Anuario de Relaciones Internacionales, Año 1997 Departamento de

 

DEPARTAMENTO DE AMERICA LATINA Y EL CARIBE

 

Presentación:

Rubén Geneyro

 

Documentos:

Manuela Moccero

 

Cronología:

Lidia Aguirre, Agustina Pereira

 

 

Presentacion

 

América Latina: dos realidades, dos tiempos.

La tendencia de los últimos años en América Latina ha sido, a partir de los análisis sobre los acontecimientos políticos más relevantes y de los resultados socioeconómicos, encontrar que las brechas entre los "números" macroeconómicos y la situación social, derivadas de las dominantes políticas neoliberales implementadas, se proyectan por realidades distintas; y que los tiempos de los discursos pronunciados por quienes pretenden combatir las duras consecuencias de sus políticas y los hechos cotidianos, transcurren demasiado alejados.

Y es aquí donde deberíamos plantearnos si existe, falta de iniciativas para acercar estas realidades y estos tiempos, o si el desmedido apego a un "modelo" no da margen al cambio de estas circunstancias recurrentes en la región.

El año 1996, ha demostrado que la tarea será compleja, pero decisiva para otorgar a los incipientes éxitos democráticos y macroeconómicos el contenido de justicia que esperanzadamente se consideró desde los inicios del resurgimiento de la democracia en la región.

 

- Dos realidades

Los principales datos macroeconómicos del año 1996 determinaron un despegue de los duras consecuencias del "efecto tequila" (particularmente para el propio México y para Argentina), y marcó el crecimiento de la economía de América Latina y el Caribe en un 3,1%. Aun cuando cabe aclarar que "sólo cinco países (Bolivia, Chile, Guyana, Nicaragua y República Dominicana) presentaron un crecimiento superior al 4% en 1996, mientras que en 1995 fueron 12 los países que excedieron esta cifra".

Este cambio de tendencia también puede observarse en la importante entrada de capitales (u$s 60.000 millones netos), con gran participación de los privados (cuando en 1995 fueron especialmente públicos, para colaborar ante la crisis mexicana) y con empréstitos que marcaron un importante aumento en los plazos de vencimientos obtenidos.

Las exportaciones reales de bienes y servicios aumentaron un 7,3%, y las inversiones un 6%, aunque en este caso reflejan particularmente la recuperación de Argentina y México, y una desaceleración en el resto de la región.

En cuanto a la inflación y los déficits fiscales disminuyeron, y continuaron las reformas estructurales, a través de privatizaciones y la liberalización comercial.

Lo expresado sintetiza una importante recuperación de estos aspectos en la región tras soportar un difícil 1995, siendo por si solos alentadores sobre las "posibles" consecuencias que hayan generado en los habitantes. Pero hasta aquí, una de las realidades.

La otra realidad, "la situación del mercado de trabajo es el aspecto más negativo en el panorama económico de la región en 1996, puesto que el desempleo aún no comienza a descender, después de que en 1995 llegara a su nivel más alto en los años noventa; además, en términos generales, los salarios reales se han mantenido estacionarios. En cuatro de los siete países en que se disponía de datos sobre el empleo correspondiente al primer semestre, la desocupación resultó ser superior a la registrada en el mismo período del año precedente. Para el conjunto de esos siete países, la tasa de ocupación descendió de 54,0% a 53,5%. El promedio de los salarios reales no aumentó, o se redujo en la mayoría de los ocho países sobre los que se contaba con información, salvo Chile y Brasil".

Y en estos aspectos, es importante contar con los estudios de los organismos internacionales para fundamentar las opiniones sobre lo que está aconteciendo "realmente" en la región, ya que han sido los que permanentemente alentaron la implementación de estos planes, pese a estar actualmente alertando sobre los efectos "no deseados".

Así el Banco Mundial. expresa "Sin embargo, la pobreza y la desigualdad constituyen el talón de Aquiles del desarrollo en América Latina. Casi la cuarta parte de la población de la región subsiste con menos de $ 1 al día. Entre el 10% y el 20% más pobre, que suele estar integrado por indígenas, vive en zonas rurales.... Con todo la mayor parte del aumento de la pobreza en la región en los últimos 10 ó 15 años ha tenido lugar en las ciudades, fenómeno que es relativamente nuevo y difícil de abordar. La pobreza también se vincula estrechamente con la distribución del ingreso, que sigue siendo muy asimétrica en la mayoría de las naciones de la región".

Agregando al referirse al perfeccionamiento de los recursos humanos, "el desarrollo de capital humano es otro gran desafío... La población adulta de éstos, tiene un promedio de 5,2 años de educación, cifra que coloca a estos países unos dos años a la zaga de las naciones de nivel comparable de desarrollo. Además de ampliar el acceso a las oportunidades de educación para los pobres, reviste importancia vital mejorar la calidad de la educación, sobre todo la de nivel primario. Unos 100 millones de personas de la región carecen de acceso a servicios básicos de salud, y anualmente nacen unos 2,2 millones de bebés sin asistencia médica. En consecuencia, la aparición de enfermedades es mucho mayor de la que cabe esperar teniendo en cuenta el nivel medio de ingreso de la región".

En esta última apreciación quedan demostradas claramente las dos realidades que los números pueden demostrarnos. "Los promedios" difícilmente puedan esclarecer sobre las condiciones de vida de millones de personas en América Latina y el Caribe. Y lo preocupante, es que en años de crecimiento - y bajo las "recetas" recomendadas - se ha agudizado la brecha y el descontento.

Pese a lo expuesto, sigue existiendo una firme propensión desde algunos gobiernos a profundizar el modelo, llevando la discusión - en pos de la necesidad de competir internacionalmente - hacia determinados aspectos, como la flexibilización laboral, la necesidad de bajar costos, etc. Ya que consideran que de esa forma se crearán las fuentes de trabajo necesarias para comenzar a revertir esta compleja situación social.

Pero no todas las voces juzgan a este camino como el apropiado, como la OIT o cuando no perverso. Y seguramente será poco indicado para contribuir a mejorar la forma de distribución de los beneficios o de superar los costos de la transformación.

Por lo tanto, 1996 lamentablemente no ha sido el punto de partida para revertir los paradigmas de los noventa en América Latina, sino que seguramente pueda considerárselo otro paso más en el distanciamiento de estas realidades, que igualmente suelen encontrarse muy a menudo y con resultados poco alentadores.

 

- Dos tiempos

Otra situación dual se puede observar al analizar los acontecimientos políticos más trascendentes del año (a través de discursos y documentos), que resaltan la constante preocupación por aspectos conflictivos en la región (corrupción, terrorismo, violencia, baja representatividad de las instituciones...), y que marcan serias dificultades para su desarrollo, y los hechos que se han venido sucediendo - y en muchos casos por la inoperancia, amparo u omisión de los propios gobiernos -.

La X Cumbre del Grupo de Río recogió los puntos de consenso entre 14 países de América Latina y el Caribe, "en el marco del foro político anual de más alto nivel de la región. Democracia y lucha contra la pobreza, desarrollo sostenible, integración y comercio, diálogo con la Unión Europea, lucha contra las drogas y la corrupción e integración cultural, ocuparon la atención de los deliberantes"

La VI Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno en su "Declaración de Viña del Mar" trató tres aspectos principales "gobernabilidad para una democracia eficiente y participativa", "la cooperación derivada de las Cumbres de la Conferencia Iberoamericana" y los "asuntos de especial interés" (dentro de los que se mencionó derechos humanos, desarrollo sostenible, pobreza y exclusión, tráfico de drogas, terrorismo, desarme, asuntos de integración, etc.).

También la Organización de Estados Americanos ha concretado por una parte la "Declaración de Lima para prevenir , combatir y eliminar el terrorismo", y por otra la "Convención Interamericana contra la corrupción".

Pero, frente a ello, observamos la multiplicación de hechos muy preocupantes para una región que debe disputar, aun en un contexto internacional benévolo, el interés de los "necesarios" inversores externos y conseguir la aprobación de sus respectivas sociedades sobre el camino tomado.

Y entre esos hechos pueden mencionarse:

A) - los actos de corrupción como:

- las sospechas sobre el Presidente de Colombia , Ernesto Samper, de recibir aportes del narcotráfico para su campaña presidencial (que originó una inusual reacción por parte los EE.UU. al quitarle la visa),

- la condena al ex presidente de Venezuela, Carlos Andrés Pérez, por malversación de fondos secretos destinados a la seguridad nacional,

- en Uruguay (con las denuncias sobre funcionarios del gobierno de Lacalle), en Argentina (con 100 funcionarios investigados por corrupción, ej. Banco Nación-IBM), en Ecuador (con la huida de su vicepresidente por acusaciones de desfalco), en Brasil (con los fraudes en instituciones financieras), etc..

Estos ha llevado a un gran descreimiento en los políticos y en los partidos como mecanismos para la solución de los problemas que golpean a la sociedad, lo cual finalmente genera un descrédito profundo en el propio sistema democrático. Y las mediciones no dejan dudas, según Latinobarómetro el "grado de satisfacción con el funcionamiento de la democracia" marca a el 28% como satisfechos, al 42% no muy satisfechos y al 20% nada satisfecho.

Allí encontramos razón suficiente para que se generen instrumentos apropiados que tornen más eficientes y transparentes a los gobiernos a través de la restauración de las instituciones básicas.

B) el incremento de la violencia en la mayor parte del continente como señal de alerta al aumento de la pobreza, la desocupación y la desigualdad social, lo que se encuentra estrechamente vinculado con la temática anterior. Y así lo expresa el sociólogo norteamericano James Petras al considerar: "observamos el aumento de la delincuencia como respuesta a la falta de salidas políticas. Como no hay formas colectivas de actuar, la tendencia es a entrar en el contrabando, en la droga y en las actividades de pandillas. Es una manera de conseguir los recursos que faltan en los canales legales". Y en este sentido puede citarse un ejemplo: "Hace 30 años, el ingreso anual de un empleado en Colombia era cinco veces mayor que el lucro que dejaba en promedio un acto delictivo. Hacia 1992, un acto delictivo dejaba mucho más que un salario anual promedio".

Pero también la violencia se ha reflejado en los reclamos sociales como en Chiapas, donde el planteo básico ha sido la humanización del reparto del ingreso a través de democracia, salud, tierra y libertad.. En Brasil, a través de las innumerables crónicas sobre los enfrentamientos del Movimiento de los Sin Tierra y los hacendados; las actos de violencia en las huelgas y las movilizaciones de campesinos en Paraguay, que se han repetido en Colombia y Bolivia, entre otros tantos hechos.

Pero que no deben considerarse bajos los mismos parámetros de otro suceso particular del año 1996, el resurgimiento de grupos guerrilleros

C) las acciones terroristas en Perú, Chile, Colombia y México lo han demostrado. En Perú pese a la derrota política y militar que sufrieron tanto Sendero Luminoso como Tupac Amarú, han dado frecuentes golpes llevando el caso a repercusiones internacionales con la toma de la Residencia del Embajador de Japón. En Chile se dio a partir del resurgimiento del Frente Patriótico Manuel Rodríguez con la fuga de su cúpula en momentos de fuertes presiones de la derecha sobre el Presidente Eduardo Frei.

En México puede encuadrarse en este marco, distinto a la problemática de Chiapas, a la aparición del Ejército Popular Revolucionario que tiene un discurso de tipo senderista con una voluntad compulsiva de recurrir a la violencia.

En Colombia se está muy lejos de encarrilar pacíficamente la disputa más antigua de América Latina, tras 40 años de lucha y con una evolución distinta al resto dada su gran capacidad militar y la perdida de sustentación ideológica.

Por último, es muy valioso destacar el arribo a un acuerdo de paz entre el gobierno de Guatemala del Presidente Alvaro Arzú (a menos de un año de haber asumido) y la Unión Nacional Revolucionaria de Guatemala (UNRG), tras 36 años de enfrentamientos, en momentos tan complejos, como la breve reseña expuesta lo demuestra.

"El semanario británico The Economist dedicó su última tapa a anunciar artículos que - explorando los casos mexicano, colombiano, el peruano de Sendero Luminoso y las crecientes inquietudes sociales en países como el Brasil y la Argentina- especulaban con la posibilidad de una "reacción violenta" de América latina contra democracias que reservan sus libertades solo para aquellos que pueden pagarlas y que son, cada vez, menos.

Importa, y mucho, saber si lo de Guatemala se inscribe en las promesas del pasado cercano de resurgimiento democrático o si es la excepción destinada a confirmar la tendencia de un nuevo desliz latinoamericano hacia el agujero negro de la violencia colectiva. Porque lo cierto es que ningún proceso de paz sobrevivirá demasiado tiempo si no encuentra un marco social de prosperidad y justicia"10 .

Y en este caso, la comunidad internacional lo ha entendido, ya que existe la promesa de aportarle a Guatemala, en los próximos cuatros años, u$s 1.900 millones para apoyar el plan de paz, integrando en la economía a las poblaciones indígenas, mejorando los servicios sociales y fortaleciendo institucionalmente al gobierno.

D) Por último, entre otros aspectos también puede citarse, el descrédito de la justicia por su falta de independencia, la irrupción del narcotráfico en los distintos estratos de poder, etc., que ha llevado a los mismos organismos internacionales a plantearlo abiertamente, aún cuando sea para sostener el modelo económico, "Estos problemas de gobernabilidad amenazan el crecimiento económico y dificultan una distribución equitativa de la creciente riqueza. Un mal gobierno puede llegar a socavar la confianza pública hasta el punto de provocar una reacción negativa hacia las reformas11 .

Por lo tanto, es evidente que si no surgen hechos concretos que den correlato a las expectativas generadas en los acontecimientos políticos regionales, seguramente la sociedad seguirá aumentando el descrédito hacia los representantes y las instituciones, lo que ocasionará un serio perjuicio a las democracias latinoamericanas. Y los propios mandatarios lo tienen en claro "este descontento creciente representa el mayor desafío jamás planteado a los reformistas del continente. El presidente de Chile, Eduardo Frei, parece haber captado el mensaje. A principios de este mes, aprovechó la reunión de los gobernantes latinoamericanos e ibéricos para encarecer la necesidad de "gobernabilidad en pos de una democracia eficiente y participativa". Ello implica que también los altos funcionarios se sienten frustrados por la lentitud de las reformas. Y están tratando de arbitrar nuevos expedientes para alentar el crecimiento y acelerar su traducción en beneficios sociales. El tiempo no parece estar de su lado."12 .

 

Las expectativas generadas en la integración regional

Por último, cabe destacar la consolidación de un nuevo marco en las relaciones entre los países latinoamericanas, resaltada en la multiplicación de procesos integracionistas, y de acuerdos políticos persiguiendo acciones conjuntas frente a problemáticas comunes, aun en temas sensibles para la región, como en materia de defensa.

Y aquí "el Mercosur ha podido reafirmar el significado que reviste como núcleo motorizador de la integración para otros países de América Latina"13 .

Y en esas circunstancias "se destacan los nuevos acuerdos celebrados por el Mercosur con Bolivia y Chile, y por Canadá con Chile, la reiniciación de las negociaciones entre México y el Triángulo del Norte de Centroamérica, las conversaciones comerciales entre México y Ecuador, y la continuación de las tratativas de 34 países de la región para la eventual negociación del Área de Libre Comercio de las Américas..... Esta evolución favorable se manifiesta en forma intensa en el comercio intrarregional, ya que en todos los grupos, con excepción de la Comunidad Andina, éste se incrementó significativamente en 1996".14 .

Esta simple enumeración da cuenta del alto grado de relación existente en la región, para lo cual es importante resaltar otros hechos que han acontecido durante 1996, como:- la presión ejercida por los países latinoamericanos frente a los actos de sublevación en Paraguay, que posibilitaron la continuidad del Presidente Juan Carlos Wasmosy; - el enérgico rechazo, a través de las instancias políticas regionales, a las medidas de EE.UU. contra Cuba y Colombia, - las modificaciones adoptadas por la bloque andino "en el que se crea la Comunidad Andina y el Sistema Andino de Integración, nuevo marco jurídico que responde a los retos que plantean los cambios en la economía mundial al proceso de integración sugbregional", o - la firme posición de negociar en bloque en el marco del ALCA por parte del Mercosur, tal vez el más firme instrumento que EE.UU. ha planificado para diluir la importancia relativa de los esquemas subregionales en América Latina.

Todo esto nos enfrenta a crecientes expectativas sobre el perfil que adoptará América Latina en este contexto internacional, y así lo confirman la gradual participación de los diversos sectores sociales en la búsqueda de ser actores de esta nueva realidad, y en las múltiples vinculaciones con las áreas más prósperas del mundo, que se refleja en la intención de no perder presencia en estas latitudes (y las diversas acciones de la Unión Europea y EE.UU. lo demuestran claramente).

Tal vez el mayor desafío de este acercamiento, entre los países de la región, sea el de transformarse en el instrumento capaz de aproximar estas realidades y estos tiempos descriptos, que tanto debilitan las potencialidades de Latinoamérica. Y eso será posible en la medida en que no trasladen, a los esquemas comunes, ciertos errores que han cometido individualmente.

Por último, debemos destacar el trabajo realizado por los miembros del Departamento para cumplir con nuestra participación en el Anuario 1997. Manuela Moccero estuvo a cargo de la sección Documentos, mientras que Lidia Aguirre y Agustina Pereira concretaron la Cronología.

 

Ruben Alberto Geneyro

Coordinador 

 

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 1 "América Latina y el Caribe en 1996". BID Banco Interamericano de Desarrollo, pág. 1.

 2 Panorama Económico de América Latina 1996. CEPAL -Comisión Económica para América Latina - Pág. 6.

 3 "Informe Anual 1996" Banco Mundial, pág 126

 4 "El empleo en el mundo 1996/7, Organización Internacional del Trabajo, diciembre de 1996 "La flexibilidad laboral no es la solución al desempleo. La rigidez del mercado laboral no es la causa de la desocupación. En los países en desarrollo los costos laborales son más bien modestos. Los salarios mínimos distan de lo que prevén las normas internacionales y hay poca protección a los trabajadores descalificados o desempleados";

 5 James Petras, sociólogo norteamericano, al opinar sobre la baja en tasa de desempleo en EE.UU.: "Las cifras son engañosas. Lo que hay que analizar es el mercado de trabajo. Nosotros lo hicimos y observamos que la desocupación baja a costo del empleo mal pagado. No me refiero a un trabajo remunerado debajo de la línea de pobreza. Todo en la fórmula norteamericana se aumenta el empleo bajando los salarios y eliminando los beneficios sociales. Mientras que la solución europea es aumentar el desempleo manteniendo el Estado de Bienestar". Clarín 7-7-96

 6 Carta Mensual, Nº 2, INTAL, setp.96

 7 "Para subsistir, el PRI ha borrrado su indentidad simbólica y se presenta como un partido de candidatos sin patrocinio alguno. El logo del PRI ocupa el 2% de la propaganda" en "México: vientos de cambio" por Carlos Monsicais, Clarín 6-7-97.

 8 "El costo oculto del delito" por Paul Cons-tance, en EL BID, marzo de 1997.

 9 Jorge Castañeda no considera al EZLN un movimiento guerrillero, sino como "el primer esfuerzo exitoso en América Latina de organizar a los desorganizados" - Clarín 1-9-96

 10 "América Latina: la paz cercada", Oscar Raúl Cardoso, Clarín 7-11-96.

 11 "Gobierno de calidad: el próximo reto" por Jorge Carrillo en El BID, noviembre de 1996.

Con una visión distinta Alcadio Oña expresa: "En resumidas cuentas, no hay un nuevo Fondo Monetario que ahora se preocupa por la dependencia del Poder Judicial y la desigualdad social. Lo que se pretende es que los países que ya han abierto y desregulado sus economías y que han privatizado sus empresas públicas tengan una "buena gestión de gobierno". Esto significa que tengan buenos administradores, que eliminen los focos de corrupción y que eviten que el gasto social no se esfume en algunos despachos oficiales antes de llegar al destino que tenía asignado. Eso si, cada vez, que haya que ir al FMI a pedir un crédito habrá que cumplir con sus recetas tradicionales".

 12 The Economist en La Nación, La Nación 2, de enero de 1997.

 13 "Evolución del proceso de integración en América Latina y el Caribe durante el período 1995-96, BID-INTAL.

 14 Integración y comercio en América - Una estimación preliminar del comercio en 1996" Banco Interamerciano de Desarrollo, Diciembre de 1996.