la mayoría de los ocho países sobre los que se contaba con
información, salvo Chile y Brasil"2 .
Y en
estos aspectos, es importante contar con los estudios de los organismos
internacionales para fundamentar las opiniones sobre lo que está aconteciendo
"realmente" en la región, ya que han sido los que permanentemente
alentaron la implementación de estos planes, pese a estar actualmente alertando
sobre los efectos "no deseados".
Así el
Banco Mundial. expresa3 "Sin embargo, la pobreza y la desigualdad
constituyen el talón de Aquiles del desarrollo en América Latina. Casi la
cuarta parte de la población de la región subsiste con menos de $ 1 al día.
Entre el 10% y el 20% más pobre, que suele estar integrado por indígenas, vive
en zonas rurales.... Con todo la mayor parte del aumento de la pobreza en la
región en los últimos 10 ó 15 años ha tenido lugar en las ciudades, fenómeno
que es relativamente nuevo y difícil de abordar. La pobreza también se vincula
estrechamente con la distribución del ingreso, que sigue siendo muy
asimétrica en la mayoría de las naciones de la región".
Agregando
al referirse al perfeccionamiento de los recursos humanos, "el desarrollo
de capital humano es otro gran desafío... La población adulta de éstos, tiene
un promedio de 5,2 años de educación, cifra que coloca a estos países
unos dos años a la zaga de las naciones de nivel comparable de desarrollo.
Además de ampliar el acceso a las oportunidades de educación para los pobres,
reviste importancia vital mejorar la calidad de la educación, sobre todo la de
nivel primario. Unos 100 millones de personas de la región carecen de acceso a
servicios básicos de salud, y anualmente nacen unos 2,2 millones de
bebés sin asistencia médica. En consecuencia, la aparición de enfermedades
es mucho mayor de la que cabe esperar teniendo en cuenta el nivel medio de
ingreso de la región".
En esta
última apreciación quedan demostradas claramente las dos realidades que los
números pueden demostrarnos. "Los promedios" difícilmente puedan
esclarecer sobre las condiciones de vida de millones de personas en
América Latina y el Caribe. Y lo preocupante, es que en años de crecimiento
- y bajo las "recetas" recomendadas - se ha agudizado la brecha y el
descontento.
Pese a lo
expuesto, sigue existiendo una firme propensión desde algunos gobiernos a
profundizar el modelo, llevando la discusión - en pos de la necesidad de competir
internacionalmente - hacia determinados aspectos, como la flexibilización
laboral, la necesidad de bajar costos, etc. Ya que consideran que de esa forma
se crearán las fuentes de trabajo necesarias para comenzar a revertir esta
compleja situación social.
Pero no
todas las voces juzgan a este camino como el apropiado, como la OIT4 o cuando no perverso5 . Y seguramente será poco indicado para
contribuir a mejorar la forma de distribución de los beneficios o de superar
los costos de la transformación.
Por lo
tanto, 1996 lamentablemente no ha sido el punto de partida para revertir los
paradigmas de los noventa en América Latina, sino que seguramente pueda
considerárselo otro paso más en el distanciamiento de estas realidades, que
igualmente suelen encontrarse muy a menudo y con resultados poco alentadores.
- Dos
tiempos
Otra situación
dual se puede observar al analizar los acontecimientos políticos más trascendentes
del año (a través de discursos y documentos), que resaltan la constante
preocupación por aspectos conflictivos en la región (corrupción, terrorismo,
violencia, baja representatividad de las instituciones...), y que marcan serias
dificultades para su desarrollo, y los hechos que se han venido sucediendo
- y en muchos casos por la inoperancia, amparo u omisión de los propios gobiernos
-.
La X
Cumbre del Grupo de Río recogió los puntos de consenso entre 14 países de
América Latina y el Caribe, "en el marco del foro político anual de más
alto nivel de la región. Democracia y lucha contra la pobreza, desarrollo
sostenible, integración y comercio, diálogo con la Unión Europea, lucha contra
las drogas y la corrupción e integración cultural, ocuparon la atención de los
deliberantes" 6
La VI
Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno en su "Declaración
de Viña del Mar" trató tres aspectos principales "gobernabilidad para
una democracia eficiente y participativa", "la cooperación derivada
de las Cumbres de la Conferencia Iberoamericana" y los "asuntos de
especial interés" (dentro de los que se mencionó derechos humanos,
desarrollo sostenible, pobreza y exclusión, tráfico de drogas, terrorismo,
desarme, asuntos de integración, etc.).
También
la Organización de Estados Americanos ha concretado por una parte la
"Declaración de Lima para prevenir , combatir y eliminar el
terrorismo", y por otra la "Convención Interamericana contra la
corrupción".
Pero,
frente a ello, observamos la multiplicación de hechos muy preocupantes
para una región que debe disputar, aun en un contexto internacional benévolo,
el interés de los "necesarios" inversores externos y conseguir la
aprobación de sus respectivas sociedades sobre el camino tomado.
Y entre
esos hechos pueden mencionarse:
A) - los
actos de corrupción como:
- las sospechas sobre el Presidente de Colombia , Ernesto Samper, de
recibir aportes del narcotráfico para su campaña presidencial (que originó una
inusual reacción por parte los EE.UU. al quitarle la visa),
- la condena al ex presidente de Venezuela, Carlos Andrés Pérez, por
malversación de fondos secretos destinados a la seguridad nacional,
- en Uruguay (con las denuncias sobre funcionarios del gobierno de
Lacalle), en Argentina (con 100 funcionarios investigados por corrupción, ej.
Banco Nación-IBM), en Ecuador (con la huida de su vicepresidente por
acusaciones de desfalco), en Brasil (con los fraudes en instituciones
financieras), etc..
Estos ha llevado a un gran descreimiento en los políticos y en los
partidos7 como mecanismos para la solución de los
problemas que golpean a la sociedad, lo cual finalmente genera un descrédito
profundo en el propio sistema democrático. Y las mediciones no dejan dudas,
según Latinobarómetro el "grado de satisfacción con el funcionamiento de
la democracia" marca a el 28% como satisfechos, al 42% no muy satisfechos
y al 20% nada satisfecho.
Allí encontramos razón suficiente para que se generen instrumentos
apropiados que tornen más eficientes y transparentes a los gobiernos a través
de la restauración de las instituciones básicas.
B) el incremento de la violencia en la mayor parte del continente como
señal de alerta al aumento de la pobreza, la desocupación y la desigualdad
social, lo que se encuentra estrechamente vinculado con la temática anterior. Y
así lo expresa el sociólogo norteamericano James Petras al considerar:
"observamos el aumento de la delincuencia como respuesta a la falta de
salidas políticas. Como no hay formas colectivas de actuar, la tendencia es a
entrar en el contrabando, en la droga y en las actividades de pandillas. Es una
manera de conseguir los recursos que faltan en los canales legales". Y en
este sentido puede citarse un ejemplo: "Hace 30 años, el ingreso anual de
un empleado en Colombia era cinco veces mayor que el lucro que dejaba en
promedio un acto delictivo. Hacia 1992, un acto delictivo dejaba mucho más que
un salario anual promedio"8 .
Pero también la violencia se ha reflejado en los reclamos sociales como
en Chiapas, donde el planteo básico ha sido la humanización del reparto del
ingreso a través de democracia, salud, tierra y libertad9 .. En Brasil, a través de las innumerables crónicas sobre los
enfrentamientos del Movimiento de los Sin Tierra y los hacendados; las actos de
violencia en las huelgas y las movilizaciones de campesinos en Paraguay, que se
han repetido en Colombia y Bolivia, entre otros tantos hechos.
Pero que no deben considerarse bajos los mismos parámetros de otro
suceso particular del año 1996, el resurgimiento de grupos guerrilleros
C) las acciones terroristas en Perú, Chile, Colombia y México lo
han demostrado. En Perú pese a la derrota política y militar que sufrieron
tanto Sendero Luminoso como Tupac Amarú, han dado frecuentes golpes llevando el
caso a repercusiones internacionales con la toma de la Residencia del Embajador
de Japón. En Chile se dio a partir del resurgimiento del Frente Patriótico
Manuel Rodríguez con la fuga de su cúpula en momentos de fuertes presiones de
la derecha sobre el Presidente Eduardo Frei.
En México puede encuadrarse en este marco, distinto a la problemática
de Chiapas, a la aparición del Ejército Popular Revolucionario que tiene un
discurso de tipo senderista con una voluntad compulsiva de recurrir a la
violencia.
En Colombia se está muy lejos de encarrilar pacíficamente la disputa
más antigua de América Latina, tras 40 años de lucha y con una evolución
distinta al resto dada su gran capacidad militar y la perdida de sustentación
ideológica.
Por último, es muy valioso destacar el arribo a un acuerdo de paz entre
el gobierno de Guatemala del Presidente Alvaro Arzú (a menos de un año de haber
asumido) y la Unión Nacional Revolucionaria de Guatemala (UNRG), tras 36 años
de enfrentamientos, en momentos tan complejos, como la breve reseña expuesta lo
demuestra.
"El semanario británico The Economist dedicó su última tapa a
anunciar artículos que - explorando los casos mexicano, colombiano, el peruano
de Sendero Luminoso y las crecientes inquietudes sociales en países como el
Brasil y la Argentina- especulaban con la posibilidad de una "reacción
violenta" de América latina contra democracias que reservan sus libertades
solo para aquellos que pueden pagarlas y que son, cada vez, menos.
Importa, y mucho, saber si lo de Guatemala se inscribe en las promesas
del pasado cercano de resurgimiento democrático o si es la excepción destinada
a confirmar la tendencia de un nuevo desliz latinoamericano hacia el agujero
negro de la violencia colectiva. Porque lo cierto es que ningún proceso de paz
sobrevivirá demasiado tiempo si no encuentra un marco social de prosperidad y
justicia"10 .
Y en este caso, la comunidad internacional lo ha entendido, ya que
existe la promesa de aportarle a Guatemala, en los próximos cuatros años, u$s
1.900 millones para apoyar el plan de paz, integrando en la economía a las
poblaciones indígenas, mejorando los servicios sociales y fortaleciendo
institucionalmente al gobierno.
D) Por último, entre otros aspectos también puede citarse, el descrédito
de la justicia por su falta de independencia, la irrupción del
narcotráfico en los distintos estratos de poder, etc., que ha llevado a los
mismos organismos internacionales a plantearlo abiertamente, aún cuando sea
para sostener el modelo económico, "Estos problemas de gobernabilidad
amenazan el crecimiento económico y dificultan una distribución equitativa de
la creciente riqueza. Un mal gobierno puede llegar a socavar la confianza
pública hasta el punto de provocar una reacción negativa hacia las reformas11 .
Por lo
tanto, es evidente que si no surgen hechos concretos que den correlato a las
expectativas generadas en los acontecimientos políticos regionales, seguramente
la sociedad seguirá aumentando el descrédito hacia los representantes y las
instituciones, lo que ocasionará un serio perjuicio a las democracias
latinoamericanas. Y los propios mandatarios lo tienen en claro "este
descontento creciente representa el mayor desafío jamás planteado a los
reformistas del continente. El presidente de Chile, Eduardo Frei, parece
haber captado el mensaje. A principios de este mes, aprovechó la reunión de los
gobernantes latinoamericanos e ibéricos para encarecer la necesidad de
"gobernabilidad en pos de una democracia eficiente y participativa". Ello
implica que también los altos funcionarios se sienten frustrados por la
lentitud de las reformas. Y están tratando de arbitrar nuevos expedientes para
alentar el crecimiento y acelerar su traducción en beneficios sociales. El
tiempo no parece estar de su lado."12 .
Las
expectativas generadas en la integración regional
Por último,
cabe destacar la consolidación de un nuevo marco en las relaciones entre
los países latinoamericanas, resaltada en la multiplicación de procesos
integracionistas, y de acuerdos políticos persiguiendo acciones conjuntas
frente a problemáticas comunes, aun en temas sensibles para la región, como
en materia de defensa.
Y aquí
"el Mercosur ha podido reafirmar el significado que reviste como núcleo
motorizador de la integración para otros países de América Latina"13 .
Y en esas
circunstancias "se destacan los nuevos acuerdos celebrados por el Mercosur
con Bolivia y Chile, y por Canadá con Chile, la reiniciación de las
negociaciones entre México y el Triángulo del Norte de Centroamérica, las
conversaciones comerciales entre México y Ecuador, y la continuación de las
tratativas de 34 países de la región para la eventual negociación del Área de
Libre Comercio de las Américas..... Esta evolución favorable se manifiesta en
forma intensa en el comercio intrarregional, ya que en todos los grupos, con
excepción de la Comunidad Andina, éste se incrementó significativamente en
1996".14 .
Esta
simple enumeración da cuenta del alto grado de relación existente en la región,
para lo cual es importante resaltar otros hechos que han acontecido durante
1996, como:- la presión ejercida por los países latinoamericanos frente a los
actos de sublevación en Paraguay, que posibilitaron la continuidad del
Presidente Juan Carlos Wasmosy; - el enérgico rechazo, a través de las
instancias políticas regionales, a las medidas de EE.UU. contra Cuba y
Colombia, - las modificaciones adoptadas por la bloque andino "en el que se
crea la Comunidad Andina y el Sistema Andino de Integración, nuevo marco
jurídico que responde a los retos que plantean los cambios en la economía
mundial al proceso de integración sugbregional", o - la firme posición de
negociar en bloque en el marco del ALCA por parte del Mercosur, tal vez el más
firme instrumento que EE.UU. ha planificado para diluir la importancia relativa
de los esquemas subregionales en América Latina.
Todo esto
nos enfrenta a crecientes expectativas sobre el perfil que adoptará América
Latina en este contexto internacional, y así lo confirman la gradual
participación de los diversos sectores sociales en la búsqueda de ser actores
de esta nueva realidad, y en las múltiples vinculaciones con las áreas más prósperas
del mundo, que se refleja en la intención de no perder presencia en estas
latitudes (y las diversas acciones de la Unión Europea y EE.UU. lo demuestran
claramente).
Tal
vez el mayor desafío de este acercamiento, entre los países de la región, sea el
de transformarse en el instrumento capaz de aproximar estas realidades y estos
tiempos descriptos, que
tanto debilitan las potencialidades de Latinoamérica. Y eso será posible en
la medida en que no trasladen, a los esquemas comunes, ciertos errores que han
cometido individualmente.
Por
último, debemos destacar el trabajo realizado por los miembros del Departamento
para cumplir con nuestra participación en el Anuario 1997. Manuela Moccero
estuvo a cargo de la sección Documentos, mientras que Lidia Aguirre y Agustina
Pereira concretaron la Cronología.
Ruben
Alberto Geneyro
Coordinador
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1
"América Latina y el Caribe en 1996". BID Banco Interamericano de
Desarrollo, pág. 1.
2
Panorama Económico de América Latina 1996. CEPAL -Comisión Económica para América
Latina - Pág. 6.
3
"Informe Anual 1996" Banco Mundial, pág 126
4
"El empleo en el mundo 1996/7, Organización Internacional del Trabajo,
diciembre de 1996 "La flexibilidad laboral no es la solución al desempleo.
La rigidez del mercado laboral no es la causa de la desocupación. En los países
en desarrollo los costos laborales son más bien modestos. Los salarios mínimos
distan de lo que prevén las normas internacionales y hay poca protección a los
trabajadores descalificados o desempleados";
5
James Petras, sociólogo norteamericano, al opinar sobre la baja en tasa de
desempleo en EE.UU.: "Las cifras son engañosas. Lo que hay que analizar es
el mercado de trabajo. Nosotros lo hicimos y observamos que la desocupación
baja a costo del empleo mal pagado. No me refiero a un trabajo remunerado
debajo de la línea de pobreza. Todo en la fórmula norteamericana se aumenta el
empleo bajando los salarios y eliminando los beneficios sociales. Mientras que
la solución europea es aumentar el desempleo manteniendo el Estado de
Bienestar". Clarín 7-7-96
6
Carta Mensual, Nº 2, INTAL, setp.96
7
"Para subsistir, el PRI ha borrrado su indentidad simbólica y se presenta
como un partido de candidatos sin patrocinio alguno. El logo del PRI ocupa el
2% de la propaganda" en "México: vientos de cambio" por Carlos
Monsicais, Clarín 6-7-97.
8
"El costo oculto del delito" por Paul Cons-tance, en EL BID, marzo de
1997.
9
Jorge Castañeda no considera al EZLN un movimiento guerrillero, sino como
"el primer esfuerzo exitoso en América Latina de organizar a los
desorganizados" - Clarín 1-9-96
10
"América Latina: la paz cercada", Oscar Raúl Cardoso, Clarín 7-11-96.
11
"Gobierno de calidad: el próximo reto" por Jorge Carrillo en El BID,
noviembre de 1996.
Con una
visión distinta Alcadio Oña expresa: "En resumidas cuentas, no hay un
nuevo Fondo Monetario que ahora se preocupa por la dependencia del Poder
Judicial y la desigualdad social. Lo que se pretende es que los países que ya
han abierto y desregulado sus economías y que han privatizado sus empresas
públicas tengan una "buena gestión de gobierno". Esto significa que
tengan buenos administradores, que eliminen los focos de corrupción y que
eviten que el gasto social no se esfume en algunos despachos oficiales antes de
llegar al destino que tenía asignado. Eso si, cada vez, que haya que ir al FMI
a pedir un crédito habrá que cumplir con sus recetas tradicionales".
12
The Economist en La Nación, La Nación 2, de enero de 1997.
13
"Evolución del proceso de integración en América Latina y el Caribe
durante el período 1995-96, BID-INTAL.
14
Integración y comercio en América - Una estimación preliminar del comercio en
1996" Banco Interamerciano de Desarrollo, Diciembre de 1996.